Café de Media Mañana

La población es como el iceberg: ocho novenos bajo el agua y uno encima.

Un mundo feliz- Aldous Huxley

1. ¿Cuánto vale la felicidad?

No estoy muy segura de que es o de que se trata la felicidad

Casi siempre vi feliz a mi madre

A mi padre casi nunca; pero aunque sabía que no lo demostraba era feliz

Y a mi hermano no siempre lo veía feliz

Y yo… ¿y yo? Pues yo era feliz viajando, comprando ropa y zapatos y conociendo gente nueva; pero luego al crecer sentía que necesitaba algo cada vez más estimulante para ser feliz, lo mismo llega a aburrir. Me fije en él y fue algo nuevo maravilloso y placentero, sin compromisos, sin nada en absoluto, solo estábamos juntos, mas que amigos, menos que novios, una pareja cualquiera con ciertos derechos. Y lo que piensen me tiene sin cuidado, esa era mi vida, así me gustaba y no pensaba cambiarla, mis padres ni enterados y eso era lo mejor. Estudie la licenciatura de administración de empresas, también economía y finanzas, a veces me llamaba la atención la ciencia, y leía revistas científicas; pero a pesar de lo preparada y de lo dispuesta que estaba para trabajar en la empresa de mi madre, mi hermano me quitaba todo el trabajo, me dejaba negociaciones menores, me peleaba con él constantemente diciéndole que yo había estudiado para más, pero a él parecía no importarle, como si la empresa fuera únicamente suya que culpa tengo yo de haber nacido 12 años después y no tener experiencia que el tenía, como rayos voy a tener experiencia si no me dejan hacer nada "Ve a cerrar el trato de este negocio" "habla con este licenciado, dile de que se trata el proyecto" "Dile al ingeniero que tengo que hablar con él", ya casi parecía mensajera, si es que no ya lo era. Un día, mi hermano tuvo la desfachatez de contratarme un ayudante, le dije que no necesitaba a nadie, pero a él no le interesaba, le valía menos que un pepino mi opinión, ahí conocí a Samuel, traía un traje oscuro, camisa azul y corbata del mismo color, era serio; pero se le veía noble y humilde, feo no era, para mi gusto era demasiado flaco, alto y desgarbado, aunque tenía unos hermosos ojos aceitunados y su cabello negro azabache. Samuel E. Lautrec, que nombre tan raro. Cuando me conoció, le cause una gran impresión, me vio y se puso nervioso, sudaba y hasta tartamudeo. Samuel tiene un habito, a eso de las 10 de la mañana se desaparece y no lo veo hasta las 11 am, es su tiempo de almuerzo, no se que hace pero pierdo su rastro, nunca aprendí bien a detectar el ki. Es una constante incógnita, pero no me interesa mucho Samuel, tengo mis propios problemas, ya no quiero ser más la niña consentida de mi madre ni sobreprotegida por mi padre. Quiero el mundo para mí, quiero vivir sin represiones, quiero ser feliz.

Se levanto cerca de las 8 de la mañana como ya se le había hecho costumbre desde que empezara a trabajar en Capsule Corporation. Era una de las importantes ejecutivas de la empresa; pero eso era una gran pantalla, y varios en la empresa lo sabían, Bra no pasaba de ser la mensajera personal de su hermano, el presidente de la empresa más importante del mundo y eso la llenaba de vergüenza y rabia, ella la mujer más hermosa e inteligente del mundo y probablemente del universo reducida a la mensajera de su hermano mayor. Ahí de nada le servían los estudios, los diplomas y mucho menos los reconocimientos, pero nada podía hacer por el momento, su madre le daba todo el respaldo al primogénito y en los asuntos de la empresa su padre no tenia ni voz ni voto.

Un día su hermano la llamo y le dijo que necesitaba un ayudante, la princesa de Vegeta enfureció, aumento su ki como jamás lo había hecho, ya se estaba cansando de que su hermano no la tomara en serio, se preguntaba como debía demostrarle de lo que realmente era capaz. Harta, estaba harta de ser considera una niña caprichosa y superficial. El edificio comenzó a temblar, y hubo un murmullo general en la empresa de los empleados que temían una catástrofe sin saber que aquello era causado por la cólera de la joven Brief. Trunks no la tomo en cuenta, era uno de esos chantajes que usaba con sus padres, siempre considero que la habían consentido demasiado, pero esto era algo serio y el no pensaba consentirle nada ni dejar que se saliera con la suya, ya había tomado una decisión y ella como empleada porque era solo eso, tenía que acatarla.

