Notas de Pulpomolcagetero

Este es originalmente un fic que publique hace unos años en Deviantart, la cual es una excelente pagina para publicar arte y admito que es un lugar donde fácilmente te pierdes viendo esas hermosas imágenes. He decidido rescatar también este relato del olvido y darle una oportunidad, denme su opinión, ya que este lo comencé a idear después de ver los primeros capítulos de Sonin Underground.

Pulpomolcagetero! 28 de junio del 2016

Mundo Underground

I

"Detenerlo es tu principal tarea, el se interpone entre la realización de la profecía y ustedes, Miles, te escojo como mi ejecutor, en ti pongo las esperanzas de todos" El Elegido le estaba hablando, el pequeño zorro de dos colas solo estaba en un estado de contemplación, en éxtasis si se prefiere.

-¿Que es lo que tengo que hacer? dime y lo haré.-le decia Miles casi suplicante mientras es casi cegado por esa luz.

"Escucha y sigue los consejos del sabio Merlin, a pesar de que en el camino te topes con pruebas no dudes jamás de que esta es la causa que esta sobre el bien y el mal, yo traigo la Gran Armonía, yo acabo con el sufrimiento en el mundo, pero para que eso pase tienes que despejar el camino, despeja mis caminos Miles Prower."

-Espera… espera…-Miles desperto en su cama acostado, murmurando constantemente.

-Maestro Miles, despierte Maestro Miles- le decia una monja ,una Zorra marrón de dos colas que llevaba un rosario de cuentas grande en su cuello, muy parecido al que cuelga al lado de la cama del zorrito de brillante pelaje dorado.

-¿Qué?-se encontraba confundido, ya que estaba en realidad dormido.

-Maestro Miles, ¿que estaba soñando hoy?-le pregunto emocionada- ¿soñó con El Elegido de nuevo?

-Sí, yo soñé con él. Fue lo mismo de ayer, quiere que haga su misión aquí.- dijo algo aturdido.-Tengo que hablar con mi tío ahora.-Se levanta repentinamente acelerado y se pone su rosario alrededor del cuello y sale de la celda que es su dormitorio.

-Espere Maestro… lávese su…-era tarde, el ya había desaparecido- cara al menos… jejejeje, es solo un niño a fin de cuentas.

Miles corria por los recintos, pero como siente que se tarda mucho decide usar sus colas como propulso y levanta el vuelo, para llegar rápido a la capilla donde su "tío" encontraba en su meditación diaria. Es ahí donde lo encuentra, en posición de flor de loto, en un estado de contemplación absoluta. Miles sabia que no puede interrumpir las meditaciones del gran maestro de este templo espiritualista, por muy que él lo haya adoptado como un familiar, se debe respetar esta jerarquía. Así que se inco atrás de él, en espera de que terminara, lo cual sucede regularmente al sonar la campana ceremonial en la torre más alta. Cualquiera estaría sorprendido que un niño de tal solo 8 años este tan dispuesto a la espera, pero estamos hablando de un erudito, un genio que fue procurado y cultivado. Aun a pesar de que recientemente había desarrollado otras cualidades como un dominio de la mecánica, el alma de este chico se encontraba fuertemente ligada con sus dogmas. La campana sonó una hora después de su llegada.

-Tío, necesitamos hablar-fue lo primero que dijo, acabando con el silencio reinante en aquella capilla.

Una semana después, Miles estaba con su entrenamiento de costumbre, perfeccionando sus habilidades en combate junto con Fiona, hija de Merline, quien tiene un hermoso pelaje color rojo y ojos de color azul, y un par de majestuosas colas, con las cuales podía desbaratar una roca, aun así jamás ha podido levantar el vuelo con ellas, todos llaman maestro a Miles, porque lo consideran el mas cercano al elegido por su capacidad de volar, pero ella era de las pocas personas que se referían al zorrito solo por su primer nombre, tal vez la única persona que lo maltrata también, ya que ella alega que defiende su libre decisión de no estar impresionada con él.

-Vamos Miles, no bajes la guardia, serás el alimento de las aves de rapiña con esos movimientos tan malos.-ella no comprendía que si el era torpe cuando estaba con ella, era porque ella fue la primera persona que hizo latir su corazón, no podía lastimara, por más que lo maltratara no podía.

