Bueno, aqui les traigo ota historia que se me ocurrio cuando estaba desparchada (sin nada que hacer). Con respecto a la otra historia les digo que muy pronto le actualizare, pero por el momento quiero saber que opinan de esta. Les recuerdo que los personajes de CCS no me pertenecen. Ahora si los dejo con la historia.


Cap I La noticia

Se encontraba realmente furioso ¿Por qué su madre le hacia esto precisamente ahora? ¡No lo podía creer! No entendía como su madre podía haber dejado pasar tanto tiempo y justo en este momento decirle que tenia que casarse por un estúpido compromiso con quien sabe quien. ¡Y como odiaba en este momento a sus hermanas y a su prima! Allí estaban ellas, sonrientes y felices por la "alegre" noticia, pero el sabia que sonreían porque gozaban verlo sufrir. Todavía tenía una vida por delante, es decir, apenas 25 años, todo lo que le falta por hacer – y mujeres por estar – pero no, ahora tendría que ser un esposo devoto, como le estaba diciendo su madre.

- Madre, quisiera que me explicara el por que hasta ahora me dice esto – dice el joven con cierto enfado.

- Haber Xiao Lang – dijo su madre tratando de sonar calmada, la verdad ya le estaba cansando que su hijo hiciera las mismas preguntas desde hacia una hora – desde que naciste, se puede decir que estas comprometido con la joven japonesa. Según el acuerdo con la familia de ella, se casarían cuando tú cumplieras los 25.

- Sigo sin entender porque hizo eso si ya estamos en el siglo XXI. Esas cosas ya no se hacen – reclamaba Xiao Lang muy enojado.

- Los padres de ella son de nuestros mejores amigos Xiao Lang, sin contar que son la familia más poderosa de Japón y una de las más influyentes de todo oriente, así que creímos conveniente esta unión – dijo su madre seria y así dando a entender que no iba a dar más explicaciones.

- Xiao mira el lado bueno – le dijo su prima, el la miro – yo la he visto y se que es muy hermosa. Según se, es la soltera mas codiciada de Japón y yo se que ella te va a quitar lo mujeriego que eres – ella se gano un mirada asesina por parte de su primo.

- ¿Y no hay forma de que no me case? – dijo el esperanzado.

- Había una forma – dijo su madre, el se sentía feliz – si tu te casabas antes de los 25 el compromiso se cancelaba automáticamente – su felicidad desapareció – pero como te dedicaste a ser un playboy tiempo completo – dijo su madre reprochándolo – pues lo siento, te casas quieras o no.

- Al menos díganme cuando la podré conocer – dijo resignado, sabia que cuando su madre decía algo era mejor no contradecirla – quisiera saber como es y estar seguro que no me casare con una loca.

- Eso será posible solo hasta el día de tu boda – respondió su madre.

Xiao Lang abrió los ojos por la sorpresa, esto era inaceptable. Salio furioso sin decir ni una palabra, para nadie fue una sorpresa su reacción. Se dirigió a su auto, no importaba lo que dijeran sus hermanas, su prima o su madre, el no se iba a casar y menos con alguien a quien conocería hasta el día en que se celebraría el compromiso. Trato de relajarse, esa noche no pensaría en eso, así que se dirigió a un bar que le encantaba en el centro de Hong Kong, se divertiría esa noche y luego iba a pensar que hacer para librarse del estúpido compromiso.

No muy lejos de allí, una situación similar ocurría en un lujoso hotel. Esta vez la que se encontraba molesta era la joven, incluso se podía ver la ira a través de sus hermosos ojos verdes, quien a su vez estaba asombrada con la tranquilidad con que lo estaban tomando su padre y su mejor amiga. Ella siempre estaba dispuesta a entender a su padre y a comprenderlo, pero esta vez no lo podía a aceptar.

- Haber si entendí lo que me acabas de decir – decía la muchacha mientras caminaba de un lado a otro – Tu y mama me comprometieron desde que nací con el hijo de sus dos mejores amigos, quien es mayor que yo por un año – el asintió – Acordaron también que este matrimonio se realizaría cuando el tuviera 25 años y yo por obvias razones yo tendría 24 – el volvió a asentir – y no nos dijeron a ninguno porque… - dejo la frase sin terminar para que su padre la terminara.