No muy convencida Bra salio de la presidencia aporreando la puerta, casi a punto de tirarla, fue a su oficina y se sentó llevándose las manos a la cabeza y dándose un masaje en la frente, tratando de pensar

-Es un imbécil- dijo en voz alta, sin importarle quien la oyera- no busca la manera de humillarme, no le basta con darme un trabajo mediocre ahora quiere que yo tenga un ayudante para hacer un trabajo vulgar ¡Maldición! Me las pagara un día.

El teléfono sonó, la llamada era de presidencia, su hermano le pedía fuera por una muestra biológica de un animal encontrado recientemente en el área cerca de ciudad Ginger

-Manda a otra persona, no pienso seguir rebajándome a estas cosas

-Ya basta, no tengo tiempo de reclamaciones ¿lo vas a hacer o no?

-… ¿y si te digo que no?

-Se acumulan 3 amonestaciones en tu expediente y según las reglas a la tercera se te da tu carta de renuncia, no olvides que aquí eres una empleada más

-Pues con las órdenes tan idiotas que me das créeme que es difícil olvidarlo

-Tienes un excelente salario, no se de que te quejas

-Bien sabes que no lo hago por el salario, es cuestión de superación

-…no tengo tiempo, ve a hacer lo que te dije, hay una nave esperándote en el área de despegue

-Al menos olvida tu idea de ponerme un ayudante

-No voy a retractarme…-y colgó

-Estúpido- grito ella tan fuerte que no necesitaba del teléfono para que Trunks le escuchara, aquel traía una mirada seria y fría, estaba decidido a no hacerle caso a su hermana menor, ya todo estaba listo para la llegada de su ayudante y nada ni nadie iba a hacerle cambiar de opinión.

Al menos esa noche su hermana estaría fuera y descansaría de una segura discusión de reclamos y uno que otro insulto.

Bra salio llevando únicamente la ropa que traía puesta, todo lo necesario estaba en cápsulas, subió de mala gana a la nave rechazando la ayuda del piloto

-¿Le sucede algo malo? Señorita

-Usted solo haga su trabajo y déjeme en paz

-Lo siento- contesto el hombre con disgusto en su voz, era solo otra de esas niñas ricas insoportables.

Tres días después, la señorita Brief regreso trayendo consigo la famosa muestra biológica, de aquel nuevo animal descubierto recientemente. Bajo apresuradamente la nave y camino de la misma manera hasta la oficina de Trunks

-Esta ocupado ahora- le dijo su secretaria- espere por favor señorita Brief

-…no tengo porque esperar, quítese si no quiere que la quite de mi camino a la fuerza- algo vio en sus ojos y en esa fuerte expresión que la secretaria se quito pasivamente sin decir palabra alguna y Bra paso abriendo la puerta precipitadamente

-¿Qué pasa contigo?...No, disculpa no era a ti, es un problema familiar, disculpa te vuelvo a llamar

-Al menos te dignas a atenderme

-Es por esto que no te tomo en serio, te comportas como una niña de 5 años- le dijo mientras colgaba el teléfono

-¿Cómo rayos quieres que me comporte? Pones a alguien de mi talento a hacer de tu mandadera, francamente me estas cansando, va a llegar el momento de que me colmes la paciencia

-¿Qué me quieres decir con eso?

-No me molestes, Trunks, te lo digo de verdad

-¿me estas amenazando? ¿Qué podrías hacerme tú?

-No me retes, así que…dame un trabajo de verdad ¿entiendes?...a propósito- le dijo mientras sacaba una cápsula de una de las bolsas de su pantalón pescador- ahí tienes a tu muestra biológica- y la aventó con fuerza sobre el escritorio de caoba fina, dejando tras el humo inicial un extraño animal mediano lleno de pelo café y manchas blancas, hocico de tejon y pequeñas orejas. Llevaba muerto alrededor de 3 días, sin ningún tipo de refrigeración y despedía un pútrido olor que casi hacia vomitar a Trunks

-¡quita eso de mi escritorio!

