CAPÍTULO I: Nuevas esperanzas
Disclaimer: Todos los personajes reconocibles pertenecen a J. K. Rowling. "Esta historia participa en el III Fest del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black"
#36: De cómo Pansy reconstruye su vida con Harry.
PAREJA: Pansy Parkinson / Harry Potter.
UNIVERSO: Hogwarts (Post Guerra).
PROMPT: Pansy está libre. Libre y con ganas de retomar su vida o por lo menos una vida donde nadie espere nada de ella, sus padres están en Azkaban y ella solo tuvo que entregar la mitad de sus bienes. Regresa a Hogwarts con el orgullo herido por el rechazo de Draco, y es que él se va a casar, aunque ame a otra persona (pueden poner a cualquiera, sugiero Dramione -se mira las uñas).
Siguiendo su línea de "tener una vida" decide ofrecerse de ayudante en la enfermería y ahí por azares del destino, o mera coincidencia, se encuentra con Potter uno de esos días (él estaba ahí por un motivo x).
MÁS: Romance (¡plis!). Que Ginny sea la mala, la celosa, la pesada en esta historia (un mero cliché).
Miró por última vez la milenaria mansión que le dirigía su último adiós; ella sabía que él estaba detrás de alguna de las cortinas observándola marcharse. Dejó que sus lágrimas se deslizaran silenciosas por sus mejillas y se desapareció de ahí…
Draco la vio marcharse, le dolía haber echado así a su amiga, pero era necesario. Sus padres lo habían comprometido con Astoria Greengrass después de la guerra, rompiendo así el contrato con los Parkinson. Draco no podía decir que esto lo alegrara, se casase con Pansy o con Astoria sabía que su corazón siempre le pertenecería a ella; con un suspiro cansado se alejó del ventanal para ir a su habitación y poder regodearse en su tristeza en paz y tranquilidad.
Una vez que Pansy se apareció en su mansión, sintió como su corazón se rompía en mil pedazos; había amado a Draco desde que tenía conciencia, lo amó siempre desde las esquinas ya que él jamás le dio oportunidad de amarlo abiertamente, puso toda su esperanza en el futuro matrimonio que tendría con él. Pero ahora todo se había derrumbado por culpa de los padres de ambos. Sus padres de ella habían terminado en Azkaban por la participación en la guerra al lado de Lord Voldemort, ella se había salvado entregando la mitad de su fortuna en Gringotts; ante esta situación los Malfoy habían decidido que querían limpiar su apellido y, que mejor manera de hacerlo que casando al heredero con una chica sangre pura cuya familia no hubiese estado involucrada en la guerra; eso descartó definitivamente a Pansy, y dejó en primer lugar a la menor de los Greengrass. Vagó por su mansión sintiéndose vacía, hasta que ya no pudo más y cayó en el piso del salón sin poder soportar un minuto más.
Despertó al sentir la suave caricia de un rayo de sol que entraba por la ventana; se percató de que había pasado toda la noche en el suelo del salón de su mansión, sus mejillas aún estaban marcadas por las lágrimas que había derramado durante la noche. Cuando vio el cuadro familiar que adornaba la chimenea del salón supo que no podría permanecer ni un minuto más ahí, aquella casa le traía demasiados recuerdos de la guerra que no podía soportar, de sus padres que jamás volvería a ver y del amor que había esperado tener con Draco.
Empacó toda la ropa que pudo y ninguna fotografía de su pasado. Iba hacia el futuro, el pasado le estorbaba en su camino. Después de encoger las maletas escribió una carta que ató a su lechuza y salió de ahí. Aquella noche durmió en una habitación del Caldero Chorreante esperando la respuesta de la lechuza, ésta llegó al día siguiente. Tras leer la respuesta se trasladó a Hogwarts, era mejor estar ahí que en su casa. Eso estaba decidido.
Llegó a Hogwarts una semana antes de que iniciaran las clases, dispuesta a ayudar con la remodelación del castillo; la profesora McGonagall se mostró más que satisfecha cuando la vio trabajar arduamente en las reparaciones de la escuela.
Pansy se sentía bien en el colegio, aunque todavía la miraban con recelo, se sentía feliz de hacer algo bueno con su tiempo. Compartía una pequeña habitación con la única chica que no la rechazó en cuanto se les informó que ella estaría con ellos: Hermione Granger se levantó de su asiento como voluntaria para compartir habitación con ella.
