Al corazón de Naruto ya no le conmovía la manera de sonreír que tenía Sakura. Ya no... Y tampoco era la manera en que lo besaba lo que lo carcomía por dentro. Ya habían pasado muchas noches desde que ella se había ido en esa misión de rango A con Sasuke, y Naruto se sentía solo y lloraba todas las noches en soledad. No podía hacer nada, no podía ayudarse a sí mismo, porque el problema era ella. Sakura era su problema, lo era desde que empezaron a ser novios. Y Naruto escuchaba lo que todos le decían de su novia, especialmente Hinata...decían que era una zorra, que nunca sería capaz de serle fiel, y que en realidad ama a Sasuke. Y Naruto ya no sabía que pensar y a quien creerle...pero a él no le importaba lo que digan, de cualquier manera la iba a seguir amando y eso no iba a cambiar por nada del mundo. Y ahora no sabía que hacer sin ella, pero él sabía que era verdad...que no amaba a ninguna otra chica, solo a ella. Y que su razón de existir era ella, y que su corazón le pertenecía completamente a ella y a ninguna otra mujer...y rezaba, rezaba mucho.

- Por favor Sakura, no me dejes solo...no me dejes por Sasuke – Imploro Naruto llorando