Esta historia participa en el festival Top!Draco 2016, celebrado por las páginas We Love Drarry y I love Bottom Harry.
Y ahora también forma parte del retoff2018.
2 de noviembre de 1981
El reloj que reposaba sobre la mesita de noche marcaba las 5:15 am y Vernon Dursley no había vuelto del trabajo. Petunia, su esposa, intentaba no preocuparse, pero no podía dejar de pensar en todas las cosas que podrían salir mal en el laboratorio, no quería perder a su esposo y no quería perder los años de investigación y las muestras del experimento. Se levantó de la cama porque Dudley comenzó a llorar y porque a esa hora le era imposible volverse a dormir.
Petunia nunca había considerado tener hijos, no lo hizo cuando se casó ni cuando su familia le dijo que ya casi tenía treinta, que era la hora de los bebés; Vernon tampoco quería tener hijos, así que ignoró a su familia y se dedicó de lleno a su carrera. Sin embargo a los 35 quedó embarazada. No se arrepintió de tener a Dudley, era un niño muy bonito e inteligente, además que era perfecto para conocer la manera en la que los humanos trabajaban. Todavía, después de dos años seguía sorprendiéndose de crear el alimento para su cría.
Dudley estaba a punto de terminarse el biberón cuando el timbre sonó. Era extraño que alguien los visitara a esa hora de la mañana. Sólo esperaba que no fueran malas noticias sobre Vernon. Dejó a Dudley en el moisés y abrió la puerta.
Una canasta con un bebé dentro estaba sobre su tapete.
Su hermana había muerto. Un accidente de auto había terminado con la vida de Lily y del odioso de Potter. Petunia siempre supo que él no era buena influencia para su hermana, ahora ella tendría que hacerse cargo de su sobrino. Aunque quizá Vernon no quisiera hacerlo.
4 de noviembre de 1981
— ¿Estás segura de lo que vas a hacer? —Narcissa Malfoy la miraba con curiosidad. Ella era la única que podría ayudarla.
—Muy segura. Si lo dejo conmigo tendría que retrasar mi regreso al laboratorio y tú sabes lo mucho que me importa que esto salga bien, —la doctora Malfoy la escuchaba con atención— además ésta es la mejor vida que puedo ofrecerle.
Narcissa pensó un rato antes de responderle, en su rostro se notaba la duda y por un segundo Petunía temió por el futuro. —Mañana temprano paso a tu casa para recogerlo. — Sin despedirse Petunia salió del consultorio. Narcissa no apoyaba del todo su decisión y sin embargo la estaba ayudando.
Petunia no mentía al decir que le estaba ofreciendo una buena vida a su sobrino. En los 60 todavía existían resquicios de la segunda guerra mundial, había un rencor entre los aliados, rencor que terminó en más guerra y dejó a Inglaterra devastada. La gente ya no estaba teniendo hijos y aunque había campañas para promover la natalidad, no había resultados. Eran menos de 5000 los nacimientos que había al año. Aunque Petunia quisiera cuidarlo, tendría que llevarlo a Hogwarts para educarlo.
3 de julio de 1975
Salvará al país la clonación genética por Rita Skeeter.
El día de ayer en el internado Hogwarts se llevó a cabo una reunión para buscar una solución al problema de natalidad que ha estado azotando a la población desde el final de la guerra de los aliados. Se reunieron los más grandes médicos genetistas del país y de otras regiones de Europa, así como el primer ministro y la reina.
La resolución fue crear humanos perfectos mediante clonación. Así no sólo crecerá la población en el país, sino que también estaremos preparados por si la guerra vuelve a azotar al país. El médico Albus Dumbledore declaró que: "hemos dicho clonación por no encontrar una palabra mejor, sin embargo los humanos que serán creados tendrán voluntad propia y podrán tomar sus propias decisiones. Serán creados para proteger a su país, sin embargo tendrán la posibilidad de no hacerlo y elegir la vida que querrán vivir. Debemos dejar de temerle a la guerra y a la vida. Necesitamos que nuestro país crezca y no termine siendo un pueblo fantasma".
14 de agosto de 1985
Desde que Petunia recibió la llamada de Narcissa Malfoy supo que algo no andaba bien. Cuando entró al consultorio de Malfoy lo confirmó: su sobrino estaba sentado en la camilla, estaba encorvado y la barbilla casi le tocaba el pecho.
— ¿Qué pasa? —Dijo con un toque de preocupación.
—Harry necesita lentes. —Narcissa se acercó al niño y lo obligó a levantar la cara, lágrimas caían por su rostro—. No es tan grave, podría usar lentillas y cuando pase la inspección podríamos programar una cirugía.
Petunia encendió un cigarrillo para tranquilizarse. Maldita fuera su hermana y su marido visco. Narcissa abrió una ventana pequeña que estaba sobre su escritorio, Petunia sabía lo mucho que le molestaba el olor a cigarro.
— ¿Había pasado antes? —Petunia preguntó con curiosidad. Harry era un niño normal, él fue concebido de manera natural y no se esperaba gran cosa de él. Sin embargo los otros niños fueron creados genéticamente perfectos, pero cabía la posibilidad de que alguno padeciera de alguna enfermedad común y eso de alguna forma entorpecería todo el trabajo.
— ¿Problemas de la vista? No, pero había un niño que era alérgico a varias cosas, tuvimos que deshacernos de él. —El rostro de Petunia empalideció—. No te preocupes, con la cirugía Harry estará bien. —Narcissa limpió las lágrimas del rostro de Harry y lo ayudó a incorporarse. Petunia le creyó a Malfoy porque no había otra cosa que hacer.
