Esta es una adaptación a la novela Heart on a Chain de la escritora Cindi C. Bennett.
Los personajes mencionaos pertecen a la franquicia de Naruto, creado por Masashi kishimoto.
Favor de leer la novela antes de criticar y denunciar esta publicación.
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CAPITULO UNO
Seis años antes
Sakura observó a Sasuke mientras él metía su mano en la pequeña y apenas poblada caja de San Valentín con sus nervios zumbando… era una sensación extraña para ella, esta inseguridad.
Ella no creía que su vida estuviera resuelta, pero no había muchas cosas con las cuales pudiera atorarse, así como tampoco en la de sus compañeros de clase o sus seres queridos. Era muy pequeña para apreciar a su totalidad la tranquilidad de tener una buena vida, pero tenía la edad suficiente para entender que no todos lo tenían tan bien como ella.
Había amado a Sasuke desde que lo conocía. Él había sido su primer amigo desde el jardín de niños. No había querido que su madre la dejara en ese lugar gigantesco, extraño y terrorífico lugar lleno de personas desconocidas. Sasuke había llegado justo a tiempo, mientras ella luchaba contra las lágrimas que no tardarían en salir y tomando su mano logrando calmarla. Y con una sonrisa, la había llevado a la mesa para colorear y ella se enamoró en ese mismo instante hasta la fecha.
Nunca pudo olvidar eso; él había sido su héroe, su rayo de luz en la oscura tormenta de emociones.
Debido a su debilidad por él, ella fue uno de las pocas personas que noto el cambio durante los últimos años en Sasuke. Había pasado de ser uno niño tranquilo, que sonreía y siempre ayudaba a los demás en lo que pudiera, a alguien que estaba en silencio y nunca sonreía.
La hizo sentir triste, porque no sabía que pudo pasar con él, y en especial porque no sabía cómo podía ayudarlo.
Nunca se dio por vencida. Pensaba que si seguía tratando, podría encontrar a ese chico otra vez. Incluso más que eso, ella quería que supiera sus sentimientos por ella, lo que de verdad sentía. No pensaba que pudiera saber cuánto quería estar con él, lo mucho que lo amaba. Desea con ganas que esa tarjeta de San Valentín pudiera aclarar eso.
Sasuke metió su mano en su caja, sacando casi con aburrimiento las pequeñas tarjetas genéricas compradas en tiendas, que en su mayoría lucían con personajes animados, junto a un cursi y falso sentimiento. Apenas las ojeo mientas las dejaba de lado. Ella podía haber creído que le eran totalmente indiferentes, dando a entender que no le importaba, excepto por la diminuta curva en la esquina de sus labios.
Finalmente llego a su tarjeta. Podía darse cuenta por la sonrisa que desapareció de su rostro y su frente de arrugo en consternación, mientras su mano estaba detenida, recuperando el avance. Tiro un poco, luego giro su mano en un Angulo extraño para maniobrar la grande, doblada pieza de papel, desenvolviendo la abertura.
Sasuke miraba al frente fijamente. Sakura se sintió avergonzada de repente, insegura sobre su regalo hacia él. Tal vez era infantil… era tonto. Era tonto e infantil. Aficionado, con los corazones de varios tamaños y colores sobre el fondo rojo. Lo mejor habría sido comprarle una de las tarjetas genéricas, probablemente habría sido mejor. Cerro los puños a sus costados mientras se sonrojaba aparecía en sus mejillas.
Entonces él lo abrió, leyó las palabras que paso horas pensando, y su estómago se cerró.
Algo asombroso sucedió. Como el sol naciente en el horizonte, su sonrisa apareció, cambiando su semblante, iluminando su rostro de una manera que ella no había visto durante un largo tiempo. Sus ojos se encontraron con los de ella, y en ellos pudo leer su respuesta.
Él se puso de pie, caminando inseguro hasta ella, su sonrisa vacilando ligeramente. Luego se volvió hacia el armario de los abrigos, dándole una mirada que la atrajo hacia él. Miro a su alrededor para asegurarse de que nadie estaba mirando, espero un corto tiempo, entonces lo siguió adentro.
Estaba de pie en la esquina trasera, esperando con la preocupación frunciendo el ceño, retorciendo sus manos hasta que vio a Sakura. Su rostro se despejo y una diminuta sonrisa apareció en sus labios.
Sakura se acercó, deteniéndose justo frente a él. Él miro hacia abajo, sus ojos volviéndose lentamente hacia ella mientras se acercaba. Levanto su boca a la de ella, y la beso. La sorpresa la mantuvo quieta durante un muy largo momento antes de sacudirla, inocentemente, besándolo de regreso.
Él era el chico de sus sueños, y con su beso le dijo que era finalmente suyo
Cuatro meses después, Sakura y su familia se mudaron lejos.
