Disclaimer: Todos los personajes que aparecen aquí no me pertenecen, ojala, pero no lo hacen. Estos son propiedad de la gran J.K Rowling.
Este fic participa en el Reto de Mesiversario "Primer mes de locura de la Familia Friki" del foro First Generation: The story before books.
Este fic esta dedicado a toda la familia Friki, en especial a James Sirius Friki y a Angie Friki Black, los quiero demasiado.
Gracias a James Sirius Friki por hacerme el beteo, eres el mejor hermano.
°-La razón de porque Dean no volvió a beber-°
Ira.
Te preguntas a ti mismo cómo no vas a sentirla.
Y es que ver cómo ella disfruta de su agarre y la forma en la cuál le sonríe, no es algo precisamente fácil. Te dices a ti mismo que tú deberías estar ahí, que tú eres el que debería hacerla disfrutar y sonrojarse.
Pero, esa no es la realidad que pasa frente a tus ojos.
Te sientes doblemente traicionado, primero por la chica que no hace muchos días besabas a cada rato y segundo por el chico que ha sido tu compañero y amigo desde hace seis años. Ves cómo él disfruta tu expresión de molestia y cómo se aleja con ella agarrada de la mano. Todo el mundo se olvida de ellos y empiezan de nuevo con la fiesta, aún cuándo tú sigues parado ahí, sosteniendo un vaso roto y con los dientes apretados.
¿Cómo se atreve?, es la pregunta que repetidas veces inunda tu mente. Y antes de que te des cuenta ya estás en una esquina de la Sala Común bebiendo un montón para tratar de olvidar.
Sientes cómo el fuerte sabor del Whisky de fuego corre por tu garganta, aprietas con fuerza la botella y tomas otro trago más. Te sientes mareado pese a estar sentado, pero aun así en tu estado empiezas a despotricar furioso contra la "parejita". La chica que está frente a ti, asiente y al igual que tú toma un largo trago de una botella.
No reconoces quién es ella, pero te agrada y aunque se ve un poco borrosa de donde te encuentras, a tu parecer es una chica muy bonita y amable.
Y antes de que te des cuenta están estrellando sus labios, y tus manos recorren sus curvas y vas levantando su falda lentamente.
—¡Por Merlín!, que alguien apague esa luz...
Es lo único que puedes decir mientras levantas tu cabeza y te das cuenta que esa "luz" es nada más y nada menos que el sol. Te palpita la cabeza y lo único que deseas es volver a hundirte entre las sabanas. Cierras un poco las cortinas de tu cama e intentas volver a recostarte y tal vez más tarde, cuando tu cabeza te deje pensar, puedas averiguar qué hiciste la noche anterior.
Pero algo junto a ti se remueve e ignoras momentáneamente el dolor de cabeza y ves con curiosidad un bulto junto a ti, dirías que es el gato de Hermione ya que no sería la primera vez que se escabulle en tu cama, pero el bulto es muchísimo mas grande que un gato.
Tus ojos se abren con sorpresa y levantas apresurado la sábana que cubre tu cuerpo. Como lo suponías no tenias nada que te cubriera.
Tragas saliva con un poco de miedo y con un poco de terror levantas la sabana que cubre el rostro de tu "acompañante".
Cabello negro rizado y un mentón prominente.
—Mierda, ¿Qué rayos hice anoche?...
Es lo único que puedes decir al ver el rostro dormido de Romilda Vane.
