Disclaymer: Todo pertenece a George R. R. Martin.

Aviso: Este fic participa en el desafío de Octubre de la "Batalla de Hielo y Fuego1", en el foro "Alas Negras, Palabras Negras"

En la Posada de la Encrucijada, en aquella época, la rebelión se vivía incluso, quizá, más que en aquellos ridículamente lujosos castillos.

Masha siempre tenía que esmerarse. Ella debía atender a soldados heridos, borrachos sin remedio, mujeres al borde del parto abandonadas por sus maridos y muchas cosas más… aquella era una rutina horrible, que la posadera ansiaba terminar… lo que más la sorprendió fue cuando, camino a Dorne, el príncipe Rhaegar entró a la posada con su… prisionera, Lyanna Stark.

Pero esto de "prisionera" solo era en público… el día anterior a que ellos partieran, Masha (que había visto las miradas insinuantes que ellos se dirigían) decidió averiguar la razón de tales miradas y los siguió.

Al llegar a la puerta de la habitación, el escudero de Rhaegar (la única persona que había ido a la posada con ellos) le puso la espada en el cuello. Masha, una mujer difícil de atemorizar, miró al joven y dijo.

-Si me apuntas con eso algo debes de ocultar, muchacho… o algo deben ocultar tus amos—dijo y el chico (bastante cobarde por cierto) huyó antes de enfrentar la verdad.

Tras este episodio, Masha pegó el ojo al agujero del picaporte y vio. Vio como ellos se besaban apasionadamente, ropas tiradas por la habitación… y, debido a que en aquella parte de la posada (la más elegante) no había nadie en aquel momento, escuchó los gemidos, casi gritos, que ellos emitían, sin pudor alguno. Y entre estos gritos también escuchó el "¡TE AMO!" aquel grito, soltado al unísono por ambos jóvenes, hizo entender a Masha todo, absolutamente todo.

Así fue como la pareja causante de la rebelión del Usurpador obtuvo a un testigo silencioso (y totalmente inesperado) de su amor.

¡Hola! :D espero que les haya gustado la historia… besos 3