Este es un One-Shot, inspirado en un reto que me puso mi amiga Gloria, y que es el siguiente:

Personajes: Hermione/Draco
Frases: Hermione: No me liaría contigo, ni aunque fueras de nuevo un huroncito nervioso, Malfoy
Draco: El mundo no gira alrededor de ti ¿sabes? gira alrededor de mi...

Xd aún con esas frases debe ser un Draco/Hermione, no vale nada de alcohol, ni drogas ni nada y si pudiera ser un pg-13 mejor

Piérdete

- ¡Vaya, vaya! ¡Así que la sangre sucia viene con ganas de bronca!

- ¡¡Malfoy!!-rugió Hermione- ¡Eres un ser repugnante y odioso!

- ¡Ooh! Jajaja –rió Malfoy- mirad chicos, la sabelotodo se ofende cuando le llaman lo que es, ¡esto si que es bueno!

- ¡No me ofendo por eso, imbécil! ¡¡Es por que podrías haber tirado a Ron de su escoba, ¿sabes?!! – gritó Hermione fuera de s

- ¿Al pobretón? –dijo él con sorna- Tanto mejor hubiera sido, una escoria menos en este mundo…

- ¡Serás hijo de…! – le gritó ella, mientras se abalanzó sobre el, con el puño en alto y en dirección a su cara.

- ¡Eh, eh! Quietaa – le dijo entre risas, mientras con una mano sujetaba el puño de ésta, y con la otra la frenaba sujetándola por el costado. – Largo –ordenó a Crabbe y Goyle haciendo un gesto con la cabeza – Ya me ocupo yo de esto.

Ambos salieron un poco molestos por el pasillo contiguo.  Mientras Hermione intentaba zafarse de Draco Malfoy, haciéndole de paso todo el daño posible.

- Estate quieta, Granger- le ordenó entre dientes, mientras le apretaba más el puño que le había interceptado.

La mano libre de Hermione voló derecha a arañarle en la cara. Éste, con buenos reflejos, apartó el rostro a tiempo, y sujetó a Hermione por su otra muñeca con fuerza.

- Suéltame – le ordenó ella, con una mueca de asco en la cara.

- ¿Para que me arañes como una gata salvaje? Creo que no

- ¿Qué pasa, Malfoy? ¿Te da miedo que te pueda hacer daño? –dijo ella socarronamente.

- ¿Daño tu, asquerosa? –dijo con tono de burla.

Hermione hizo fuerza y retorció sus muñecas para librarse definitivamente del agarro del Slytherin de un tirón.

- Lo que me ha dado miedo es como te me has tirado encima – continuó diciendo, mientras ella hacía ademán de irse – Veo que ni siquiera te importa que no me haya duchado aún… eso dice mucho de ti.

Ella deshizo el pequeño giro que había dado, para mirar a Draco con un gesto entre extrañeza y repugnancia.

- Estás mas enfermo de lo que pensaba – y al decir esto giró sobre sí para marcharse.

El reaccionó unos segundos más tarde, y con agilidad dejó su escoba apoyada en la pared del pasillo, para en un par de saltos acercarse a ella por la espalda. La cogió con fuerza por la muñeca, y le dobló el brazo por detrás de su espalda atrayéndola con brusquedad hacia sí. Sin ningún tipo de pudor forzó de ese modo que las partes de sus cuerpos que quedaban próximas, estuvieran estrecho contacto.

- ¿Te ha gustado lo que le he hecho a tu amigo el pobretón? – le dijo al oído a Hermione, casi siseando – seguro que ahora vas a consolarle… habría que ver lo que haces para…

- ¡Cierra la boca! – le gritó ella, y con brusquedad se soltó de nuevo - ¡Estás loco!

Y Hermione se perdió, casi corriendo, por el fondo del pasillo.

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Apenas un par de horas más tarde, Hermione salía de la enfermería, donde Madame Pomfrey le había recomendado un remedio para su castigada voz, debido a los vítores y cánticos en el partido de Quidditch.

Después de un largo y relajante baño, Draco Malfoy se dirigía al mismo lugar, en busca de algún remedio para el dolor muscular, pues el partido de aquella mañana, había sido especialmente duro. Como eso era algo que jamás reconocería, al ver a alguien salir prefirió no entrar en la enfermería y disimular, haciendo como que pasaba por allí. Al percatarse de que se trataba de Hermione, esperó a ver su reacción, pero ella se dirigió a otro pasillo diferente al que él estaba y ésta no se percató de su mirada.

