Dejándose Llevar
Mizuho
S.D.R
-1-
Había pasado ya todo un año, pero las cosas seguían igual. Los murmullos en los pasillos, las miradas esquivas y de vez en cuando se escuchaba alguna voz compasiva y cuerda que sólo expresaba: "Pobrecita, cargar con todo esto ella sola!".
Era su primer día de vuelta, y mientras caminaba por los extensos y amplios corredores, se afirmaba cada vez más que no podría seguir en aquél lugar. Llegó a su oficina y mientras daba un vistazo a su alrededor, entró su asistente.
-Bienvenida de vuelta, Rin-sama...
-Chiki!!!
Rin la abrazó con fuerza.
-Te he dicho un millón de veces que no me llames así!
-Aquí adentro eres mi jefa...
-No me importa!
Chiki suspiró, la hizo apartarse y con sus manos, eliminó las molestas lágrimas del rostro de su amiga.
-Eres fuerte, Rin... puedes con esto... además, tú no tienes la culpa de nada...
-Ve y dile a los demás... sólo me apuntan con el dedo y hablan lo que les da la gana...
-No te preocupes por ellos... cómo está la pequeña?
-Aiko está bien... sólo me pide que la deje hablar, pero no puedo...
-Rin...
-Cómo voy a dejar que una niña de 6 años diga todo lo que hacía? No, no puedo...
Chiki la hizo sentarse y volvió con dos tazas de café.
-Inutaisho-sama quiere verte...
Rin asintió.
-Hazme un favor... consígueme una caja...
-Rin...
-No puedo seguir trabajando aquí... cuando lo vea, o él me despedirá o yo presentaré mi renuncia...
-Rin, no puedes hablar en serio...
-Tengo que hacerlo, tengo que irme de Tokio... por el bien de mi hija...
Chiki suspiró, Rin tenía razón.
-Flashback.-
Eran colegas, compartían la misma oficina y tras extensas horas de trabajo en equipo, la amistad se convirtió en algo más. Siempre fue un hombre atento, caballeroso y muy cariñoso. Tras un par de años de noviazgo, se casaron. Y para sorpresa de todos e incluso de la propia Rin, al año estaba embarazada. A partir de allí las cosas cambiaron. Él le había expresado en más de una ocasión que no quería tener hijos. Rin lo llevó con él al médico para que le explicara lo sucedido, ya que él sólo decía que Rin se había embarazado a propósito. La verdad era que el DIU se había salido de su sitio. A causa de esto, Rin tuvo un embarazo de alto riesgo y él nunca tuvo una atención para con ella. Su madre se mudó desde Hokkaido para cuidar de ella y ayudarla. Temerosa a lo que le deparaba el futuro a su pequeño, con un padre que no lo quería, tomó una decisión por encima de todo, dolorosa; cuando el niño naciera, se divorciarían. Antes de eso, le dio muchas oportunidades, habló con él muchas veces, pero su posición era la misma. En la víspera de su alumbramiento, Rin le expresó su decisión.
-Juno... yo sé que no quieres este hijo... no es un secreto... así que creo que lo mejor es que nos separemos...
-QUÉ?!!
-Por Kami, te sorprendes?! Cómo piensas que voy a criar un niño en una casa como esta? Yo no sé si aún me quieres o no, pero es mi hijo! Nuestro hijo! Y tú ya lo has demostrado más de una vez, te vale madre lo que le pase...
-Tú no me vas a dejar! Qué dirá la gente?!
-Eso te preocupa? Porqué no te preocupas más por el bienestar de tu hijo? Juno, es tu sangre!
Rin se puso de pie.
-Después de que salga del hospital, me iré al apartamento de mi madre... cuando finalice el divorcio, volveré a Hokkaido con ella...
-Rin, onegai, no...
-Juno...
-Rin... yo te quiero... onegai, no te vayas...
-Juno, no puedo... tú no quieres este hijo...
-Onegai, Rin... yo sé que aún me quieres... dame otra oportunidad...
-Juno...
-Onegai, Rin...
Rin cedió ante sus caricias y besos. Jamás se imaginó lo caro que le saldría el haberse quedado.
…...........................
Como todo el embarazo, Juno era indiferente con la pequeña. Pero un mar de atenciones para Rin. Sin embargo, las discusiones se hicieron más acaloradas. Rin decidió que aquello no podía continuar y alcanzando la puerta con su pequeña en brazos, Juno la haló por el cabello, le arrebató a la niña y la hizo caer al piso.
