Principio de curso. Sábado en Hogwarts. Alumnos dormilones. Ginny y Luna se niegan a pasar otro aburrido fin de semana en la aburrida soledad del castillo.
Quedan en las grandes escaleras del vestíbulo, como todas las mañanas desde que empezaron las clases.
-Harry, tú que te llevas con mi hermana más que el resto deberías decirle algo sobre lo de malinfluenciar a Luna-dijo Ron cuando él, Harry, Neville y Hermione pasan por delante de ambas amigas-le veo más de lo que creía que tenía...
-¡Y a mi que me cuentas, es tú hermana!-contestó Harry sorprendido.-Además yo no soy quien para meterme en sus asuntos. Dile a Dean...
-Bueno, Hermione... Tú eres chica...
-¿Todavía no lo asumes, Ronald? -contestó la chica bufando.
Neville miraba con algo de disimulo hacia donde las otras dos chicas se encontraban como si nunca se hubiese fijado en ellas y las palabras del pelirrojo le hubiesen abierto los ojos.
Mientras tanto, Ginny y Luna entraban al Gran Comedor ignorando que eran la comidilla de la mitad del lugar.
-Estoy harta de estar aquí, creo que este va a ser el año más largo y aburrido de la historia de los años aburridos de Hogwarts-comentó la pelirroja frunciendo el ceño.
-¿Lo dices por los TIMOS, los fretwildes o porque de repente todo el mundo cuchichea y nos observa?
Ginny levantó la mirada deprisa ante el comentario de Luna sin hacer mucho caso a lo de los fretwildes, y su amiga estaba en lo cierto. Mucha gente las miraba.
Mucha.
Demasiada.
"He oido que estaban las dos en el baño del segundo piso cuando vi a Dean entrar también en el mismo ¡Menudo escándalo!"
Ginny volvió la mirada iracunda hacia Lavender Brown, que se lo contaba a un par de chicas y por supuesto a su queridisima Parvati.
-Será puta...-comentó la pequeña de los Weasley apretando los puños y sentándose justo al lado del grupito de chismosas tirando a Luna del brazo para que se sentase a su lado.
-¿Que vida intentais destruir esta mañana?
Las cinco chicas volvieron la cabeza estupefactas a una sonriente Luna que había empezado a untar mantequilla en una tostada tranquilamente.
-¿Qué decías, Lunática?-preguntó Lavender sin creérselo todavía.
-Lo que has oído, y no soy Lunática. Soy Luna.
Todo el mundo sabía que Luna había cambiado muchísimo aquel año. Y también todos sabían que había sido todo obra de Ginny y su extraño comportamiento odioso e iracundo. No atendía a razones, discutía con el resto de alumnos por los pasillos, contestaba a los profesores y se saltaba las clases.
¡Hasta le habían pedido a Blaise Zabini una botella de Whisky de fuego!
Ron recordaba con claridad como las chicas en la sala común le habían preguntado si sabía que su hermana y la lunática se relacionaban con chicos Slytherin.
Ante esto el pelirrojo había montado en cólera recibiendo a cambio risas crueles y comentarios extraños de parte de ambas.
Sin comentar nada, las dos amigas se levantaron de la mesa sin mirar a nadie de aquella mesa.
Su mirada fue hacia otro punto de la sala.
-Lunática, esta no era tu mesa-comentó Lavender intentando recobrar algo de su orgullo recientemente pisoteado.
-Bien me importa lo que digas.
Parvati soltó un gritito sorprendido y escandaloso y Ginny la imitó con guasa mientras Luna hacía señas con la cabeza pero nadie le hizo demasiado caso, podría ser uno de sus extraños rituales para espantar torposoplos.
-Que tengáis buen día, zorras-dijo Ginny antes de desaparecer por la puerta siguiendo a Luna que reía escandalosamente.
Se montó tal revuelo en la mesa de Gryffindor que todo el mundo se unió a la conversación. Ante esto tres personas de la mesa de las serpientes se escurrieron hacia los terrenos evitando de manera prodigiosa a Pansy que era incluso más chismosa que todas las Gryffindor juntas.
Ginny y Luna estaban sentadas junto a un gran sauce delante del lago, disfrutando de lo que sería uno de los últimos días soleados y algo calurosos de todo el año hasta el verano siguiente.
-No me gustan estos sábados-comentó Luna haciendo dibujos con la varita en el aire-son aburridos, además ni siquiera podemos ir a Hogsmeade.
-Podríamos buscar algo que hacer... Molestar a Ronald ya no tiene gracia... No quiero que los sábados sean peores que los domingos...
-Podríamos encerrarnos en la biblio con Hermione...
Ambas estallaron en risas sin poder evitarlo, cayeron hacia atrás quedando tumbadas sobre el césped, tras ellas había tres pares de pies, tres pares de piernas y tres túnicas con detalles verdes.
-Vaya, vaya...-comentó Draco Malfoy riendo-No sabía yo que la pobretona tenía tanto carácter... Y ya ni te cuento de la Lunática...
-No sabes lo que podemos hacer, Draco Malfoy-contestó Luna girando sobre si misma y quedando boca abajo.
-¿Os unís a nosotras?
Luna miró a su amiga sin estar muy segura de que el sábado mejoraría junto a los Slytherin, pero tampoco tenían mucho más que hacer.
-Además, mi padre me ha mandado otra botella de Whisky de fuego-comentó Zabini.
-Pretendes darnos de beber un Sábado por la mañana, Zabini?-preguntó Ginny escéptica.
-¿A caso sois un par de niñitas cobardes?
Aquel comentario de Mafoy hizo que Luna estallase en risas y Ginny se levantase rapidamente.
-Podríamos hacer la prueba -respondió la pelirroja desafiante.
-Bueno, podéis venir esta noche a la sala común -las invitó Nott con tono inocente, que llevaba todo el rato sin decir una sola palabra.
Sus compañeros estallaron en carcajadas asintiendo y dándole palmaditas en la espalda.
-¡Joder, Theo, ya pensaba que eras Hufflepuff!
Más risas por parte de los chicos.
-¿Y tú quién eres? -preguntó Luna mirándole fijamente y cortando las risas de golpe.
-Theodore Nott, para servirla -respondió el Slytherin haciendo una reverencia a la rubia.
Todos quedaron expectantes esperando la respuesta de Luna que había abierto la boca aunque se limitó a seguir mirando al chico con gran interés.
-Estupendo-comento la pelirroja extendiéndole la mano a Malfoy que la miró con extrañeza-Esta noche, a las nueve en la puerta que baja a las mazmorras, llevaremos vino.
-Que finas, por Merlín-ironizó Zabinni recibiendo un golpe de Nott.
-Genial, ahí estaremos los tres-dijo Malfoy agarrando la mano de la pequeña Weasley con cuidado-No tardéis.
Lo siguiente que pasó fue tan súbito y extraño que Luna tuvo que preguntárselo a su amiga ya cuando los tres chicos se habían ido. Malfoy había tirado de la mano de la pelirroja para llevársela a los labios dejando un suave beso en ella.