- Porque sabíamos que ambos reaccionarían así y teníamos la esperanza de que en algún momento ustedes se conocieran, pero lastimosamente nunca coincidíamos así que – su hija lo interrumpió.

- Así que no paso – dijo ella con sencillez – sigamos, ahora, lo voy a poder conocer el día del matrimonio que básicamente es en 8 meses y no hay forma de que pueda salirme de esta.

- Digamos que había una forma – dijo su amiga Tomoyo Daidouji – si el o tu se casaban antes de, bueno ahora, el compromiso se cancelaba – vio como su amiga se sentaba o mejor acostaba en un sillón y resoplaba – pero tu nunca te interesabas en relaciones serias – su amiga la miro – si tuviste dos relaciones formales era mucho, porque el resto eran, bueno como tu decías diversión.

Ella no sabia que hacer, tal vez Tomoyo si tenía razón, nunca le gustó las relaciones formales y prefería las casuales, pero si hubiera sabido desde un principio que esto le iba a ocurrir, hubiera buscado a alguien de quien enamorarse y casarse. Dios sabe que loco le iba a tocar como esposo y sus seres queridos contentos. No se suponía que fuera así, se suponía que ella conociera a alguien que la hiciera volar, que ocupara todos sus pensamientos, que sintieras chispas cuando se tocaban, que con solo verla la haría perder su control, pero no era así y no tenía más opciones. Suspiro de frustración al ver que no podía hacer nada.

- Anímate Sakura – escucho que decía su amiga – yo se quien es el hombre con el que te vas a casar y créeme que es muy guapo y es el soltero mas codiciado de toda China.

- ¡Puede ser el mismísimo rey del mundo, pero no me voy a casar! – dijo Sakura explotando al fin.

- Sakura cálmate – le dijo su padre – yo siempre he respetado todo lo que tu haces y no me meto en tus asuntos, es mas, no tienes queja de la libertad y confianza que yo te di y te he dado – estaba muy calmado – pero esta decisión ya fue tomada y no te estaba preguntando si querías o no, te estaba informando de algo que harás y no se dice mas – Sakura estaba asombrada del modo en que su padre le había hablado, el nunca le había hablado de tal forma, pero ella era muy testaruda y no iba a ceder tan fácilmente.

- ¿Touya lo sabe? – pregunto ella, con la esperanza de que su hermano pudiera hacer algo ya que era muy sobre protector con ella.

- Si y a el le deje muy claro todo lo que yo te he dicho y tuvo que aceptarlo al igual que lo tendrás que hacer tu – se puso la mano en el puente de la nariz, tenia que salir de ahí y rápido, no quería saber mas de eso.

- Es todo ¡Me voy! – Dijo mientras buscaba su abrigo – necesito pensar, tomar aire, calmarme y luego – los miro – no se, pero no me llamen porque de una vez les digo que no les voy a contestar. Necesito un momento para mí – y sin decir más salio de la suite en la que estaba.

Se dirigió a buscar su auto, esta noche no pensaría y haría lo que quisiera, y no precisamente se estaba dirigiendo a un parque, sino que estaba decidida en entrar al primer bar decente que encontrara. Su vida cada vez iba de mal en peor, en todos los aspectos y que mejor que ahogar sus penas y tristezas en un vaso – o varias botellas – de licor. Tal vez tendría su última aventura casual con un hombre desconocido o tal vez no, ya en este momento estaba empezando a odiar a los hombres y a todo el mundo en general.


Después de que Sakura había hecho su rabieta, según su padre, el y Tomoyo se dirigieron a una mansión que quedaba a pocos minutos del hotel donde se estaban hospedando. Esperaban que a la familia del novio no les hubiera ido igual que a ellos con Sakura y también esperaban que ella no fuera a hacer una locura esta noche. La conocían y sabían que cuando algo afectaba a Sakura ella hacia locuras, y podrían asegurar que esta noche no volvería a la suite, lo mas probable, porque estuviera bebiendo.