-Está bien- el sigue adelante, tal vez debería tomar las cosas más en serio, lo ha hecho antes en sus anteriores viajes con Merlín, pero en su interior siente pesar, ya que con ella se vuelve un completo tonto.-Fiona… me voy mañana.

-¿Y qué?- ella le lanza otra patada- ¿eso que tiene que ver con nuestro entrenamiento?

Eso fue algo que él no esperaba, ella le daba tanto lo mismo que él parta, el solo quería hacer esto bien, así que en ese entonces dejo de lado todos sus conflictos y se dispuso a pelear en serio, se elevó un poco y comenzó a dar patadas y golpes más precisos, Fiona apenas podía contener los ataques, se veía sorprendida, hasta que perdió el equilibrio y estuvo a punto de caer, hasta que fue atrapada por Miles quien la mantenia sujeta y suspendida en el aire, el sintio en ese momento que ella no compartia ese sentimiento especial, tal vez si lo queria, como al hermanito menor que es una punzada en el trasero, pero no como él quisiera ser amado.

-Tal vez no vuelva jamás, así que adiós Fiona.- Le dio lo que para él fue su primer beso, la dejo sentada en el suelo y se elevo hasta llegar a la colina donde estaba su aeroplano, donde lo esperaba Marina la Mapache, quien estaba acomodando algunas cosas, ella quería irse para nunca volver a esta isla, por eso cuando escucho que Miles Prower se iría en un viaje por tiempo indefinido, ella inmediatamente fue voluntaria.-Ya estoy aquí Marina, ya me despedí de Fiona, vámonos.

-¿Qué? Pensé que nos hiramos mañana.

-¿Por qué dejar para mañana lo que podemos hacer hoy, mi tío ya está aquí.

A la mapache casi le da un infarto cuando comprueba que en efecto Merlín está sentado en uno de los asientos de la nave, ella ni siquiera lo noto.

-Miles, sabes que estos aviones no son necesarios, no entiendo tu insistencia en emplearlos.

-Lo necesito para la misión, es una justificación lógica por así decirlo.-dice mostrándose tranquilo.

-Muy buen, ¿a dónde vamos? Estoy con mucha curiosidad- ella estaba emocionada.

-A Robotropolis- dijeron los dos zorros.

Marina se quedo sin palabras, por un momento ella tubo deseos de salir corriendo de regreso a su casa, pero el recordar que tendría que lidiar con todas esas ocupaciones tan mundanas, como limpiar la casa, lavar la ropa, cocinar, casarse y después de eso ser una esclava de tiempo completo y hasta la muerte de un esposo y unos engendros, para simplemente pasar a ser un recuerdo marchito que sería borrado por el viento, eso fue suficiente para que ella decidiera seguir con el plan de ser la seguidora de Miles. –Maestro Miles, te seguiré hasta la muerte.

-No exageres- dijo algo incomodo.

Miles la ayudo a subir y la coloco al lado de Merlín. El se coloco en el asiento del piloto y comenzó a accionar los botones y piensa en un momento en colocar la foto que recorto de Fiona, pero no se atreve frente a Merlín, el podría ofenderse por tal atrevimiento. Así que la reservaría para más adelante. Y comenzó la marcha de su biplano para agarrar impulso, en menos de un minuto este comenzó a elevarse hasta que sobrevoló sobre el monasterio, Marina sonreía mientras veía como los monjes y monjas señalaban el avión, pareciera que nunca hubieran creído que la cosa con alas volaría, considerando que es un artefacto arcaico, se comprende su incredulidad.

-¡Bien tornado-vuela libre por los cielos!- sonreía Miles mientras sentía como el aire choca con su cara.

-¿Cuánto tardaremos en llegar a Robotropolis?-pregunto Marina.

-Trece horas, Tío, creo que será conveniente usar el rosario de un millar de cuentas.

-¿Quieres ahorrar combustible, eh?-sonrió el anciano mientras se quitaba del cuello su rosario y lo arrojaba hacia enfrente, asombrosamente las cuentas volaron más rápido que el avión mientras las cuentas se multiplican exponencialmente, para posteriormente extenderse en un enorme aro de luz- ¿crees que es suficientemente amplio? Puedo hacer que sean diez mil en un segundo.

