Disclaimer: I don't own the carachters, they are property of Chris Carter and Ten Thirteen. No me pertenecen los personajes, son propiedad de Chris Carter y Ten Thirteen.
A/N : Esta es mi primera historia y está basada en una canción interpretada por Shania Twain "When you kiss me". Mis historias serán románticas, apasionadas, y todo aquello que puede ser posible en una relación, principalmente, entre mujeres. Si no están de acuerdo, no se preocupen, no las lean.
Dedicada para aquellos que están abiertos a un mundo de posibilidades. Es sano ser diferente y sabio respetar las diferencias. ¡Disfruten!
CUANDO ME BESAS
Desde el punto de vista de Dana Scully
Estaba abrazada a mi pequeño William mientras terminaba de recoger alguna ropa limpia. Más de alguna ama de casa podría decirme que exageraba cargando mucho a mi bebé por toda la casa mientras hacía los quehaceres propios del hogar, pero eran tan pocas las oportunidades que tenía de estar con mi hijo, que quería aprovecharlas todas al máximo, escuchando sus gorjeos y sintiendo su cuerpo tibio y suave refugiado en el mío.
Escuché que la puerta de mi departamento se abría y también, tras el típico sonido de las llaves siendo colgadas en el llavero de la pared, la voz alegre de Mónica, que me saludaba.
- ¡Hola! ¿Hay alguien en casa?
- ¡Sí, aquí estamos, en el cuarto de lavado!
Apareció con una sonrisa llenando su cara, sus ojos grandes y obscuros, brillando. Extendió sus largos brazos para saludarnos a ambos rodeándonos con un abrazo. Siempre saludaba a mi hijo con besos en las mejillas y en su nariz; luego me daba un beso en alguna de mis mejillas. Sus saludos tan cálidos me hacían sentir bien, y siempre arrancaba una sonrisa a mi pequeño William cuando escuchaba su voz que transmitía serenidad.
- ¡Hola, guapo! ¡Hola, Dana!
- ¡Hola, Mónica! Dile hola, pequeño.
William le gorjeó y extendió sus bracitos para abrazarla a su manera. Ella simplemente lo tomó con sus largas y delgadas manos, le besó de nuevo en ambas mejillas y lo columpió por el aire, para arrancarle una carcajada. Mónica le correspondía y a mi se me llenaba el corazón de una alegría indescriptible. Me gustaba escucharlo reír, ver que, a pesar de no estar su padre, él crecía de la manera más natural posible, rodeado de cuidados y de cariño.
Mi madre lo cuidaba por la mañana, mientras yo trabajaba en Quantico, y si no, su vecina lo hacía. Cuando salía de la ciudad y Mónica se quedaba haciendo trabajo de oficina, ella lo cuidaba aquí en casa. Cuando ella y yo teníamos que salir a lo que fuera por asuntos de la Agencia, o igual, para distraernos del trabajo, también lo cuidaba mi mamá.
Los fines de semana me quedaba en casa haciendo las labores del hogar, él me acompañaba y casi siempre teníamos a Mónica instalada en nuestra sala, en la cocina o igual en el cuarto de la lavadora si la suya no funcionaba. Había ocasiones en que si el día era soleado, Mónica se encargaba de preparar algo y salíamos al parque para disfrutar de un sencillo día de campo.
Como buena latina, Mónica tiene una sazón natural para la comida. Me ha enseñado algunas recetas, pero definitivamente nunca me quedarán como a ella.
- ¡Vamos a la cocina, William!l, he traído algunas cosas para preparar un almuerzo delicioso, totalmente mexicano.
- Mónica, no te hubieras molestado.
Le dije mirándola y sabiendo que a ella le gustaba consentirnos.
- No es molestia, lo sabes, quiero que ambos se alimenten bien.
Me dijo en voz serena y con una sonrisa. Me gustaba su sonrisa, me gustaba como brillaban sus ojos cuando sonreía y se ponía contenta al permitirle que hiciera sus obras de arte en la cocina. ¿Acabo de decir eso? ¿Acabo de decir que me gustaba su sonrisa? Debo de tener problemas de algún tipo.
Observé cómo se llevó cargado a William y comenzó a preparar habilidosamente las cosas en la cocina. Le ayudé a picar algunas cosas aquí y allá, también abrí algunos paquetes y latas. A veces nos daba a probar algo a mí y a William. No me explico todavía de dónde es que saca tanta alegría y serenidad, siempre tiene plática de lo que sucede en el mundo y además, me hace reír con las anécdotas de toda su familia.
Mientras lavaba los trastes Mónica llevó a William a dormir, a los pocos minutos regresó y se puso atrás de mí, sentí su aliento cerca de mi cuello y mi cuerpo reaccionó, me puse un tanto tensa, pero no de la mala manera, simplemente, tensa. Mónica lo notó.
- Disculpa, no quise asustarte.
- No, no te preocupes, no me asustaste.
Ambas sonreímos tímidamente y comenzamos a recoger el resto de la cocina. Me comentó cómo acabó uno de sus últimos casos y los últimos rumores en la oficina. También yo le platiqué lo que sucedía en las clases que impartía en la Academia de la Agencia y nos reímos por las actitudes de algunos alumnos.
- Bueno, es tarde, ya me tengo que ir.
Me dijo en tono de voz bajito, como si no quisiera decirlo para evitar hacerlo. Se acercó y me abrazó brevemente, pero al mismo tiempo de manera cálida. ¡Dios mío¡ ¡Me gustan sus saludos y despedidas, es tan cariñosa! Besó mis mejillas y sentí cómo mi latido se aceleraba ¿qué me pasaba?
Por últmo me dijo adiós desde la puerta y la ví desaparecer con una media sonrisa y con los ojos un tanto apagados. Se fue y sentí frío en mi cuerpo, mi sonrisa desapareció. Ya la extrañaba ¿cómo podía estar sucediendo?
Verifiqué que William estuviera durmiendo su siesta y luego me fui a mi cuarto a leer un libro. No pude concentrarme, seguí pensando en lo que Mónica me hizo sentir cuando se acercó a mí en la cocina, seguí recordando cómo se aceleró mi pulso en su abrazo y en su beso en la mejilla.
Definitivamente, la extrañaba. ¿Por qué no hacer planes y salir en la noche? Una noche de chicas: hacía mucho no salía con nadie a un buen restaurante y mi mamá no estaba ocupada. Como si fuera una adolescente, miré mi teléfono celular por largo rato pensando qué le podía decir a Mónica para pedirle que saliera conmigo. No quería que sonara como a una cita, pero tampoco quisiera que fuera algo común, quería que fuéramos como siempre: dos muy queridas y buenas amigas, pero también quería hacerla sentir bien, hacerla sentir como ella me hacía sentir a mí.
A/N: Espero les haya entretenido, vienen más capítulos y un poco de más romance. See you!
