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...Mi alteza...

Su alteza... si, así era como me llamabas, así me decías aun cuando yo lo despreciaba, por el simple hecho de recordarme a mi dulce hermano Luka, y es por esta misma razón que lo anhelaba, que deseaba que me llamaras de esa manera, porque me ayudabas a no olvidarlo, a no dejarlo atrás; aunque yo sabia que eso era imposible, que nunca podría dejarlo caer al pozo del vacío y la soledad eterna, porque el era todo lo que alguna vez tuve y la única persona que me amaba tanto para no dejarme caer en la locura y la inmundicia de las calles, pero... ¿que sucedió cuando no tuve a mi dulce hermano que me sacara de la soledad; y apartara las sombras y pesadillas que me acosaban por las noche?.

Nunca lo dejare solo mi alteza.

Oscuridad... si oscuridad eso fue lo que sucedió, en eso fue en lo que me convertí, me transforme en la oscuridad que cada noche me susurraba al oído las dulces palabras de afecto que en algún momento el había recitado solo para mi, sucumbí a las funestas sombras que solo deseaban que me dejara caer en su frio y pálido seno...

Siempre estaré contigo, su alteza.

Pero yo no quería eso, yo deseaba venganza contra aquellos que me arrebataron sin piedad a mi querido y dulce hermano. Y en ese momento apareciste tu; imponente, enorme, decidido; toda tu esencia solo mostraba una cosa, y era poder...Me miraste con esos ojos de color semejante al oro fundido, mostrando algo que en ese momento no supe identificar; pero quise creer que me observabas con interés, como si yo valiese algo por ser simplemente yo, Jim Macken, no aquel sucio niño de la calle, no aquella destrozada y sucia muñeca, sino al niño que deseaba ser reconocido como una persona y no ser usado y desechado como si no valiera nada.

...No quiero estar roto, no quiero, no quiero...

Hablaste conmigo y he de confesar que nunca le preste atención a lo que me decías, solo te miraba con emoción y entusiasmo, lo cual me sorprendió, pensé que todos los sentimientos que antes poseía se habían marchitado dentro de mi pálido pecho cubierto de marcas y dolorosas cicatrices para nunca volver a florecer; y ahora que estoy aquí solo, tirado en el frio suelo dejándome caer en las tinieblas, teniendo el corazón destrozado, observando como ese frio manto cae sobre mis ojos no me molesta confesar que eso me gusto, que disfrute volver a sentir dentro de mi muchas emociones que creí haber perdido, temor, curiosidad, rabia, esas eran las que mas resaltaban; especialmente la rabia; ¿por qué rabia? porque sabia que en realidad todo era una dulce mentira en la que me deje caer sabiendo que no habría vuelta atrás.

Una vez que alguien renuncia a la fe, jamás podrá regresar al lado de Dios.

El lado de Dios,...¿puede alguien que ha perdido todo lo que amaba creer esa absurda patraña?, no, no puede por el simple hecho de estar desgarrado por dentro sabiendo que Dios a pesar de los llantos y las lagrimas envueltas en la mas pura desesperación, de saber que alguien escuchaba los gritos pidiendo auxilio, de los ruegos esperando un milagro y el que Dios nunca mostrara el grado de compasión y misericordia que todos esos ignorantes suponen que debe de tener, a la que todos esos niños vacíos se aferraban con uñas y dientes porque no tenían a nadie quien los salvara de ese asqueroso infierno.

...No se que creer...

Y aun sabiendo todo eso, dudé de tus palabras; pensé en mi hermano y en el lugar en donde el estaría, porque seguramente el estaría en el cielo susurrándoles dulces palabras a todos en el paraíso, si renunciaba a el jamás podría estar cerca de Luka nunca mas y eso me lastimaba mas de lo que mi maltrecho corazón estaba dispuesto a soportar, y todo lo que antes era duda ahora era decisión y deseos de venganza, acepte dispuesto a hacer todo lo que fuera necesario para hacerlos pagar todo lo que me habían humillado.

Pero recuerde al terminar el contrato devorare su alma.