-Está perfecto así, aquí vamos-Dijo entusiasta. Mientras atravesaban el aro luminoso.

El aro desapareció de la zona cercana a Esmerad Island, Fiona pudo verlo a través de un catalejo, había ocasiones en que fue una hermana mayor desagradable con Miles, pero nunca se imagino que a pesar de eso el pudiera sentir ese tipo de amor por ella. No sentía lo mismo que él, pero la idea de no verlo de nuevo… eso le era inimaginable.

Robotropolis es tal vez una ciudad de tinieblas, desesperanza, tristeza, inconformidad que tiene que ser disimulada por el bien personal. Marina veía a los pobres desafortunados que habían sido robotizados haciendo los trabajos más denigrantes. También había personas de carne y hueso, caminando con sigilo por las calles. Una rata choco con ella.

-Hey- se quejo, ella no estaba acostumbrada a tratar con esta tosquedad, toda su vida vivió en un pueblo en una isla.

-Tengo derecho de paso- dijo la rata mientras se retiraba.

Miles lo observa detenidamente, y decide caminar en la misma dirección para alcanzarlo.

-Disculpe señor- le dijo fingiendo ingenuidad- vi que le saco algo de los bolsillo a la niña, creo que eso no es correcto.

-Piérdete enano, esto no es tu asunto- dijo socarronamente.

-La verdad es que venimos juntos, y no me parece correcto que un adulto como usted le robe a un niño.

-Jajajajaja, ahora resulta, por si no te has dado cuenta eres muy corto de estatura para ponerte el tu por tu con un tipo que si sabe donde está parado.

-Usted debe devolver lo que tomo sin permiso, es lo correcto.

-Bah, deja esa actitud dominguera muchacho.

-Le ordeno que devuelva lo que robo- sonó ahora más autoritario.- no me obligue a hacer que lo devuelva.

-Bien niño, ya tuve suficiente de tus tonterías- se propone la rata a tomar a Miles del cuello para arrojarlo algún basurero, pero no conto con que él se le adelanto y lo tomo del brazo y lo lanzo contra la pared. Noqueándolo con el golpe.

-Créeme que por que vi que en el fondo no eres una mala persona, no te dejo peor de lo que estas.- dijo con el mismo tono ingenuo mientras sacaba varias billeteras, buscando la de Marina, no le interesan las demás, así que se las avienta en la cara.- ten, no soy un ladrón, solo quería recobrar lo que es nuestro.

-Eres genial Maestro Miles, enséñame a dar ese tipo de golpes geniales y cool- exclama la niña mapache mientras da varios puñetazos al aire.

-Primera lección, cuida tus espaldas, no voy a estar recobrando lo que te roben a cada rato, segunda lección, esto no es Esmerad Island, es Robotropolis y aquí todos están locos y desesperados.

-Ya lo sé- se siente regañada.

-Miles, Marina, vengan ahora, ya logre que nos reciban- aparece Merlín acompañado por dos Swatbots.

Marina se pone muy alerta cuando ve a esos monstruos de metal. "No te preocupes, no corremos peligro" le dicen, pero ella no se siente nada tranquila.

-¿Y si los espero en el avión?- dijo algo nerviosa.

-Como quieras, no tienes que venir de todos modos.- le dijo Miles mientras se guarda la billetera que es de Marina.

-Espera, mi billetera…

-Prefiero tenerla, no quiero que la pierdas por ahí como la última vez.

-No es mi culpa…

-Cuando te ofreciste como voluntaria para ser mi seguidora, prometiste también que no replicarías ni pondrías en duda mi criterio, vuelve al avión y no te muevas de ahí si te vas a quedar.

-Vaya con el cerebro de pixel- murmuro molesta.

-¿Qué dijiste?- dijo algo firme.

-Nada Maestro, ya me voy al avión.

Miles sonrió. Camino al encuentro con Merlín, quien sonreía afablemente. Juntos entraron a la fortaleza de Robonick, vieron a más Badnick y robianos saliendo de ahí, Miles sentía la angustia encerrada en cada Robiano, todos sufriendo una agonía sin fin encapsulada en esos cuerpos, trataba de recordarse a sí mismo el por qué de esta situación, pero en su corazón no podía evitar sentir dolor.

