Bueno, aquí os traigo mi primer fic .
Está centrado en la pareja Akaito x Mikuo

La historia está ambientada en un instituto principalmente. Los vocaloids mayores de edad (como Kaito, Gakupo, Luka...) en este fic pasarán a tener 17-18 años (irían al último curso), los demás conservan su edad.
Aún no tengo pensado como acabaré el fic . es un poco improvisado xD

Bueno, perdonad los posibles errores que tenga... como ya dije, es el primer fic que escribo D:U
¡Espero que os guste! ^^

P.D.: ni vocaloid ni los fan-mades que aquí aparecen me pertenecen, supongo que ya lo sabéis, pero nunca está de más ponerlo :3


Armonía de Colores Complementarios.

Nunca podría haberme llegado a imaginar como de un día para otro mi vida cambiaría radicalmente. Nueva casa, nuevas compañías, nueva ciudad, nuevo instituto... todo nuevo. Y esto sucedió a raíz de aquel accidente.
Aún no habíamos asumido lo que había pasado, nos encontrábamos en el cementerio, dándole entierro a mi padre... Ese padre con el que vivía y al que a penas veía por culpa de sus negocios, razón por la cual mamá acabó cansándose de él y dejándole.
Todo sucedió tan deprisa que a penas tuvimos tiempo de reaccionar. Hace a penas dos días, mamá me llamó para darme la noticia. No derramé ni una lágrima, y todavía hoy sigo sin haber derramado ninguna. ¿Será por la poca relación con papá o por que aún no me creo que ya no esté aquí? Sea como sea creo que es bueno no llorar, siempre fui un niño muy llorón, cosa que me trajo varios problemas en mi infancia.
A mi madre se la ve triste, pero no tanto como a mi hermana Miku. A pesar de que tenía menos relación con papá que yo, no dejaba de llorar como una magdalena. No lo entendía.

Ha pasado ya una semana desde aquello. En ese tiempo, mamá ha estado ayudándome a organizarme y prepararme para la mudanza. A partir de ahora iba a vivir junto a mi madre y mi hermana menor Miku.
Por si no lo he mencionado, tras el divorcio de papá y mamá, yo me fui a vivir con papá, mientras que Miku se quedó en casa con mamá. De todos modos, eso no significa que no tenga buena relación con ellas... Realmente adoro a mi hermana Miku, siempre tan alegre y jovial, es capaz de animar a cualquiera. Además, es muy cariñosa conmigo y me trata con mucha amabilidad.
Se podría decir que Miku era y es mi única amiga.

No me costó demasiado acostumbrarme a mi nueva casa, la verdad. Tenía mi propio cuarto, y eso ayudaba bastante... creo que no hubiera sido capaz de compartir cuarto con mi hermana.
Además, la comida que prepara mamá es deliciosa, mucho mejor que la que preparo yo (y eso que la cocina cuenta como una de mis cualidades).
La vida en esa casa, y en general en esa ciudad, parecía bastante tranquila. Mi antigua ciudad era demasiado grande, me estresaba. Pero en fin, aún era demasiado pronto para juzgar, ni si quiera había comenzado el instituto...

Doy gracias de haberme mudado en fin de semana, así podría acostumbrarme a ese nuevo ambiente antes de entrar al instituto. Para ser sincero, la idea de entrar nuevo al instituto me... horrorizaba. Aunque soy un chico alegre como mi hermana, no puedo fardar de ser tan sociable como ella... A todo eso hay que añadir que con lo de papá y la mudanza no me sentía de demasiado buen humor como para intentar "hacer amigos", pero en fin, se hará un esfuerzo por mostrar la mejor de mis sonrisas...

Y allí me encontraba, frente a frente con el instituto. No era gran cosa, pero no estaba mal del todo...

- Eh, Mikuo –la voz de mi hermana me sacó de mis pensamientos y me hizo volver a la realidad- ¿Por qué te paras en seco? No me digas que te da miedo entrar...

Me dijo eso con su típica sonrisa, que no parecía nunca borrársele de la cara.
- ¡P-por supuesto que no! –dije mientras aligeraba el paso para alcanzarla- Tan solo me quedé embobado observando el instituto...
- Oh, es bonito ¿verdad? –de nuevo esa sonrisa luminosa...
- Si, bueno... aún no lo he visto por dentro.
- Oh, descuida, ¡en terminar las clases puedo hacerte una visita guiada!

No me apetecía mucho hacer un tour por el instituto, la verdad, pero se la veía tan entusiasmada... Quizás su sueño secreto fuera hacer de guía turística, quién sabe...

