Nuevo destino.
By Menma - kun
Capitulo 1: Comienzo en casa
Aclaro que gran parte de los personajes a los que yo haga mención no me pertenecen. Son de Masashi Kishimoto creador del manga Naruto. Esta serie es un mundo alternativo donde están involucrados varios personajes de la serie.
Soñaba mientras dormía. Nunca puedo recordar nada de lo que sueño. Es un defecto que tengo desde que nací. Es extraño, a las personas se les borra y se les resetea el casette antes de levantarse de la cama. Eso es normal y muy entendible. Me debería consolar por eso, pero, lo cierto es que me molesta mucho no recordar ni uno solo de mis sueños. Simplemente guardo solo los sentimientos y las emociones que haya experimentado en ellos. Es injusto. No me gusta quedarme con las dudas. ¿Alguna vez sabré si soñaba con un príncipe azul de pequeña o de un monstruo, bestia o alguna cosa horrible en mi adolescencia? ¿Que cosas estaría soñando para tener tantas sensaciones a lo largo de mi vida? ¿Por qué no puedo recordar ninguna?
Argh - dije medio dormitada.
Es de mañana. Son las 7:19 am. Mi padre sale a trabajar temprano y mi hermano se va a la universidad. Yo tengo clases en la tarde, así que no tiene caso levantarme temprano. Puedo quedarme dormida hasta tarde leyendo Cien Años de Soledad. Mi favorita de todas las novelas de Garcia Marquez. No pude contenerme a ese manjar de la literatura, por el que me acoste casi a las 4:00 am. Sin mencionar la galeria que me he leido: El Amor en los tiempos del Colera, Los Funerales de la Mama Grande, El Otoño del Patriarca, Del Amor y otros Demonios, La Hojarasca, y entre varios más y mucho menos sin contar con un par de novelas de Vargas Llosa, La Casa Verde el que mas me gustó y mi tesoro mas preciado: Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes Saavedra, libro que me compró mi padre hace un mes y que de la emoción aun no lo he abierto de su empaque. Lo tengo como al vaso más fragil de mi colección y pienso leerlo cuando llegue la ocasión especial que solo yo sé. Es raro que a una nipona le gusten los estilos literarios de escritores de otro continente y mas si son latinoamericanos, pero es que ellos son muy buenos y dificilmente encontraran otros como ellos.
¡Vaya! Es sorprendente que siga hablando para mis adentros con tanto sueño acumulado. Si de por si soy perezosa cuando estoy activa,ahora que estoy apagada cuanto más; si hasta para hacerme el desayuno me da flojera. Odio admitirlo pero esta soy yo en realidad. Tampoco me quedaré así para siempre. Algún día me casaré y tendré que ajuiciarme, porque se que puedo hacerlo cuando me lo propongo, mas por ahora disfrutaré de la vida en lo mas que pueda. Sin presiones, sin afanes, sin tanta cosa en la cabeza. Ya me tendré que levantar de la cama en algún momento, de eso no me preocupo, lo que me preocupa es de cuanto más seguiré revolcada entre mis sabanas. *dormida de nuevo*
¡Alto! ¡Policia! - grité.
Voy corriendo por un callejón en medio de los edificios. A unos metros más adelante se encuentra un delincuente al que vengo persiguiendo varias cuadras atrás.
Hicimos una redada en un establecimiento nocturno, donde llegó una información de que allí estaban poniendo a trabajar niñas en ese lugar. Su dueño es sospechoso del delito de Explotación infantil y además, es acusado de Proxenetismo y de integrar una gran red de trata de blancas y al parecer, ese sujeto es parte de la banda que tiene su lugar aquí en Japón. Logramos capturar a casi todos las personas que se encontraban en el sitio y pusimos a salvo a las menores, que se encontraban en ropa ligera, ninguna era mayor de 16 años. Algunas tenían solo 12 y se encontraban llorando. Era típico de un hombre bastardo que solo buscaba su interés propio. Hallanamos dinero del ilícito y además material pornográfico probatorio para enviar ese tipo tras las rejas. El problema es que uno de los implicados escapó durante la redada y es al parecer el cerebro de la banda. Por eso he decidido emprender en su persecución pues la información que tenga podrá llevarnos al centro de toda la organización.
El tipo me la está poniendo difícil, no se cansa. Evade la gente y los obstáculos en la calle. Pero no puedo rendirme. ¡Tengo que conseguir atraparle como sea! Además, si consigue escapar, dará aviso a los demás y la oportunidad de desmantelar esa organización se ira al carajo, ¡No debo permitirlo!
¡Oye, detente! - grito muy agitado.
Me siento muy agotado, la respiración se me hace mas y mas agitada. Mas sigo corriendo y no dejo de seguirle el paso. El dolor en el pecho tendrá que ser para después. Ahora lo importante es capturar a este tipo. Ha dado vuelta a la derecha, se acerca a un callejón sin salida y no tendrá oportunidad de escapar. Doy la vuelta y me topo con un problema.