Si bien su relación con la chica distaba de ser amistosa, al menos ahora era cordial y eran capaces de intercambiar un par de palabras sin insultarse la una a la otra. El día que se completaron las remodelaciones, todos dejaron los cuartos provisionales que habían estado compartiendo y volvieron a sus antiguos dormitorios. Pansy se sentía sumamente sola en la habitación de prefecta que tenía. Todos sus amigos volverían a la escuela hasta el primero de septiembre y, aún faltaban tres días para eso.
—¿Directora McGonagall?— llamó con voz tímida
—Dígame señorita Parkinson ¿en qué puedo ayudarle?
—Yo… quería ver si podía ser útil para el colegio de alguna manera
—¿A qué se refiere?
—Bueno, ahora que ya está reconstruido el castillo, quisiera poder hacer algo más para ayudar, estoy segura de que hay algo
La directora le dirigió una mirada para estudiarla, después de unos minutos finalmente comprendió la petición de la chica
—De hecho sí señorita. Tengo una oferta que hacerle. Este año, como bien sabrá todos los alumnos que estuvieron en el colegio el ciclo pasado repetirán el curso, solamente los alumnos de nuevo ingreso tomarán el curso por primera vez. Debido a que saldrán un año más tarde de la escuela el Ministerio ha hecho una oferta académica para que diez alumnos de los últimos dos cursos, elegidos por mí, empiecen su formación en una carrera superior aquí en la escuela. Honestamente señorita Parkinson, yo ya había pensado en esos diez alumnos, pero consideraré su petición y la incluiré a usted. Para ello necesito saber, ¿qué planes tiene usted para su futuro?
Pansy se quedó muda en cuanto escuchó la pregunta ¿qué quería hacer con su futuro? Toda su vida había estado planeada desde antes que naciera y, en esos planes no se incluía el estudiar una carrera. Si unos meses antes le hubieran hecho esa pregunta, su respuesta habría sido la que le habían enseñado "Casarme con Draco Malfoy, formar una familia, ser una buena madre, buena esposa y una respetada señora de sociedad" Ahora todo se había venido abajo, miró a los ojos a la profesora McGonagall y respondió honestamente
—No lo sé. Después de la guerra todos mis planes se vinieron abajo
—Piénselo bien señorita Parkinson, no es todo en la vida el casarse con un buen partido. Debe de haber algo en lo que destaque, algo que le agrade
—Bueno, soy buena en pociones, pero no es algo que precisamente me apasione. ¿Qué tipo de carrera podría estudiar?— preguntó finalmente con la esperanza renaciendo en sus ojos
—Bueno, podría estudiar pociones, o empezar a prepararse para auror, magizoologo, o medimago, podría especializarse en alguna materia y quedarse como profesora aquí en Hogwarts
Pansy lo consideró un momento, le estaban ofreciendo una oportunidad que no pensaba desperdiciar; si bien era bastante hábil para las pociones y los encantamientos, no era precisamente algo que le apasionara. Pensó en todas las carreras que le había mencionado la profesora McGonagall, pero ninguna le interesaba. Hasta que finalmente…
—Medimagia, creo que quiero estudiar medimagia. El año pasado era yo quien curaba a mis amigos cuando salían heridos de una misión. También curé a varios estudiantes de mi casa cuando eran lastimados por los Carrow o por los miembros del ED. Creo que quiero intentarlo.
La profesora la observó satisfecha. Definitivamente había juzgado mal a esa chica, ella tenía mucho potencial.
—Bien, puedes comenzar tus estudios mañana en la enfermería con Poppy. Te esperará después del desayuno; una vez que inicien las clases modificaré tus materias y tus horarios, de forma que cuando termines Hogwarts puedas ingresar directamente a la Academia de Medimagia.
Pansy sonrió por primera vez en mucho tiempo. Hasta hace apenas unos minutos creía que su vida se había arruinado y, ahora la maestra le había devuelto la esperanza
—Gracias— exclamó emocionada— Le prometo que no la defraudaré
Salió de la oficina sintiendo que, después de tantos años la vida le había vuelto a sonreír.
A la mañana siguientes desayunó con una enorme sonrisa en el rostro; cuando terminó prácticamente corrió hasta la enfermería de la escuela, donde ya la esperaba Madame Pomfrey
—Señorita Parkinson, buenos días
—Buenos días Madame Pomfrey
—La profesora McGonagall me comentó de su decisión. Espero que este año sea de provecho para usted. Ahora, ¿usted sabe algo de medimagia?