- O-oh, eso me gustaría mucho –dije sonriendo, intentando mostrar algo de emoción.
- ¡Genial!

Aún sigo sin entender qué es lo que le hace tanta ilusión... En fin, continuamos caminando hacia la entrada mientras charlábamos (o charlaba ella sola, más bien).

- Ya verás qué pronto te adaptarás a este sitio, no es difícil de memorizar la ubicación de las aulas, y además tanto los profesores como los alumnos son todos muy simpáticos.
- Bueno, confiaré en tu palabra...

Puede que Miku tuviera razón, puede que no tardara mucho en adaptarme a este lugar.
Mientras pensaba esto, oí como mi hermana gritaba "¡cuidado!" e inesperadamente un balón impactó de pleno en mi cara. Caí al suelo aturdido, con un chorro de sangre saliendo de mi nariz. Me dolía toda la cara y sentía como si me hubiera roto la nariz. Mi hermana corrió rápidamente a socorrerme, me tomó entre sus brazos y comenzó a zarandearme mientras repetía mi nombre una y otra vez.
Yo me encontraba aturdido, tenía la vista borrosa y un dolor intenso en la nariz, pero poco a poco fui recuperándome.
Me senté en el suelo limpiándome la sangre de la nariz, aunque ésta no dejaba de brotar.
Oí una voz bastante grave que procedía de enfrente mía.

- Hey chaval, ¿estás bien?

Elevé la mirada y me encontré con un chico alto, de tez pálida, atlético y pelirrojo, que sonreía de medio lado mientras recogía el balón. Perfecto, seguramente era él el que hizo que ese balón impactara en mi cara.

- S-si... No es nada... –dije mientras me levantaba

Le miré, esperando entonces su disculpa, pero ya no estaba enfrente de mí, se dirigía corriendo hacia la pista de fútbol... Será imbécil, se acerca a recoger su estúpido balón, no se disculpa y encima no muestra indicios de arrepentimiento. ¡Pero qué chico tan grosero!
Sin duda, mi primer día en este instituto no había empezado muy bien...

Miku me ayudó a levantarme, sacó un pañuelo de su bolsillo y comenzó a limpiarme la sangre. La miré algo sorprendido por aquello, me daba vergüenza.

- M-miku, no hace falta... -dije tomándole la mano para que parara.

Ella me miró con una expresión de preocupación, pero cedió en darme el pañuelo para que yo mismo me limpiara la sangre.
Durante todo el camino hasta el instituto estuvo preguntándome "oye, Mikuo ¿de verdad estás bien? ¿de verdad? ¿de verdad?". Se preocupaba mucho por mi pero... era demasiado pesada, tampoco había sido para tanto. Bueno, sí, pero por el hecho de que aquel chico maleducado me pega un pelotazo y se va tan alegre él.
En uno de sus ataques de preguntas "¿estás bien?", le corté preguntándole:

- Y Miku, ¿tú por casualidad no conocerás a el pelirrojo del balón, no?
- Ah pues... Sí que lo conozco, bueno no pero... si.
- ¿Si que lo conoces...? -pregunté algo impaciente.
- Es el hermano gemelo de un amigo mío, pero tampoco es que él y yo nos conozcamos mucho...
- Ya veo... ¿y no sabes a qué clase...?

Antes de poder acabar la frase, Miku me miró con sorpresa en su cara, eso hizo que me callara.

- ¿No pensarás en ir a pedirle cuentas, verdad Mikuo? -preguntó ella algo asustada.

La verdad es que había dado en el clavo. Era algo orgulloso y no quería que él se fuera de rositas, lo único que quiero es una disculpa por haberme hecho este morado que aún llevo en la nariz, y que probablemente se quede ahí durante uno o dos días más.

- ¿Es que hay... algún problema...? -dije intrigado
- No lo hagas, Mikuo -contestó con un tono algo autoritario- Akaito es... como decirlo, el típico chico rebelde que se mete en líos...
- ¿Akaito? ¿Ese es su nombre? -entonces Miku puso una cara que decía "he metido la pata".
- Sí pero... Mikuo hazme caso, no vayas a meterte en líos con ese chico... -dijo preocupada.

Le iba a contestar que simplemente quería de él una disculpa, pero por la cara que ponía supe que no me dejaría tranquilo si le decía eso, así que no tuve más remedio que mentirle.

- E-está bien... -contesté desviando la mirada.

No iba a renunciar de ningún modo a reclamar esa disculpa, no me intimidaba el hecho de que fuera un "chulito", no le tenía miedo a un chico como él.

