Simplemente él la amaba.

Se dio cuenta de lo mucho que le atraían sus penetrante ojos, verdes, como su querido lugar de origen; El Bosque Verde. El mismo bosque en el que habían pasado grandes momentos juntos, por ejemplo, las cálidas noches de verano en las que acampaban en alguno de los claros del bosque-para poder observar las estrellas- o cuando iban al río en temporada de pesca y se pasaban todo el día pescando-a decir verdad, él nunca conseguía atrapar nada que no fuera un magikarp, lo que le ponía realmente furioso pero disimulaba su pequeño enfado en cuanto veía el alegre rostro de la pequeña holder- pero su momento más memorable fue el día en el que él la salvo de un dratini salvaje cuando solo eran unos niños; ese fue el día en el que se conocieron por primera vez.

Se dio cuenta de que cada vez que él le hacia un comentario ya fuera de alago o de admiración-por ejemplo, cuando le comentaba que se veía más linda con su cabello suelto o cuando le decía que su tarta de bayas era la mejor o incluso cuando le miraba a los ojos durante unos segundos- las mejillas de la pequeña rubia se coloreaban de un bonito rojo carmesí, lo que hacia que ella se viera todavía más adorable y a él se le nublaran todos sus sentidos.

Se dio cuenta de que le encantaban las charlas que tenía con la oji-verde en cada reunión de los holders, reuniones que siempre terminaban con un Green molesto porque siempre se usaba su gimnasio como punto de reunión-y que siempre acababa con algo roto- un Gold rechazado por todas sus sempais y kohuais-además de algún golpe de parte de Crystal por pasarse de pervertido con ella-un Ruby huyendo de una Sapphire muy malhumorada-de seguro por algún insulto por parte del oji-rubí- y una Blue que no paraba de lanzar indirectas a la sanadora para que admitiera su gran amor hacia el Campeón.

Se dio cuenta de lo mucho que le gustaba abrazarla, sentir su cálida piel pegada a la suya, enredar sus manos en los finos cabellos dorados de la chica, inhalar todo el aroma a bosque y vainilla que desprendía cada parte del cuerpo de la chica, pero, lo que más le gusta de sus abrazos era poder tener el rostro de la chica tan cerca del suyo, verla de tan poca distancia hacía que él quisiera acercarse cada vez más y más hasta poder unir sus labios con los de ella, pero nunca se atrevía a hacerlo, porque, para él, Yellow solo era su mejor y más cercana amiga-a parte de que a la única persona que había besado en toda su vida era a su madre, lo que hacia que se sintiera aterrado y se aferrara a sus inocentes pensamientos sobre sus sentimientos hacia la Sanadora-

Él la amaba con todo su corazón, pero, no se dio cuenta a tiempo de ello. Ahora ya no puede hacer nada, porque, aunque sea el gran Campeón de Kanto que no pierde una sola batalla pokemon, también es Red, el que perdió algo más que una simple batalla. Él perdió a su joven amada.