—No mucho en realidad, pero sé curar heridas ocasionadas por crucios y varios hechizos como el diffindo o el sectusempra
—Umm, hechizos de magia negra en si
—Así es
—¿Y por hechizos normales?
—Sí
—¿Fracturas?
—Siempre y cuando no sean muy graves
—¿Pociones?
—No
—¿Envenenamiento?
—No
—¿Heridas por golpes o armas muggles?
—Sí
—Muy bien, veo que sabe bastante, creo que será poco lo que tendremos que formar. Ahora quiero saber ¿cómo aprendió eso?
Pansy suspiró cansada y se dispuso a explicarle a la enfermera una parte de su pasado
—Antes de recibir la marca tenebrosa teníamos que pasar una prueba que nos fortalecía y que determinaba nuestra aptitud para ser mortífagos. La prueba duraba una semana y, practicaban en nosotros los hechizos más crueles y oscuros que podían. Había una bruja cuyo nombre nunca supe que nos curaba cada noche. Después de recibir la marca me las ingenié para contactar con ella. Durante un año me dediqué a aprender todo lo que pude sobre curaciones, poco después ella desapareció y nunca supe más sobre ella. En las misiones, cuando mis compañeros salían heridos era yo quien los curaba
La bruja la observó sorprendida, nunca había pensado que esa chica hubiera tenido que pasar por algo ten cruel como eso.
El resto del día lo pasaron estudiando varios libros de medicina que habían sacado de la biblioteca, poco antes de la cena Madame Pomfrey decidió que era suficiente por el momento
—Tiene potencial señorita Parkinson, le sugiero seguir estudiando todo lo que pueda y, tome un curso de medicina muggle, créame, le sería muy útil.
—Gracias Madame Pomfrey, solo que creo que se me dificultaría un poco
—Lo hablaré con la profesora McGonagall. Mañana le tendré una respuesta
Pansy salió sumamente feliz de la enfermería. Ahora tenía un futuro por el cual luchar.
El resto de la semana adelantó mucho en sus clases con Madame Pomfrey, quién se mostraba sumamente orgullosa en los avances de su discípula. El día antes de que sus compañeros regresasen a Hogwarts la profesora McGonagall las mandó llamar a ella y a Hermione para darles una información
—Bien, como ya sabrán, mañana van a entrar el resto de sus compañeros a clases. El Ministerio extendió la oferta de estudios para diez alumnos. Ustedes están contempladas dentro de esos diez y, creo que por ser las primeras que entraron a este programa tienen derecho a saber quiénes serán sus compañeros, puesto que ustedes diez compartirán la mayoría de las clases y sus horarios coincidirán.
La profesora, les entregó un pergamino a cada una que contenía los nombres de los demás estudiantes y la carrera que iban a tomar
Pansy Parkinson: Medimagia
Hermione Granger: Pociones
Draco Malfoy: Pociones
Ginny Weasley: Medimagia
Ronald Weasley: Quidditch
Harry Potter: Auror
Luna Lovegood: Magizoologista
Theodore Nott: Auror
Neville Longbottom: Magizoologista
Daphne Greengrass: Medimagia
Pansy sonrió levemente, al menos podría estar con su amiga Daphne.
Al día siguiente, se reencontró con Draco, Daphne, Theo y Blaise. La guerra los había cambiado a todos, pero también había reforzado su amistad. Todos se quedaron sorprendidos cuando les anunciaron el nuevo programa que habría en la escuela.
La semana siguiente cada uno se integró en la sección que les había tocado. Pansy disfrutaba cada momento que pasaba en la enfermería con Daphne. Madame Pomfrey había hablado con la profesora McGonagall sobre el potencial de Pansy y, actualmente estaba tomando cursos de medicina en una aldea muggle cercana a Hogsmeade a parte de la medicina mágica que le enseñaba Madame Pomfrey en la escuela.
Las clases, las tomaba generalmente con los otros alumnos que participaban en el programa y había iniciado una relación cordial con Harry, Hermione y Luna. A pesar de esto, tenía varios problemas con Ginny Weasley, que no perdía ninguna oportunidad de atacarla ya fuera en la enfermería o en clases; parecía que había varias personas que no estaban dispuestas a olvidar y perdonar el pasado y, Ginny era una de ellas.
