Disclaimer: Los personajes de sailor moon no me pertenecen, son propiedad de Naoko Takeuchi,

Hola a todos, esta es la primera vez que escribo algo, llevo como dos años leyendo los fics de esta página, y hay muchos que son realmente increíbles y me he inspirado un poquito, por ahora no se si continuara, todo depende de si les gusta o no, por eso es muy importante su opinión, espero les agrade.

Al Alba.

Caminaba entre las penumbras de la habitación, el viento resoplaba colándose por la ventana moviendo con fuerza las blancas cortinas, la brisa acariciaba su delicado rostro

meciendo los cabellos de un lado a otro, como si fueran parte de una extraña danza pequeñas ondas se dibujaban entre ellos, un sutil rayo de luz tenue se cuela por entre los cristales iluminando aquella larga y dorada cabellera.

Cada noche despertaba casi al amanecer, cada noche despertaba después de aquel sueño, cada noche sintiéndose sola… vacía, cada noche despertaba recordando, recordándolo… y se sentaba en el balcón a esperar el alba mirando la luna… y las estrellas.

Pero algo extraño había esta vez, no fue como las noches anteriores, no… definitivamente algo había, se sentía en el aire, se respiraba, era una sensación extraña.

¿Miedo?, tal vez.

¿Por qué no hizo lo de siempre?, se preguntaba en silencio ¿por qué no se levanto, caminó hacia la ventana y contempló las estrellas, suspirando, perdiéndose en sus sueños? simplemente recordando para poder engañar por un instante su alma y corazón.

En cambio estaba ahí paseando de un extremo a otro por la amplia habitación,

Sin siquiera asomarse por las cortinas, ¿Por qué esta vez no había valor? ¿Qué era distinto en esta noche que la hacía estar inquieta, preocupada?... ¿ansiosa?.

-Pero es tonto -se repetía mentalmente- las estrellas siempre están ahí, siempre estarán ahí, no desaparecerán, ellas no se irán… ellas no.

-¡Rayos…! –Grito con rabia-.

¿Qué me está pasando? -Se sentó en el borde de la cama agotada de aquella lucha interna que mantenía consigo misma-.

Te extraño tanto… tantos años y aun sigo aquí, soñándote, esperándote, viviendo de tus recuerdos… es ilógico… ¿a quién engaño?, mi vida no tiene lógica, me debería parecer perfecta, Tengo todo, todo lo que un día soñé. Una carrera en ascenso, un amplio y acogedor departamento, un auto último modelo, mi propio estudio, después de todo me he convertido en una de las más reconocidas fotógrafas de todo Japón, tengo un grupo de amigas increíbles que aunque casi todas ya han hecho sus vidas siguen estando a mi lado siempre, una familia que me apoya y quizás lo más importante un novio maravilloso que me ama por sobre todas las cosas y yo, yo solo sigo aquí, fingiendo que todo va bien, intentando seguir mi camino, cumpliendo metas… pero me siento sola… tan sola… te necesito, rescátame, secuéstrame.

Se recostó en la cama, poco a poco entre imágenes y pensamientos se fue quedando dormida, sin antes dejar escapar de sus labios dos palabras.

Te extraño… –Abrazó su almohada con angustia y se dejo vencer por el sueño, mientras una lagrima resbala por sus mejillas y un leve sollozo de escapa de sus labios-.

Se sintió desfallecer cuando su mirada choco con aquella silueta, se encontraba ahí de pie observándola, escondido desde un rincón como un vil ladrón en asecho esperando el momento justo para atacar a su víctima, ¿pero qué más podía hacer? Ah claro acercarse y decirle, ¿hey como estas, tantos años, que es de tu vida?… ¿que, qué hago yo aquí? No, nada solo trepe hasta tu balcón para saludarte.

No claro que esa no era la mejor opción, cabeceo un poco… seis años bombón, seis años soñando con este momento, seis largos años repasando mentalmente lo que haría y diría la próxima vez que te tuviera frente a mí y mírate ahí estas… tan hermosa, mucho más que antes. Ya no era la misma dulce niña de la que se enamoro hace tanto, no, ya no era esa niña… se había convertido en toda una mujer, con porte grácil, su figura más curvilínea y un poco más alta.

Vio como paseaba por la habitación de un lugar a otro algo… ¿desesperada? La escucho dar un pequeño grito de angustia, seguido de un susurro… algo así como un "te extraño" ¿acaso Darién se había atrevido a dejarla sola otra vez? ¿Cómo era posible que ese sujeto la hiciera sufrir, sabiendo cuanto lo ama?

De pronto sintió que la rabia se apoderaba de él. Apretó sus puños con fuerza, solo quería ir y abrazarla fuerte, confortarla, tomarla entre sus brazos y decirle que todo estaría bien, pero no… definitivamente no era la opción, ¿Qué no era acaso eso lo que había soñado por tanto tiempo? Claro que si, se moría por volver a ver de cerca esos hermosos ojos que lo hacían perderse en un mar de sensaciones, que lo arrastraban hacía el cielo queriendo sentir la gloria para luego caer al infierno sabiendo que aquella mirada pertenecía a otro.

Retrocedió dos pasos, estaba a punto de salir de ahí pero no pudo, algo más fuerte que él lo detuvo. Se asomó una vez más para contemplarla ahí en la penumbra, en silencio.

