Notas de autora (1): es mi primera historia, así que no tengo mucha experiencia. De todas formas estoy segura de que iré mejorando poco a poco.

Advertencias: vocabulario inadecaudo, violencia, OOC,escenas explícitas y muerte de un personaje.

Disclaimer: los personajes y los escenarios pertenecen, salvo el Original Character, a la serie Harry Potter; por lo tanto, a J.K. Rowling.


1. Salida nocturna

- Maldita sea. – murmuraba mientras avanzaba por los pasillos rápidamente. – Otra vez no.

La castaña Gryffindor llevaba consigo una pesada mochila, mientras sostenía unos pocos libros. Otra vez llevaba retraso. Pero su atareada estancia en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería se lo pedía. Era la prefecta de su casa, y debía cumplir sus deberes, no solo para no defraudar a los de su casa, sino también para enorgullecerse de ella misma.

Por fin llegó a su destino, el Gran Comedor, donde sus dos amigos la esperaban. Se dirigió veloz a su mesa correspondiente, y al ver a Harry y Ron, marcó una sonrisa en su rostro.

- Buenos días, chicos – saludó, mientras le pasaba sus libros a Harry para que los sostuviese.

- Buenos días. – dijeron ellos.

- ¿Otra vez con retraso?. ¿Segura que no necesitas ayuda? – preguntó Ron, preocupado.

- Por supuesto que no – adelantó ella. Luego miró hambrienta platos de la mesa –. Veamos,...

Diciendo esto, Hermione tomó una tostada y se la llevó a la boca.

- Muy variado tu desayuno – opinó el moreno irónicamente.

- Lo sé. Venga, veámonos. Quedan 10 minutos – apuró.

Era el 7º año que cursaba el trío de Gryffindor. Hacían unos dos meses que habían empezado las bochornosas clases. Estaban a principios de Noviembre.

Harry Potter, finalmente, logró hacerse con el puesto de capitán del equipo de Quidditch de Gryffindor. Le robó mucho de su tiempo libre. Pero su victoria contra el equipo de Ravenclaw al inicio de las clases fue impresionante.

Ronald Weasley se convirtió en bateador de su equipo. Había mejorado notablemente, y ya no le cantaban "A Weasley vamos a coronar", como en 5º. Además, había conseguido su propio club de fans.

Hermione Granger cumplió todas las expectativas y consiguió por tercer año consecutivo un puesto de prefecta, sin contar con su nombramiento a "Premio Anual". Y aunque esta vez no hubiese tomado tantas clases como para usar un Giratiempo, le faltaba tiempo para organizase.

- ¿Pociones, no? – preguntó el pelirrojo.

- Exacto. Pociones con los Slytherins.

Llegando a las mazmorras, pudieron sentir el frió y la humedad que acumulaban las paredes. Y la oscuridad que se consumía en ellas.

El trío entró al aula utilizada para Pociones y tomaron asiento. Esa odiosa materia seguía siendo impartida por Severus Snape, su "queridísimo" profesor de Pociones.

Harry y Hermione, tomaron asiento juntos. Mientras que su pelirrojo amigo, se sentaba con Neville Longbottom.

Como siempre exacto en la hora, el profesor Snape entró a la gélida mazmorra con pasos rápidos, para luego tomar asiento.

- Bien, hoy no tengo tiempo para tonterías, no estoy de buen humor – miró severamente a toda la clase, incluyendo a los Slytherins –. Página 278 – indicó secamente.

Cuando los alumnos abrieron sus libros por dicha página, el jefe de los Slytherins comenzó a hablar:

- ¿Alguien podría decirme qué es y para que sirve el suero Noscious? Y por favor, sin mirar el libro.

Hermione levantó su brazo fugazmente , aunque sabía que no le haría el mínimo caso, insistió. Y así fue:

- ¿Nadie lo sabe? – dijo con malicia –. Quizá tú si lo sepas, Potter.

La castaña Gryffindor, bajó bruscamente su brazo, para taparse su boca. Entonces, susurró a su compañero disimuladamente:

- Es un suero que sirve para dejar, temporalmente, un vicio. – explicó con palabras simples a su amigo.

Harry no dudó y contestó a la pregunta que le habían formulado, repitiendo exactamente las palabras de su amiga.

- Y ahora¿sabe los ingredientes que forman ese suero? – preguntó nuevamente, para después mirar a Hermione acusadoramente –. Y esta vez, a ser posible, sin la ayuda de Granger.