Un día lluvioso en que no había trabajo, Madame Pomfrey las puso a organizar los botiquines de la enfermería mientras ella iba a hablar con la profesora McGonagall. Ella y Daphne conversaban animadamente mientras Ginny las observaba rencorosa desde un rincón; de repente, se levantó violentamente y se dirigió hacia donde estaban conversando
—Esto es una pérdida de tiempo— exclamó furiosa.
Pansy y Daphne se le quedaron viendo extrañadas y la dejaron continuar
—No estamos aprendiendo nada, y yo no estoy dispuesta a compartir más tiempo el espacio con dos mortífagas arrastradas
—Entonces puedes irte Ginevra, nadie te echará de menos aquí
Ginny le dirigió una mirada venenosa a Pansy mientras les aventaba los botiquines con vendas y salía rápidamente de ahí gritando
—Esta me la pagas Parkinson
Pansy y Daphne la ignoraron y continuaron preparando los botiquines para emergencia con vendas, pociones y medicamentos muggles que, había descubierto Pansy eran tan útiles como las pociones.
Cuando terminaron ya casi moría la tarde; en el momento en que se disponían a colocar los botiquines en el armario, se escuchó un alboroto en la entrada a la enfermería. Ambas se dirigieron hacia allá rápidamente; una vez ahí vieron a prácticamente todo el equipo de Gryffindor que, empapados traía cargando aun inconsciente y lleno de sangre Harry Potter
—¿Qué le ocurrió a Potter?— preguntó Pansy
Ron ignoró su pregunta y contestó con otra —¿Dónde está Madame Pomfrey?
—Ella no está, Daphne y yo estamos a cargo de la enfermería
—¡¿Y mi hermana?!
—No sé dónde esté tu hermana Weasley, mientras arreglábamos los botiquines ella dijo que esto era absurdo y se fue de aquí. Dime qué le sucedió a Potter para que pueda ayudarlo
—¡No!- exclamó Ron— ¡No permitiré que una maldita mortífaga como tú "ayude" a mi amigo! Primero muerto
Pansy fingió que sus palabras no la habían afectado en lo más mínimo
—¿Dónde está Madame Pomfrey?— insistió él
—Salió— contestó simplemente mientras volvía a acomodar los botiquines en el armario— tengo entendido que volverá tarde
—Bien— dijo Ron cruzándose de brazos obstinadamente— la esperaremos
—Como quieras Weasley
Pansy y Daphne continuaron arreglando los botiquines durante unos minutos más hasta que llegó Hermione
—¡Ron! ¿Qué le ocurrió a Harry? ¿Dónde está Madame Pomfrey? ¿Por qué no lo están atendiendo?
-Cálmate Hermione, Madame Pomfrey no está y, no estoy dispuesto a que una mortífaga "atienda" a mi amigo
—¡Ron! ¡No seas inmaduro! Pansy es una gran enfermera y, si tú no estás dispuesto a que ella atienda a Harry puedes irte de aquí, yo me haré cargo de esto— determinó firmemente la chica
Al ver que Ron no contestaba, se volvió hacia Pansy y suavizó su expresión
—Por favor Pansy ¿Podrías ayudar a Harry?
—Claro Granger, pero antes necesito saber qué le pasó
Hermione volteó hacia Seamus que hasta entonces se había mantenido callado
—¿Qué le ocurrió a Harry, Seamus?
—Estábamos practicando en el campo, cuando de repente, uno de nosotros no se fijó en que Harry estaba volando y golpeó una bludger que salió hacia él. La bludger lo golpeó en el pecho y, antes de que pudiésemos hacer algo, cayó de su escoba y se golpeó contra las gradas destrozándolas. Lo trajimos aquí lo más rápido que pudimos
Hermione volteó a ver a ver a Pansy que, inmediatamente se puso manos a la obra.
—Recuéstenlo en la camilla- dijo al tiempo que señalaba la camilla más alejada de la entrada.
Entre Ron y Seamus lo cargaron una vez más y lo depositaron suavemente en la camilla.
—Ahora salgan todos de aquí, necesito revisarlo- ante la mirada desconfiada de Ron rodó los ojos y continuó- Granger, necesito que te quedes
Hermione retrocedió mientras Pansy colocaba un biombo alrededor de la camilla y corría las cortinas
—Daphne, tráeme vendas, esencia de díctamo y unos analgésicos para el dolor
En cuanto la rubia salió de ahí, se volteó hacia Hermione
—Necesito que me ayudes a quitarle la ropa, hay que evaluar el daño
Hermione se encogió de hombros y empezó a quitarle el uniforme a su amigo ayudando a Pansy. En cuanto desapareció la camisa del ojiverde, Pansy ahogó una exclamación de sorpresa al ver la herida en el pecho del muchacho.
