Sumary Completo: Rosalie Hale sabe demasiado bien lo que significa querer con toda el alma y ver marcharse al amor de su vida. Años atrás, ella y Emmett McCarthy estuvieron unidos por un lazo trenzado de pasión, leyenda y destino. Pero un día él huyo de Tres Hermanas dejándola sumida en el recuerdo y la renuncia.
Una década después Emmett regresa a la isla con el firme propósito de recuperar a su antiguo amor. A pesar de su aparente frialdad, Rosalie no puede negar que la llama de la pasión sigue viva. Pero no es el único reto que sobreviene desde el pasado. Rosalie tiene que afrontar el mayor desafio de su vida. Su destino y el de Tres Hermanas ha de cumplirse. Ella y Emmett deben juntar sus fuerzas para vencer definitivamente a la oscuridad.
He vueltooooo jejeje y espero me sigan en esta asi como me han seguido en las anteriores jejeje espero suuuus reviews y sus alentadores alertas jejeje
recuerden de que nada me pertence
Prólogo
ISLA DE LAS TRES HERMANAS
SEPTIEMBRE DE 1720
Tenía roto el corazón y sus astillas afiladas se le clavaban en lo más profundo del alma hasta hacerla desdichada cada instante de su vida. Ni siquiera sus hijos eran un consuelo; los hijos que había llevado en su vientre, los que había llevado para sus hermanas perdidas.
Ella, con gran dolor de su corazón, tampoco era un consuelo para ellos.
Los había abandonado, como lo había hecho su padre.
Su marido, su amor, su vida, había vuelto al mar y con él se fueron lo que ella tenía de esperanza, amor y magia.
En ese momento, él no recordaría los años que pasaron juntos; la felicidad que compartieron. No la recordaría a ella, ni a sus hijos, ni a sus hijas, ni a la vida en la isla.
Él era así. Ése era el destino de ella.
Y el de sus hermanas, se dijo mientras miraba los embates del mar desde el acantilado que tanto amaba. Ellas también habían amado y habían perdido.
La llamada Aire se había quedado prendada de un rostro hermoso y unas palabras amables que se tornaron en un monstruo. Un monstruo que la de sangró. La mató por ser lo que era y ella no utilizó sus poderes para impedirlo.
La llamada Tierra había sufrido y se había encolerizado hasta levantar un muro piedra a piedra, un odio imposible de derribar. Usó sus poderes para vengarse, abandonó la Hermandad y se refugió en la oscuridad.
Ahora la oscuridad se había cerrado y ella, Fuego, se encontraba sola con su dolor.
La oscuridad le susurraba por las noches con una voz maligna llena de mentiras. Aunque las conocía bien se veía tentada por ellas.
Su círculo se había roto y no podría resistir sola.
Lo notaba, notaba que se le acercaba sinuo samente como si fuera una neblina hedionda que avanzaba pegada al suelo. Era insaciable. Su muerte la nutriría y, aun así, no podía afrontar la vida.
Levantó los brazos y la melena rubia onduló al viento que había conjurado con el aliento. Todavía le quedaban esos poderes. El mar aulló como respuesta y el suelo tembló bajo sus pies.
Aire, Tierra y Fuego, y Agua, que le había dado su gran amor para llevárselo de nuevo.
Era la última vez que podría conjurarlos.
Sus hijos estarían a salvo, se había ocupado de ello. La niñera los cuidaría, les enseñaría y el don: la sabiduría, tendría continuidad.
La oscuridad la lamía con un beso gélido.
Vacilaba en el borde del acantilado. Los deseos se debatían como bramaban la tormenta que sentía en su interior y la tempestad que había con jurado.
Pensó que se perdería la isla que sus hermanas y ella habían creado para protegerse de quienes querían capturarlas y matarlas. Se perdería todo.
«Estás sola», le murmuró la oscuridad. «Sufres. Acaba con la soledad. Acaba con el sufrimiento.»
Lo haría, pero no abandonaría a sus hijos ni a los hijos de sus hijos. Todavía tenía poderes y la fuerza y la sabiduría necesarias para emplearlos.
—Durante trescientos años, la isla de las hermanas será un refugio seguro —la luz brotó de los dedos extendidos y dibujó un círculo dentro de otro círculo—. Tu mano no alcanzará a mis hijos. Vivirán, aprenderán y enseñarán y cuando mi sortilegio pierda su fuerza, surgirán otras tres para hacerse una. Un círculo de hermanas que resistirán y se enfrentarán a la hora más oscura. Valor y confianza, justicia y compasión, y amor sin ataduras, ésas son las lecciones de ellas tres. Por voluntad propia, se unirán para hacer frente a sus destinos. Si una u otra no lo hicieran la isla se hundirá en el mar, pero si ahuyentaran a la oscuridad, este lugar nunca llevará tu sello. Este es mi último sortilegio. Que se haga mi voluntad.
La oscuridad intentó atraparla cuando saltó, pero no lo consiguió. Mientras se acercaba al agua como una red de plata irradió su poder alrededor de la isla donde dormían sus hijos.
Hola hola jeje he vueltoooo y espero les guste esta novela jejej aunq stoy segura deq si les gustara
recuerden dejarme uns dos reviews jeje
byee
