KORE DE JIYUU NI NATTA NO DA
"Común y Corriente"
By: Hugh Munro.
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El día comenzó bien como siempre, todo tan común y corriente –claro, considerando de que clase de Club hablamos, ya todo debería parecer normal- los miembros del Host Club, como siempre –cuanta monotonía tan divertida ¿cierto?- gustosos, estaban con las señoritas, ya sea montando algo incestuosamente sex-cute, otros, en cambio, viéndose como algo extremadamente encantador –lectoras, insertar imagen de Mori con Honey-sempai- y como era de esperarse, el King, conquistando a cuanto chica le tocaba complacer y obviamente, no podría faltar el encantador plebeyo, ejerciendo, sin querer, su papel de honestidad con cierto toque de ternura encantadora irresistible con una sonrisa tranquila, pero profunda –sí, gran frase, pero es cierto- o bien resumida como el tío natural.
Un tanto alejado de aquellos espectáculos tan, desgraciadamente de nuevo, tan comunes y corrientes en aquella sala, se encontraba Okasan, organizando todo paso a paso, calculando –a la perfección- las ganancias, viendo que hacía falta, viendo que sobraba, viendo que estorbaba, viendo gastos y viendo… bueno, se entiende la idea.
Dio un suspiro para tratar de no saturarse y cometer uno de aquellos EXTRAÑOS, pero inevitables, errores de trabajo a causa de tanto estrés –joder, vamos, era alguien precavido para que todo quede perfecto-, para después mirar como a lo lejos, Suoh Tamaki, estaba que la armaba en grande con un grupo de chicas. El rubio, en cambio, al sentir la mirada encima, se giro hacia él, al principio con aquella expresión tan tonta, esa mueca en los labios que lo hacía lucir un tanto estúpido.
Se miraron por un pequeño instante y en cuestión de segundos, en el ojiazul apareció una enorme, pero agradable, sonrisa de lado a lado, mientras con un ademán nada discreto, le saludaba agitando ambos brazos animadamente, queriendo llamar su atención por completo.
Sin mostrar expresión alguna, Kyouya solo le basto acomodarse un poquitín sus lentes para después volver a teclear y comenzar así, algo tan común y corriente como era la administración de todo después de unos segundos de descanso.
A lo lejos, Fujioka Haruhi, había presenciado aquel extraño acto, entre Okasan y Otosan.
Ya dada la tarde, todos estaban nuevamente reunidos, los gemelos Hitachiin provocando que, entre burla y burla, haciendo que Suoh se encogiera en el rincón abrumado y frustrado, Honey-sempai, en tanto junto con Takashi, disfrutaba de una pequeña, pero dulce rebanada de pastel.
Y nuevamente, Kyouya Ootori, tecleaba por aquí y por allá, siguiendo su trabajo.
-Etto…-Con tan solo hacer esa extraña pronunciación, casi todos los miembros se giraron hacia ella, claro, a excepción de Okasan- Me preguntaba si haremos algo para estas fechas
-¿Algo?-Tamaki, dando grandes zancadas, se aproximo a la pequeña mesita, tomando un calendario, al darse cuenta de lo que hablaba la plebeya, se le fue encima con un llanto bien echo a modo de cascaditas- ¡Haruhi, que atenta!
-Tamaki-sempai-Se quejo a la vez está al sentir ese abrazo tan sofocante
Sin mucho interés, Hikaru tomo el calendario y con un tanto de indiferencia pronuncio:
-Día del Amor y la… ¿amistad?-Se giro hacía su gemelo- No recuerdo haberla escuchado antes, que raro ¿nee, Kaoru?
-Será…-Respondió con deje pensativo, casi sin prestarle atención a su gemelo- ¿Acaso el Club no hará algo especial para ese día, Kyouya?
El mencionado, sin decir nada, solo presiono un boton de cierto control del cañón que, extrañamente, de la nada había aparecido ahí –insertar como una gotita de sudor frío deslizaba por la cabeza de Fujioka- mostrando una mini reproducción a modo de film de que ya se había organizado todo y como hasta Tamaki había alucinado –como siempre- con cosas tontas con Haruhi, para después los gemelos burlarse de él, así varias escenas se vieron en esa reproducción de recuerdos.
