Los personajes no me perteneces, si no a Gorila senpai, Hideaki sorachi, tampoco la imagen de portada, esa pertenece a su respectivo dueño, lo único que me pertenece es la historia.

Aclaraciones:

Inspirado en la pelicula 2 Gintama: Kanketsu-hen - Yorozuya yo Eien Nare"- tomado en cuenta este universo, sera un semi universo alterno.

Se sitúa cinco años después de que Gintoki desapareciera- Kagura 19 años, Sougo 23

Cursiva: pensamientos.

—: diálogos

Los capítulos sera contado desde la perspectiva de Sougo o Kagura

La personalidad de los personajes puede contener Out of Character (OoC): fuera del personaje - demasiado Ooc por donde lo mires.

Leer bajo su propio riesgo,

Gracias Karen -Cryss Ah por ayudarme con el título:'v

Summary:A veces pienso que Kagura es como una muñeca de porcelana: blanca, hermosa y fría, su belleza es tan exótica que solo puede lucirse en los aparadores de las grandes tiendas, pero al mismo tiempo es tan frágil, que al primer movimiento brusco podía romperla.

Muñeca de porcelana

Capítulo 1. — Dolor…

~Sougo~

Solíamos vernos de vez en cuando, ella siempre lucia triste, no se parecía en nada aquella niña que solía golpearme y sonreír de oreja a oreja…"

Era como un fantasma andante, la veía transitar por las calles destruidas de Edo, siempre acompañada de ese perro. Nunca hablamos más allá de un saludo poco recatado, ella siempre lucia sumida en propio mundo , apenas notaba mi presencia, no es como si fuera algo que me importará, pero de verdad que extrañaba aquellos días donde solíamos pelear hasta cansar nuestros cuerpos.

Pero ella cambio,ya no era aquella china ilegal que insultanba a cada rato, mucho menos sonreía, lucia como una persona diferente.

El cambio en Kagura era bastante visible, ya no había rastro alguno de aquel cuerpo infantil carente de curvas, mucho menos su rostro redondo y mejillas de bebé, incluso su mirada inocente ya no estaba, ahora lucia como una muñeca con grandes curvas, un rostro más femenino y maduro, pero siempre con una mirada vacía; dejó de utilizar aquellos trajes rojos para usar algo más forma y recatado, un qipao* blanco con detalles azules, un extraño vestido que me recordaba en cierta forma al jefe, supuse que era una forma de honrar su memoria.

No obstante, Kagura jamás volvió hacer aquella niña mal hablada con quien solía pelear, nunca volvió a sonreír como lo hacía con la Yorozuya.

Quien diría que esa china grosera y mal hablada, se convertiría en toda una muñeca, si alguien me lo hubiera dicho, seguramente me hubiera reído, sobre todo recordando su forma infantil que poseía en aquel entonces, la sonrisa y las guarradas que decía, pero todo cambio, Sakata Gintoki desapareció un día sin dejar rastro alguno , la mayoría de sus conocidos lo daban por muerto, porque debía estarlo, nadie desaparecía de la noche a la mañana, dejado aquellos chiquillos solo en este mundo ,ese hombre jamás los hubiera dejado así sin más, para él aquellos niños eran casi sus hijos.

Desde que el jefe desapareció, el rostro de Kagura permanecía marchito, sin ninguna sonrisa sincera, mucho menos aquel brillo en sus ojos azules, parecía una mujer muerta en vida.

Kagura, la inmigrante ilegal jamás volvió a sonreír como aquellos días donde solíamos pelearnos por cosas insignificantes. Hubo días que entre mis intentos infantiles, la desafiaba a peleas sin sentido, pero nada resulto, ella permaneció ahí, sin responder a ninguna de mis provocaciones o golpes.

Con el tiempo aprendí que era mejor obsérvala desde lejos, era lo más segura para ella y para mí, pero aquel día sin saber la razón (o más bien queriendo realmente hablar con ella) es que entró en aquel bar de mala muerte.