-Como te atrevas a dejarme, ella las paga!
-Juno, no!!! Mi bebé!!!
-Me vas a dejar?!
-Dámela, por favor, Juno... no le hagas daño! Dámela!!
Teniendo aquella tarjeta bajo la manga, la verdadera personalidad de Juno salió a flote. Violento y agresivo. Una noche iba a golpear a la niña y Rin se interpuso.
-No la toques!
-Tú no te metas!
-No la toques! Juno!
-Ahora quieres ser la valiente?
Juno la atestó contra una pared y aquella fue la primera de las numerosas golpizas, brutales, pero siempre evitando la cara para no levantar sospechas.
Los consiguientes 4 años fueron así, hasta que una noche, Rin se levantó por agua y descubrió horrorizada a Juno tocando a su hija. La tenía amenazada con un arma.
-JUNO!!! NO!!!
-VETE DE AQUÍ!!!
-Mama... dasukete...
Con el arma apuntando a su cabeza, y las lágrimas corriendo por sus mejillas, Rin se acercó y abrazó a la pequeña quitándosela del alcance a Juno.
-Tendrás que matarme, maldito!!!
Rin sabía bien que uno de los dos saldría muerto de allí. Sacó a la pequeña de la habitación y sin importarle que tenía un arma, le voló encima, Juno soltó el arma y al caer se disparó hiriendo a Rin, al caer al piso, se golpeó la cabeza y perdió el conocimiento. Pensando que la había matado, Juno se suicidó con su propia arma.
….......................
Cuando Rin despertó, su madre estaba a su lado.
-AIKO!!!
-Shhh!!! Tranquila...
-Mamá!!! Mi bebé!!! Dónde está mi bebé!!!
-Aiko está bien... cálmate...
Las lágrimas brotaron de sus ojos.
-Juno se volvió loco... mamá, iba a abusar de Aiko!!!
-Rin...
-Tengo que salir de esa casa...
-Rin... Juno se suicidó...
-Cómo?!
-Pensó que te había matado y se suicidó...
-Mamá... me van a quitar mi hija!!!
-Cálmate, cariño...
-Tengo que verla! Dónde está mi hija!!!
-Mama...
-Aiko, mi amor!!!
La pequeña comenzó a llorar y corrió hacia la cama, la abrazó con fuerza.
-Perdóname, mi amor... lo siento tanto... no tenía idea...
-Rin...
-Kami, mamá, qué hago?!!
-Rin... no llegó a hacerle nada...
-Mamá...
Rin vio a su pequeña.
-Tenía miedo, mami!!! Me dijo que te iba a hacer más daño si no hacía lo que él me decía... gomen...
-Tranquila, mi amor... tú no tienes la culpa de nada...
-Sí... yo le dije que iba a hacer lo que él quisiera para que no te hiciera más daño...
-Kami, mi amor...
Aiko nunca lo llamó papá. Siempre lo llamó Juno y él nunca le pidió que lo hiciera.
-Mami...
-Dime, cariño...
-Ya no te va a hacer más daño...
-No, cariño... nunca más...
Rin se internó voluntariamente e ingresó en un programa de recuperación. Al terminar aquél proceso de sanación, fue por su hija a Hokkaido y volvió a Tokio.
-Fin del Flashback.-
Rin entró en la majestuosa oficina de su jefe. Inutaisho Hayashibara, un hombre corpulento, con la cabeza completamente blanca, cariñoso y muy amable. Era amigo de la infancia del fallecido padre de Rin y siempre decía que Rin era como la hija que nunca tuvo.
-Quería verme, Inutaisho-sama?
-Rin... cómo estás princesa?
Inutaisho la abrazó con fuerza.
-Y la princesita?
-Estamos bien...
Inutaisho asintió.
-Me alegro tanto...
-Sé a qué viene todo esto...
-Sí?
-Y la verdad es que prefiero renunciar... al menos déjeme salir con la cabeza en alto de aquí...
-Renunciar?! Pero eso jamás! En qué piensas muchacha?
-No puedo con esto... todo el mundo piensa que Juno era maravilloso... y yo llegué a creérmelo, pero era un monstruo, tío!! Y...
Rin se deshizo en lágrimas, Inutaisho la abrazó con ternura y la dejó desahogarse.
-Puedes hacerlo... sabías que sería difícil volver... pero estás aquí...
-Demo...
-Tu madre me dijo que te quieres ir de Tokio...
-Sí...