Terminada la reproducción, todos volvieron a sus asuntos, como si nada. Por otra parte, la castaña, miraba como algunos miembros del Host Club, poco a poco, se distanciaban. Se sentó un momento para pensar en la situación, ultimadamente todo lo veían a la ligera, ya todos ponían cierta barrera y ella en cambio, ahora sentía que no podría inmiscuirse tanto debido a que eso los hacía a ellos dependientes de la ayuda permanente de su persona haciendo que no lograsen ver las cosas ellos mismos y ni darse la delicadeza de ser un tanto más sensibles… pero… claro, ¿quién dijo que no podía hacer algo para echarles una mano discretamente?
Una ligera sonrisa se dibujo en el rostro de la mujer. Aclaro su garganta, llamando de nuevo la atención de casi todos los miembros, y con una linda sonrisa comento:
-Creo que deberíamos hacer algo para festejar nosotros, sería divertido.
Ante esto, acto seguido, ambos gemelos pronunciaron con desdeñé de ilusión y ternura:
-¡Haruhi!, ¡Es tan linda!-Y así, junto con Honey-sempai, comenzaron a estrujarla con cierto cariño sofocador
Y claro, ahora Tamaki empezó con el siempre alardeo de:
-¡Haruhi!-Lloriqueaba, armando la típica escena dramática que daba mucha gracia
Takashi Morinozuka, paso su mirada de aquel espectáculo, hacia Ootori, quién fue sediento poco a poco el teclear
-¿Kyouya?
Como Takashi no era un hombre precisamente muy expresivo, al escuchar su voz, todos se detuvieron en seco, aún en sus poses ya mencionadas antes, para mirar como el vice-presidente del Host Club, se cruzaba de brazos, diciendo:
-Imposible, tenemos mucho que organizar para lo que tenemos preparado
-Demmo… -Inquirió Haruhi-Podríamos hacer algo pequeño para nosotros solamente, antes del evento que dará el Club
-Mmm…-La vocecita de Mitsukuni no tardo en escucharse-Haru-chan tiene razón, me parece una buena idea, ¿nee, Takashi?-Sonrió inocentemente, haciendo que el grandullón de su fiel acompañante, asintiera
Kyouya solo se puso en tal ángulo, que sus lentes no mostraran su expresión en su mirar. Suoh Tamaki solo le veía disimuladamente, hace un par de días que lo notaba distante pero con aquel evento tan pesado para el 14 de febrero –sí, después de dos días se percato de que era mucha responsabilidad para una sola persona, por mucho que este fuese tan bueno para todo ello y se auto cargara cualquier tipo de cosas que dejaran a lucir su enorme talento- no podía llegar e interrumpirle, si tenía lo del evento encima, exámenes sorpresa que vaya Dios a saber como su amigo intimo tenía las fechas en su poder y por si fuera poco, la administración del Host Club, día tras día.
Quizás después se le fuese encima con abrazos sofocantes y preguntas interminables, por supuesto, bien acompañadas de lloriqueos para ver si tenía algún problema para con él o si se había portado mal en su papel de Otosan.
Ahora… simplemente sentía que no podía molestarle con algo, por muy pequeño que fuese. Está vez, el rubio, se sentía incapaz de fastidiar a Ootori. ¿Por qué? Bueno, el tan solo ver su andar, ademanes, tonitos en su voz al hablar –que obviamente, nadie notaba- se percataba de que Kyouya quería estar solo.
-Por nosotros está bien ¿cierto, Kaoru?-Y así, Hikaru apoyo su brazo sobre los hombros de su gemelo y al no recibir respuesta, nuevamente, los miembros posaron su mirada en aquel punto-… ¿Kaoru?...
-¿Ah?-Al percatarse de la cara de confusión de todos sobre él, sonrió y correspondió el semi abrazo de su gemelo-¡Cierto, apoyo la idea de Haruhi!
-¡Entonces está decidido!-Ahora imaginen a Tamaki con pose de triunfador-La propuesta de Haruhi se llevara a cabo
Y dicho esto, todos rodearon a Haruhi, echándole mares de preguntas acerca de que sería bueno hacer y así, poco a poco, Fujioka se los quito de encima, para ver a Kyouya, quien ya estaba de nuevo tecleando, ocupado, como siempre.
-Es un pequeño juego, nada complicado-Explico tranquila, sin importarle que Okasan estuviese en otros asuntos, ella sabía bien que le prestaba atención-Aprovecharemos que estamos a tiempo para esa fecha, el juego se llama Amigo Secreto
-Ohhh, es un juego de plebeyos ¿cierto?-Le interrumpió Tamaki, curioso-Mmm… interesante-Afirmo con la cabeza, al mismo tiempo que los gemelos-Con que esto hacen los plebeyos en estas fechas
Y así, empezó otra de sus lagunas mentales, bien aprovechada para que la chica siguiera explicándole a Ootori
-Solo basta con que le dejes un pequeño detalle sorpresa a quien te toque y el día, que sería este 14 de febrero, darle algo simbólico.