- ¿Qué? ¿Visitando a tus amigos los llorones?- dijo él mientras aceleraba el paso para no perderla de vista.

Hermione se detuvo un segundo por la sorpresa, tras el cual, sin girar si quiera la cara, siguió su camino, dándole la espalda a Malfoy.

- ¿Está muy malherido el pobretón?- continuó con malicia - Pensé que le gustaría mi nueva táctica para atrapar la snitch, por que resulta que me pareció verla detrás de su oreja…

Hermione no se inmutó mientras seguía su camino. Draco, impaciente por que sus comentarios no surtían efecto, repitió la jugada de la mañana, y no precisamente la del partido. Esta vez agarró a Hermione de la espalda de su jersey para detenerla en su marcha. Tiró de ella hacia él, y después la sujetó por los hombros con firmeza.

 - Eh, Granger – dijo acercando su boca, por encima del hombro de Hermione, al tiempo que en un gesto tan rápido como sensual, la apartaba el pelo del oído – No consiento que se me de la espalda cuando estoy hablando.

A Hermione le recorrió el cuerpo un escalofrío y se le puso la piel de gallina, al sentir el aliento de Draco rozando su oído.

- Así me gusta – dijo él con firmeza en un susurro – dócil y calladita, Granger – y bajó sus labios hasta el cuello de Hermione, para volver a subir por él, recorriéndolo inesperadamente con su lengua.

Hermione inspiró y contuvo el aire. Malfoy jugueteando con la lengua en su cuello, mientras su flequillo le hacía cosquillas en la mejilla, era algo demasiado excitante como para no sucumbir. Sin embargo se dijo que él no se iba a salir con la suya, no iba a quedar por encima.

- Es propio de los Slytherin el abordar por detrás ¿verdad? – dijo ella ácidamente.

- Y de los apestosos Gryffindor el dejarse, por lo que veo…

Silencio.

- ¿Dejarme? – reaccionó Hermione tras unos segundos embriagada por el roce con la piel de Malfoy. Movió un poco los hombros para librarse de sus manos – Vamos – dijo mientras un poco nerviosa, hacía como que se arreglaba la ropa - No me liaría contigo, ni aunque fueras de nuevo un huroncito nervioso, Malfoy.

Malfoy sintió el impacto del comentario, aunque trató de disimularlo.

- ¿Liarme contigo? – dijo recuperando su habitual tono desagradable y dando un paso hacia atrás - ¿Crees que querría yo liarme con una sangre sucia y asquerosa como tu?

- Si, lo creo – dijo ella irrefutablemente, mientras se cruzaba de brazos y se giraba del todo para quedar frente a frente.

- ¿Ah, si? – dijo él, sorprendido por la respuesta

- Por supuesto

- ¡Vaya! ¡Que creída la sucia indigna! – exclamó, aunque se le notaba un poco descolocado -  Pues a ver si se te bajan esos humos, que el mundo no gira alrededor de ti ¿sabes? gira alrededor de mi…

- ¡Oh! ¿en serio? – dijo ella teatralmente – ¿Y que pasa si no me da la gana de bajar mis humos?

- Pues que me vería en la obligación de bajártelos yo, estúpida.

- Bien – dijo Hermione, cambiando el peso de una pierna a otra – Y a parte de insultar ¿sabes hacer algo más original, Malfoy?

Malfoy se detuvo un instante, tratando de averiguar la verdaderas intenciones de esas palabras. Frunció un poco sus labios hacia delante, en gesto seductor y Hermione levantó una ceja, interrogante.

- Ya se que te mueres por saberlo, pero no hace falta que te me insinúes como si estuvieras en celo – respondió Malfoy con una sonrisa maliciosa.

Hermione resopló mientras ponía los ojos en blanco.

- Piérdete, Malfoy – le dijo ella con desgana.

- De acuerdo- dijo con aire chulesco.

Subió la barbilla y sonrió maliciosamente. Estiró su brazo por la derecha de Hermione, quien lo siguió con la mirada y vio que se dirigía al pomo de una puerta de un aula que se encontraba justo a su espalda. Lo giró y la abrió del todo empujándola ligeramente con los dedos. Lo mismo hizo con ellos sobre el discreto escote de Hermione, para empujarla lentamente al interior, mientras terminaba de hablar.

- Pero tú... vienes conmigo.