Mikasa Ackerman.

No era más que una niña tímida y cobarde cuando la encontró. Era una Mikasa muy diferente de la niña que fue después de llenarse de valor y arremeter contra uno de sus captores.

En sus palabras, este mundo era un lugar cruel… y a la vez hermoso.

-Mikasa… ¿Por qué siempre buscas protegerme?

Cada vez que él se encontraba en peligro, Mikasa siempre aparecía. Él creía ser perfectamente capaz de manejar la situación, pero ella insistía en salvarlo.

-¿Por qué siempre estás a mi lado?

Ahora que lo pensaba, Mikasa jamás se quitaba la bufanda que él le dio. Solo cuando empezaron su entrenamiento en el escuadrón 104 de cadetes o cuando dormía. Fuera de esas situaciones, ella siempre llevaba la bufanda consigo. ¿Qué hay de especial en una simple bufanda?

Ni siquiera era tan sobreprotectora con Armin. Quizás porque el era un poco más despierto que él en situaciones de peligro. Él se las podía arreglar por su cuenta. Pero él… Siempre fue impulsivo. Cuando ese titán anormal mató a Thomas, el se precipitó a matarlo, sin tomar en cuenta que había más titanes en el camino. Quedó malherido y por su culpa, Nic, Millius y Mina; por ir en su rescate, terminaron muertos. Había noches en que ese recuerdo lo atormentaba. Y ahí no había estado Mikasa para salvarlo.

Después de que se descubrieron sus poderes de titán, Mikasa se volvió más protectora con él, como deseando no repetir el error de haberlo dejado solo.

Pero no entendía por qué, por qué se tomaba tantas molestias con él; por qué siempre que él le respondía mal, ella aún seguía a su lado.

¿Por qué, maldita sea?

¿Qué hiso para merecer su devoción?

Eren se fue a dormir cuestionándose la actitud de Mikasa. Era su mejor amiga, pero no sabía cómo entenderla en ese aspecto. Y también para evitar los reproches de Levi por haberse quedado dormido.

Tal vez era muy inmaduro para entender, cuán importante fue para ella el haberla rescatado de esos traficantes. Cómo el iluminó su vida, después de que la muerte de sus padres la oscureciera. Cómo él le devolvió las ganas de vivir, y la esperanza de un futuro mejor.