PAREJA: Zim x Dib [ZADR]
ADVERTENCIA: Violencia, agresión psicológica y física.
Vengo con otro Fic, regularmente prefiero escribir One shots o no más de 3 capítulos pero creo esta vez será diferente, presiento que saldrán muchos más. Así que no me dejen embarcarme con más Fics largos hasta que no termine este. Estoy jodida en estos momentos, sentimientos mezclados más que encontrados… alguien tenía que sufrir conmigo… lo lamento Dib.
CAPÍTULO 1. Tan orgulloso tan sentimental
¡Que tristeza! Que triste era irse a dormir completamente abatido, pero más triste aún era despertar…más triste aún era empezar el día porque no habría nada nuevo, la misma rutina, lo mismo de siempre; ir a la escuela, su último año de secundaria, ver a sus compañeros los cuales ya ni atención le prestaban; había aprendido a quedarse callado, a guardar para si mismo sus teorías, sus pensamientos, sus preocupaciones. Ahora sólo lo consideraban raro pero loco ya no.
La mañana se fue rápido trayendo consigo la hora del almuerzo, todos se encontraban ya en la cafetería sentados con amigos, disfrutando de alguna forma el asqueroso alimento que se les daba. Todos excepto Dib quien como siempre se encontraba sentado con su hermana Gaz apartados del resto, ella concentrada en su videojuego como era su costumbre y él apenas probando sus alimentos, observando a Zim que estaba en otra mesa sentado sin compañía y picando como siempre los alimentos que fingía comer pero que en realidad jamás probaba y como era de esperarse, parecía que él era el único que lo notaba.
Hace dos años que el extraterrestre se había enterado de la verdad de su "Gran Misión", enterado de que "ésta" en realidad jamás había existido, de las burlas de los más altos, del desprecio de su raza, de su exilio. Dib había escuchado todo, pues había logrado que GIR una vez más colocara una cámara espía en la base de Zim. El Irken estaba destrozado, furioso… resignado.
Las siguientes dos semanas ni siquiera asistió Zim a clases, sólo se presentó una vez en su casa para botarle en la cara la cámara que finalmente había hallado en su base, ahora sabía que el humano tenía conocimiento de su vergüenza, que había sido testigo de las venenosas palabras proferidas en su contra por sus "amadísimos" más altos.
-¡Te devuelvo esto Humano Idiota!... no te preocupes más, escuchaste todo lo que dijeron ¿O no? ya no trataré de conquistar tu asqueroso planeta… ya no- Fueron las últimas palabras que le había dirigido el Invasor, realmente fueron las últimas, llenas de tanto odio, obviamente había sido una falta grave el haber escuchado esa conversación. De por si había sido denigrante para Zim, ahora saber que su Némesis; su peor enemigo había escuchado todo, era algo que había terminado de quebrar su orgullo el cual era grande. Simplemente imperdonable.
Cuando finalmente el Irken se presentó de nuevo a clases algo había cambiado y no por parte del Irken hacia los demás, con sus compañeros seguía llevando la misma relación de siempre… sólo había cambiado algo entre ellos dos. Zim ni siquiera le dirigía una mirada, un insulto, nada.
Ya no tenía pretexto para perseguirle y enfrentarle, Zim ya no preparaba planes de conquista ni se mostraba sospechoso, quizá seguía realizando sus investigaciones pero eso no le constaba ni era algo que ameritara su intervención en realidad. Seguía siendo arrogante, ególatra y distraído pero había aprendido a comportarse con más normalidad, por lo que ya tampoco podía tratar de descubrirlo ante la gente como el alienígena que era. Y así poco a poco se perdió ese pequeño lazo que les unía, su enemistad. Ya no eran enemigos, mucho menos amigos y la mirada de indiferencia o de desprecio de Zim hacia él cuando trataba de acercarse o decirle algo, terminó por hacerlo desistir de cualquier intento de formar una posible amistad con él.
