Disclaimer: Gotham pertenece a DC y Fox (creo).

Summary: Ella es una silueta envestida de negro y chaquetas de cuero, saltando de edificio a edificio como si la gravedad no la afectara. (Bruce no puede evitar admirarla en silencio.) .:Season-1:.

Pareja: Bruce Wayne/Selina Kyle.

Advertencia: Situado aproximadamente en la temporada 1. OoC gratuito. It's not that deep.


black, black cat


Hay algo bastante irónico en el que el apodo que Selina insiste en usar sea Gatita. Y no solamente por su notoria afición hacia esos animales, o por los movimientos agiles y casi gatunos con los que se moviliza por los barrios bajos de Gotham, o— bueno, en realidad sí, en parte. Pero, Bruce medita, también debido a que, ciertamente, Selina es como un gato. En ciertos aspectos.

A él Selina se le hace como uno de esos mininos sin hogar, acostumbrados en demasía a la vida en las calles, sin conocer otro manera en la que vivir; y que, incluso cuando les das cariño y alimentos y les ofreces un techo con una cama caliente, al final del día terminarán por escapar, demasiado acostumbrados a su forma de vida como para querer algo nuevo. Porque Selina es libre, a pesar de todo. Ella es una silueta envestida de negro y chaquetas de cuero, con los cabellos indomables revoloteando al viento, saltando de edificio a edificio como si la gravedad no la afectara.

(Selina es libre, pero también está sola.)

(Igual que él.)

Bruce no puede evitar admirarla en silencio, a veces.

Porque Selina es valiente y, al final —contrario incluso a sus propias palabras—, ella se preocupa por los que le importan, por más que trate de ocultarlo bajo sus propias ambiciones. En el fondo es una persona amable, a pesar de que él mismo lo cuestionara en ocasiones.

Ella es algo así como única en su tipo.

Y pese a que discutan y peleen, al final del día vuelven a buscarse, sus caminos vuelven a cruzarse como por caprichos del destino mismo. Es como si estuviesen entrelazados por un hilo invisible, imposible de romper. Y Selina, justo como un felino, vuelve a la mansión cuando se le da la gana, se escabulle sigilosa por las ventanas del estudio y lo saluda con su sonrisita nocturna, mientras él está atascado buscando pistas que tal vez ni siquiera estén ahí en realidad.

Porque Bruce es sólo un niño; buscando volverse adulto con desesperación, enredado sin remedio en su propio pasado, anhelando hallar las respuestas sin importar el peligro que se acarree a sí mismo con ellas. Y por más que Selina ruede los ojos y suelte comentarios sarcásticos, no se niega a ayudarle, a involucrarse. Se para a su lado y Bruce se siente un poco menos solo y la noche en Gotham se hace más luminosa, de repente.

Y si sus dedos se rozan mientras Alfred no observa, ambos lo ignorarán, sin dar cuenta de nada. El fantasma de un beso aún posado contra los labios inexpertos de Bruce y la risa burlesca (y amable) de la niña-felinonodomesticado resonando al compás de los latidos de su corazón (el de él), mientras ella abandona nuevamente la mansión para lanzarse de regreso a las frías calles de la ciudad. Y Bruce sigue siendo demasiado joven pero—

No lo suficiente como para no caer en el amor.