Titulo: Negada Admiración.
Resumen: Admirar a alguien, y buscar siempre su aprobación en lo que hagas, pero siempre recibir rechazos es lo pero que puede pasarte, y Peter por desgracia lo sabe muy bien.
Nota: Hetalia no es mío sino de Himaruya. Pido una enorme disculpa por esta historia, pero necesitaba escribirla. Puede que sea lo peor del mundo, sí, pero necesitaba hacerlo.
Advertencias: Creo que podría decir que hay angst. Es la segunda vez (creo) que utilizo a Sealand, así que pido una disculpa gigante si he destruido el IC. Puede haber fallas de ortografía pues está sin betear u_uU.
Peter y Arthur están gritando en el salón. Peter no deja de repetir, "Soy mi propio país, ¡reconóceme!" Arthur simplemente niega con un dedo, antes de responderle sin demasiada delicadeza "¿Sin tierra que cosechar?, ¡No eres un país! Sólo eres un niño jugando a ser mayor." Peter pateará a Arthur en el tobillo antes de regresar a casa de Finlandia y Suecia. Peter no lo dirá nunca, pero de noche, cuando todos estén dormidos, llorará contra la almohada.
Esa misma noche, Arthur se ahogara entre miles de papeles que firmar y olvidará las palabras que ha dicho y las acciones que ha hecho. Esa noche, Arthur dormirá tranquilo, pensando únicamente que al día siguiente tendrá más papeles que leer, más acuerdos que realizar y más reuniones a las cuales asistir.
Esa noche también, Finlandia y Suecia escucharán los sollozos de su "hijo", y los balbuceos que traducirán como "estúpido Inglaterra", "¡Por eso te dejan solo!" y muchos otros que no han podido traducir, pero se imaginan. Y Finlandia caminará por su habitación mordiéndose las uñas y los dedos de las manos, conteniendo ese instinto que le dice que vaya con Peter, le diga que todo estará bien y lo arrope para ir a dormir. Y Suecia escuchará a su hijo lamentarse, y verá a su esposa con toda esa preocupación bañándole el rostro, y se culpará, a pesar de saber que no puede hacer nada más. Pero se culpará, porque debería poder hacer algo.
Al día siguiente, Peter se colará a una reunión de la ONU fingiendo ser un país, Arthur lo descubrirá y volverán a pelear.
Arthur hablará, gritará y nunca escuchará lo que dice Peter. Porque Arthur nunca verá nada de lo que hace. Arthur nunca entenderá nada.
Y Peter se mirará en un espejo del baño, con los ojos llorosos y rojos, y se sentirá horrible. Porque Peter nunca ha querido admirar a Arthur como lo hace, jamás ha sido su intención tenerle esa imagen casi idealizada, pero lo hace. Inconscientemente lo hace. Pero Peter quisiera poder admirar más a Suecia y Finlandia, quienes son demasiado buenos con él.
Cuando juegan algún deporte, Suecia aunque es parco, lo felicita por sus logros y lo apoya a superar los obstáculos. Finlandia, que es más expresivo, siempre le da una sonrisa cuando se siente triste. Peter desearía poder admirarlos más que a Arthur, pero Arthur es su hermano, y Peter se siente como Alfred. Siempre en busca de ese reconocimiento, en busca de esa pequeña señal de aprobación que nunca consigue.
Pero esa noche, después de llorar, Finlandia entrará al cuarto y fingirá que no ha oído nada, sonreirá y le dedicará un "dulces sueños Peter" después de arroparlo. Suecia desde la puerta dirá algo parecido antes de apagar la luz y salir. Entonces, Peter pensará en lo que hará al día siguiente, y se dormirá con la amargura de quién sabe que está destinado a vivir lo mismo día tras día.