-¡Haru-chan!-Exclamo Haninozuka con cierto lamento infantil-Toca número impar… -Y con unas lagrimas en los ojos, le mostró ya armados los papelitos con sus respectivos nombres
A veces Fujioka se preguntaba como podían hacer las cosas sin que ella se diera cuenta y antes de poder decir algo, una carcajada muy armada, se escucho y a continuación, cierta personita entrometida, hizo su aparición desde la planta baja elevándose sobre la ya usual plataforma giratoria.
Todos le miraron con una gotita en sus sienes, en verdad a veces era una chica muy rara. Y sin decir nada, o bueno, al menos algo productivo, ya que no dejaba de echar su típica carcajada maquiavélica, deposito un papelito con su nombre en las manos del pequeño Honey-sempai y a cambio, se llevo otro y así, volvió a desaparecer de aquella manera tan extraña pero graciosa.
-¡Takashi!-Volvió a exclamar el enano miembro- Ara, ara ¡ahora podremos hacerlo!
Dicho esto, se acerco a Kyouya, muy tímidamente y con una inocente sonrisa, le ofreció escoger un papelito. Este lo tomo y sin decir más, se retiro de la sala.
Los demás miembros cogieron su papelito y entre si empezaron con sus típicas indagantes de "¿quién te toco?", haciendo que la plebeya solo los mirara con un semblante un tanto decepcionado, por lo visto no les gustaban mucho las sorpresas, aunque se tratase de muy pocos los participantes de aquel juego.
Fuera de la sala, se encontraba Ootori Kyouya, recargado en la puerta. Lentamente abrió el papelito, el nombre estaba escrito con un pésimo puño, algo poco legible para su gusto, alcanzo a ver: Suoh Tamaki.
Regresando a la sala donde seguía ahora tratando de probar chantajes patrocinados por Hikaru para con Fujioka, el otro gemelo, Hitachiin Kaoru, aprovecho para ver en privado de quién sería amigo secreto, y para su no sorpresa, le toco su hermano.
Se giro para ver como estaba esté jugándole alguna que otra broma con cierto toque a modo de chantaje a la chica castaña. Sabía que las cosas habían cambiado un poquito entre ellos, pero ese poquito, le deprimía un tanto, eso de que ya Hikaru diera cada vez un paso más que él hacia su independencia le tenía un tanto… ¿frío?... ¿distante?... ¿grosero con otros?... ¿preocupado?... ¡bah! Daba igual, cual fuera que fuese la forma en que se viese, daba a lo mismo, a pesar que ahora ya lo ignoraba un poquito más a propósito, lo hacía porque quería que su gemelo, que HITACHIIN HIKARU, le demostrase que aún le tenía a su lado, como siempre, para siempre o por lo menos, le gustaría sentir aquella compañía y lealtad como antes, aunque fuese un solo momento.
Lanzo una mirada un tanto triste y de recelo hacía la escenita tan común y corriente de Hikaru molestando a Haruhi, claro, estaba demás ver como Tamaki hacia berrinches mientras que Mori y Honey-sempai estaban en la mesita de té con el peluche de felpa. Por un momento miro resentido específicamente a Fujioka y luego a su gemelo.
Se dispuso a retirarse para ver si así llamaba la atención de Hika-chan, justo cuando ya estaba a un paso de llegar a la salida, se detuvo, espero unos segundos y al tomar el pomo de la puerta, por un momento, ilusionado, espero a que su gemelo lo llamase lloriqueando que no le dejase o que simplemente se despidiera rápido de los demás para irse junto a él, pero… no paso nada, nadie se dio cuenta y así, solo y desilusionado, Kaoru salió de la sala de música.
Al parecer, ese día, después de todo, no fue tan común y corriente.
Continuara…
Ojala les haya gustado este primer capítulo, en verdad nunca creí llegar a publicar uno de mis fics de ésta serie, así que espero sus comentarios. Debo aclarar que el título de ésta historia es por una canción del grupo Sambomaster, se supone (tengo entendido, mejor dicho) que la traducción sería: "Y con esto me hice libre".
