~*~*~*~*~*~*~*~*~*~E&R~*~*~*~*~*~*~*~*~

Todos los personajes son propiedad de Stephanie Meyer, yo solo adapte la historia

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~E&R~*~*~*~*~*~*~*~*~

I

En la mesita de noche del apartamento de Emmett Cullen, la luz de la vela alumbraba la lujosa habitación. La oscuridad exterior indicaba que era más de media noche, sin embargo Emmett estaba de pie frente a la ventana fumando un cigarrillo; le gustaba contemplar las estrellas pues eso le recordaba a la hacienda de su familia en el pequeño pueblo de Forks el cual había dejado casi siete años atrás para ir a la capital a estudiar leyes, pero según una carta era necesario que volviera de inmediato.

Ese era el pensamiento que lo tenía atormentado desde hacía una semana pues en la carta no solo su madre le pedía que regresara a casa sino que también lo ponía al tanto de una noticia que no le convenía en absoluto; miró a su novia Rosalie Hale quien estaba profundamente dormida y se preguntó cómo le diría algo que ni el mismo entendía. Terminándose su cigarrillo, lanzó la colilla por la ventana y regresó a la cama, abrazó a su novia y se quedo profundamente dormido.

A la mañana siguiente, Emmett sintió como abrían las cortinas de su habitación pues la luz lo golpeó directo.

—Arriba, dormilón—dijo una hermosa rubia sentándose al borde de la cama—Despierta.

Emmett abrió los ojos y se encontró con la hermosa figura de su novia, era rubia de ojos azules rojizos, tenia nariz respingada y labios perfectos. La amaba como nunca a había querido a nadie, daba gracias a su mejor amigo Edward por haberla llevado a la fiesta de graduación y por haberle jurado que solo era su mejor amiga. Por eso mismo odiaba tener que darle una noticia desagradable y mas porque conocía los efectos que ésta traería en ella, pues no por nada Edward le había dicho que Rose era una mujer difícil, caprichosa y berrinchuda que desde niña había tenido todo lo que deseaba, pero que si bien era cierto también era entregada y pasional.

—¿Por qué tan serio? —preguntó Rose inspeccionando el rostro de su novio, casi prometido.

—Me llegó una carta de mis padres—respondió Emmett levantándose.

—¿De verdad? —sonrió Rose—¿Ya les anunciaste lo nuestro? —Emmett se rascó la nunca y miró hacia la ventana— ¿Qué estas esperando? Llevamos dos años juntos, dices que no les has dicho lo nuestro porque no has tenido tiempo de ir a Forks—Emmett se quedo callado y Rose entrecerró los ojos— ¿Si quiera les has hablado de mi en tus cartas?

—¿Por qué tanta prisa, Rosalie? —se quejó Emmett mirando a su novia. —¿No crees que nos estamos apresurando mucho a la boda?

Rose abrió mucho los ojos y miró a su pareja intensamente ¿Dos años era algo apresurado? Sin decir nada más se levantó de la cama y tomó sus cosas de baño.

—Cuando salga de bañarme no te quiero ver aquí—espetó la rubia molesta mientras se dirigía al cuarto de baño.

—Rosalie, esta es mi casa—se quejó Emmett pero como se respuesta solo se escuchó el azote de una puerta.

Sabiendo que las cosas se pondrían feas si él seguía ahí cuando su novia saliera del baño, se cambió rápidamente de ropa y salió en busca de sus amigos y colegas.

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~E&R~*~*~*~*~*~*~*~*~

—Miren—dijo Emmett tendiéndole un papel a sus dos amigos.

Ambos chicos, leyeron el papel detenidamente y luego miraron fijamente a Emmett.

—¿Qué dice la querida Rosalie? —Preguntó el más alto de los chicos, Edward, pero al ver que su amigo desviaba la mirada añadió—¡¿No se lo has dicho?! Pero hombre, ¿Qué estas esperando? Tienes que ir a Forks la próxima semana.

—Si—aceptó Emmett y miró su taza de café—tendré que terminar con ella lo más pronto posible.

—¡¿Qué?! —Gritaron los amigos al unisonó

—¿Cómo que terminar con ella? —preguntó el otro amiga de cabello rubio, Jasper.

—Ya leyeron la carta. Tengo que obedecer a mis padres.

—¿A tus veintitantos años sigues obedeciendo a tus padres? —Se burló Edward mientras daba una mordida a su panque—me das pena, en balde tus músculos.

—Lo siento, Edward. No todos tenemos una tía idiota como la tuya que te mantenga y que se haya tragado ese cuento de tu boda.

