Capítulo 1 - Hidden Project - Code 01

-Beta… tienes que irte ahora…- la voz de la joven dejó en claro al otro chico de que tenia que irse urgentemente. "Beta" no hizo esperar su reacción, corriendo hacia la salida lo mas rápido que sus jóvenes piernas le permitieron. no lo iban a atrapar. Aún no era el momento para eso.

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Miku Hatsune, de 18 años de edad acababa de ser transferida al Instituto Crypton. Las razones eran simples: ella consideraba que sus compañeros de clase vivían constantemente en un monocromo y aburrido torbellino irracional de idiotez, por lo que se le hacia constantemente difícil relacionarse con alguien. A diferencia de todo el resto, ella consideraba que esa manía y culto inútil e insano hacia la estupidez y la rutina de un joven adolescente, cuyas vidas parecían girar en un vórtice de ineptitud, eran la semilla del mal que acabaría con la poca cordura con la cual la humanidad contaba. Aun así, vivía en ese mundo junto con el resto y debía aguantarse el ya mencionado vórtice, el cual succionaba a los jovencitos a fiestas, alcohol y coqueteos, insulsos y frívolos. En otras palabras, la joven Hatsune era una antisocial en toda regla, incapaz de relacionarse con nadie mas que no opinara de la misma manera y/o fuese de su mismo ámbito. Claro que su pensamiento era un poco bastante radical, por el cual sentía que no encajaba en ese mundo y (si así se quiere) universo. Solo tenia dos únicas razones por las cuales no acababa ella misma con su vida y eran que:

a)En caso de que se matara, seria rendirse ante la monomanía que se cernía sobre ella día tras día, obligándola a aguantar desplante tras desplante de la sociedad.
b) Consideraba que en algún lugar del mundo existía una persona como ella. Quería encontrarla o encontrarlo, y una vez completada esta tarea, sentarse con él o ella a hablar de la mediocridad que la humanidad había gestado.

Lo cierto era que la segunda era la razón de más peso para la chica.

Los ojos color aguamarina escrutaron el lugar en busca de sus posibles compañeros de clase para iniciar a catalogarlos, mala costumbre, por edades y niveles de interés que la joven podría llegar a poner en ellos. Las escalas de intereses de Miku iban del uno a al diez, aunque ninguno de sus compañeros acuñaba la décima categoría. El que mas lejos había llegado, había acuñado el nivel 6, no pasando de eso. Lo cierto era que el nihilismo no era una doctrina a la que Miku estuviese muy apegada, por lo que hablaba con la gente. Normalmente conversaciones frías y lejanas de los verdaderos pensamientos que la chica formaba en su joven mente. Sus pensamientos iban mas allá de la hipocresía del momento, llegando a ser sincera, directa y franca en sus opiniones, sin perder tiempo en alguna estupidez como esconderse tras una mascara de condescendencia y cordialidad.

Continuó, así, sus calificaciones respecto a las personas a las cuales conocía, hasta que sus ojos repararon en un joven de cabello rubio y ojos azules, quien se encontraba tecleando en una computadora Dios sabe que. A diferencia del resto, el chico parecía aislado. Tenia una apariencia juvenil, llegando a parecer aun mas joven de lo que en realidad era. Miku le calculó unos 16 años. Se acercó a el, calificándolo como un 8 en su nivel de interés, rápidamente subiendo a un 9 cuando noto que el chico tenia la misma mirada que ella. Se acercó a el para iniciar una conversación normal, como lo haría con cualquier persona normal de su edad. El joven la miró, entonces, como haciendo la misma calificación que ella.

-Miku Hatsune-
-Len Kagamine-

Tras esa fría presentación por parte de ambos, el joven continuó con sus tecnológicas actividades. Miku observó, como hipnotizada, como los dedos del joven tecleaban a una velocidad casi imposible, presionando tecla por tecla con una destreza y maestría increíble. En la pantalla, a medida que Len iba añadiendo mas información, se formaban formulas, soluciones e incógnitas en pos del ritmo del tecleo. Miku sonrió, embobada, antes de mirar al chico y sonreírle.

-¿Quien te ha enseñado a hacer eso?-
-Aprendí sobre la marcha- respondió el joven.

Ascendió al 10 en la escala de intereses de Miku.

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Bueno, Oriana "Mako" Lopez regresa con otra de sus feas historias (?). Esta vez, estoy intentando otro estilo de escritura. Me gustaría saber sus opiniones, ya sea por review o por mensaje privado. La razón de que volviera a escribir son ciertas personitas que me dan inspiración. Espero les haya gustado y que no se haya hecho muy confuso.
Y

¡Hasta luego!