Hola, debo decir que esta idea se me ocurrió mientras escuchaba "cuantos cuentos cuento" de La oreja de Van gogh, aunque solo la trama básica, es completamente diferente de la canción.

Debo decir que primero pensaba que se narrara desde el pinto de vista de Hinata, pero después se me ocurrió que Kiba también tendría un punto de vista, porque el la ama y así fue como resultó que él protagonizara la historia, creo que desde este enfoque muchos pensaremos que Kiba merece ser feliz, pero está también nuestro Naruto, pero conforme a lo que suceda juzgaran la situación.

Este fic será corto y en capítulos cortos, aun no se cuantos capítulos, la verdad es que ya tengo tres escritos y el cuarto en proceso así que subiré uno por semana en Lunes.

Ahora si a disfrutar.

Disclaimer: Los personajes de Naruto no son de mi propiedad, sino sabría como terminaría el manga, Kishimoto lo sabe, así que son completamente suyos.

708 palabras


MADAME

...

..

.

I

DÉSIR

"El deseo nos fuerza a amar lo que nos hará sufrir"

Marcel Proust

Cierras la puerta y no te sorprende encontrar todo en silencio. Recorres la sala, el comedor y el cuarto de costura, pero ella no está ahí. Subes las escaleras esperando verla, la buscas en su habitación y el cuarto de baño, el estudio y la biblioteca, pero ella tampoco está ahí, resignado vuelves a bajar, suspiras solo queda un lugar donde seguramente la encontraras. Suspiras aliviado cuando la ves en cuclillas arreglando el jardín tarareando una canción, la observas, es hermosa, su cabello está atado en un sencillo recogido, usa un vestido azul y un sombrero a juego; te gusta verla, no por su apariencia sino porque amas todo de ella. Te parece pequeña y frágil pero no lo es, en tu vidas has conocido ni conocerás a una mujer como ella, por eso te enamoraste de ella, por eso le pediste matrimonio, por eso ahora la cuidas como un preciado tesoro y más que eso porque ella es tu esposa y la amas.

Aun no se hado cuenta que la observas y lo prefieres porque así parece más feliz, así es ella, pero cuando suspira pierdes toda la paz pues ella no está pensando en ti, la ves olfatear una de las rosas y lo envidias porque sabes que su amor nunca te ha pertenecido, después de todo solo eres su esposo.

Aquellos pensamientos te consumen por dentro y en un arrebato de celos pones tu mano sobre su hombro, quieres que piense en ti, quieres que te vea a ti. Ella voltea sorprendida pero cuando te ve sonríe, la ayudas a ponerse de pie y en un arrebato la besas, no con pasión, no con amor sino con celos porque es él quien ella mira es a él a quien le sonríe. Como puede te responde, eres su esposo después de todo, pero sabes que ahí no hay amor solo cumple su deber. Incapaz de seguir soportándolo la dejas ahí y entras a la casa, caminas como una fiera en su jaula; inhalas, exhalas, desesperado pasas tus manos por tu cabello hasta que te tranquilizas y te recargas sobre la mesa con tu palmas extendidas sobre la madera, agachas la cabeza y te repites que debes tranquilizarte, que lo sabias y aun así lo aceptaste.

Sientes sus delicadas manos rodear tu cintura, recarga su cabeza en tu espalda y te paralizas, sabes que ella lo intenta, que por esos cuatro años ella lo ha intentado con todo su ser, que ella quiere amarte por eso no tienes ninguna queja, ha sido una buena esposa.

—Lo siento —susurra contra tu espalda.

Sabes que está llorando y te sientes horrible, la has hecho llorar de nuevo. Quieres voltear y abrazarla pero ella no te deja, se aferra a tu cuerpo y sin contenerte derramas un par de lágrimas. Y se quedan ahí llorando, ella lamentándose por no quererte cómo quieres y tú por tu debilidad, eres patético y lo sabes, intentas convencerte que eres el hombre que la merece pero no puedes hacerla feliz, se limitan a una convivencia amena.

—Yo… —intentas remediar la situación— Hinata, lo siento, soy un estúpido, no sé qué me pasa últimamente, de verdad lo siento.

Realmente sabes qué es lo que quieres, eres hombre y ella es tu esposa, pero la respetas le has dado su tiempo y ella te lo agradece, pero útilmente se ha vuelto insoportable, más aún porque sabes, todo el pueblo sabe, que él va a regresar y eso alimenta tus temores. Ella también lo sabe por eso te ha soportado, es una mujer noble, pero más que eso ella también es culpable.

Giras y ahora sí la abrazas, te deleitas con su calor, aspiras su aroma, sabes que por nada en el mundo la dejaras ir. La tomas del mentón y la besas, tranquilo, con amor, ella te responde y el beso se vuelve apasionado quieres hacerle el amor ahí mismo, pero ella frena tus caricias y te mira a los ojos, te pide más tiempo. Has perdido de nuevo pero eres un caballero y se lo das, después de cuatro años en la misma situación casi estás acostumbrado.


Si les gusto díganmelo en un Review, sino tambien XD

Nos vemos el lunes próximo.