Todo eso había acabado, inconscientemente algo se apagó en Dib. Seguía con su obsesión por lo paranormal pero ya no era lo mismo, no sin Zim… ya no le contaba a su padre ni a su hermana lo que había descubierto ni sus observaciones, seguía tomando fotografías del Irken las cuales guardaba en una caja debajo de su cama, trataba de recordar esas peleas, su odio por Zim… su extraña obsesión por Zim de hecho. Poco a poco se fue hundiendo en su depresión, sólo esos recuerdos y seguir viendo al extraterrestre día a día le recordaban que no estaba loco, que todo en lo que creía era real y así era como se consolaba y sacaba fuerzas para levantarse cada día.
La última hora de clases llegaba a su fin y los pocos que faltaban tenían que exponer, hace mucho no exponían y era tema libre, todos aprovechaban la oportunidad para hablar de sus preferencias e intereses particulares.
-Dib ¡Tu turno! Tienes 10 minutos solamente, si te pasas del tiempo establecido este reloj estallará- Advirtió la señorita Bitters que le había colocado un reloj con cronómetro en la muñeca. Sí, increíblemente seguía dándoles clases aunque sólo impartía la materia de Formación Cívica. Irónico.
-De seguro hablará otra vez de píe grande en su cochera- Se burló Zita aún sin aceptar que el loco chico amante de lo paranormal había cambiado. Dib la ignoró al igual que los comentarios que siguieron de sus compañeros y pasó al frente.
-Mi exposición será sobre "El hombre delincuente o teoría del delincuente"- Empezó a explicar dejando a todos sus compañeros callados, tendrían que aceptarlo algún día… Dib había cambiado.
Por otro lado Zim lo miraba también escéptico, no le quedaba claro lo qué había sucedido con el humano, él no era así. Pero por otro lado ¿a él qué le importaba si había cambiado o no? , lo odiaba, lo detestaba… bueno al menos así solía ser, aparentemente un año después el resentimiento que guardaba hacia el Dib había desaparecido. Después de eso hasta la fecha no había encontrado la forma de acercarse a él, se había acostumbrado a mostrarle desprecio hasta que finalmente sólo lo ignoró. Sin saberlo Zim le había abofeteado de la peor manera… indiferencia" ¡En verdad me odia!" Es todo lo que pasaba por la cabeza de Dib.
Trató de alargar su exposición lo más que pudo, esperaba sobrepasar su tiempo para que así el reloj en su muñeca hiciera explosión, con suerte, dicha explosión daría fin a la tortura a la que el mismo se había sometido los últimos dos años.
La campana que indicaba el fin de las clases sonó para mala suerte de Dib, faltaban 10 segundos para la explosión pero la señorita Bitters le despojó del reloj en ese momento. Resignado pasó a su lugar a guardar sus cosas, ya la mayoría se había marchado incluyendo el extraterrestre.
Miró hacia fuera, el cielo estaba nublado. Se colocó sus audífonos y caminó por los pasillos de la escuela sin prisa, estaba sumido en sus pensamientos cuando un relámpago retumbó con toda su fuerza, pequeñas gotas de lluvia comenzaron a estrellarse contra las ventanas, un solo pensamiento se formó en su mente. "¡ZIM!"
Corrió hasta la entrada principal esperando encontrarlo bajo el techo que cubría dicha entrada como era su costumbre, solía quedarse parado ahí hasta que pasaran las lluvias o bien hasta que Gir llegara con un paraguas el cual al parecer siempre olvidaba cargar en su PAK ese Irken distraído. Quizá esta vez se atrevería a ofrecerle compartir el paraguas… no… que idea tan tonta, como si Zim fuera a aceptar su ayuda.
Y estaba ahí parado en la entrada principal pero Zim no. Finalmente lo divisó a lo lejos, caminaba con… ¡Con Gaz! Los dos cubriéndose de la lluvia bajo su paraguas púrpura. Esto era cada vez más raro, no era la primera vez que los veía juntos, desde hace días atrás había encontrado a su hermana y al chico de piel verde manteniendo alguna conversación en los pasillos ó incluso había visto lo que creyó imposible, Zim jugaba en la consola de Gaz; ella le había prestado su juego y se limitaba a ver la pantalla junto con Zim que gritaba emocionado cosas como que iba a destruirlos a todos y que no debieron meterse con el grandioso Zim.