¡Maldicion! - rechisté.
El sujeto no está. No ha podido desaparecer así como así. El callejón es largo, pero no hay lugar donde cruzar. ¿Pero entonces cómo pudo perderme de vista? No tardo en averiguar cómo. Hay un par de edificios en esa acera. El segundo a lo largo del callejón, la puerta de entrada se encuentra abierta. Ha subido al edificio, seguro. Debo averiguarlo, es mi responsabilidad o será mi culpa si lo pierdo. No se si habrá subido, pero al acercarme a las escaleras, puedo descubrir que estaba en lo correcto. Soy atacado a disparos por el sujeto que me estaba esperando a mitad de la altura. Logro cubrirme a tiempo antes de que me tuviera a tiro. Debo desenfundar mi arma de dotación y responder. No puedo matarlo, pero tampoco pienso dejarme matar por el, aunque será difícil que alguno de los dos salga herido de esto. El sujeto subía por las escaleras, mientras echaba un vistazo, a ver si yo me asomaba para tratar de atravesarme con una bala. Solo puedo cubrirme y evitar hacer algún disparo indiscriminado que pueda herir a un civil. El sujeto no puede huir. Si las personas que están escondidas refugiándose del tiroteo avisan a la policía, solo será cuestión de minutos para rodearlo, pues la salida del edificio ya está cubierta por un policía: Por mí. ¡Y no lo dejaré escapar!
El tipo sube y sube por las escaleras hasta que escucho abrirse una puerta antes de llegar al último piso. Oigo un grito de mujer por el pasillo.
Pasó por aquí - Pensé.
Debo acercarme con cuidado. Podría emboscarme otra vez y no salir bien librado como antes. Es tensionante pero no debo perder la calma. Se que está por aquí y lo atraparé. A mi mano derecha, en la segunda puerta antes de llegar al final del pasillo, puedo ver que ésta se encuentra entreabierta.
¡Aquí está! - me dije.
El sujeto está adentro. Ahora todo se hace más complicado.
¿Está a salvo? - pregunté a la señora en el pasillo.
Ella me asiente con la cabeza.
Llame a la Policía. - le dije.
Entro con el arma por delante apuntando hacia el frente. El desorden en la habitación es notorio. El sujeto está nervioso y desesperado. Eso es bueno ya que puedo tomarlo con la cabeza caliente; sin embargo es malo a la vez, porque preciso en eso puede lastimar a una persona y eso tampoco quiero. Con mucha preocupación avanzo en el estrecho lugar, es bastante tensiónante el momento y estoy alerta ante cualquier ruido. En la pared que da al callejón hay dos ventanas y una de ellas está abierta. La corriente de brisa agita la delgada cortina que tapa la ventana. Por alguna razón esa tensa calma y el silencio que reina en el lugar es casi asfixiante. Todo esto solo logra causarme una sensación muy fuerte en mi pecho: Sospecha. Un policía siempre debe sospechar ante situaciones como éstas. No hay que fiarse de nada. A veces es arriesgado y es muy peligroso porque se puede perder la vida, mas nunca sabrás lo que sucede si no lo asumes. Así que. En lo mas tensionante del momento, me armo de valor, corro a toda prisa por la ventana y la rompo al atravesarla. El tipo estaba allí en el balcón esperando a rematarme a lo que yo me asomase por la ventana abierta. Salto sobre el y ambos caemos del balcón al suelo en el callejón. Caemos sobre un auto y el sujeto sale muy lastimado. La caída no nos mató por fortuna. Mis brazos y piernas me dolían mucho, pero yo me preocupaba más por el aspecto del otro sujeto, que antes de que sufriera un desmayo y quedara inconsciente le interrogué con furia:
¡¿Quien esta detrás de todos esto?! -
Grrrr.- el tipo gruñía aquejado del fuerte dolor.
¡¿Quien es el jefe de la red?! ¡Dame un nombre! - arengué con más fuerza.
¡Urgh! - se negaba a contestar. Hasta que le advertí una vez mas gritando mucho mas fuerte.
¡Dime un nombre ahora! - dije yo.
Grrr... M-Madara... - dijo balbuceando.
¡¿Qué?! - pregunté.
M-Madara, Madara Uchiha. - me contestó el sujeto.
¿Madara Uchiha? - le pregunté.
¡Me matará! - respondió a manera de lamento.
¡¿Qué?! - pregunté desconcertado.
L-Le fallé (Urgh...) le he fallado y de seguro me va a matar... No hay manera de salvarse de él. Mas te vale no acercartele o acabará también contigo. (Arghhh...)
Le saqué de encima del auto y lo captura llevándolo personalmente hasta la Estación de Policía para entregarlo y reportarme con la directora. Mientras esto pasaba mi mente me daba vueltas y vueltas sobre el jefe de la organización. Madara Uchiha, ¿Quién es ese tipo?