Éramos tan distintos"

Y ahí esta ella, tan hermosa, tan frágil ,tan lejos de mí, era tan inalcanzable como el cielo infinito, sin pensarlo dos veces me acercó a ella, como un lobo detrás de su presa, embozo una pequeña sonrisa sabiendo que mi presencia la alterara de sobremanera.

Me bastaba para verla tomando para saber que rostro tenía, seguramente estaría sumergida en sus pensamientos deprimentes, recordado lo que ya no tenía, desde que "el jefe" desapareció, ya nada volvió a ser igual, empezado con aquel negocio de pacotilla y con aquellos niños.

Veo cómo se lleva aquella bebida a sus labios, la melancolía se puede notar en cada poro de su rostro.

Me deprimía verla así, ver como una hermosa flor se marchitaba en un lugar así, hubiera dado todo porque ella estuviera lejos de mí, de su dolor, en cambio ella está aquí, tan rota, tan vacía, aquello provoca algo dentro de mí, algo difícil de olvidar, algo difícil de ignorar.

— ¡Hey China! Cuanto tiempo sin verte—suelto con sordas.

Sus hombros se tensan en solo escuchar mi voz, vacila por un momento hasta que voltea a verme, me mira con petulancia, como si fuera un insecto de esos difíciles de aplastar que zumba alrededor de su oído.

— ¡Que molestia! Alguien dejo entrar al perro –Kagura me mira con esos ojos azules de forma intensa, arquea la ceja en señal de molestia, mientras sus mejillas están rojas por el alcohol.

No contesto, sino que me siento a su lado.

—No pensé que dejara entrar a una chiquilla a este bar, ¡Hey viejo, esta chiquilla aun es menor de edad!— le comunicó al cantinero, quien sólo me mira para luego mirar con atención a la china, empieza a balbucear un par de cosas que no logro escuchar.

— ¡Tengo diecinueve!— escupe, me mira desafiante, sus ojos azules me miran intensamente, siento como si me atrajera a un abismo oscuro y lleno de dolor —Ya soy mayor de edad —afirma—además tú no eres mi padre para decirme aquello.

—Si lo fueras, no estarías en este podrido planeta— le saco la lengua y ella me mira ofendida—cálmate china, era solo una broma— le digo mirando al cantinero y pidiendo una botella que no tarda en traerme , me sirve y nos deja para atender a otros clientes, el silencio se instala entre los dos.

— ¿Qué quieres?— va directo al grano, agarró la botella y le sirvo un poco de alcohol.

—Pensé que necesitaba compañía— admito — te veas algo triste.

Ella me observa por el rabino de sus ojos,luego desvía su vista ,sus mejillas se vuelve más roja que antes.

—No estoy triste— empieza — sólo pensaba.

— Puedo preguntar ¿en qué pensabas? – cuestiono, veo como un par de chicas me sonríe desde la puerta de aquel bar de mala muerte, sin embargo yo las ignoro, no vine a buscar diversión, hoy no; hoy sólo vine hacer compañía aquella china.

—Nada que te interese.

—Tal vez— sonrió mirándola a los ojos, ella también me mira, nuevamente quedamos en silencio— entonces ¿Los Yorozuya de Gura-sama?— preguntó, ella bebe de su trago, restándole importancia— ¿Qué paso con megane?—

—Tomamos rumbos diferentes— acorta ella, tardamos unos minutos así, hasta que ella me regresa la mirada, esta vez buscado algo que no logro entender— dime capitán Okita ¿por qué se ha dejado largo el cabello?, ¿acaso quiere parecer una señorita con es cara de niña?— me dice, intentado desviar el tema de conversación.

—A las mujeres no parece importarles, piensa que soy atractivo, china— le sonrío.

—Pero que feos gusto tiene. —se burla falsamente.

Nuevamente nos quedamos sin decir nada, suspiró, ver a Kagura en este lugar no es coincidencia, después de todo hoy se conmemora otro año desde que Sakata Gintoki abandono este mundo, sin pensarlo dos veces lo digo.