-Si te vas no puedo protegerte, princesa...
-Tío...
Inutaisho acarició sus mejillas mojadas.
-No pienso romper mi promesa...
-Pero es que...
-Pero es que nada... yo le prometí a Hiroshi que te protegería y te cuidaría como si fueses mi hija... ya fallé una vez...
-No, tío... todo fue mi culpa... yo debí irme desde el primer día... y pensar que mi hija...
-Cálmate, princesa...
-Es que...
-Tranquila... todo va a estar bien...
Inutaisho la hizo levantar la mirada.
-Borra esa tristeza... debes seguir adelante...
-Debí irme cuando quedé embarazada... tío, nunca fue cariñoso con ella... con su propia hija!
-Ya... cariño nunca le ha faltado... tú le has dado cariño por los dos... y lo seguirás haciendo...
Rin bajó la mirada.
-Princesa, debes hacer esos pensamientos a un lado... no sabes cuándo conocerás a tu príncipe encantador...
-No, gracias... no volveré a caer en esa...
-Cómo?
-Como lo oyó tío, prefiero quedarme sola...
-Pero princesa, eres tan joven!
-No importa... Juno era un príncipe encantador, lo recuerda? Y se convirtió en una bestia... no más...
Inutaisho no dijo una palabra más. Era mejor dejarla tranquila. Cuando se sintiera lista, ella reharía su vida por sí misma.
…...........................
Con el paso de los meses los rumores se fueron calmando, habían nuevos chismes, como la vuelta al país del hijo mayor de los Hayashibara, el que un día, sería el presidente de la compañía. Habiendo sido el modelo de portada de la última edición de la revista Forbes, el joven multimillonario, dejó a un lado las asesorías empresariales en Estados Unidos y vuelve a casa para tomar las riendas de Shikon Incorporated. O eso decía la revista.
Inutaisho organizó una gran fiesta para recibir a su hijo de vuelta. Apenas estaría presente un año más y se retiraría para dar paso a sus hijos. Inutaisho fue por Rin a su oficina.
-Estás ocupada, princesa?
-La verdad... no, estaba examinando el nuevo producto...
Inutaisho sonrió.
-Está fácil de usar?
-La verdad? Aún se puede echar atrás la producción?
-Cómo?
-El software no es intuitivo... hay que dar muchas vueltas para entrar al directorio...
-Hm... nos retrasaríamos en la fecha de lanzamiento...
-Eso es sólo mi opinión... pero sería bueno un grupo de mercado...
-Eso me gusta más...
-Pero creo que a Aiko le va a encantar...
-Bueno, princesa, ya son las 5... así que, es hora de volver a casa...
Rin asintió. Puso el celular en su caja nuevamente. Inutaisho la llevó hasta su casa. Un modesto apartamento lo suficientemente amplio para 3 personas, ella, su madre y su pequeña.
-Mami!!!
-Aiko, mi amor!
Rin la besó en la cabeza.
-Mira quién vino conmigo...
-Abuelito!!!
Aiko lo abrazó con fuerza. Inutaisho sonrió y le respondió el abrazo.
-Nee, abuelito... cuando tengas nietos de verdad, me vas a dejar de querer?
Inutaisho rió a carcajadas.
-Nietos de verdad? Pero si mis hijos son dos solterones!
-No sea tan cruel, Inuyasha apenas tiene 25 años...
-Y a Sesshoumaru, dónde lo dejas?
-Pero 33 no es mala edad... no más me faltan 3 para llegar ahí...
Inutaisho sonrió.
-Y ya tienes una hija preciosa... ya perdí toda esperanza, princesa... no hay mujer en la tierra que soporte a mi hijo por sangrón.
Rin rió a carcajadas.
-Es mejor malo conocido que bueno por conocer... Además, Sesshoumaru no es malo... es bocón, eso sí... pero dele un respiro... ha tenido que abrirse camino bajo su sombra. Una vez me dijo que odiaba eso... que siempre lo comparaban con usted...
-Pero si ya me superó...
Rin sonrió.
-Irás a la fiesta?
-No lo sé... Aiko...
-Es mi invitada también...
Rin sonrió y acariciando las mejillas de su pequeña asintió.
-Como la casa queda tan lejos, te prepararé una habitación. Quédate con nosotros el fin de semana...
-Sí!!! Mami, dí que sí!!!
-Está bien...
-Síii!!!
-Y Mei, irá?
-No... ella ya tenía pautado volver a Hokkaido mañana... no le gusta mucho Tokio...
