Lo intentamos pero no pudo funcionar
yo hize las cosas mal
yo si me, yo si me enamore.
El tiempo había pasado, pero a ella aún le dolía... observo por la ventanilla del auto y ya estaba enfrente del edificio donde vivía, miro a su acompañante quien solo le sonrío, ya se había vuelto una rutina el recordar y pensar que hubiera pasado, si no se hubieran conocido. Quizás las cosas fueran mejor.
Desde su auto esperaba a que bajara, sabía que estaba ahí solo que no con quién ¿Acaso le molestaba eso? ¿Celos? No, él nunca los sintió. Pero siempre supo que ella era especial...
Como empezaba a odiar la escuela y para su desgracia aún le faltaba un año. Llegando, lo primero que vio fue a un grupo de porristas, el acoso de esas mujeres era demasiado, hasta parecían adorarlo como a un Dios y solo por ser el capitán del equipo de fútbol. Su amigo tampoco le gustaba ese tipo de atención, cada vez que las veía corría lejos de ellas... Sin embargo había alguien que nunca mostró ese tipo de interés por él, lo veía, pasaba a la par y lo ignoraba, eso llamo su atención.
Le molestaba ver el alboroto que causaban esas chicas solo por verlo, puede que estuviera guapo, sexy y lindos ojos, como decían pero ella no se volvería loca por un par de hormonas sexys, ella tenía dignidad. Además, no lo conocía, solo de vista, para ella era más importante su estudio y ser la presidenta de su clase, esas dos cosas ocupaban todo su tiempo y mente.
Quizás, si la seguía y hacía como si fuera una casualidad, la conocería. Pero lo haría con precaución, su amigo le había dicho que tenía un carácter explosivo.
Caminar a casa la relajaba, tal vez en el camino comprara un helado para distraerse... iba tranquila...
Con la falda del uniforme se veía bien, acelero el paso hasta llegar junto a ella y chocar "por accidente". Sus libros cayeron al suelo ¿es que acaso no miraban su camino?
-Oye idiota ten más cuidado; no ves tu camino- tal y como le dijeron tenía un carácter explosivo
-Lo vería bien, si no lo taparas todo- No podía ser que su suerte fuera mala y se topara con él, levanto sus libros y lo vio, si era guapo- te deslumbro- pero egocéntrico e idiota
-Eso quisieras- le contesto con desagrado- Oh lo siento he herido tu ego- le dijo con burla- Que tonta el capitán necesita espacio para que él y su egocentrismo pasen-dijo con sarcasmo, ignorando si le hablaba o no, retomo su camino a su casa optando por el camino largo para no verlo de nuevo.
-Es diferente- murmuro con una media sonrisa y planeando como sería el proximo encuentro con ella...
La vio bajarse, entrar y al auto desaparecer, bajo conocía su caminar rápido o lento, subió por el ascensor y él por las escaleras subiéndolas de dos en dos para llegar al mismo tiempo.
Sentía el elevador subir despacio y ella ya quería llegar a su departamento. Se preguntaba ¿porque todo en la vida la hacía sufrir? sin embargo así como se sentía le ayudaba a seguir escribiendo y así sacar pronto su próximo libro.
Pensar en como su vida había cambiado la hacía sonreír y suspirar de tristeza. El ascensor se abrió, salio buscando sus llaves en su bolso, quizás por eso no se dio cuenta de dos cosas, una era el hombre que venía atrás de ellas y la otra que se tropezara con sus propios pies, sintió el tambaleo de caer hacía adelante. Oh, de seguro a la mañana siguiente tendría algo adolorido. Cerro los ojos esperando el golpe que nunca llego.
La tomo de la cintura, recordaba lo distraída que era cuando se perdía en sus pensamientos... la sintió suspirar de alivio, la alzo un poco dejandola bien parada.
Agradecía a cualquiera que la hubiera ayudado, quizás a sus vecinos, volteándose con media sonrisa y entonces lo vio. Su sonrisa desapareció, viendo ese rostro serio y esos ojos fríos caracteristicos de él
-¿Kai?
