¡Hola! Buenas lectores de mis otras historias y lectores que vayan a deslumbrarse con este pequeño one-short. ¡Hoy verán –mis lectores de Zelda, si es que lo leen- mi faceta de locura! La faceta que desconocen de mí, la pasión oculta de Zword por un espadachín de porte ostentosamente oscuro que la trae loca cuando mata con Dragonslayer, algo así como mi amor por Link, pero un poco más trastornado, supongo XD jajaja… no me hagan caso.
Spoiler del tomo N°30 de Berserk.
Disclairmer: Berserk No me pertenece, es una obra original de Kentaro Miura. Imagen del tomo 30 del manga, para aquellos que no lo sabran hecha por Kentaro Miura.
Discernimiento
Era una noche perfecta para la fiesta de los Vandimion, claramente en su palacio.
Se me había invitado, por supuesto, una noble de Midland que huía de la guerra tras los estragos ocurridos por los Kushan. Era más que una suerte seguir viviendo con tantas calamidades allá.
Todo iba correctamente hasta que por una de las enormes ventanas del lujoso salón entro un aire con inmenso poder, dejándonos a ciegas ya que aquello provocó que se apagaran las velas de los cándeles.
Cuando uno de los sirvientes de la familia Vandimion trajo velas mire claramente que Bella Meller Duche, una doncella conocida, frente a mí se encontraba empapada en sangre. El color de mi piel se palideció y mi corazón palpito rápido, pude sentirlo.
Pero lo peor vino cuando tras de ella se encontraba la cabeza del conde Ismo. Un grito de horror lleno la sala cuando el culpable apareció arriba de Bella y el sirviente.
Yo retrocedí por auto reflejo al ver como la devoraba.
Unos cuantos empujaban y gritaban de horro al ver aquellos desmembramientos. Era un tigre inmenso el que causaba tantos problemas.
Sin embargo por la entrada cruzo un hombre bastante alto, de cabello negro y ojos negros. Su porte era el de un asesino y su armadura era negra. Tras su espalda una enorme espada igualmente negra y plateada.
Con un tajo cortó a la bestia.
-Eso fue increíble, debería unirse a mi ejército.
-Esto aún no termina – dijo el hombre y otros dos tigres devoraron al comandante de tropas de la familia Vandimion.
Sufrieron el mismo destino que Bella.
Mire al hombre, lucia atractivo y decidido. Amaba ese tipo de hombres, con esas miradas. Que rudeza al moverse y asesinar a esos monstruos, que poca gracia al blandir su enorme espada, que músculos que aun cuando tenía la armadura se notaban.
Vaya pedazo de hombre. Qué triste que mi descuido al admirar a aquel hombre de un porte tan varonil me haya llevado a la muerte, uno de esos monstruos felinos me desmembró completamente a mí también.
No lloré, ni siquiera grite o sufrí. Ese hombre me había quitado el aliento antes que la bestia felina.
-Ojala hubiera prestado atención… pero con ese hombre frente a mí ¿Qué podía hacer?
¿Qué tan inevitable era mirar ese rostro de asesino? Muchísimo… después de todo ya lo había antes en Midland… el comandante de las tropas de la banda del Halcón… Guts el espadachín que derroto al ejército de cien hombres, mi héroe al que regale mi corazón pero que no se dio cuenta ese día en la fiesta de celebración… vaya, ese el destino que caprichoso suele portarse, qué cruel te destruye…
Que locura la mía... vivir sólo para morir admirándolo.
Quien pensaría que terminaría mi vida con la única vista que deseaba… que buen final.