La sangre manchaba las sábanas blancas de la camilla y se extendía hacia los pantalones
—Quítale los pantalones por favor- dijo a Hermione mientras se concentraba en el pecho del chico
En cuanto llegó Daphne con lo solicitado, Pansy se volvió hacia ella desesperada
—Tráeme agua caliente, gasas y trapos limpios. Granger, ve al armario del fondo y tráeme agua oxigenada, alcohol y poción revitalizante
Cuando ambas chicas salieron corriendo Pansy se enfocó en evaluar el daño que había ocasionado la bludger, no podía usar magia sin el peligro de dañarlo más, así que se puso unos guantes de látex y decidió curarlo de manera manual. Después de que Daphne llegó con el agua caliente y los trapos limpios, empezó a limpiar la herida con todo el cuidado que pudo, pero, a pesar de la sangre que limpiaba, esta no dejaba de sangrar
—Daphne- llamó desesperada— conéctalo a los aparatos de hospital, no puedo usar magia para revisar sus signos vitales
Mientras trataba de limpiar toda la sangre que estaba perdiendo Potter pasaron los minutos más angustioso de su vida en lo que Daphne conseguía conectar a Harry. Hermione miraba trabajar a Pansy desde la distancia mientras le suplicaba a Merlín por la vida de su amigo. El tiempo que había pasado Harry si ser atendido por culpa de Ron, al parecer lo habían afectado demasiado
—Está perdiendo mucha sangre— Exclamó Daphne
Pansy se limitó a asentir mientras seguía limpiando la herida
—Conéctalo al suero, pero agrégale poción revitalizante
Daphne hizo lo que le había pedido si dejar de horrorizarse por toda la sangre que había a su alrededor
—¿Por qué no intentas cerrar la herida para que deje de sangrar?
—Sería peligroso, podría formarse un coagulo interior por tratar de contenerla
Pasados diez minutos, finalmente la herida dejó de sangrar. Pansy se quitó los guantes sucios de sangre y los tiró a la cubeta que contenía el agua teñida de rojo y los trapos. En seguida Daphne se dirigió a tirarla mientras Pansy se untaba alcohol en las manos para seguir evaluando los daños
—La herida no es muy profunda, pero dañó una de las arterias más cercanas al corazón, por eso perdió tanta sangre. Tiene el pulmón derecho dañado por el impacto y el diafragma fue dañado por el golpe, además múltiples cortes en los brazos y las piernas junto con varias astillas clavadas
—¿Es grave?— preguntó Hermione
—Debido a que no fue atendido inmediatamente sí, se complicó mucho la situación
—¿Puedes curarlo?
—Sí, pero necesitará varios días de reposo y observación
—No importa, cúralo por favor
Justo cuando Pansy se disponía a recitar los conjuros necesarios para sanar el pulmón de Potter, Daphne la interrumpió
—Pansy, no puedes recitar ese conjuro, Potter está muy débil no lo resistirá. Perdió demasiada sangre
—Granger- llamó la rubia— ¿Qué tipo de sangre tiene tu amigo?
—Es o negativa
Daphne salió corriendo hacía la oficina de Madame Pomfrey y regresó angustiada
—Pansy, ya no nos quedan reservas de sangre o negativa
—Maldita sea. Trae toda la poción regenerativa y poción revitalizante que puedas
Daphne salió corriendo una vez más mientras Pansy volvía a hablar con Hermione
—Escúchame atentamente Granger, necesitamos un donante. Solamente tres personas en esta escuela tienen ese tipo de sangre, tu amigo, Draco Malfoy y yo. Ambas sabemos que Draco no estaría dispuesto a donar sangre para tú amigo, así que solamente quedo yo. No hay tiempo como para conseguir otro donante ajeno a la escuela o mandar traer sangre de San Mungo, yo voy a ser la donante de tú amigo— Hermione la miró sorprendida y se preparó para protestar pero Pansy no le dio oportunidad— No me interrumpas Granger— En ese momento llegó Daphne cargando dos cajas llenas de viales de pociones que, Hermione dedujo eran pociones regenerativas y revitalizante— Escúchenme con atención, porque con cada minuto que pasa, Potter se pone más débil. Granger, bebe inmediatamente dos viales de poción revitalizante, en cuanto yo te lo indique realizarás este hechizo-indicó mostrándole una imagen de un libro— este hechizo es para reparar la artería dañada y requiere de una gran cantidad de energía, generalmente tomada del paciente. En este caso el tomar la energía de Potter para realizarlo lo mataría, así que lo realizarás con la tuya; Daphne no puede hacerlo puesto que ella hará otra cosa. En cuanto termines de curarlo toma otro vial de poción revitalizante.