-¿Qué sucede? ¿No era este el animal que querías?- dijo Bra con una cínica sonrisa, disfrutando casi sádicamente el tormento de Trunks

-¡Quítalo ya!- y ella nuevamente lo guardo en una cápsula, aun sonriendo por el rostro iracundo de su hermano, el la molestaba, ella haría lo mismo-¡Ese olor no se va!- y bruscamente tomo el teléfono para pedirle a su secretaria un desodorante lo que fuera, era imposible trabajar así

-¿Qué?...pásalo…no, espera, haz que pase a la oficina de Bra- al mismo tiempo que levantaba la bocina, su secretaria se comunicaba para decirle que el nuevo empleado de Capsule Corp. Había llegado

-¿Es ese tal ayudante?- pregunto Bra de mala gana

-Escúchame niña- le dijo a punto de tomarla de la blusa- ¿quieres un trabajo en serio? Te estoy dando un ayudante para que puedas lidiar con un trabajo serio

-No necesito ayuda de ningún tipo

-Tienes un orgullo idiota, como nuestro padre, este ayudante es una prueba, yo veré si lo necesitas o no

-lo despedidas en menos de una semana, yo necesito a nadie

-Ya veremos- le dijo serio y camino hacia la oficina de su hermana menor-¿Qué esperas?- le pregunto aun enfurecido-¿no piensas venir?- ella lo siguió de mala gana hasta su oficina

-No quiero ninguna grosería de tu parte ¿entiendes?- pero ella nada contesto

-¿Qué si me entendiste?

-hmm…si, vamos a conocer al sujeto ese- contesto enfadada, su situación con su hermano era tensa, hasta el punto de volverse insoportable, a veces simplemente quería dejar la empresa y dedicarse a viajar, como las aventuras que tuvo su madre cuando buscaba las esferas del dragón cuando estaba al lado de Gokú ¿Por qué no lo hacia? Porque para ella dejar el trabajo sería como una derrota, y eso era inaceptable, jamás podría ser feliz pensando que se dejo vencer por todas los obstáculos que su hermano le puso para que no lograra superarse. Tenía que demostrarle de que era capaz y ponerlo en su lugar, hacer que dejara de pensar en ella como una pequeña niña que todo le tenían que consentir y casi dar en la mano. Se sentía tan fatigada por las peleas casi diarias, quería sentirse bien aunque fuera por un momento y solo había una manera de hacerlo, solo Goten podía lograrlo, mientras caminaban a su oficina, le mando un mensaje por su celular pidiendo que se le hablara en 20 minutos para ponerse de acuerdo de que hacer en la noche, estaba decidida a pasárselo bien.

Trunks abrió la puerta y dejo pasar a su hermana primero y se preguntaba como ese pequeño bebé que alguna vez cargara y hasta ayudara a cambiarle los pañales le causara tantos problemas. Cuando entro vio de espaldas aun hombre de complexión delgada, alto y desgarbado, traía un traje gris oscuro

-Buenos días- le dijo Trunks de manera cordial- ¿tu eres…- y tomo el expediente del escritorio de Bra- Samuel E. Lautrec?

-Si señor- contesto con nerviosismo sin dejar de ver a Bra-

-Muy bien, te habrán dicho que esta es la ultima entrevista

-Si señor Brief- le contesto mientras se acomodaba su corbata azul

-pasaste con excelentes calificaciones psicometricos…-y mientras Trunks hablaba, Bra no podía dejar de pensar en que el tal Samuel seria un estorbo escogido previamente por su hermano para dificultarle su trabajo, tanto quería que fracasara, talvez estaba paranoica, pero ya todo lo creía de su hermano mayor, deseando demostrarle que él tenia la razón y ella no era capaz de un trabajo tan serio como el dirigir la empresa, pareciera que se había olvidado de aquellos primeros años, cuando él comenzó a dirigir la corporación, en los que él se escapaba de la oficina volando sin decir nada a nadie y apareciendo al otro día como si nada hubiera pasado, a su edad, Bra tenía mas formalidad que él.

Veía a Samuel con desprecio, un inútil, un molestia, como un dolor en el estomago que no se podía quitar.

- Te explicare tus funciones en la empresa, serás ayudante de la vicepresidente

-Si señor, tu función será esa misma, ayudarle con documentos, papeleo, aunque en realidad más que nada será trabajo de campo, el papeleo es de segundo plano

-Ja, ja- rió sarcásticamente Bra, ante la mirada encolerizada de su hermano

-Basta ya- le dijo quedito, mientras de nuevo se dirigía al nuevo empleado- firmaras tu contrato en el departamento de recursos humanos, voy a llamar a mi secretaria para que lo tengan listo cuando tu vayas

-si señor…disculpe ¿Quién es la vicepresidenta?

-Bra Brief, mi hermana aquí a mi lado- contesto señalándola

-Br…Br…Bra Brief- tartamudeaba por el nerviosismo, Samuel solo había conocido a la señorita Brief por revistas y la televisión, siempre le había fascinado, para él, ella era una hermosa mujer que seguramente sería dulce y de buenos sentimientos, sin ningún problema que la agobiara, haciendo sentir a cualquier hombre un enorme placer con solo tenerla a su lado- ¿en verdad?

