Prologo

Un chico pequeño y una niña estaban en un día común y corriente jugado en el parque dado a la inocencia de ambos solo eran unos inocentes juegos hechos por diversión

-Dame un beso en la mejilla- Pidió la niña castaña a modo de que ambos se ruborizaron

-Muy bien- Accedió el pequeño chico rubio dando un pequeño toque con los labios a la mejilla de su amiga.

-Prométeme algo- Propuso la chiquilla con expresión de ser seria.

-¿Si?-respondió el niño con picardía.

-Cuando seamos grandes seremos novios y nos casaremos-Propuso la pequeña con una gran sonrisa de oreja a oreja.

-… claro lo prometo nunca olvidare este momento pese a lo que pase-dijo el pequeño poniendo su mano en su pecho.

A lo lejos se alcanzaban a oír 2 voces que ambos conocían: sus hermanos mayores

-¡KARI YA ES HORA DE IRNOS ¡-Exclamo el hermano de la castaña

-¡TK YA ES HORA DE IRNOS¡-Exclamo el hermano del rubio

-Bueno parece que por ahora esto es el adiós

-Si pero no lo olvides te estaré esperado-exclamo alzando la mano en forma de despedida.