-Entonces las espero...
-Adiós abuelito...
-Adiós, princesita...
…....................................
Rin llegó a la mansión Hayashibara antes de que comenzara la fiesta y así acomodarse en la habitación. La pequeña se desapareció con Inutaisho por el resto de la tarde.
-Esta niña!
-Déjalos ser, Rin...
-Izayoi-sama...
Izayoi sonrió recordando la infancia de su hijo.
-A Inutaisho le gustan mucho los niños, no tiene remedio...
Rin sonrió.
-No te desanimes, Rin... ya encontrarás al adecuado...
-Usted también? Ya le dije a mi tío que prefiero estar sola...
-No seas tan dura contigo misma...
-Ya aprendí la lección... además, primero que todo, tengo que velar por el bien de mi hija...
Izayoi asintió.
-Izayoi-sama... cómo lo logró? Cómo encontró al hombre correcto?
Izayoi rió a carcajadas.
-Yo también tuve que besar muchos sapos antes de encontrar a mi príncipe. Primero que todo, me tuve que enfrentar a mi padre... un hombre psicorígido y muy severo con sus castigos... me desheredó cuando me fui de la casa y aún no me habla!
-En serio?!
Izayoi asintió.
-Han pasado 30 años... Después, tuve un novio abusivo, pero sólo me golpeó la primera vez... lo dejé hecho puré...
Rin rió a carcajadas. Sabía que Izayoi venía de una familia con un antiguo linaje en artes marciales.
-Y un día... cruzando la calle... escucho un grito de un hombre aterrorizado mientras corre detrás de su hijo a punto de tirarse al tránsito tras una pelota...
-Mi tío?
-Ajá... Sesshoumaru era muy travieso... Lo halé por los brazos y lo cargué antes de que llegara a la calle...
Rin sonrió.
-Me pregunto si Sesshoumaru me recordará... han pasado 15 años... creo que no... tampoco era que nos lleváramos muy bien...
Izayoi sonrió.
…..................................
La noche cayó y los invitados comenzaron a llegar. Rin estaba con Aiko en la habitación terminando de alistarse.
-Wow! Mama, te ves súper!
-Sí? Te gusta?
-Sí!!! De seguro y te consigues un novio!
Rin rió a carcajadas con los comentarios de su hija. Le puso un poco de brillo en los labios y salieron de la habitación.
Hostigado por los invitados que deseaban saludarlo todos a la vez, Sesshoumaru intentaba recordar caras y nombres, de pronto todo se nubló a su alrededor y sólo podía ver con claridad a la belleza que le daba la espalda y conversaba con su padre. Ciertamiente una mujer con peligrosas curvas, a la par de sus exigencias, al verla darse vuelta para hablar con Izayoi que se acercaba, quedó deslumbrado con la belleza de la mujer.
A medida que pasaba la noche, notó que las atenciones también llovían sobre ella. La vio alejarse hacia el jardín. Tomando dos copas de vino, se dirigió en pos de ella, se vio interrumpido a medio camino al ver a su padre acercarse.
-Qué sucede, princesa?
-Creo que es mejor que me vaya...
-Rin!
-Es que no escuchó... dicen que yo maté a Juno...
-Eso es porque no saben las ganas que tenía yo de hacer lo mismo... vamos, princesa... no les des más cuerda... entra allí con la cabeza en alto...
-Tío...
-Vamos, princesa... baila conmigo...
Rin asintió y entraron nuevamente. Sesshoumaru decidió esperar. Antes de la cena, volvió a verla sola, ya sabía que era alguien que su padre estimaba mucho, pero ahora, su padre bailaba con Izayoi.
-Una mujer tan hermosa como tú no debe estar sola nunca...
-Por Kami, no te pareces en nada!
Rin se dio la vuelta para verlo de frente. Ciertamente no era el Sesshoumaru que recordaba, ya no era aquél niño largucho y flaco con acné y anteojos. Era todo un hombre, con aquellos músculos gritando por librarse de la camisa de diseñador que le aprisionaba, sus ojos dorados e inexpresivos como de costumbre, ahora se habían vuelto parte de su sex appeal.
Él se la quedó viendo, le resultaba familiar, pero no lograba dar con ella.
-Te conozco?
Rin rió a carcajadas y guiñándole un ojo, lo dejó con la incógnita.
-Es un verdadero placer volver a verte...