Edward soltó una risita al escuchar la mención de su tía. Era increíble como después de tantos años lo seguía manteniendo, tanto a él como a su hermana Alice. Su tía no era mala persona pero sí era muy fijada en todos los detalles de las personas; cuando Edward le mandó una carta contándole su supuesto matrimonio para que le mandara dinero, ésta le hizo todo un interrogatorio acerca de su futura esposa y cuando escuchó la descripción de una perfecta Rosalie, no tuvo más remedio que excusarse por no poder ir a la boda debido a que para esas fechas se encontraría viajando por Rusia pero deseando conocer a la esposa de su sobrino; Edward nunca se preocupó por que su tía fuera a visitarlo, nunca tenía tiempo para visitas pero en caso de que algún día se parara por su casa, le pediría a su mejor amiga que se hiciera pasar por la señora Masen.

—Deja a la tía de Edward en paz y mejor dinos que pasara con mi hermana. —intervino Jasper.

—Ustedes conocen a Rosalie—se excusó Emmett, pero al sentir la mirada de sus acompañantes añadió. —Si le digo que me obligan a casarme, irá a Forks, matara a mis padres y después a Isabella.

—¿Isabella? —preguntó Edward

—Mi prometida. —Aclaró.

—¿Te importa más una desconocida que mi hermana? —se quejó Jasper mientras se pasaba la mano por el cabello rubio.

—No es una desconocida, jugábamos juntos cuando éramos niños.

—Que tierno—se burló Edward.

—Se burlan porque no saben cómo me siento—protestó Emmett—¿Qué harían ustedes?

—Decirle la verdad a Rosalie—respondió Edward como si fuera lo más obvio— y hablar con mis padres a cerca de lo que yo quiero.

—Si, como tú se lo dirás a tu tía—intervino Jasper y Emmett sonrió ante la cara de Edward.

—Sera mejor terminar con Rose—dijo Emmett seriamente—se que le dolerá, aunque no más que a mí, pero después de unos días solo tendré su odio y tratara de ser feliz con alguien más. —todos se quedaron callaron. —¿Me ayudaran?

Edward y Jasper se miraron entre sí por unos segundos, después se enfocaron en Emmett y asintieron.

—Solo haz que no sufra mucho—indicó el rubio.

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~E&R~*~*~*~*~*~*~*~*~

—¿Te vas a comer eso? —preguntó Rosalie señalando el plato de Emmett. Éste negó— ¿Me dirás de una buena vez que diablos de te pasa? —Emmett negó una vez más—¡Maldita sea, Emmett! —gritó la rubia y todas las personas en el restaurant los miraron.

—Tranquilízate—balbuceó Emmett.

—¡¿CÓMO QUIERES QUE ME TRANQUILICE?!

—Señorita, por favor—se acercó un mesero a ellos—no puede gritar aquí.

Rosalie, miró al mesero con furia y después a su novio. Se levantó del asiento, cogió su bolsa y antes de salir añadió:

—De todos modos, ya me iba.

—¡Rose!, ¡Espera! —se aceleró Emmett levantándose de la mesa.

—Señor, Cullen tiene que pagar—dijo el mesero con calma, pero al sentir la mirada de "No me jodas" de Emmett se apresuró a decir—pero le podemos enviar la cuenta a su casa.

La noche estaba fría y el viento golpeaba la cara de Rosalie, vestía una boina blanca que combinaba con su bolso del mismo tono y su abrigo beige. Estaba muy enojada, Emmett llevaba una semana con un humor insoportable y no se atrevía a decir que le pasaba. Se suponía que estaban juntos para contarse sus penas y ayudarse mutuamente; pero al parecer Emmett ya lo había olvidado.

—Rosalie—el protagonista de sus pensamientos llegó corriendo detrás de ella—Rosalie tienes que escucharme. —Pero ella no se detuvo— Y luego preguntas que es lo que me pasa.

Enojada, la rubia detuvo sus pasos e hizo que Emmett chocara con ella por detrás.

—Necesitamos hablar—dijo Emmett con seriedad. Rosalie, indignada cruzó sus brazos y lo miró a los ojos. —Mira, este tiempo que hemos estado juntos, ha sido maravilloso, pero a últimas fechas me he dado cuenta que, no sé…

—Espera, espera—lo detuvo Rosalie, sabiendo a donde se dirigía—¿Estas terminando conmigo?

—Amm, yoo, este…

—Vete a la mierda, Emmett Cullen. —dijo esto acompañado de una patada en la espinilla—Solo recuerda lo mucho que estas dejando perder.

Y dicho esto, la rubia siguió su camino hasta llegar a su automóvil, pues ese día quedaron de llegar por separado a su cita, ya que desde ese miércoles que Rosalie lo corrió de su departamento no se habían quedado juntos.

No se detuvo a ver si la seguía, no tenia intensión de seguir escuchándolo, además que en esos momentos su coraje se estaba desvaneciendo y lo único que queria era llorar, nunca había dejado que un lagrima corriera por su rostro, pero esta vez se lo permitirá un poco, y por supuesto, no lo haría delante de la persona que las había provocado, si queria llorar tenía que hacerlo sola o tal vez, con una persona de extremada confianza.