Cuando llegamos a clase, tuve que presentarme ante mis compañeros. "Hola, soy Mikuo Hatsune, tengo dieciséis años y acabo de mudarme aquí. Mucho gusto". Era una frase tan típica, como si ya la tuviera programada, así pues, a pesar de darme vergüenza hablar delante de tanta gente, no me resultó difícil.
No pude sentarme cerca de mi hermana, pues no habían asientos libres. Examiné la clase con la mirada, la situación de estar plantado sin encontrar sitio me hacía ponerme algo nervioso, hasta que un chaval de cabello castaño y sonrisa descarada agitó su brazo y, acompañándolo con un escandaloso "¡Hey pelomoco!", tras el que se escuchó un murmuro de risas y una pequeña reprimenda de la maestra, señaló un sitio libre al lado suyo.
Me senté algo a desgana, nadie puede estar a gusto si se sienta al lado del sujeto que te acaba de llamar "pelomoco". El muchacho me dedicó una enorme sonrisa, a la que yo contesté con una cara medio de asustado medio de confuso, antes de que comenzara la clase, la aburrida clase...

Una vez acabada la clase, todos mis compañeros recogieron a una velocidad increíble, aún no iba por la mitad cuando todos ya habían salido de clase. Para mi sorpresa, también mi hermana se había ido, sin esperarme.
Me quedé algo anonadado, sabiendo que era nuevo allí me deja solo...
Suspiré y salí de clase. Al lado de la puerta me encontré con el chico que me había llamado "pelomoco" charlando con una chica bajita, de pelo azul y corto, también iba a mi clase.
Estuve esperando a que hubiera una pausa en su conversación para dirigirme a mi "querido compañero".

- Disculpa...
- ¡Ah! ¡Pero si es el pelomoco! hahaha ¡hola chaval! Que, ¿te gusta el instituto? -dijo de repente con mucho entusiasmo.
- Si, m-mucho -contesté con una sonrisa nerviosa- Escucha has...
- Me llamo Meito y ella es Kaiko -me cortó, señalando a la chica peliazul con la que conversaba.

Miré a la chica, tenía una cara muy linda, como de niña pequeña, y una sonrisa muy inocente. Sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas, seguramente se trataba de una chica tímida... no pega mucho con este chaval, Meito.

- E-encantada... Mikuo, ¿n-no? -dijo algo insegura.
- Si, así es, Mikuo Hatsune... y no pelomoco -dije mirando descaradamente a Meito, que no pareció pillar mi indirecta de "no me vuelvas a llamar así".

Por un momento se me olvidó qué le iba a decir a ese chico, justo lo recordé cuando parecía que iba a volver a decir algo. Le corté enseguida, no quería entretenerme.

- ¿Habéis visto a mi hermana Miku?
- Ahh... debe de haberse ido al club de música con los demás, como siempre... -contestó Meito

Vaya, ni si quiera sabía que estaba en un club de música. Debería de haberme avisado que se iba a ir después de las clases.

- Y... ¿me podéis decir donde queda eso?
- Segundo piso, pasillo B, busca ahí hasta que veas un cartel en el que pone "club de música".
- ¿T-te acompañamos...? -dijo amablemente Kaiko.

No contesté inmediatamente, en ese momento me vino a la mente Akaito. Mi hermana no se iba a volver a despegar de mi si volvía junto a ella, quizás debería de aprovechar esta oportunidad para ir a saldar cuentas con ese tipo...

- N-no, no es necesario... Puede que ahora no vaya allí.

Me dispuse a irme, pero no sabía muy bien a donde debía dirigirme para hallarme con Akaito. Quizás ellos supieran algo.

- Ah, una cosa... ¿sabéis donde puedo encontrar a Akaito?
- ¿A-akaito? ¿T-te refieres a mi hermano? -dijo Kaiko sorprendida.

¿Su hermano? Oh vamos, ¿cómo podía ser hermano de una niña tan frágil e inocente? No les encontraba el parecido por ningún sitio.

- ¿Es tu hermano?
- Sí... ¿s-sois amigos? -preguntó con algo que yo diría que es ilusión en su mirada.
- Em... no, realmente no, solo quería comentarle una cosa... ¿donde lo puedo encontrar?
- P-pues ahora debe de estar entrenando fútbol...
- ¡Gracias, nos vemos mañana! -dije comenzando a andar a paso ligero.

Enseguida emprendí la marcha hacia allá, despidiéndome de ellos, quería llegar y hablar con Akaito antes de que mi hermana me encontrase y arruinara mi plan.


Bueno, espero que os haya gustado este primer capítulo .

Si lo habéis leído, por favor, dejad un review! ^^