Bueno, he aquí mi segundo fic y sí, es de No.6 otra vez. Me había propuesto escribir de alguna otra cosa pero todo lo que me salía era horrible.
Espero que os guste y que no os sangren mucho los ojos al leerlo.
Habían pasado tres años desde que le conoció y desapareció de su vida tras haberle ayudado.
Aún se acordaba de lo que le había dicho ese chico con aspecto de chica antes de que ambos se durmieran: "Eres bastante cálido. La gente es cálida cuando está viva".
Llevaba preguntándose desde entonces qué había querido decir con eso último. No se le ocurría que a esa edad tan temprana el chico ya hubiese visto la muerte de toda su familia y que su vida había sido más complicada que lo que él podía llegar a imaginar.
Haberle atendido había tenido sus consecuencias, le habían quitado todos sus privilegios como élite, le habían hecho abandonar su casa en Chronos y le habían obligado a dejar sus estudios por una falta de preparación.
Ahora vivía con su madre en una pequeña casa. Ella tenía una panadería y él trabajaba en un parque como vigilante, pero no se arrepentía de lo que había hecho esa noche.
Parecía que si vida iba a seguir así para siempre, inmutable, sin ser consciente que en un año volvería a ver a Nezumi y que su vida cambiaría por completo.
Nezumi. Ese chico había estado en sus recuerdos desde esa noche y nunca los había abandonado.
Estos pensamientos poblaban su mente mientras trabajaba, a la vez que una pequeña duda comenzaba a surgir en su mente.
¿Era justo lo que le habían hecho solo por haber ayudado a un niño de su edad que estaba herido?
Cada vez que esta idea surgía la apartaba de su mente y tendría que esperar mucho tiempo hasta que llegase a una conclusión, una conclusión que en ese momento ya no le serviría de nada porque le estarían llevando a un correccional del cuál Nezumi le salvaría, llevándole a un lugar donde empezaría una nueva etapa de su vida; donde pasaría de ser un chico moreno de ojos marrones a un albino de ojos rojos y una extraña cicatriz; donde decidiría tener una tercera opción.
Ahora que ya lo habéis leído podéis lincharme a gusto si queréis, o lanzarme verduras pochas.
Aunque sea cortito espero que os haya gustado.
