¡Subete no Konnichiwa!

¿Cómo están? Yo algo atrasada, sí, lo sé, no hacen falta las trincheras -3- Pero como tenía ganas de al menos escribir algo, opté por traerles una tarea mía de la escuela, aprovechando a subir mi primer Drabble :3

Ojalá y sea de su agrado~


Porcelana Bendita

Al ver esas pequeñas manchas de sangre, y que su respiración se ahogaba en tratar de reclamarme, supe que debía darme prisa.

Comencé a escuchar las sirenas que se acercaban a toda velocidad. Tomé su mano y con la otra lo cargué por las piernas. Me fue imposible no poder pensar en otra cosa que su hermosa piel blanca, sus tersos labios que parecían dibujar una compasiva sonrisa con sus contornos, y aquellos ojos color oro incluso más brillantes que cualquier sol, fijos en un punto perdido.

Era asquerosamente… perfecto.

Sin dudas, era un ángel que había caído del cielo, no creo yo que pueda existir criatura más hermosa…

…e irritable a la vez.

"Ryuuga…"

Su voz se hacía escuchar en mis oídos.

"Ryuuga…"

La cabellera pelirroja era fácilmente de comparar con el fuego mismo, muy parecido a un calor que últimamente sentía en mi interior. Estaban sostenidos por una bandana azul, la cual tenía el signo de un Pegaso de color amarillo.

"Ryuuga…"

–Ginga… tranquilo…

Sus ropas, totalmente sucias y desquebrajadas, lo hacían ver incluso aún más débil de lo que parecía, mientras que un rojo intenso interrumpía la monotonía del beige y pantalones cortos del mismo color.

En mi mente me repetía una y otra vez, "Todo estará bien, todo estará bien." Tal vez era inútil, pero… ¿Qué más podía hacer?

Las sirenas se acercaban. Comencé a correr por ese interminable pasillo ausente de toda luz, claro, ignorando los relámpagos de la furiosa tormenta que había comenzado a precipitar.

"Ryuuga…"

Su voz tan suave…

"Ryuuga…"

¿Por qué no puedo soportarla?

– ¡Policía!

Los oficiales rodearon la gran mansión, y luego de unos fuertes golpes, lograron entrar por la sala principal.

– ¡Policía!

Me encontraba en el último piso, el más alto, calculo que tardarán unos dos o tres minutos en llegar.

"Ryuuga…"

Cállate… por favor, no hables más.

"Ryuuga…"

Comienzo a perder mi paciencia.

– ¡Deténgase!

Me encontraron.

– ¡Queda deteni…!

En un rápido movimiento, aparecí en un pequeño elevador.

La mansión estaba repleta de lugares secretos, y con el paso de los años, logré memorizar cada una de ellas, sabiendo que tarde o temprano, me salvarían el pellejo.

"Ryuuga…"

Ya casi llegamos, el elevador abrió sus puertas, y aparecí en el sótano.

"Ryuuga…"

–Tranquilo, no daré más vueltas.

Lo dejé recostado en una polvorienta cama. Lo cubrí con las sábanas, y dejé un beso en sus fríos labios.

"Ryuuga…"

Su mirada permanecía estática, igual que desde que el sol había desaparecido.

"No me dejes…"

Me eché a correr por las escaleras.

"Ryuuga…", creo que fui algo descuidado… su aún tibia sangre seguía en mi traje y manos.

...

A lo lejos se distinguía la gran mansión rodeada por automóviles de la policía, hogar de una familia de millonarios, y residencia de mi antes amante, Ginga Hagane.

Siempre creí que eras un Ángel, y que no pertenecías a éste mundo. Tan solo lo que hice fue… devolverte.

¿Acaso no dicen que si amas algo, debes dejarlo ir?


Yo- Aún no puedo creer que ésta historia me haya gustado tanto.

Niwa- Yo no creo que la hayas hecho para Lenguaje…

Yo- Ah… Ni siquiera la leyó u_u Bueno, ¿Qué les pareció? Obviamente, ésta historia sufrió bastantes cambios al momento de tipearla, ya que ellos no eran los personajes originales xD Pero se conservó "ése toque" de todos modos C:

Dejen su review con recomendaciones y demás cositas :D nos leemos la próxima.

Todos- ¡Sayonaraaaa~!