La castaña cruzó sus brazos en su mesa, y miró a Harry. Tras unos segundos de silencio:

- ¿Y bien?

- No lo sé, profesor – admitió, fijando su vista en Snape.

- Me lo esperaba. Tiene veinte puntos menos, Potter. Granger, a usted le asignaré un castigo justo.

La clase terminó igual a todas. El profesor quitaba puntos a Gryffindor, para luego sumárselos a Slytherin. Hermione se ganó su primer castigo del año; a las 21:30 tendría que limpiar y ordenar los calderos de la clase de pociones.

Hermione tomó asiento en una de las tantas mesas vacías de la Biblioteca. Sacó sus pergaminos, su tintero y pluma, y se dispuso a buscar algunos libros útiles para su tarea; una redacción para Historia de la Magia y unos apuntes sobre ciertas criaturas mágicas.

Pasada una hora, se disponía a acabar de una vez. Mojó su pluma en el tintero y escribió lo siguiente:

Los Selkies y los Merrows son criaturas marinas conocidas en Gran Bretaña. Los Selkies tienen aspecto de foca y habitan en las islas del Norte. Pueden adoptar formas humanas muy hermosas, pero deben retomar su aspecto de foca en el...

Dejó de escribir, tomó una bocanada de aire y se acomodó el pelo. Dispuesta a acabar su trabajo, mojó su pluma de oca en el tintero, pero antes de hacer nada, miró al frente.

Draco Malfoy, su eterno enemigo, acababa de tomar asiento justo delante de ella, en su propia mesa.

- ¿Qué haces Malfoy? – interrogó desconfiada.

- Ya ves, en la Biblioteca.

- Me refiero a; ¿Qué haces en esta mesa?

- Ah, pues, me siento y miro.

- ¿Y no puedes sentarte en otro sitio? – pregunt enojada.

- No tengo ganas – respondió inocentemente.

- ¿No te vas a ir?

- No – dijo clavando sus ojos en los de ella.

- En ese caso, me voy yo – se puso de pie inmediatamente.

- No te conviene Granger.

- ¿Y por qué no?

- Por lo que yo sé y tú no.

- Se me acaba la paciencia, Malfoy.

El rubio imitó a su enemiga y se paró de pie, apoyando sus manos en la mesa.

- Bien - sonrió malévolamente –, dicen que en una escapada nocturna, dos chicos encontraron un pasadizo.

- Impresionante – opinó sarcásticamente.

- No te rías aún. No se puede acceder a él fácilmente. Ni Dumblendore, ni Filch, conocen su paradero. Tampoco figura en ese famoso mapa del Merodeador. – tomó una pausa. – Ese extraño pasadizo, fue a dar a una cámara. Una oscura, más siniestra que la mismísima Cámara de los Secretos. Una cámara donde se encontraron a una extraña criatura, y desataron su ira.

- ¿De que hablas? – preguntó desconcertada -. ¿Qué criatura es esa?

Malfoy fue acercándose sigilosamente a la castaña, como un león que acecha su presa, hasta colocarse tras de ella.

- Te la describiré – aclaró susurrándole al oído –. Es la criatura mágica más terrible de todas. Una mutación entre hombre y animal, de dientes afilados y mente perversa. Devora todo lo que encuentra. ¿Sabes a que me estoy refiriendo, Granger?

- ¿La mantícora? – preguntó temiendo la respuesta.

- Eso es – felicitó burlonamente.

- ¿Qué dices...

Antes de acabar su frase, se oyó un agudo grito proveniente de afuera de la Biblioteca. Miró a su compañero confusamente.

- Escapó de la cámara. – dijo antes de que formulara la pregunta.

En ese mismo momento, las puertas de la biblioteca se abrieron de par en par, dejando pasar a una asustadiza chica. Catherine Johns, prefecta de Ravenclaw, completamente ensangrentada, llena de rasguños por toda su piel, y profundas heridas. En un determinado momento, cayó inconsciente sobre el suelo de piedra. Mientras que la señora Pince salía en busca de ayuda, y decenas de caras asustadas se acercaban cuidadosamente a la victima.


Notas de autora (2): en fin, primer capítulo finalizado. No quiero dar mucho la vara con los reviews, así que si te gustó y te apetece comentarmelo envíame uno; si no te gustó y te preocupas en señalarme los fallos, te lo agradeceré también mucho.

Uzume Aya