¡Hola! Este es mi primer FanFic. Esta historia está situada un mes después de Ciudad de las almas perdidas.
Espero que os guste. Toda crítica constructiva es bien recibida.:)
Capítulo 1
Clary caminaba cada vez más rápido por aquella desconocida calle. Nunca había estado por allí, pero ésa calle solo le trasmitía malas sensaciones. Miraba hacia atrás cada pocos minutos para cerciorarse que nadie la seguían. Dobló la esquina girando hacia la izquierda. Nada más hacerlo supo que había cometido la peor elección de su vida.
Recalcado sobre una pared de aquella misteriosa y oscura calle, se encontraba una ya conocida figura. Sus cabellos eran rubios y sus profundos ojos negros la miraban fijamente.
- Clarissa - dijo y una sonrisa burlona se formó en sus labios.
Clary dio un pequeño paso hacia atrás y se llevó sus manos a su cinturón, buscando sus cuchillos serafines, pero no encontró nada.
-¿Buscas esto? – Dijo mostrándole lo que tenía ahora en sus manos. Éste se había posicionado a su lado en un abrir y cerrar de ojos
Clary apretó la mandíbula. No tenía nada para defenderse. En ese momento estaba completamente indefensa.
-Recuerda, somos iguales -Dijo su hermano sonriéndole. - Yo soy tuyo y tú eres mía- Declaró acercándose más a la chica.
Clary abrió los ojos asustada. Su frente estaba llena de sudor y su corazón latía más rápido de lo normal. Había vuelto a tener ese sueño, o mejor dicho, esa pesadilla. Respiró profundamente intentando tranquilizarse y extendió su mano buscando su móvil.
El reloj marcaba las 7:25 am. Se levantó, era una tontería intentar dormir la alarma que puso la noche anterior para aprovechar la mañana para salir a correr sonaría dentro de unos minutos. Además, la sola idea de volver a ese sueño la hacía estremecerse.
Salió al pasillo. Mientras caminaba desecho la idea de salir a correr el próximo lunes comenzaría, o no. Siempre era el próximo lunes pero ese "lunes" nunca llegaba. La puerta de la habitación de Luke y su madre aún estaba cerrada. Así que se dirigió hacia la cocina para prepararse un buen café que la ayudara mantenerse despierta el resto de la mañana. Últimamente apenas descansaba. Todas las noches tenía un sueño similar. Siempre la misma temática y la misma calle. No sabía la razón pero ese sueño hacía que se levantase cansada. Cogió su café y volvió a su habitación.
Sentada sobre su cama, tomó su blog. Su último dibujo representaba una parte de dicha pesadilla. La calle estaba trazada perfectamente, hasta el más mínimo detalle había sido dibujado. Agarró su estuche de lápices que estaban en la mesita de noche y comenzó a ilustrar a su hermano apoyado en aquella oscura calle haciendo algunas pausas para beber de su taza de café. Cuando daba los últimos retoques a su trabajo se vio interrumpida por el sonido por su móvil.
-¿Diga? –Dijo mientras tomaba el último sorbo de café.
-¿Te he despertado, Clary?- contestó una voz familiar a través del auricular del teléfono móvil.
-No, ya estaba despierta Simon, bebía café. –Aclaró.
-¿Volviste a tener esa pesadilla?-su voz denotaba preocupación.
-Sí -afirmó en un tono de voz tan bajo que casi podría ser un susurro -pero no quiero hablar de eso ahora. ¿Qué tal amaneciste tú? –preguntó desviando el tema.
-Genial. Eric nos ha llamado a mí y a los chicos antes para decirnos que se le ha ocurrido un nuevo nombre para la banda. Dice que hará que cambie nuestra mala racha. ¿Quieres venir para saber el maravilloso nombre que ha imaginado Eric? –Preguntó diciendo lo último con tono irónico.
-Será algo cómo ¿Tumbonas en crisis? -Clary rio. -Iré, no quiero perdérmelo ¿Pasas por mi casa?
-Hecho. Dentro de media hora estoy allí. Hasta ahora-se despidió antes de colgar.
La chica dejó su móvil al lado de su cama. Antes de levantarse observó su trabajo. La verdad es que el dibujo se parecía bastante a la imagen de su sueño. Dejó el blog sobre su escritorio y se dispuso a prepararse.
-¡Alec! -Lo llamó su hermana- ¡Abre la puerta ahora mismo!
El cazador de sombras de ojos azules estaba recostado sobre su cama. Tenía su teléfono móvil en la mano. Acababa de llamar a Magnus pero él no le había contestado.