—Daphne, trae poción energizante— en cuanto la rubia salió de ahí Pansy sacó otro aparato que conectó a la muñeca de Harry mediante una aguja; en cuanto el aparato entró en contacto con la sangre del chico marcó un 28.
Pansy miró a Hermione antes de murmurar —Está muy débil
En ese momento llegó Daphne con otra caja de pociones de la cual Pansy se apresuró a toma dos viales
—De acuerdo Granger, en cuanto termines de reparar la arteria dañada supervisa este aparato— señaló el que estaba conectado a la muñeca de Harry y que descendía cada minuto— en cuanto marque 200 nos avisas para que detengamos la transfusión
Hermione asintió y comenzó a recitar el hechizo que le había indicado Pansy, mientras esta y Daphne conectaban otro aparato, esta vez del brazo de Pansy al corazón de Harry. Cuando Hermione terminó de recitar el hechizo tomó un vial de poción revitalizante y asintió hacia Pansy, que sacó una daga plateada de su túnica y se dirigió a Daphne
—No dejes que se pierda ni una sola gota y, si ves que me empiezo a poner débil dame un vial de poción revitalizante
Daphne asintió y Pansy hizo un corte en su brazo del cual comenzó a fluir la sangre hacia una bolsita de suero vacía que la administraba lentamente hacia el corazón de Harry. El marcador continuaba subiendo lentamente conforme la sangre de la chica iba entrando al cuerpo de Harry; cuando el marcador iba por el 100, Hermione vio como Pansy se debilitaba visiblemente, su piel se puso más pálida que de costumbre y, pensó que en cualquier momento iba a desmayarse; volvió su mirada a Daphne y esta rápidamente le administró un vial de poción revitalizante. Pansy se recuperó rápidamente; pasados unos minutos Hermione vio como el marcador iba ya en 196
—Listo Pansy
Daphne detuvo el flujo de sangre curando el brazo de Pansy y le dio otra poción revitalizante.
—Muy bien hecho Granger, creo que ya podemos aplicar el hechizo para curar su pulmón y su diafragma
—Me temo que aún no Pansy— intervino Daphne— a pesar de la recuperación de sangre sigue estando demasiado débil para soportar un hechizo así
Hermione sintió que la desesperación la llenaba ¿De nada había servido todo lo que ya habían hecho?
—¿Qué se puede hacer Pansy?— preguntó la castaña
—Necesitamos otro donante
—¿De sangre?
—No, de energía, necesitamos alguien que esté dispuesto a todo por Potter para que le pasemos parte de su energía y que pueda soportar el hechizo
Hermione caviló unos minutos sobre quién sería la persona adecuada para dicha operación
—¡Ginny!— exclamó emocionada— Ginny es su novia, estoy segura de que estará más que dispuesta
Sin esperar respuesta salió corriendo para buscar a la pelirroja. La encontró en la entrada de la enfermería abrazada a Ron
—¡Hermione!— exclamó emocionada en cuanto la vio— ¿Cómo está Harry? ¿Ya está mejor?
—No, Ginny, necesitamos tu ayuda para poder salvarlo. Ven conmigo
La chica salió corriendo tras la castaña hacia la camilla donde estaban atendiendo a Harry
—Escucha Ginny, Pansy necesita hacer una trasfusión de energía para poder curar a Harry
—¿Cómo que una trasfusión de energía?
—Así Weasley, mediante un hechizo transferiré parte de tu energía a Potter, caerás desmayada desde luego, pero serás atendida inmediatamente en la camilla de a lado, donde te recuperarás y para mañana ya estarás bien
Ginny miró a las tres chicas con los ojos desorbitados y llenos de lágrimas antes de negar con la cabeza y sollozar
—No, no puedo hacer eso— dicho esto salió corriendo de ahí seguida por Hermione
—¡Ginny!— llamó esta sin que la chica se detuviera
En seguida fue Ron a su encuentro sumamente preocupado
—¿Qué pasó Hermione?