Llegaron a la mansión, donde los recibió un anciano muy amable. Los dirigió hacia el recibidor y recibió sus abrigos. Ellos estaban callados, cada uno pensando en cosas distintas y a la misma vez en una igual, este asunto del matrimonio era muy abrumador para todos y sabían que desde el principio iba a ser muy difícil tratarlo con Xiao Lang y Sakura. El padre de Sakura dibujo una sonrisa en su rostro cuando vio llegar a una mujer de no más de 50 años, con cabellera negra larga recogida en una cola, ojos del mismo color y tez blanca. Era su gran amiga Ieran Li y aunque se notaban unas pocas arrugas, todavía se conservaba como cuando era joven.

- Hola Ieran ¿Cómo te encuentras?

- Bien Fujitaka. Hola Tomoyo – saludo la madre de Xiao Lang.

- Hola Señora Li.

- Sigan por favor a la sala allí están mis hijas y mi sobrina – ellos la siguieron.

Ieran empezó a analizar como había cambiado Tomoyo. Ella y Xiao Lang eran muy bueno amigos y hacia 5 años no veía a Tomoyo. Noto como ella aun conservaba su cabello negro y lacio hasta la cintura, sus ojos azules seguían siendo hermosos y expresivos, ya tenía el cuerpo de toda una mujer y sabía que Tomoyo siempre había sido muy madura para la edad que tuviera. Ella se parecía mucho a Nadeshiko, la madre de Sakura, aunque sabia que solo en lo físico porque Sakurita – como la misma Nadeshiko le dice – heredo sus ojos verdes y toda su personalidad.

También noto que aunque pasaban los años, Fujitaka seguía igual que siempre, con su sonrisa amable, su cabello castaño ya pintaba algunas canas, tenía un par de arrugas y sus ojos seguían expresando serenidad. Sakura también había heredado cosas de el, como su sonrisa, la paz que le transmitía a todos, no había duda que ella era la indicada para estar con su hijo. Llegaron a la sala y vio como Tomoyo y su sobrina Meiling se abrazaban, ellas también eran muy amigas. De hecho Sakura, Tomoyo y Mei eran las mejores amigas. Su sobrina se parecía mucho a ella – o eso dicen todos – ya que tenia el cabello negro y largo, tenían facciones similares y e algunos aspectos el mismo carácter, aunque Mei era mas extrovertida y ella mas reservada y los ojos de Mei eran como dos rubíes.

- ¡Mei hace tiempo no te veía! – Grita una emocionada Tomoyo mientras se abraza con su amiga – mira que hermosa estas, debes de tener muchos admiradores.

- Y que me dices de ti – contesto la china – debes tener mas de un hombre detrás de ti – rompieron el abrazo y saludaron al resto.

Ya cada quien estaba sentado, cuando decidieron hablar del tema que los traía a esta reunión.

- Bueno, ya todos saben porque nos encontramos reunidos – todos asintieron – me gustaría preguntarte Fujitaka, ¿Cómo tomo Sakura la noticia?

- La verdad Ieran lo tomo peor de lo que pensé – suspiro – ella salio sin decir nada, pero Tomoyo y yo sabemos que salio a beber. La noticia la dejo muy abrumada, pero supongo que no podía pretender que ella saltara en un pie.

- ¿Sakura se fue a beber? – Pregunto Mei y Tomoyo asintió – y porque no nos llamo. Yo con gusto la hubiera acompañado a ver hombres guapos – se río pero sintió la mirada de su tía, sabia que había metido la pata.

- Dijo que quería estar sola – hablo Tomoyo – salio tan rápido que no pudimos decirle que Shaoran iba a ser su prometido.

- ¿A ustedes como les fue con Shaoran? – dijo Fujitaka.

- Nos paso exactamente lo mismo – dijo Shiefa, la mayor de los hermanos Li.

- Si, salio tan rápido que no alcanzamos a decirle que Sakurita iba a ser la futura señora Li – había dicho Futtie, la que seguía en edad a Shiefa.

- Tal vez podamos usar eso a nuestro favor – dijo de repente un hombre de 25 años, cabello negro azulado y ojos azules, usaba lentes dándole un toque misterioso, alto y con buen cuerpo. Su nombre, Eriol Hiraguizawa, primo lejano de la familia Li y con orígenes ingleses – lamento interrumpir tan abruptamente y también pido que me disculpen por haber escuchado – dijo al instante en que se dio cuenta en que todas las miradas estaban sobre el.