—Ha pasado bastante tiempo— empiezo ,la miro de reojo ,Kagura se tensa con la leve mención— cinco años desde que el jefe desapareció…— ella no espera a que termine ,de un momento a otro ella se levanta ,sus ojos azules me miran de forma intensa, casi como si deseara matarme.

Lo he fastidiado, no debí decirlo, acabo de aruinar el momento ameno que estábamos pasando.

— Anciano, cóbrale a este sujeto— dice mientras toma su paraguas y sale de aquel establecimiento, tan rápido como llegó.

Suspiró, no es la primera vez que lo hace, ni será la última, porque para Kagura el tema "Gintoki" es una palabra prohibida, sobre todo si tiene que ver con su supuesta muerte.

Terminó de beber aquel vaso de alcohol, pago al cantinero y voy tras de ella.

.

.

Lo primero que me percato al momento de salir, es que Kagura permanece a fuera, acariciando a ese perro pulgoso, su rostro luce más melancólico que antes.

— ¿Ya acabaste?— me dice con sarcasmo, Kagura comienza a caminar seguida de su perro.

—Te acompaño. —la sigo sin dudar.

—No gracias. — responde secamente.

—Es peligroso andar a estas horas, sola por las calles.

—No estoy sola, Sadaharu está conmigo.

—Sabes bien a que me refiero.

—No recordaba que fueras tan caballeroso — se burla con sarcasmo —No necesito de tú compañía, no soy ninguna mujer indefensa que no sabe defenderse— detiene su andar, me mira desafiante, yo simplemente me encojo de hombros.

—Lo sé, pero eso no quita que desee acompañarte a tú casa.

Ella no responde, se ha vuelto bastante fría en los últimos cinco años, ya no hay pequeñas bromas o groserías de por medio, Kagura parece haber madurado, tomo aquel silenció como un seco sí.

— No tienes derecho —deja salir apenas damos tres pasos—No tiene...que recordarme aquello…— me dice tan bajo, me esta reprochado, mientras caminamos donde alguna vez fueron calles de edo. — nunca podría olvidar una fecha así…

—Lo lamento— admito, sé que esta fecha la pone más sensible, por justa razón no deseo dejarla sola, es bastante irónico nuestra situación, antes no podíamos ni siquiera intercambiar una simple palabras sin grosería o golpes de por medio, pero ahora parecemos dos personas completamente extrañas teniendo una charla tranquila, Kagura no vuelve a decir nada y yo agradezco aquello, de seguir, seguramente empezaría a decirle cosas como "deja de deprimirte china" o " me das vergüenza".

.

.

Caminamos por donde alguna vez fue el distrito Kabuki, el lugar donde solíamos pelear, ahora solo queda casa vacías y semi destruidas, desde que el virus blanco apareció, las cosas cambiaron de mal a peor.

Sin darse cuenta, llegamos hasta la entrada donde alguna vez fue "los Yorozuya de Gin-chan", aquel perro blanco no duda en entrar, sin embargo Kagura permanece ahí, en la entrada de lo que alguna vez fue su hogar.

—Sougo— veo como debate consigo misma hasta que por fin toma el valor y me mira directamente a los ojos. — ¿Quieres pasar?— me pregunta tímidamente, aquellas palabras suena tan distantes y vacías, que me toma desprevenido.

Nunca, ni en mis más locos sueños pensé que Kagura me hiciera aquella proposición, sí, porque hay una invitación implicada en aquellas palabras, no soy un idiota para no darme cuenta, pero no soy tan bastardo para aprovecharme de su dolor.

—Hey Chin...— ella no deja que termine de hablar, Kagura se abalanza a mis brazos, sus labios encuentra lo míos, caemos al piso, ella se pone horcajadas de mí, puedo sentir como sus manos comienza a recorrer mi espalda, sus labios sobre los mío, me excito en solo pensar que Kagura, aquella china se me ofrezca de esta manera.