—Harry necesita una transfusión de energía peor Ginny se ha negado, sino la hacemos Pansy no podrá curarlo
—Tranquilízate Hermione, lo haré yo- Hermione lo miró emocionada mientras lo llevaba hacia la camilla donde estaba Harry
—Ron será el donante Pansy
—De acuerdo, acuéstate en esa camilla y déjanos hacer el resto
Ron se acostó en la camilla y permitió que Daphne lo ayudase a ponerse la bata de la enfermería
—No te preocupes Weasley, posiblemente te desmayarás, pero serás atendido de inmediato. ¿Listos?— preguntó Pansy
En seguida comenzó a ejecutar el hechizo adecuado y todos vieron asombrados como un flujo dorado comenzaba a viajar del cuerpo de Ron hacia el de Harry; Ron que había permanecido despierto poco a poco se empezó a sentir cansado hasta que, al final los ojos se le cerraron.
Cuando Pansy terminó con la transfusión Ron estaba pálido y ojeroso e inmediatamente Daphne comenzó a atenderlo. Pansy recitó hacia Harry los hechizos necesarios para curar su pulmón y el diafragma, finalmente cerró la herida y se ocupó de los rasguños que tenía el chico en los brazos, el rostro, las piernas y el pecho. Cubrió la herida del pecho con vendas y distribuyó banditas y gasas en las heridas menores mientras Daphne se ocupaba de reestablecer a Ron.
Cuando terminó de curarlo ya eran las nueve de la noche y acababa de llegar Madame Pomfrey sumamente preocupada al ver a tantos alumnos en la entrada a la enfermería
—¿Qué ocurrió señorita Parkinson? ¿Por qué están Potter y Weasley en camillas? ¿Y dónde está la señorita Weasley?
Pansy se dispuso a explicarle detalladamente lo que había ocurrido ayudada por Daphne y Hermione. Cuando terminó su relato Madame Pomfrey estaba sumamente asombrada
—Señorita Granger, diga a sus compañeros que pueden retirarse y busque por favor a la señorita Weasley y a la profesora McGonagall, luego regrese aquí— Hermione salió del lugar a cumplir lo que le habían solicitado
—Señorita Parkinson, señorita Greengrass, debo decirles que estoy impresionada por lo que hicieron. Una herida como la del señor Potter es muy grave, pero ustedes lograron hacer lo que era necesario y pudieron curarlo; no voy a negar que lo que hizo usted, señorita Parkinson, de transferirle de su sangre al joven fue muy arriesgado, pero me alegra que todo haya salido bien. Estoy muy orgullosa de ustedes— Daphne y Pansy se miraron emocionadas
En ese momento llegaron Hermione, la profesora McGonagall y Ginny Weasley. La profesora McGonagall estaba impresionada por lo que le había comentado Hermione en el camino hacia la enfermería y por el impacto de ver a Harry y Ron en ese estado
—¿Qué ocurre Poppy?
—Potter sufrió un accidente jugando Quidditch
—¿Está grave?
—No, precisamente por eso quería hablar contigo. Por lo que me comentan la herida del señor Potter era grave, tenía un pulmón y el diafragma dañado, además había perdido mucha sangre. Como bien sabrás Minerva, esta es una herida de gravedad, yo no estaba aquí, pero entre la señorita Parkinson y la señorita Greengrass consiguieron curarlo y ponerlo estable; realizaron una serie de operaciones complicadas y peligrosas para salvar la vida de Potter. Tienen un gran potencial Minerva
La profesora McGonagall las miró orgullosa y volvió a observar a Madame Pomfrey
—¿Y qué ocurre con la señorita Weasley? Creí que ella también estaba estudiando contigo
—No deseo que la señorita Weasley siga estudiando conmigo. Carece de potencial para la medimagia y hoy, se rehusó a realizar el trabajo que yo les había dejado diciendo que era absurdo. La operación que realizaron las chicas requería de tres personas para apoyarse, la ausencia de la señorita Weasley las empujó a pedirle ayuda a la señorita Granger; no puedo tener una enfermera tan irresponsable y ausente.
Ginny estaba roja de vergüenza. La profesora McGonagall la miró con reproche antes de determinar
—De acuerdo Poppy, si tú no deseas que ella siga estudiando contigo no puedo obligarte. Me temo señorita Weasley que usted queda fuera de este programa, Poppy, te enviaré mañana a una nueva alumna para que empiece sus estudios contigo. Buenas noches señoritas
En seguida la profesora salió de ahí dejando a Ginny con lágrimas en los ojos y a Daphne y Pansy sumamente alegres.
