Aun no entendía en que momento había ocurrido todo, solo lo noto cuando ya era tarde, y ahí estaba el, el frio e inexpresivo Suzuno Fuusuke en medio de una cita con, adivinen, Genda Kojirou, suspiro una vez más, había perdido la cuenta de cuantas veces lo había hecho
-¿Quieres otro helado?- pregunto la bestia castaña, el albino lo miro aburrido y asintió, a los minutos Genda volvió con un helado doble de menta y chocolate.
Genda parecía feliz, de hecho lo estaba, muy feliz, había conseguido una cita con el monocromático chico de hielo, ahora podría reírse en la cara de Nagumo y morir en paz, hace unos meses había comenzado a sentir esa extraña atracción por el de cabellos albos, nunca se imaginó que su atracción se volviera en algo más fuerte, nunca barajo la idea de enamorarse de un chico como aquel, pero como dicen por ahí, uno no elige a quien amar, y vaya que tenían razón, pero volviendo a la cita, hace unos días el valiente y nada cobarde Genda se atrevió a pedirle una cita al nada inexpresivo chico, temblando como gelatina y con el rostro rojo como un tomate maduro, pero lo hizo y Suzuno quien en ese momento discutía como siempre con el nada molesto pelirrojo, acepto y sin saber cómo ni cuándo se vio arrastrado esa mañana de sábado por el apuesto y sonriente castaño.
Ya pasaban de las cuatro y Genda por fin había logrado sacar un tema de conversación que al albino le interesara, hablaban de música, si, si creían que esta cita no podía ser más rara, ahora hablaban de música y Genda inocentemente hizo el siguiente comentario
-Sabes, siempre he querido hacer una banda- ese simple comentario hizo que los ojos de Suzuno se iluminaran
-¿Y qué te lo impide?- pregunto volviendo su vista a la malteada que ahora bebía
-Que no creo que alguien esté interesado- respondió mirando las nubes
-¿tocas algún instrumento?- Genda negó -¿Cantas?- el castaño enrojeció, le gustaba cantar, pero los únicos que le habían escuchado eran el jabón y los productos de baño cuando estaba en la ducha, Suzuno sonrió, por primera vez en el día sonrió
-Podrías intentarlo- le dijo mirando las nubes igual que el castaño –Yo me apuntaría- Genda lo miro y sonrió antes de atreverse a robarle un beso, se ganó un buen golpe, pero valió la pena, tal vez después de todo si había algo más que un chico sin sentimientos bajo esa mascara y el se encargaría de encontrarlo.