Mi alma ¿he? eso era todo lo que necesitaba para tenerte, solo tenias que devorar mi sucia y corrompida alma, y tendré a alguien que siempre me será fiel a mi. Tu, que podías tener cualquier alma con solo abrir la boca, deseabas la mía, aquella que habitaba en este promiscuo y despreciable cuerpo, eso siempre me lleno de curiosidad pero decidí no preguntar por temor a la respuesta...

Yo seré su mayordomo y seguiré cada una de sus ordenes al pie de la letra, jamás le fallare, su alteza.

Me llamaste de esa manera tan dulce y especial, y estalle de furia, no quería que esa frase dicha anteriormente por mi querido hermano fuera pronunciada por la venenosa boca de esa terrible y cruel araña, que intentaba ensuciar el recuerdo de mi hermano diciéndome eso; no me importaba si el era mi salvador, no podía permitir que lo dijeras y aunque se que pronunciaste esas palabras con el único propósito de herirme, me sentí tan feliz al ser llamado de esa forma nuevamente, pero no podías ser tu el que me dijeras eso, tu no eras nadie para decir esas palabras.

...No me llames así, tu no...

No podía soportar a ese terrible ente posado ante mi, tan superior a todo lo que yo era y lo que aun soy, que aun rodeado de basura he inmundicia puede brillar tanto como una solitaria estrella en el firmamento. Aunque, ¿qué se puede esperar de un demonio, mas que orgullo y autosuficiencia?.

...Tu nombre seré Claude Faustus, serás mi mayordomo y siempre estarás conmigo...

Yo no podía soportar el que tu fueras tan superior a mi y que solo jugaras conmigo y mi maltrecha alma y te odie en ese momento, por eso quería que siempre estuvieras conmigo para odiarte cada ves mas y que gracias a ese odio que yo te tenia nunca me abandonaras, si, ese es el razonamiento de un niño que solamente no quiere estar solo y que por medio del odio tenerte atado a el, porque si el odio te trajo ante mi, el odio puede hacer que te quedes ¿no?.

...Puedo darte todo solo, tan solo no me dejes...

No quería que vieras todos los sentimientos que en ese momento estaban dentro de mi y solo quería que me alejaras lo mas lejos posible de ese lugar; pero a pesar de todo te dirigiste a mi diciéndome que era mejor tratar primero con el viejo Conde Trancy, y yo estuve de acuerdo solo porque me lo decías tu; porque aunque odiaba sentir las sucias manos de ese viejo sobre mi maltratado cuerpo, y aunque también te odiaba a ti; tu me miraste a los ojos al hablar conmigo... Tu te encargaste de todo y dentro de poco me convertí en el nuevo Conde y jefe de la casa de los Trancy y decidí cambiar mi nombre a Alois Trancy, un nombre vulgar para una persona vulgar pensé.

Del día a la noche, de la azúcar a la sal, de la vida a la muerte, del azul profundo al oro… así es como trabaja el mayordomo de los Trancy.

Si así era como tu trabajabas, siempre perfecto, siempre metódico, sin que nada nunca este fuera de lugar y todo este en perfecto orden; limpiaste la mansión y borraste todos los rastros de perversión y dolor que había en esas paredes de color marfil, pero aun así no pudiste, no, mejor dicho, no quisiste quitar esa suciedad de mis recuerdos y tampoco alejaste mi miedo a las sombras que me acosaban en la noche, porque tu podías hacer lo que deseabas ya que tu no eras solo un mayordomo, eras mi mayordomo.

...Serás mi bendición y mi perdición...

Limpiaste la mansión y trajiste nuevos sirvientes y entre ellos estaba ella; la mujer contra la que temía perderte, Hannah, ella era tan hermosa con su cabello lila siempre brillante, su voz tan melodiosa, y su esencia que era igual de misteriosa que la tuya, que tuve miedo de que viéndola a ella dejaras de prestarme atención y buscaras algo mejor, algo que si valiera la pena; por eso la trataba de una manera tan reprochable, con el propósito de opacarla y que solo te centraras en mi y solo en mi, porque tu eras mío, desde el día que realizamos el contrato.

El fue el causante de la muerte de su familia, joven Trancy.