Fue entonces que llegaron al salón de reuniones y esperaron en el lobby. Frente a ellos había robianos de varios tipos, limpiando el lugar, pero lo que realmente capturo su atención fue una zorra de dos colas, recordó la explicación que su tío le dio años atrás.

"Un grupo de agitadores salió de nuestra isla, se unieron a los Feendom Figthers contra el gobierno. No te extrañe encontrar eventualmente alguno después de ser castigado."

Miles fue educado y criado por Merlín después de la desaparición de sus padres siendo un bebé, podría decirse que él es la figura más cercana a un padre, siente tanta gratitud, pero en ocasiones no puede evitar sentir nostalgia al ver a otros niños con sus padres, no saber lo que es que tu madre te abrace, te mime o incluso te conforte cuando algún trueno suena atronador.

Por alguna razón que él no podía comprender, sintió que ella lo miro solo a él, pudo sentir un inmenso dolor en el interior de la desafortunada criatura mecanizada. Este sentimiento le desgarraba el alma, fue cuando entonces se levanto y se le acerco a la zorra robiana.

-Pobre de ti, sabes que algo está mal, pero no sabes porque, quisiera ayudarte.- le murmura mientras quiere tomar su mano.

-Miles, no lo hagas, sabes lo que te pasa cuando tocas a una de esas criaturas, la ultima vez la angustia de ellos te arrastro, te enfermaste.- dijo algo severo, lo cual extraño a Miles, Merlín rara vez se muestra severo ante algo, por lo regular en una persona agradable.

-Está bien Tío, no lo haré- dijo alejándose de ella y regresando al lado del Gran Maestro del monasterio de Esmerad Island.

En el interior del salón de reuniones, el Dr Robonick está sentado frente a un holograma de un joven hurón de pelaje café, su cara era de color durazno, viste elegantemente, evidentemente es un miembro de la aristocracia de Mobius, el joven se portaba serio ante Robonick, incluso digno a pesar de su situación de clase dominada.

-Tiene que comprender que los impuestos que solicita exceden por mucho nuestra capacidad de recaudación.

-Sabes que es el precio justo que deben pagar por el privilegio de sus vidas cómodas mi estimado Duque de Soleana.

-Lord Robonick, mi pueblo empieza a sufrir de inanición, enfermedad, estamos comenzando a sufrir porque nuestros recursos son insuficientes, han empezado las revueltas…

-No es mi problema que no puedas poner en orden a tu propio pueblo, solo te advierto, que si no están los impuestos puntualmente el próximo mes, ya no tendrás que preocuparte por los hambrientos y moribundos de Soleana.- En ese momento cortó la trasmisión, no sin antes ver en el rostro reflejando furia contenida del Duque de Soleana.

En Soleana.

-Mi Lord, ¿qué vamos a hacer?-Le pregunta una joven hurona de hermosos risos morados que le llegaban a la cintura. Aunque ella hablaba con el típico acento de la clase alta, sus ropas no eran elegantes, en honor a la verdad era que en Soleana los aristócratas ya no vestían con lujos, la verdad es que en Soleana ya no existía la riqueza, solo había gente pobre y gente miserable.

-Que Solaris nos ayude.

En Robotropolis.

Sleet y Dingo van directo al salón de reuniones por que fueron llamados por el maléfico Lord de todo Mobius, en eso no pueden evitar ver al par de zorros con vestimenta extraña, sentados en espera de audiencia. Sleet no pudo evitar fanfarronear mientras se dirigía a la puerta principal.

-Vaya, parece que en estos días cree cualquiera que es digno de una audiencia, no como nosotros que no tenemos que esperar a ser recibidos.

Miles recordó ese adagio de la carreta vacía, que entre más vacía estaba más ruido hace, no pudo menos que sonreír.

A el lobo no le hizo gracia su sonrisa y en ese momento se paro frente a el y con una mirada asesina le dijo.

-Mira mocoso, tal vez no lo sepas, pero estas frente al dúo infernal, somos los caza recompensas más implacables de todo Mobius, cuando llegamos, arrasamos con todo a nuestro paso.