—Muy bien señoritas— comenzó Madame Pomfrey— señorita Weasley, le voy a pedir que se retire de aquí inmediatamente y que no regrese mañana para sus clases aquí
Ginny salió de la enfermería con lágrimas de rabia en los ojos mientras Madame Pomfrey daba las últimas indicaciones a Pansy y a Daphne
—Ya pueden retirarse señoritas, felicidades por su gran trabajo hoy
—Disculpe Madame Pomfrey— habló Pansy— peor me gustaría quedarme a hacer guardia para vigilar los progresos de Potter y Weasley
—De acuerdo señorita Parkinson, le acondicionaré con mucho gusto una de las camillas para que se quede
Pansy no podía entender que la había impulsado a pedir quedarse para cuidar a Potter y a Weasley. Trató de convencerse de que se debía a que eran sus primeros pacientes y quería vivir la experiencia completa. Pero en el fondo sabía que, la verdadera razón por la que había decidido quedarse era muy diferente, era algo así como preocupación por el chico de ojos verdes que años atrás la había ayudado…
Daphne salió de la enfermería y dejó a Pansy haciendo guardia. Toda la noche estuvo en vela supervisando los signos vitales de Harry y la recuperación de Ron. A medianoche cuando ya estaba a punto de irse a dormir Harry abrió los ojos sorprendido
-¿Dónde estoy?- preguntó finalmente tras tratar de ubicarse mentalmente
-Estás en la enfermería Potter
-¿Qué hago aquí?
-Tuviste un accidente y te trajeron aquí para que te curase
-¿Tú me curaste Parkinson?
-Sí, y debo decir que no fue fácil
-Yo… No sé qué fue lo que me pasó, pero te agradezco que me curaras
-No fue nada Potter, ahora duerme, te esperan largos días de recuperación. ¿Quieres una poción para dormir sin sueños?
-Sí, te lo agradecería
Pansy le suministró un vial con poción para dormir y se quedó a su lado hasta que lo supo en brazos de Morfeo, luego se retiró a dormir ella.
Despertó al sentir la calidez de un rayo de sol, que rozaba su piel suavemente. Se levantó y checó inmediatamente los signos vitales de Ron, que ya se había reestablecido
—Parkinson
—¿Si Weasley?
—Yo… Gracias por curar a mi amigo
—No tienes nada que agradecerme Weasley, solamente cumplí con mi deber
—Sé que es tú deber, pero aun así gracias
—Por nada
—Y, Parkinson— la chica volteó a verlo mientras acomodaba las bandejas con desayuno que acababa de traerle un elfo doméstico— Lamento lo que te dije ayer cuando llegamos. Estaba equivocado
—No te preocupes Weasley, ya me acostumbré a palabras de ese tipo
Ron quería decir algo más, pero Pansy no se lo permitió y le entregó una bandeja con su desayuno, luego, mientras él devoraba la comida ella lo volvió a revisar
—Después del desayuno ya puedes retirarte
—Gracias Parkinson
La chica le dedicó un asentimiento de cabeza y se dirigió a la camilla donde aún dormía Harry para revisarlo.
Mientras checaba sus signos vitales él se despertó
—Buenos días Potter
—Buenos días Parkinson
—¿Cómo te sientes?
Harry movió levemente sus músculos para comprobar su estado y no pudo reprimir una mueca de dolor
—Tu cara lo ha dicho todo, no necesito saber más. Aquí está tu desayuno, vuelvo en unos minutos
Dicho esto cerró las cortinas alrededor de la camilla y fue a desayunar rápidamente. Cuando regreso, le dio el alta a Ron y lo mandó a clases; su sorpresa fue mayúscula cuando, al descorrer las cortinas que cubrían la camilla de Harry encontró a este la misma posición en la que lo había dejado y con el desayuno intacto
—¿No piensas comer nada?
—No, es sólo que… No puedo moverme
—¿Cómo que no puedes moverte?
—Intenté sentarme, pero no puedo
Pansy le realizó un chequeo rápido antes de determinar su estado
—No tienes huesos rotos, pero al parecer el golpe te afectó más de lo que creí. ¿Te importa si te doy de comer?
El chico negó con la cabeza y Pansy suspiró antes de prepararse para darle de comer en la boca. Iba a ser un día muy largo…