Rin se alejó preguntándose a sí misma de dónde le salía coquetearle descaradamente. Al terminar la fiesta y despedir al último de los invitados, Sesshoumaru notó que la mujer tampoco se había ido, la vio acercarse a una de las salas e inclinarse sobre un sillón.
-Aiko, cariño...
-Mama...
-Aiko, mi amor... vamos a la cama...
-Ya estoy en la cama...
-No, mi amor... estás en la sala...
-Mama...
-Aiko, no puedo cargarte, pesas mucho...
-Necesitas ayuda?
-No te preocupes... debes estar cansado y...
-Tonterías...
Sesshoumaru cargó a la pequeña y la llevó a la habitación que Rin le indicó.
-Muchas gracias...
-Un placer...
Sesshoumaru salía de la habitación.
-Es preciosa, tu hermanita...
-Ah?! No es...
Ya no estaba allí.
….................................
A la mañana siguiente, Sesshoumaru despertó ante los gritos y risas de Aiko e Inutaisho.
-Abuelito!!!
-Te atrapé!!!
-NOOO!!! Dasukete!!! Mama!!!
Rin los veía jugar y revolcarse en el pasto como si fuesen dos niños, Izayoi disfrutaba de la vista también. Inutaisho debía salir y se llevó a Aiko con él, Izayoi fue a darle seguimiento al almuerzo y Rin se vio sola. Sesshoumaru se le acercó desde atrás.
-Me dirás tu nombre o tendré que investigarlo?
Rin se dio la vuelta algo asustada.
-Sesshoumaru! Por Kami, no me hagas eso!
-Aparentemente, me conoces bien...
Rin sonrió.
-Mejor de lo que crees...
-Pero quién eres tú?
-Hmm... te lo dejo de tarea...
Rin se alejó nuevamente, Sesshoumaru intentó seguirla, pero la pequeña de la noche anterior entró corriendo.
-Mama!!!
-Mi amor!
Rin la besó con ternura.
-Mira lo que abuelito me compró...
Era una muñeca que imitaba un bebé.
-Inutaisho-sama!
-Qué?! Déjame complacer a la princesita!
-Más parece que se complace usted mismo...
-No me regañes, princesa... ella no tiene abuelo y yo no tengo nieta...
-Puedo quedármela, mama?
Rin suspiró.
-Está bien... dale las gracias a Inutaisho-sama...
-Gracias abuelito!!!
-Un placer, princesa...
Sesshoumaru se acercó.
-Papá...
-Ah! Sesshoumaru! Qué bueno que te veo!
Aiko pasó corriendo y chocó con Sesshoumaru.
-Aiko!
-Mama...
Sesshoumaru se quedó estupefacto.
-Es tu hija?!
-Sí...
-Sesshoumaru, de qué hablas, claro que es...
Inutaisho cayó en cuenta.
-No sabes quién es ella...
-No seas ridículo, papá! Cómo no voy a recordar...
Inutaisho rió a carcajadas.
-De verdad no sabes quién es ella!
-Inutaisho-sama, onegai...
-No, no espera... esto es...
-No se burle de esa manera... cuando alguien olvida a una persona es porque no fue digna de recordar...
-Princesa...
-Vamos, Aiko...
Subieron las escaleras. Sesshoumaru vio a su padre aún más confundido.
-Pero y qué mosca le picó?
-De verdad no la recuerdas?
-Para recordar a alguien, tengo que conocerla primero!
Rin llamó la atención de Inutaisho.
-Princesa...
-Nos iremos a casa ahora...
-Pero... pero...
Inutaisho vio a la pequeña aferrada a las piernas de su madre, con el rostro rojo.
-Aiko, princesita...
-Despídete, Aiko...
-Mama...
-Aiko...
La pequeña bajó la mirada y abrazó a su abuelito con fuerza.
-Yo no quiero!!! Abuelito, onegai!!!
-Princesa, porqué te vas?
-Porque estoy aquí por la razón equivocada...
-Pero...
Rin tomó las manos de su tío.
-Cometí un error, tío... onegai, perdóname, pero tenemos que irnos...
Inutaisho asintió.
-Bendición...
-Que Kami te bendiga y te proteja...
La besó en la frente, Rin tomó sus cosas y se marchó.
…..............................
N/A: Hola! Espero que estén bien y que disfruten de esta nueva entrega, como ya saben, otro oneshot fallido, pero para su deleite XD!! Gracias a Z y su D1 por su contribución ;p!
Espero que les guste y sus reviews
Besitos
Mizuho
