Prefacio
Me senté lentamente en el sillón mientras observaba de una forma que estaría prohibida, como su hermano subía las escaleras, si soy una pervertida.
Alice se sentó al lado mio, la mire de reojo, en verdad ella tenia una belleza descomunal, sus ojos verde resaltaban tanto que seguro se distinguirían en la oscuridad, sinceramente ella era media extraña, bueno, ella…su hermana y sus 3 hermanos, los cinco tenían una belleza resaltante incluso mas que los otros, se destacaban un montón, eran como 5 dioses que todas las personas idolatraba.
Si eso lo confirme hoy en la cafetería, pero raramente cuando los chicos y las chicas les traían alguna comida o bebida, ellos lo rechazaban, y así a sido toda la semana desde que estoy en la Academia San Marcos, o como lo llamo yo, la Academia del terror.
Me senté de forma que quedara de frente a Alice y trate de olvidarme de ese pequeño drama que tenía en mi cabeza sobre su belleza, la imagen de su hermano vino a mi cabeza y sonreí:
-Oye… Alice- hable con voz ansiosa, ella me miro curiosa- tu hermano esta muy bueno- le dije y sonreí, ella me devolvió la sonrisa
-si… muchas me han dicho eso- se quedo mirando a la nada y yo asentía como una estúpida mientras pensaba en el… en sus labios… en su cabello… en su pecho… si era una totalmente pervertida, reí por eso.
Alice suspiro
-lastima que sea gay-
Volví a la realidad
-¡¿Gay?-
