Disclaimer: Si Hetalia fuera mío, seguro habría una horda de fanáticas furiosas y con ganas de asesinarme fuera de mi casa pero como no es así, asumo que le pertenece a Hidekaz Himaruya.
Advertencia: UA, posible OoC, uso de nombres humanos y…yo tratando de escribir horror (?)
I know where you hide.
Arthur mentía. Siempre le había dicho que si estaba asustado sólo contara hasta diez–ya que ese era el tiempo que tardaba el británico en llegar hasta la habitación del menor–, y él llegaría a rescatarlo. Arthur mentía, él contaba una y otra vez, tratando de ahogar los gritos y gemidos de terror mientras permanecía hecho un ovillo en el centro de la cama, y rara era la vez que Arthur llegaba a "rescatarlo", pero aún así, él seguía contando.
Alfred está aterrado metido en el armario tratando de controlar su respiración cosa que le parece casi imposible. Intenta por todos los medios acallar los sollozos y gritos que su garganta desea liberar. ¡Nunca ha tenido tanto miedo!
No sabe cómo es que se ha dejado envolver en todo esto, pero es obvio que al calor de las copas aquella idea resultaba grandiosa.
Ahora teme ser encontrado. ¡No quiere compartir el destino de sus amigos!
Todo es culpa de los libros que el inglés dejó en el sótano y de sus amigos por tomarlos y hacer esas cosas raras.
El rubio se estremece al ver una sombra pasar con rapidez delante de su escondite. Sus músculos se tensan al escuchar un grito, sabe bien a quién pertenece–o pertenecía–, lo sabe perfectamente, hasta quiere gritar "¡Toris!" pero se abstiene de hacerlo por su propio bien. ¿Dios, qué clase de héroe es?
La casa se sume en un silencio sepulcral. "¿Se fueron?" Piensa, pero el sonido de vidrios y estantes cayendo le confirman lo equivocado que esta. Lo buscan.
"Por favor, por favor, sólo es un sueño, de otra forma…yo jamás haría algo así. Yo como héroe, no me escondería." Se repite asustado. "Que Arthur venga ya a despertarme. Por favor, Iggy ven a despertarme pronto."
De repente observa (por debajo de la puerta) como la sombra se detiene frente a su escondite. ¿Acaso lo han encontrado?
"Si tienes miedo sólo cierra los ojos y cuenta hasta diez, y ahí estaré."
Cierra sus ojos azules. Sólo es un sueño, sin duda alguna Arthur vendrá pronto a despertarlo.
–Uno–resuena el chillido de la perilla.
–Dos–la puerta se abre.
–Tres–hay algo arrastrándose hacia él.
–Cuatro…–siente un aliento fétido en el rostro.
–Cinco…–Escucha un gruñido.
–Seis–sus ojos se abren, sin alcanzar a distinguir nada. Reanuda el conteo un poco más tranquilo– siete, ocho, nueve, die…–su voz se apaga al darse cuenta de las fauces que se sostienen sobre su cabeza. Y un último grito se ahoga entre las paredes de la casa.
N/A: Alguien me alentó a subir esto y bueno, de momento tengo una obsesión por querer escribir horror, aunque dudó haber logrado mi cometido.
¡Muchísimas gracias por leer!
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