-¡Alexander Gideon Lightwood! -Volvió a gritarle Isabelle - No puedes quedarte toda tu vida ahí dentro.
Llevaba dos días encerrado allí, en su habitación, exactamente desde su encuentro con Magnus. El Brujo había tenido que ir al instituto, porque aunque no quisiera, la Clave había solicitado su servicio.
Ambos había intentado no verse, pero el destino quiso que lo hicieran. El cazador de sombras lo volvió a llamar. Esta vez le saltó directamente el buzón de voz. Éste lanzó su teléfono al suelo para aliviar un poco de esa rabia que sentía.
-¡Alec! – Ahora quien le llamaba era su parabatai. -Abre la puerta o utilizaré una runa de apertura.
Al otro lado de la puerta, Alexander, que podía oír a sus dos hermanos, suspiró y se levantó para abrirles. Sabía que si no lo hacía, utilizarían la runa, y su madre se enfadaría.
Cuando Clary salió esta vez de su habitación, Luke y Jocelyn ya estaban despiertos.
-Buenos días, cariño -la saludó su madre.
-¿Dormiste bien?- le preguntó Luke.
-Sí -le sonrió a los dos presente para que no se preocuparan - Mamá, me llamó Simon, y me dijo que tiene una reunión con la banda e iré con él -cogió una tostada y le dio un mordisco. -si me dejas, claro -añadió.
Su madre asintió y siguieron desayunado. Al rato, se escuchó el timbre de la puerta.
-Debe de ser Simon, abriré yo. Hasta luego -Antes de salir, les dio un beso para despedirse.
Clary abrió la puerta y se encontró con su mejor amigo. Éste Llevaba unos vaqueros gastados y una sudadera en la que se podía ver a Batman.
-Vamos -le sonrió.
Durante el camino los dos amigos fueron hablado para hacerlo más ameno. Fue tan ameno que no se habían dado cuenta de que había llegado hasta que escucharon los gritos de los chicos de la banda. Estaban discutiendo.
-Escucha el gran nombre que dice Eric -decía Jordan.
Los recién llegados miraron al susodicho expectantes.
Él se aclaró la garganta y con aire importante dijo:
-El nombre con el que cambiaremos la suerte de la banda -hizo una pausa para crear tensión- el nombre es… es Pelusas jugosas- exclamó orgulloso de su invención.
Clary no pudo contener la risa.
-¿Pelusas jugosas? -preguntó Simon- Bueno, mejor que panda inmutable.
Clary, que aún seguía riendo, tomó aire.
-Creo que Ocurrencias fortuitas os iría mejor-dijo y comenzó a reír.
Eric la miró un poco ofendido.
-¿Por qué la traes siempre? -Preguntó a Simon.
-Porque siempre es bueno tener una opinión, y si es femenina mejor.- contestó éste que no era la primera vez que lo decía.
-Así es- confirmó ella que acababa de parar de reír.
Isabelle se encontraba sobre la cama de su hermano. Alec, que en ese momento miraba fijamente a su parabatai, que había recogido su móvil en el suelo y se negaba a dárselo.
-Jace, te lo repito, dame mi móvil-ordenó- está apagado y si Magnus llama no podré contestarle.
El negó con la cabeza.
-Estar una temporada sin ésto –señaló el aparato- te vendrá bien –Eso hizo que se ganase una mirada asesina de su parabatai- Y creo que una buena caza, también. Podríamos ir cuando Clary y yo volvamos de comer con Luke y su madre, ¿qué te parece, Izz?
Desde la última batalla con Sebastian, Jocelyn parecía que empezaba a aguantar mejor a Jace.
-Genial, hace tiempo que no salimos y me apetece matar algunos demonios- contestó la chica con una sonrisa en su rostro.
-Pero yo...-empezó Alec
-Pues entonces, iremos- Jace lo interrumpió y dio por terminado ese tema.
Después de que Clary se despidieran de Simon y su banda, se fue camino al instituto en el que la esperaba Jace. Cuando ya casi había llegado, empezó a llover, causando que su cabello pelirrojo, estuvieran empapados y pegados a su cara cuando llegó al instituto.
Al entrar al instituto vio a Jace esperándola y éste se acercó para besarla en los labios.
-Me encanta tu pelo-dijo aguantando una carcajada.
La chica le dedicó una mirada asesina. Él le sonrió angelicalmente y le ofreció su preciada chaqueta de cuero.
-Ten, te vas a enfriar-la chica la cogió y se la puso. Estaba bastante calentita y ella se lo agradeció con una sonrisa.
-Vamos, el taxi ya nos debe de estar esperando-dijo el chico y le abrió la puerta para salir de aquella vieja iglesia a Clary.
