Nota: Los personajes son de Marvel, obviamente. Este es un pequeño fanfic basado en End Game solamente, en nada más porque yo no he leído los comics. Además es necesario repetir que hay advertencia de Spoiler.
Bucky
Bucky podía decir que estaba contento por Steve. Después de todo este tiempo merecía ser feliz, y sinceramente eso sentía respecto de su mejor amigo. Que le diera el escudo a Sam, también le pareció correcto, por su cabeza ni se le pasó que él pudiera tomar su lugar. No después de recuperar la memoria y recordar ese horrible pasado. Si bien Shuri había logrado controlar la máquina asesina que había en él, el pasado era imborrable.
Pero en el fondo sintió un vacío.
El nuevo y viejo Steve seguía siendo la misma persona, y aunque usualmente le visitaba y le hacía compañía, se sentía solo. A veces coincidía con Sam en la casa de Steve. Pocas veces con alguno de los otros vengadores. Ya sea que Wanda, la chica con poderes extraños; Banner, el gigante verde y amable; War Machine, un soldado como él fue en su época, pero esa época se había ido y no encontraba similitud con Rodie. Aún Lang, el más amistoso de todos, no lograba conectarse con él a un nivel humano. Por eso, a pesar de sentirse siempre fuera de lugar entre las poderosas amistades de Rogers, prefería quedarse cerca. La idea de marcharse a Wakanda, lugar donde halló algo de paz, no era una opción para él.
A decir verdad Bucky les conocía poco, y cuando iban de visita a casa de Steve, él prefería marcharse. Sin embargo siempre volvía a la casa de su amigo. Presentía que estos eran los últimos días de Steve.
Esta sola idea helaba la sangre de Bucky, sin su amigo se volvería a sentir como un perro sin dueño, como cuando escapó de Hydra y vagó sin rumbo y sin memoria por el mundo.
—¿En qué está pensando? —preguntó Steve, sentado en un sillón de su casa.
—En nada —respondió rápidamente Bucky —, a veces tengo estas lagunas.
—Te conozco Bucky, algo te preocupa.
Bucky bajó la mirada sin saber qué responder.
—¿Tienes sed? —Preguntó Barnes a modo de hablar de otro tema — Puedo preparar té y esperar a que llegue Sam.
—No tienes que responder si no quieres Bucky —le respondió con un tono paternal Steve —, y gracias, un poco de té me caería bien.
Bucky fue a la cocina y puso la caldera, vio un retrato de Peggy junto a Steve.
—Al final parece que volvimos al inicio —Bucky oyó la voz de Steve mientras volvía de la cocina.
—¿A qué te refieres?
—Aquí estás otra vez cuidando de mí.
—Solamente cuido que no hagas nada estúpido.
—¿Cómo podría? …
—Ya sé, ya sé —interrumpió Bucky sonriendo como pocas veces —Yo llevo todo lo estúpido —de pronto su sonrisa cambió por un rostro más sombrío —, es sólo que… no sé cómo voy a sobrellevar el día que ya no estés aquí.
—Es algo natural Bucky, el suero no nos hace inmortales. Sé lo que se siente perder a alguien muy querido. Lo sentí cuando pensé que habías muerto en el tren, lo volví a sentir cuando Peggy se fue, pero la vida siguió después de todo.
En ese momento Sam tocó a la puerta.
—Adelante Sam —dijo con la voz clara y fuerte de siempre Steve.
—Será mejor que me vaya —dijo Bucky poniéndose en pie —, te veo mañana a la misma hora.
—Hasta mañana Bucky —se despidió Steve.