Rayos como amaba a esa mujer, a pesar de los años él seguía ahí amándola como un idiota, en silencio… si, porque cuando intentó decírselo aquel día que se marchó, simplemente ella no lo entendió, pero no la culpaba, el debió ser más directo y haber encontrado el instante necesario para decirle "te amo", pero no lo hizo y ella… no comprendió sus palabras, sin embargo esa era una de las cosas que más amaba de Serena, su ingenuidad.

Vio como con frustración se sentaba en su cama, para luego recostarse sobre ella abrazando su almohada y fue precisamente en ese instante que lo sintió, un pequeño sollozo, vio como poco a poco se quedó dormida y no aguantó más sutilmente corrió más la ventana para poder entrar, camino lentamente hacía la cama, con paso firme intentando no ocasionar el más mínimo ruido.

La vio ahí recostada, se sentó a su lado, despejó con suavidad para no despertarla, unos mechones de cabello que caían rebeldes sobre su rostro, dejó deslizar sus dedos por su suave piel, delineando el contorno de uno de sus hombros descubiertos, bajando por el brazo. Contempló su rostro aún más bello que como lo recordaba, ella se estremeció levemente ante el contacto en su piel y él suspiro hondo, estaba dispuesto a ponerse de pie para marcharse, pues ya la había visto, mañana… quizás mañana tendría el valor de hablarle, comenzó a retirar lentamente su mano, cuando.

-Seiya… -La escucho murmurar-.

Por un instante creyó que haber escuchado mal, pero su pensamiento fue nuevamente interrumpido por la chica.

-Seiya…

No, no escucho mal, ella lo llamó, lo estaba llamando.

-Aquí estoy Bombon. –Susurró cerca de su oído-.

-Secuéstrame… -fue lo siguiente que escuchó y sintió como presionaba su mano, la vio abrir sus ojos lentamente y sus miradas se cruzaron, el tiempo pareció detenerse justo en ese instante mágico, él se perdió en sus celestes y ella lo miraba ensoñadora.

Era un espejismo, un sueño… si un sueño, aún debía estar soñando, pero no quería despertar, se veía, se sentía tan real… lo tenía ahí frente a ella, mirándola, sonriéndole. Fue entonces cuando una leve brisa provoco un escalofrió en su cuerpo y como por arte de magia se percató de la realidad.

-Seiya -pronunció temblorosa- Seiya ¿eres tú?

-Si bombón, soy yo… he vuelto, y acaricio su rostro.

-¡Oh por Dios eres tú! -Y saltó a sus brazos, abrazándolo tan fuerte como pudo-.

-Calma bombón, sé que me extrañabas pero… -Cayó ante la separación repentina de la chica-.

-Eres tú -repetía mientras pasaba sus manos por el rostro de él- pero…

-Digamos que he cambiado un poco bombón, han pasado varios años.

-Seis, para ser más exactos… -pronuncia mientras se aleja un poco más, para sentarse en el borde de la cama junto a Seiya-.

-Si… muchos verdad, Serena yo… -Suspiró profundo, antes de tomar una de sus manos-.

-Seiya. –Dijo la chica apenas audible, que bien suena su nombre en sus labios-.

- Bombón… yo… sabes… todo este tiempo, te he extrañado mucho, lo único que deseaba era poder regresar y volverte a ver, solo… volverte a ver.

-Seiya… no sigas.

-Bombón, no... déjame terminar… -Suspiró profundo, apretó levemente la mano de la chica y ella correspondió acariciando su mano, con la que tenía libre-. Sé que tu ya tienes a alguien, pero aún así esta vez… no perderé la oportunidad de decirte que yo te... –y calla al sentir un dedo de Serena aprisionando sus labios-.

-Sssshh no digas nada, no hace falta que digas nada.

-Pero…

-No lo digas, solo… solo cumple tu promesa y… -Se acerca aún más a él, lo abraza y le susurra al oído-. Secuéstrame…

Seiya la aparta unos cuantos centímetros para mirarla fijamente a sus ojos y pudo verlo, pudo ver que sus ojos brillaban y que sin palabras le decían cuanto lo había esperado y fue en ese instante, que comprendió que no era por Darién por quien hace unos cuantos minutos estaba así de angustiada, pudo verlo, ahí frente a sus ojos que ella también lo necesitaba, le sonrió cálidamente y ella respondió al gento con las mejillas sonrojadas.

Se acercó lentamente, con una mano acaricio su rostro, mientras con la otra aún sujetaba la mano de ella y poco a poco sus labios se juntaron, en el más bello, dulce y tierno beso que jamás hayan probado, para ella el mejor beso que le han dado… mágico, para él… simplemente sublime. Se separaron lentamente, Serena aún seguía con sus mejillas un tono carmín y él la miró con dulzura, sus labios se volvieron a unir, mientras ambos susurraban un...

TE AMO.

Y bien, que les pareció, espero sus consejos, todos sus aportes son más que bienvenidos, tienen mucha más experiencia que yo y obvio que lo valoró, así que sea cual sea la critica será muy bien aceptada. En el caso de que les haya agradado, pretendo seguir subiendo especies de viñetas u one shoot, como para ir practicando y luego aventarme con un fic más largo y completo.

Saludos y gracias por leer.