-Si ¿tienes algún problema con trabajar con mi hermana?

-No, de ninguna manera, por el contrario me siento honrado

-Muy bien…es todo, bienvenido a la empresa Samuel

-Gracias señor…disculpe, ¿a que horas es la hora del almuerzo?

-De 2 a 3 pm, es horario de oficina, es la hora de descanso

-quisiera pedirle si me la pueden adelantar, si no le molesta

-¿adelantar?- pregunto Trunks extrañado

-Si, de 10 a 11 am, ya no tomaría el descanso de las 2 pm

-Por mi no hay problema- le contesto Trunks- a menos que tu jefa tenga alguna objeción

-Me da igual lo que haga

-Entonces no hay problema- le dijo con una gran sonrisa- por ahora ve a firmar tu contrato, mañana preséntate a las 9 de la mañana.

-Si señor, lo veo mañana, con su permiso señor Brief, señorita Brief

-propio- y el hombre salio de la oficina. Trunks iba a mencionarle a Bra que quería llegar a una tregua, porque el estaba tan cansado como ella desde las constantes peleas, fue interrumpido por el timbre del celular de su hermana, ella contesto rápidamente y salio de la oficina

-…por ahora es imposible- Trunks olvido la tregua que iba a pedirle a su hermana menor, aunque la hicieran con las mejores intenciones iban a seguir peleando, en algún momento u otro, era mejor dejarlo así y no malversar su palabra, se levanto del cómodo sillón y se dirigió a su oficina para prácticamente enterrarse en las torres de documentos que diariamente se acumulaban a pesar de que él todos los días terminaba con los pendientes, él extrañaba aquellos viejos tiempos en los cuales el único trabajo arduo era entrenar con su padre, cayendo casi extenuado por la noche, o esas veces que se escapaba de la oficina; pero ya ni le cruzaba por la mente volver a hacer aquellas cosas, era inconcebible el solo hecho de pensarlas como una posibilidad, el trabajo era primero que nada, talvez si le dejaba algo de responsabilidad a Bra…no eso tampoco debería cruzársele por la mente, por lo menos no todavía

-Pues yo termino cerca de las 8 ¿y tú?-

-casi igual, Goten…necesito verte

-Bueno, a mi me encantaría verte, te llevo a cenar

-Es que…

-Hoy también me vas a decir que no ¿no es así? Ya me lo esperaba

-esta bien…vamos a donde tu quieras; pero después…

-¡Claro que si! Sabes que esa parte de la noche me encanta

Pero creo que hace tiempo que no hablamos de cosas importantes

-Esta bien, te veo entonces a las 8:30 en tu trabajo

-Yo te espero- y le colgó. Goten era su pequeña aventura que siempre disfrutaba, era un amante maravilloso y se rehusaba a pensar en él como algo más. Empezaron por accidente, aquella vez, la primera, se encontraron en una tienda y comenzaron a hablar de muchas cosas y sin que se dieran cuenta terminaron en la cama del departamento de Goten. El se sintió terriblemente mal al otro día, aunque había descubierto a una gran amante, no por eso dejaba de ser la hermana menor de su mejor amigo y ni que decir de su padre, de enterarse lo asesinaba, ella se fue sin decir nada, solo había sido algo que paso sin darse cuenta, y que volvió a suceder varias veces más, hasta que ambos decidieron hacerse más que amigos, sobretodo por que ella lo convenció a dar ese paso, que el deseaba tanto pero no lo daba por temor a las represalias de Trunks y ni pensar en Vegeta, con el pasar de los meses, Bra dejo de ser solo la amante y comenzó a fijarse en la mujer, quería definitivamente algo serio con ella y a pesar de que Bra ya se había percatado de los sentimientos que Goten trataba de ocultar, ella trataba de no darles la menor importancia, Goten solo era algo pasajero, se ocultaba que también quería algo serio con él, que no solo le gustaba si no que también comenzaba a amarlo; pero no era tan simple de aceptarlo. Faltaban 4 horas para su cita y ya no quería quedarse en el trabajo de cualquier manera ya no tenía nada que hacer a menos que le salieran con que fuera a ver alguien o a un buscar a un animal muerto, pero con la cosa que parecía hurón con manchas había tenido bastante, iría a arreglarse y a cambiarse, verse realmente hermosa, femenina para ser admirada, envidiada y deseada.

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