Condujo su carro a gran velocidad a través de la ciudad para llegar al centro de Washington, a unos lujosos departamentos. Estacionó su BMW en la puerta y después de darle las llaves al conserje del edificio sin siquiera responderle el saludo, tocó la puerta del numero 12.

—¿Quién? —preguntaron desde adentro.

—Abre, Masen—respondió Rosalie agresivamente.

Con el cabello color bronce despeinado y vestido en pijama, Edward salió a recibir a su amiga. Y ésta sin esperar a que él la invitara a pasar se introdujo en el apartamento.

—¿Qué pasa? —preguntó Edward confundido, pero al ver tan triste a su amiga se imaginó la respuesta. —¿Asi que ya sucedió? —dijo, según él para sí mismo.

—¿Qué? —preguntó Rosalie, confundida.

—Nada—se apresuró a responder Edward y se sentó junto a su amiga.

—Emmett…—comenzó a decir su amiga entre lágrimas, pero la voz se le cortó. —Él y yo…nosotros—gimió— ya todo se termino.

—¿Apenas hoy? —preguntó confundido.

—¿Cómo que apenas hoy? ¿Tú sabías que él ya no queria estar conmigo?

—Si

—¿Si?

—No

—¿Si o no? —se quejó ella.

—No, no lo sabía—mintió Edward—pero ya se veía venir.

Rosalie lo miró con tristeza

—¿Enserio? —Edward asintió de mala gana—yo no me lo imaginaba—sollozó—pensé...pensé que nos casaríamos, todo iba muy bien.

Aunque a Rosalie no le gustaban los abrazos, se lanzó al regazo de su amigo y dejo que sus lágrimas humedecieran el pecho de Edward.

—Encontraras a alguien mejor—la consoló Edward recordando las palabras de su amigo que en eso momentos ya debería estar camino a Forks. —Él no te convenía.

—¿Por qué dices eso?

—Ni siquiera era independiente, Rose. Aun sus padres le dicen que hacer.

—¿Cómo sabes eso? —lo miró confundida y sorprendida

—No lo sé—mintió Edward maldiciéndose. — Mira es tarde, ¿Quieres quedarte a dormir? Está disponible el cuarto de Alice.

—¿Dónde está?

—Con Jasper, en tu casa.

—No creo que tarde en llegar, ya sabes cómo es Jasper y sus ideas anticuadas acerca de dormir juntos antes del matrimonio.

—¿Te decía algo porque te quedabas en casa de Emmett?

—A veces, pero como su hermana mayor, tiene que respetar mis decisiones aunque no le gusten. Pero creo que si vería mal que me quedara aquí contigo, mejor me voy. Sólo deja pasar a tu baño para retocarme.

Edward asintió y vio como su amiga iba al cuarto más alejado del apartamento. Se dejo caer en su sillón y prendió un cigarrillo, odiaba ver llorar a su amiga porque esta solo lo hacía cuando algo de verdad le dolía y al parecer la ausencia de Emmett no iba a ser tan fácil de superar como él creía. Se moría por contarle la verdad y decirle que Emmett también estaba sufriendo, pero no podía hacerlo porque si lo hacia Rosalie viviría atormentada y era mejor que se fuera olvidando poco a poco de él porque además este se lo merecía por no revelarse ante sus padres y decirles que no queria casarse con la tal Isabella, ya que tenia al amor de su vida en la capital. Un sonido en la puerta hizo que Edward saliera de sus pensamientos.

—Edward, ¿Cuántas veces te he dicho que no fumes? —Dijo una mujer pequeña y fue directamente a quitarle el cigarro a su hermano— Necesito respuestas ahora. Siéntense—ordeno a su hermano y a Jasper, su novio.

—Alice, después—pidió Edward en vano.

—¿Cómo es eso que Emmett dejó a Rosalie para casarse con una fulana de su pueblo?

—¡¿Qué Emmett me dejo por quien?! —dijo Rosalie saliendo del baño totalmente arreglada.

~*~*~*~*~*~*~*~*~*~E&R~*~*~*~*~*~*~*~*~

¡Hola! Bueno, este es mi primer fic de Crepúsculo, la idea original era hacerlo con los personajes de Harry Potter, pero como desde hace tiempo tenía ganas de hacer un Rosalie&Emmet opté por esta saga.

La idea nació mientras veía una película mexicana de los años 40s llamada "El que tenga un amor" así que básicamente, también esta historia se remonta a esas épocas.

Es un fic de comedia, así que algunos personajes serán muy OoC.

Sera un fic muy corto yo creo que máximo serán 4 capítulos y publicare uno diario.

Espero que les haya gustado este primer capítulo y me digan su opinión.

Un beso

~Luriana~

¿Review?