Miles no pudo menos que seguir sonriendo.

-¡Puto mocoso!-le quiere dar unos buenos golpes, pero en eso es interrumpido por la voz de Robonick desde el salón.

-¡Nadie hace esperar al Dr Ivo Robonick, si ese par de inútiles no están aquí en 5 segundos los lanzare directo al robotizador!

-¡Aquí estamos Su excelencia!- el lobo corre casi patinando al lado de su musculoso compañero.-¿Por qué nos mando a llamar?

-Estoy poniendo en orden las cosas y me topo con que hay muchas fugas de nomina, estoy más que seguro que ustedes no están desquitando lo que invierto en ustedes, ya van más de 1 año y no han logrado capturar a esos mocosos. Aun ignoro cómo es que no los he robotizado todavía, no, eso ya lo sé, porque si son tan incompetentes no quiero imaginar lo inútiles que serian si los robotizara.- Este era el gran sermón del gordo.

-Tal vez sería necesario considerar los servicio de nuestra orden Lord Robonick- interrumpió una voz vibrante y profunda, fue entonces que todos voltearon a ver a Merlín y a Miles- nosotros jamás fallaremos en una encomienda.

-Un momento, viejo, este es trabajo para profesionales no para momias y bebes en pañales.-contesto Sleet con superioridad.

-Merlín, te vez muy bien- sonreía siniestro Robonick mientras se acercaba al zorro viejo.- pero temo que ese inútil tiene razón, cuando me propusiste que enviarías a tu más aventajado discípulo yo pensaba en un tipo más duro, ¿Dónde está él?

-A-Aquí estoy- Miles se sentía trabado mentalmente, podía sentir la maldad de este hombre, quien era sádico, cruel, pero sobretodo no sentía el menor remordimiento de sus actos, un verdadero sociópata.- Soy yo.

-¿Un niño? ¿Esto es una broma? Viejo zorro, sabes que no soporto las bromas.- el gordo empezó a calentarce.

-No es ninguna broma, el es Miles Prower.

A Sleet le sonaba familiar el nombre, pero no sabía de dónde.

-Interesante… con que este niño es Miles Prower- lo miro inquisitiva-mente, Miles no podía menos que estremecerse con su aura tan siniestra.-pero dime Merlín, ¿Qué puede hacer este pequeño que no puedan hacer un adulto?

-¿La pregunta sería que han podido hacer los adultos?-dijo repentinamente Miles después de sobreponerse a esa impresión tan fuerte- con todo respeto, Su excelencia, dígame algún logro de ellos en estos 12 meses.

Dingo quiso mencionar algo pero Miles se le adelanto.

-Por favor, no digan que capturaron a Manik Hedgehog, ya que eso fue un accidente, no tenían forma de saber que lo picarían los insectos robots.

-Vaya, veo que no es un rumor eso de que tienes poderes síquicos.- sonrió siniestramente el malvado dictador.

-Miles es un empata, pierde leer la mente y el corazón de otros, eso le da ventaja en combate.

-Perdón que no esté impresionado, pero visto que muchos dieron una publicidad que supero en creces la realidad, necesito probarlo antes.

-Puede ponerme a prueba cuando quiera Lord Robonick.- dijo el zorrito tratando de demostrarle confianza.

Laberinto de la fortaleza de Robotropolis.

Miles fue llevado a este lugar, reservado como una tortura a ciertos prisioneros, el lugar era mortal a cada esquina.

-Miles, tienes que pasar esta prueba, si lo logras me convencerás de que eres exactamente lo que dicen.

-Vaya lugar, un laberinto de ratones tamaño gigante- murmuro el suspiro, mientras comenzó su camino por este laberinto que era por así decirlo el hogar de los badnick más peligrosos ideados por la mente de Robonick. Lo bueno de este lugar era que estaba por fin lo suficientemente lejos del gordo diabólico, su mente se empezaba a despejar. El nunca ha podido estar mucho tiempo con gente tan retorcida y enfermamente malvada, siente como si le quitara el aire y le pusieran en su lugar algún tipo de droga que le distorsiona lo que siente, entonces, ¿por qué? ¿Por qué probarse para demostrar que puede hacer el trabajo del diablo? Porque el Elegido le ha encomendado detener a aquel que puede ser una amenaza a la realización de La Gran Armonía, para eso tiene que servir a Robonick. El fin justifica los medios.