- Tranquilo Eriol, pero me doy cuenta que tu vuelo llego hace poco. Nos hubieras avisado para haber mandado por ti al aeropuerto – contesto la madre de Shaoran.

- Tía, me he dado cuenta que tiene un dilema con respecto a que hacer sobre el matrimonio de mi querido primo con la hermosa Sakura – todos asintieron – yo tengo una solución que puede beneficiarnos a todos y no te preocupes, yo se bien como llegar a salvo hasta aquí.

- Eriol, deja de hablar tanto y cuéntanos ya sobre esa brillante idea tuya – reclamo Mei.

- Bueno, ustedes les dijeron a ellos que no podían conocer al otro hasta el día de la ceremonia ¿Verdad? – Todos asintieron – pero ellos no quisieron saber ni siquiera el nombre del otro – todos asintieron de nuevo – eso quiere decir que ellos se pueden conocer sin necesidad de que les digamos que la otra persona es con quien se van a casar y así se podrán enamorar – todos parecieron meditar un momento.

- ¡Es perfecto! – grito Tomoyo, todos se asustaron – claro, porque ellos odian a la persona con la que se van a casar, pero no se conocen y si los presentamos, no sabrían que son esa persona hasta que sea el gran día. ¡OH por Dios Eriol eres brillante!

- A mi también me gusta la idea – apoyo el padre de Sakura – además Tomoyo, Eriol y Meiling los presentarían y los ayudarían a enamorarse – eso termino de convencer a la madre de Shaoran.

- Entonces hagámoslo – dijo Ieran – eso si cada semana ustedes tres nos van a informar de lo que pase entre ellos y de cómo va saliendo el plan.

- Veo que a todos les gusto mi idea – sonrío Eriol – entonces comenzaremos el plan la próxima semana.

- ¿Por qué la próxima semana y no empezarlo ya? – pregunto Fimmei, la tercera de las cuatro hermanas.

- Fimmei, esta semana es muy pronto, todavía están afectados y si no estoy mal el señor Kinomoto tiene mucho trabajo al igual que Sakurita – respondió Faren, la menor de las cuatro – y ellos vuelven a Japón la próxima semana – Fimmei la miro sin comprender – Xiao tiene que viajar a Japón la próxima semana por algo del trabajo.

- ¡Ohh ya veo! – Dijo Fimmei cuando entendió – esto va a ser muy emocionante.

- Bueno, ya todo esta organizado – Fujitaka se levanto de su asiento – lamento no poderme quedar mas Ieran, pero hay mucho trabajo que debo terminar antes de volver a Japón.

- No te preocupes – le respondió ella – de todas maneras estos 8 meses siguientes nos veremos mucho – Ieran acompaño hasta la puerta a Fujitaka y a Tomoyo, donde el mismo anciano les devolvió sus abrigos – cuando vuelvas a Japón, espero que le mandes mis saludes a Nadeshiko – miro a Tomoyo – y tu mándale saludes a Sonomi.

- Lo hare – dijeron al mismo tiempo Tomoyo y Fujitaka – tu dale mis saludes a Hien – dijo Fujitaka – hasta luego chicas – ellas se despidieron.

- Se las daré – le dijo Ieran – y denle mis saludes a Sakura – grito, cosa que dejo extrañada a sus hijas y sobrinos, pero como ella decía, cuando estaba con sus mejores amigos era como volver a ser una niña, pero no tardo mucho en volver a ser la misma seria de siempre.

Ieran sonrío. Sabia que el grupo de amigos era Tomoyo, Eriol, Meiling, Sakura y Shaoran, aunque los dos últimos no se conocieran y también sabia que al verlos a ellos, recordaba cuando salían Fujitaka, Nadeshiko, Sonomi, Hien, Fumma – el padre de Eriol – y ella, obviamente cuando eran mas jóvenes. Saldrían adelante al igual que ellos y su amistad superaría los años al igual que la de ellos.


Shaoran se encontraba sentado en la barra del bar, tomándose su ya acostumbrado whisky en las rocas, mientras esperaba que apareciera una bella mujer con la cual divertirse. Todas las que se encontraban allí no le llamaban la atención y el quería a alguien única, memorable tal vez, pero fuera de lo común y sobre todo hermosa, pero el tiempo pasaba y esa espectacular mujer no aparecía. Ya se disponía a irse, resignado a tener que buscar durante toda la noche cuando sus ojos vieron entrar por la puerta a la mujer que estaba esperando.