Ambos salieron y corrieron hacia el taxi que estaba en la puerta. Se montaron y Jace le dio la dirección de la casa de Luke.
-Clary, hoy Izzy, Alec y yo iremos a cazar demonios, ¿te apuntas?- La miró con una sonrisa.
Ella asintió. El chico de los ojos dorados le pasó el brazo por la espalda y la acercó más a su lado. Ella dejó caer su cabeza en su hombro.
-Tendrás el placer de ir con el cazador de sombras más sexy que se ha visto en todo los tiempos.
Clary puso los ojos en blanco y rio.
-¿Qué tal está Alec?
-Mal. Sigue llamando a Magnus y no quiere salir de la habitación- Jace suspiró.
La pequeña pelirroja le dio un beso en la mejilla.
-Ya llegamos- anunció el conductor.
Jace le pagó y se bajaron. Fueron rápidamente hacia la puerta y llamaron. Luke les abrió.
-Buenas chicos-saludó el hombre lobo.
-¿Qué tal Luke?-preguntó el chico rubio.
Los dos se quedaron charlando en el salón mientras que Clary fue a saludar a su madre.
Luego, la chica fue a recogerse el pelo que estaba hecho un desastre. Cuando entró en la cocina, la mesa estaba lista y todos la esperaban para comenzar a comer.
La comida se desarrolló de una forma tranquila. La relación entre su novio y su madre era cada vez mejor. Clary observaba feliz como las feroces miradas de Jocelyn hacia Jace ya habían desaparecido.
De postre, su madre había preparado una tarta de chocolate.
-Está buenísima, Jocelyn -dijo Jace.
-Gracias, Jace- la mujer le dedicó una sonrisa al chico.
Terminaron de comer el postre y Clary y Jace se fueron a la habitación de la cazadora de sombras a por su estela y algunos cuchillos que la chica guardaba ahí. Mientras que Clary se cambiaba en el baño su ropa por la de combate, Jace cogió su blog y comenzó a ojearlo.
-Ya está -dijo la chica entrando en su habitación con su uniforme puesto y sus armas en su cinturón.
La cazadora se quedó mirando a su novio que miraba sus últimos dibujos y notó como la sangre subía a sus mejillas.
-¿Volviste a soñar lo mismo?-preguntó con preocupación.
-Sí - suspiró.
Él la miró. Quería ayudarla pero no podía hacer nada para protegerla de sus sueños.
-Anda vamos-dijo la chica- puedo hacer un portal para llegar antes.
Jace le dedicó una gran sonrisa.
-Pero más vale que sea fuera de tu casa, si no queremos desordenar la casa de Luke.
-Vamos fuera entonces-sentenció quitándole el blog de sus manos y volviéndolo a dejar en el escritorio.
Antes de volverse, Clary le revolvió el pelo a Jace que soltó un gruñido.
-No me revuelvas el pelo, Clarissa.
La chica reía e ignoró que la llamó por nombre completo.
-¡Tened cuidado!-dijo Jocelyn cuando los vio salir.
Fuera, aún seguía lloviendo y Clary se apresuró en hacer el portal. Cuando traspasaron el portal, después de la sensación de vacío, aterrizaron justo en la sala de arma, donde Izzy y Alec estaban recogiendo las suyas. Jace, se acercó a su hermana por atrás, pero antes de que estuviera a su lado, la chica sacudió su látigo y se enlazó en la mano de éste.
-¿Pensabas asustarme Jace?-preguntó riendo.
El nefilim maldijo por lo bajo y se apresuró a cambiarse cuando Isabelle lo liberó del agarre frotándose su muñeca. Alec, con su arco en su espalda, sonrió por primera vez en mucho tiempo ante esa escena. Quizás, cazar demonios, lo ayudaría a despejarse.
De vuelta en el instituto, después de haber matado a unos cuantos demonios rapiñadores, se fueron directamente a la sala de armas. Jace e Isabelle iban discutiendo, el chico le había manchado la cara de icor aludiendo que ella nunca se manchaba. De pronto, un mensaje de fuego apareció frente a Clary. Ella lo cogió y lo leyó en voz alta.
"Ya tengo el Libro Blanco, la próxima serás tú, Clarissa.
Tuyo, Sebastian"
Por un momento todos se quedaron en silencio.
-Magnus- susurró Alec antes de salir corriendo de la habitación con su arco a la espalda.
Gracias por leer hasta aquí. Y gracias a mi hermana por ayudarme, no podría haberlo hecho sin ti.
Por favor, decirme que os parece. Dejad reviews que son GRATIS :P