Eso fue lo que me dijiste, mostrándome una foto del joven Conde Ciel Phantomhive, la persona la cual fue la razón de que me quedara solo y que tu vinieras a salvarme. Y lo vi, tan joven y magnifico, con ese parche en uno de sus grandes ojos azules, que yo sabía que ocultaba la marca de un contrato con un demonio. Me contaste todo de el, de su vida, de su mansión, de sus sirvientes, y de como organizo el incendio que acabo con la vida de mi hermano para acabar con la vida de los asesinos de sus padres; o eso fue lo que me dijiste y ahora que mi vida se acaba se que no fue cierto...tenia que hacerlo mío para vengarme por todo lo que sufrí, y eso fue lo que te ordene, te mande a que acabaras su vida y eso intentaste pero no pudiste lograrlo gracias al mayordomo demonio de Ciel; Sebastian Michaelis un demonio sublimemente talentoso que seguía al pie de la letra cada orden de su amo, y al miralo a los ojos pude ver algo que en ti nunca había visto, y eso era deseo, deseo por devorar su alma y sacar todo de el hasta simplemente dejar a una triste mariposa sin sus bellas alas.

Yo solo quiero devorarlo hasta quedar satisfecho, mi alteza.

Dulces y cínicas palabras dichas por ti gracias a una orden de mi parte, porque si tu lo decías tenias que ser verdad; ¡no podías mentirme!, !solo podías ser sincero conmigo, no con otros¡, o eso era lo que yo quería pensar...cometí el error de no ordenártelo, creyendo que cuando tu me hablabas, me hablabas con sinceridad, !ja¡ que iluso de mi parte... un demonio no puede ser sincero, aun si tu lo deseas...

...Quería tu amor Claude...

Amor, si eso era lo que deseaba de ti, el odio que en algún momento te había tenido se desvaneció con el frio soplar del viento sobra las flores en el invierno, !no puede ser¡, creo que sentir la muerte atravesar mi pecho me ha hecho un poco cursi, ¿pero que puedo hacer?, nada, no puedo hacer nada porque...te amaba Claude, solo quería que espantaras a todo lo que me hacia mal , quería tenerte, porque aunque tu ya me tuvieras y fuera completamente tuyo, tu no eras mío solo por desearlo a el, a Ciel Phantomhive, ¿quién lo diría? una sola gota de su sangre y mi mundo se desmorono por completo, dejaste de prestarme atención, solo veías a esa tonta y fea rosa, sin importarte que yo estuviera ahí agonizando de dolor, antes solo me importaba que quisieras devorar mi alma, porque eso significaba que me deseabas a mi, a Alois Trancy o Jim Macken, quería tenerte, quería que me amaras con la misma intensidad con la que yo te amo, pero no lo logre...lo único que conseguí fue abrir los ojos, y darme cuenta de lo equivocado qué estaba, qué esa mirada al comienzo de todo solo era indiferencia, solo eso; no te importaba si ese pobre niño maltratado de la calle, moría como lo que era, un vagabundo, en ese momento solo tenias hambre y decidiste jugar con mi pobre y deslucida alma, porque mi corazón jamás te importo...

...La muerte es tan fría y solitaria, como nosotros...

Y ahora que estoy sucumbiendo en este vacío eterno, del que jamás saldré quiero decirte que te odio como jamás pensé que pudiera odiar a alguien, solo porque me hiciste amarte, me hiciste caer en una dulce y tierna ilusión de la que nunca quise salir, y fue tan doloroso que me clavaras tus largos colmillos y que inyectaras el dulce veneno en mis venas, solo te diré que te odio por hacerme amarte cada noche mas...

-¡Jim, Jim, ven a jugar!-

- Joven Alois venga con nosotros-

...Luka, Hannah... es cierto ahora estoy con ellos...

...Claude gracias...si no fuera por ti, jamás me habría reencontrado con mi dulce hermano, y con Hannah que a pesar de mi maltrato nos ama mas que a su vida; gracias a ti conseguí lo que mas quería, gracias a ti ahora tengo amor y una familia, y Claude por favor recuerda qué, yo, Jim Macken o Alois Trancy esa mariposa sucia y con las alas rotas de la calle, siempre lo amará, no importa lo que suceda, no interesa lo que pase, que aunque me hallas traicionado y no pueda perdonarte, tu siempre serás... mi alteza.