Su hermoso cabello castaño llegaba hasta un poco mas de la mitad de la espalda formando ondas en las puntas y con destellos dorados, su hermosa figura se podía distinguir a través del vestido negro con corte en v que llevaba, dejando también mostrar sus hermosas piernas y su escote, dejaba ver un poco pero no mucho. Bien dotada, rasgos finos y perfectos en esa hermosa cara angelical, labios rojos y ni muy gruesos ni muy delgados. Pero lo que más le había fascinado eran sus hermosos ojos verdes tan expresivos, tan hermosos, que te hacían creer que era una diosa. Y noto que no solo el la había visto, todos los hombres la miraban con lujuria – como el – y las mujeres también la habían visto, pero ellas la miraban con envidia. Sonrío hacia sus adentro, esa diosa iba a ser suya esa noche.

Sakura recién había entrado al bar, había dejado su abrigo en el auto, así que fue directamente a la barra. Esa noche no le importaría nada y haría lo que quisiera, no importaba que ahora fuera una mujer comprometida, porque además ese estúpido no se enteraría. Pidió al barman que le serviría un Martini y mientras se sentaba, sintió como alguien le tocaba el hombro.

- Perdón. No te importaría si me siento aquí – dijo alguien mientras señalaba el asiento vacío al lado de ella.

- No descuida, no espero a nadie – el hombre se sentó y ella lo miro de reojo.

Era el hombre más guapo que ella había visto. Sus ojos eran de un hermoso color ámbar, su boca, ¡OH por dios! Si parecía encajar perfectamente con la de ella. Su cabello alborotado y castaño, lo hacia ver encantador. Se podía ver su buen cuerpo a través de la camisa de su traje, la corbata desajustada, todo lo hacia ver muy sexy. Y su trasero ¡OMG! Ya podía imaginarse haciendo cosas con el en cualquier lugar. Se mordió el labio para dejar de pensar en ello. Noto como el le tendía la mano y le daba una sonrisa ¡y que sonrisa! Dios, ese tipo parecía un adonis griego.

- No me he presentado. Soy Shaoran Li – oyó que le decía

- Mucho gusto Shaoran – dijo con voz sensual, que el no pudo resistir – yo soy Sakura Kinomoto – ella le ofreció una de sus mejores sonrisas.

- Flor de cerezo – ella asintió – te llamas como mi flor favorita – ella se sonrojo un poco y a el le gusto eso, pero noto que ella no estaba muy feliz.

- Sakura, no te conozco pero siento que estas un poco o triste o enfadada por algo – ella suspiro.

- Estoy enfadada. Hoy me entere que estoy comprometida con alguien a quien no conozco y si te soy honesta aun no me quiero casar – el la miro y le volvió a sonreír.

- Yo se lo que estas sintiendo. Aunque parezca increíble a mi también me paso lo mismo que a ti – ella se asombro – pero no me voy a dejar afectar, porque cuando este casado con ella le voy a hacer la vida imposible.

- No había pensado en hacer eso – admitió ella.

- Y una buena manera de comenzar es que tu y yo nos divirtamos un poco – el le dio su sonrisa seductora y ella capto el mensaje.

Lo medito un poco, y se depuso a hacerlo ¿Por qué no? Se divertirían, le verían la cara a sus "parejas" y seria solo una noche. Ni que tuviera tan mala suerte de encontrarse con el nuevamente o que se fueran a casar. Ella le devolvió la razón y el entendió que ella aceptaba su propuesta. Aunque ellos no sabían lo que el destino les tenis preparado y que seria definitivo.


Notas de la autora: Hoy actualizo porque es un dia muy importante para mi (cumplo 16 años) y que mas que regalo poder subir algo, porque de verdad hace mucho que no podia. Pero bueno, espero que les este gustando y si no pues tambien que me informen.

Pero yo no me pongo brava si me quieren dejar un review, asi se pa decirme que me dedique a otra cosa, pero por favor no sean tan crueles. Asi que espero por favor sus comentarios y pues nada, nos vemos en otra actualizacion. Bay