Todo eso desde que les había tocado quedarse castigados después de clase, a Zim por hacer experimentos sin autorización en los hámsteres de la escuela los cuáles terminaron devorando a 3 alumnos; y a Gaz por haber golpeado brutalmente a una alumna que había lanzado una bola de papel que por accidente la golpeó a ella. Gaz no creía en los accidentes. Dib se había ido a su casa, no tenía idea de que quizá ella y Zim se habían llevado bien. Y así fue, de hecho a la escalofriante hermana de Dib le había dado mucha gracia y satisfacción que uno de los alumnos devorados por los hámsteres hubiera sido la niña causante de su castigo, Zim y ella habían reído maniacamente por un buen rato asustando a los demás castigados.
Bueno por muy raro que le pareciera Zim ya tenía con qué cubrirse de la lluvia, se fue a su casa caminando con fría calma, al llegar no encontró a Gaz ahí. Subió a su recámara, realizó sus deberes, miró la página de la NASA al menos por una hora entre otras actividades cuando al fin escuchó a su hermana entrar. Había llegado tarde, no se había ni dado cuenta que ya era hora de cenar. Bajó a la cocina para encontrarla ya en el comedor con un tazón lleno de Vampi chocos. Tomó un tazón de la alacena, se sentó a la mesa y se sirvió del cereal. Comían en silencio, anteriormente Dib habría tratado de hacer conversación pero eso había quedado atrás, el silencio permaneció hasta que notó algo extraño en su hermana.
-¿Por qué me estás mirando Dib? Si no dejas de mirarme así sacaré tus ojos y me los comeré junto con mi cereal- Dijo ella con su típico tono de voz lleno de ira.
-¿Dónde está tu collar?- Preguntó finalmente con curiosidad al notar la falta del mismo. Su hermana jamás se quitaba su collar de calavera, había sido un regalo de su padre a los 3 años de edad y sólo el todopoderoso sabía cuanto amaba a su padre.
-Ah, eso… se lo di a mi novio- Contestó ella con neutralidad, volviendo a lo suyo. Como si aquello fuera lo más normal del mundo.
-¿Tu novio?- Preguntó sorprendido. Gaz Membrana, su diabólica hermana ¿con novio?
-Sí, el me dio esto- Gaz sacó de su bolsillo una consola de videojuegos nueva, aunque era parecida a la anterior tenía el logo Irken en la tapa. Dib palideció al ver el logo Irken, eso significaba una cosa, Zim debía ser el novio de su hermana.
De repente se sintió enfermo, realmente enfermo. El hambre se le fue enseguida, en su lugar sintió el estómago revuelto y la boca seca, seca como nunca antes. Se levantó de su lugar y salió de ahí, Gaz continuó cenando, sabía que eso no le agradaría del todo; sabía lo mucho que odiaba su hermano a Zim, pero eso no le importaba, era su novio y punto.
Al llegar a su habitación se encerró en ella con clave de acceso y toda la cosa. Esa noticia le había caído bastante mal pero por qué, no comprendía, se suponía que odiaba a Zim, o al menos así era antes… ¿Qué no lo odiaba aún ahora? Ya no sabía ni qué sentía. Tenía tantos sentimientos chocando unos con otros, ninguno de ellos positivos. Se dejó caer en su cama agitado, tratando de ordenar sus ideas, eso no podía ser verdad, Zim, su Zim en una relación con un humano… ¿Su Zim? ¿Desde cuándo pensaba en el Invasor como suyo?
Una lágrima rodó por su mejilla, a quién quería engañar, claro que comprendía el por qué le afectaba tanto, por más que tratara de negarlo y ocultárselo a si mismo, debía terminar aceptándolo alguna vez… él amaba a Zim.
I hate everything about you… Why do I love you?
(Odio todo acerca de ti… ¿Por qué te amo?
CONTINUARÁ…
Respecto a la exposición de Dib, soy estudiante de Criminalística y estamos analizando dicha teoría en Criminología, por lo que no había otro tema en mi cabeza de momento XD
Espero alguien encuentre interesante esta historia, si es así ojalá se animen a dejar comentarios y con gusto me apresuraré a subir el segundo capítulo. Como verán tendremos un poco de ZAGR aquí, es necesario para desarrollar este ZADR. Se vienen cosas fuertes para Dib y para Zim claro está. Y como siempre ya estoy maquilando en mi mente algún dibujillo para ilustrar esta historia. ¡Saludos!