-Bien en marcha- dijo con resolución.

Miles ya había encontrado una forma directa de salir de este lugar, pero no quería revelar todavía su capacidad de volar, no lo consideraba necesario, fue entonces que encontró al primer Badnick, una araña que le lanzo su telaraña.

-Olvídalo, odio las arañas y no voy a jugar a la mosca contigo.

Lo cual esquiva el es veloz, también se apresura y corre debajo de la araña, detecto en solo cuestión de unos segundos de verla que ella no podría hacer ningún movimiento para seguirlo si corría directo bajo ella. Miles siguió corriendo tratando de dejar atrás a la araña, pero fue atrapado por otro Badnick insecto, una avispa que lo sujeto por atrás, mientras que otro que parecía un ciempiés se disponía a lanzarle un proyectil directo a la cabeza, él al darse cuenta de que no podría seguir disimulando mas, decidió usar sus colas para partir la avispa y regresar el proyectil, destruyendo a dos Badnicks de una sola vez, en el aire, pudo ver el centro del laberinto, donde estaba un tubo que seguro lo dirigiría a la superficie, pero había un problema, estaba rodeado de Badnicks de todos los tipos y formas imaginables,armados con mazos, moto cierras, lanza llamas, congeladores, minas, insectos, incluso algunos no estaba seguro que podrían hacer pero de todos modos estaban ahí.

-No es solo una prueba, es toda una misión suicida, creo que la elección es simple.- fue cuando recordó las últimas palabras de Fiona, que con sus movimientos el terminaría siendo alimento para las aves de rapiña, se quito su rosario e cuentas grandes. Y se dirigió a la puerta y todas bestias infernales que la custodiaban.

En el salón de audiencias todos veían la pantalla, se escuchaban toda clase de ruidos, gritos y maquinas crujiendo, Robonick y los dos caza recompensas estaban atónitos con los acontecimientos registrados por la red de cámaras instaladas en todo el recorrido. Miles gritaba tan fuerte, hasta que en un momento dado, ya no hubo más ruido.

-Wojajajajajajajajajaja,- exploto en risas el malvado científico mientras que Sleet y Dingo no se recuperaban de la impresión. Merlín estaba completamente en calma.

Mientras que el tubo acedia y mostraba a su pasajero completamente ileso, y un poco sucio por las manchas de aceite y liquido hidráulicos de los Badnick que ahora podía ver en la pantalla completamente destruidos.

Sleet estaba aterrado, si no hubiera visto aquello con sus propios ojos no lo habría creído, fue cuando recordó de donde le sonaba el nombre de Miles Prower.

-Niño, se que empezamos con el pie izquierdo, pero será un placer que trabajemos juntos.

-Idiota, desde hoy el será tu superior, tendrás que hacer todo lo que te mande.-Sentencio Robonick, causando que el pobre lobo sintiera que se le venía el mundo en sima.

-No será necesario, no necesito mucha asistencia de todos modos- dijo Miles un poco más seguro de sí mismo.

"Maldito mocoso, ahora te haces el que lo puede todo."
Pensaba Sleet cuando es fulminado por la repentina mirada del zorrito de ojos azules. Era obvio que él había escuchado sus pensamientos.

-Mis métodos son poco ortodoxos, pero garantizo resultados, solo quiero saber una cosa, tiene algún objeto que haya pertenecido Aleena.

-¿Por qué?

-Puedo encontrar cualquier ser vivo mientras tenga en mi poder algún objeto que haya estado en constante contacto con el sujeto. Pense que si en dado caso usted tuviera algo de Aleena…

-Desgraciadamente no dispongo de nada de ella…

-¿De alguno de sus hijos?

-Ponte de acuerdo con el par de inútiles de ahí, espero mucho de ti joven Prower, espero que no me falles.

-No Señor.-Dijo tomando su distancia para no volver a ser afectado por la mala energía de ese hombre.