Aun así nos unimos"

Ella intenta traerme con caricias lascivas, me está tentado y yo sé que no tardaré en hacerlo.

Cierro los ojos y dejo que mi impulso se apodere de mí.

— "Eres un maldito hijo de puta, no puedes decir aquello, ¡GIN-CHAN NO ESTÁ MUERTO!".

En solo recordar aquello, abro mis ojos y la empujo lejos de mí, me mira con ojos abiertos, el azul intenso me mira con confusión me pongo de pie y la ayudo, ella sin embargo no alza su rostro, parece apenada y con justa razón, la acabo de rechazar.

—Yo.. —Las palabras no salen, ella esquiva mi mirada, me acercó a ella y beso levemente su mejilla.

Ella me mira con eso ojos azules, no puedo decirle nada más, la he visto rota, tan rota, que no puedo hacer esto, no seré el mejor hombre pero tampoco puedo abusar de su dolor.

Suelto a Kagura, me giro, dándole la espalda, quizá nuestra relación no es tan profunda, pero ambos poseemos una historia en ella, como para romperla de aquella forma, ella está tomada y yo no tanto, pero no soy un adolescente de dieciséis años, dejado que las hormonas controles sus acciones.

Me giro y la encaro como el hombre que soy.

—No es necesario que tengamos sexo, me puedo quedar contigo. — Esto suena tan irreal, yo Sougo Okita ofreciendo consuelo en vez de una noche de pasión, definitivamente algo malo pasa conmigo.

Kagura no dice nada, entra a los Yorozuya, sin embargo deja abierto la puerta. Mis instintos me dice que me vaya, que no me debo involucrar con ella, porque es tan frágil, que puede romperse en cualquier momento, sin embargo no hago nada de eso, sino que entro aquel lugar, sin saber las consecuencias que traería aquella noche.

.

.

Ese día fue la primera vez que dormimos juntos y la de muchas más, sin embargo… el destino no era tan piadoso como nos gustaría, había muchas heridas y muchas cuestiones, no podíamos simplemente ignorar aquello.

.

.

No hablamos como a mí me gustaría, en cambio compartimos el mismo futón, espalda contra espalda.

No es hasta el amanecer que sus pequeñas manos frías busca las mías y entre esa intimidad de la noche, es cuando por fin la abrazo.

A veces pienso que Kagura es como una muñeca de porcelana: blanca, hermosa y fría, su belleza es tan exótica que solo puede lucirse en los aparadores de las grandes tiendas, pero al mismo tiempo es tan frágil, que al primer movimiento brusco podía romperla.

—No me dejes—murmura entre sueño— Gin-chan— aquel nombre es como hiel en mi boca.

El jefe se fue, la dejó sola, rota y sin vida.

Ya no veo a la alegre Kagura aquella jovencita que conocí en aquel festival de fuegos artificiales, no ya no hay rastro de aquella niña, ahora veo una mujer vacía, rota y sin vida.

La abrazo más a mí, protegiendo aquel pequeño cuerpo, intentando dar confort a su pequeño corazón.

No soy el mejor hombre que puede haber, ni siquiera deberíamos estar juntos, sin embargo sólo por hoy quiero apaciguar aquel su dolor con suaves acaricias.

No puedo curar del todo su corazón, no puedo ni siquiera sacarla de esa melancolía, lo único que puedo hacer, es secar sus lágrimas que cae por mi camisa, lágrimas de una niña que tuvo que crecer frente al dolor.

"Nuestra relación era tan frágil, que a la mínima oportunidad todo se vendría abajo..."

.Continuará…..

Notas finales: estoy loca por subir otra historia pero... en mi defensa, la idea persistió de forma abrumadora, en fin, según tengo contado, será 4 capítulos, gracias por leer, este fic entrara en reeditación, primeramente consiga una nueva computadora, así que disculpe si contiene incoherencias o hay fallas ortográficas.

Nos leemos, con cariño frany

Subido en fanfiction 08-12-2017

Reedición 10-04-2018