Los dos zorros se retiraron del salón, Merlín poso su mano sobre el hombro de Miles, pero el niño tubo un sobresalto, su adrenalina estaba todavía elevada, lo que había pasado no era un paseo en el parque.

-¿Dime porque tengo que hacer esto? ¿por qué tengo que obedecer a un ser tan malvado?- susurro el niño mientras movía la cabeza, estaba sintiendo palpitaciones.

-Miles, sé que no te agrada esto, pero es un mal necesario, antes de que venga la Gran Armonía, Mobius tendrá que pasar por esta etapa de oscuridad, Robonick es por decirlo un instrumento del destino.

Miles sentían algo que no podía comprender, se sentía angustiado. No quería prestar atención a esta angustia, deseaba aferrarse con el corazón a esta misión, dar todo para asegurarse de que ese anhelo de su pueblo fuera realidad, quería confiar que de alguna manera todo saldría bien al final. Pero a pesar de que se repetía que sus fines eran los más nobles, los más justos, tan grande que era una justificación absoluta a todas sus acciones, ese sentimiento no podía desaparecer por completo.

En el hangar donde estaba guardado Tornado.

Marina estaba recostada en el interior del avión, se sentía tan molesta, tal vez fue demasiado cobarde hace rato, tal vez se perdió de algo interesante, pero como culparla, lo que ha escuchado de Robonick es que es el mismo Satán en persona, pero por otro lado quisiera ver en acción a Miles si tiene que patear traseros, pero el miedo le gano esta vez, se sentía en verdad furiosa consigo misma.

-Ya regresamos.- dijo Miles.

Marina observo se levantó para ver a Miles y sus ojos se abrieron al contemplar el estado en que llego, estaba tan sucio que no pudo menos que sonreír, mientras imaginaba toda clase de situaciones absurdas por las cuales pudo haber quedado así, pero al ver que Miles puso una expresión de fastidio a causa de esta situación dentro de su cabeza trato de pensar en algo distinto.

-Bueno, cuídate mucho en tu viaje- Dijo repentinamente Merlín, mientras le quitaba su collar de cuentas para darle otro collar un poco distinto, este tenía además de las cuentas, algunos colmillos.- Ya es momento de que tengas tus propias armas, solo no seas fanfarrón con ella.

Miles está emocionado, no era un obsequio, era como si por fin se le hubiera aceptado como adulto, miro a Merlín tratando de contenerse, no quería llorar de emoción.

-Ahora, recuerda que habrá pruebas que tendrás que pasar joven Maestro Miles, pero no debes claudicar, mantente firme y recuerda que todo lo que haces es por aqule que te ha puesto en este camino.- dijo sonriéndole.

-Si Tío.- sonrió, curioso, acepta este destino complicado tan feliz mente que muchos considerarían que es una locura, tal vez sea cierto en algún nivel.

-Cuídate, mi niño.- dijo mientras hacía nuevamente ese truco con su rosario de cuentas y desaparecía en un portal creado en el espacio dentro de este.

Marina brinca del aeroplano y corre hasta llegar a donde esta Miles, ella lo mira con sus grandes ojos violeta y una sonrisa de oreja a oreja, también presta atención al rosario de cuentas grandes con colmillos.

-¿Ese es un autentico rosario con colmillos de dragón?

-Aja- dice muy orgulloso, no puede negar que esta fascinado con su nuevo rosario.

-¡¿Qué esperas para usarlo?!- chillo de emoción mientras se estremecía, definitivamente Marina era demasiado energética para su corto tamaño.

-¡¿Tú crees que voy a ser tan negligente y obtuso para ponerme a jugar con un amuleto tan prodigioso como este?!-Dijo con cierto tono autoritario, que desentonaba por completo con el hecho de que Miles solo tiene 8 años.

-No se- dijo mientras alzaba los hombros la mapache- ¿Qué es negligente y obtoso?

-Obtuso, Marina, O-B-T-U-S-O- dijo con fastidio mientras acariciaba su rosario.

Notas finales:

Espero que les agrade y también que opinen, aquí desarrollo un Tails distinto al típico, ya que Sonic Underground tambien nos mostró cosas independientes de Sonic, un trasfondo y por que no decirlo, una visión de Sonic mas noble.