-Bueeeeeeeeenos días a todo el mundo, bien tengo varias cosas que decir hoy pero iniciaré con los más importante y es que hoy, ¡ES MI CUMPLEAÑOS!-Dice Akuma mientras a su espalda aparecen Ryuko y Harumi tirando serpentina.
-Felicidades Aku_kun y que cumplas muchos más.-Dice Ryulo abrazando a Akuma por la espalda.
-Y que los siguientes también los celebre con nosotras nii_sama.-Dice ahora Harumi abrazando también al escritor de esta historia el cual ya esta algo sonrojado.
-Gracias chicas sois un amor, bueno y ahora entrando un poco en el tema que nos concierne hoy. Se que muchos estaréis pensando, ¡que hace este tio con una nueva historia? Pues vereis es que simplemente una vez me llegó la idea para este fic en menos de una semana ya tenia como 20 caps en mi cabeza además de que esta historia de verdad me hace mucha ilusión escribirla ya que creo que puede quedar algo verdaderamente epico. Bueno no los distraigo más y les dejo con el prologo, los leo al final con algunas aclaraciones.-
-Esperamos que disfruten de esta nueva historia.-Dicen las dos hermanas antes de ponerle un gorro de fiesta a Akuma.
Demonio/invocación hablando-demonio
Demonio/invocación pensando-(demonio)
Los personajes de Naruto así como sus técnicas y armas no me pertenecen solo lo son las técnicas y armas que cree de manera original, tampoco me pertenecen personajes y técnicas de otras series que utilizare en este fic.
Prologo.
Las grises nubes cubrían el cielo dándole al día de hoy un tinte triste y melancólico a la villa oculta entre las hojas. Pero a pesar de esto, en las calles de la villa ninja las gentes se preparaban alegremente para la importante celebración que este día ocurría.
Hoy era 10 de octubre, el día en que las gentes de Konoha festajaban la victoria de uno de sus mayores héroes, el Yondaime Hokage, Minato Namikze, sobre el malvado y destructivo zorro de nueve colas también conocido como Kyubi.
Por supuesto no todo en este día era alegría y felicidad por la victoria del Namikaze, por la mañana se celebraba una ceremonia por todos aquellos que cayeron luchando valientemente hacía ya hoy 4 años, tal vez por eso el día tenia un tiente tan melancólico.
En la torre del Hokage y más concretamente en su oficina, Sarutobi Hiruzen, el Sandaime Hokage, miraba con expresión de inmensa tristeza a la villa que había jurado proteger desde el gran ventanal con el que contaba su oficina. A la vez que miraba por la ventana su mente viajó inconsciente a cierto recuerdo ocurrido hace ya 4 años, la noche en la que el Kyubi atacó a la villa.
Flash Back Inicia.
Los gritos de pánico y terror eran presentes en toda la villa oculta entre las hojas que era atacada y destruida sin ninguna piedad por el diabólico zorro de nueve colas el cual había aparecido de la nada en mitad de la villa sembrando el caos.
La noche había empezado tranquila para todos, o al menos para la mayor parte de los habitantes de la villa que no sabían que en un lugar un tanto lejano a la villa y protegido por varias y poderosas barreras, Kushina Uzumaki se encontraba dando a luz con ayuda de su marido Minato.
El parto iba perfectamente y parecía que todo iba a salir bien, la pelirroja Uzumaki acababa de dar a luz a dos hermosas niñas, ambas pelirrojas y de ojos azules.
-Ya esta Kushina_chan, mira, estas son nuestras hijas, Akari y Airi.-Dijo Minato mientras entregaba a las dos recién nacidas a su esposa.
-Mis niñas, vuestro hermano debe estar ansioso de conocerlas.-Dijo Kushina abrazando amorosamente a las dos niñas en sus brazos antes de dárselas a la madrona para que el rubio pudiese cerrar el sello del Kyubi que se había debilitado por el parto.
La felicidad era muy presente en los rostro de la feliz pareja que veía como este día su familia aumentaba por segunda vez, pero esa felicidad desgraciadamente duró demasiado poco.
Con un golpe sordo la madrona y su ayudante cayeron inconscientes al suelo y al girare el Namikaze pudo ver a un hombre con una mascara con un solo ojo y vestido con un manto. El sujeto tenia en su brazo derecho a las dos recién nacidas y en su mano izquierda tenia un kunai con el que apuntaba a las pequeñas.
-¡¿Quien demonios eres?!-Preguntó el alarmado Minato mientras su esposa miraba con miedo la escena.
-Quien soy no es lo importante, cuarto Hokage Minato Namikaze. Ahora apártate de la Jinchuriki, o de lo contrario las vidas de sus hijas solo habrán durado un minuto.-Dijo el misterioso hombre mientras el Namikaze apretaba con fuerza sus puños y sus dientes.
Minato no tuvo más opción que obedecer al enmascarado y lo siguiente ocurrió con rapidez. El enmascarado lanzó a las dos niñas al aire y el Namikze haciendo gala de su velocidad las atrapó sin problema pero fue entonces que se dio cuenta que en la manta que envolvía a las dos pequeñas pelirrojas había decena de sellos explosivos.
Bastante lejos del lugar del parto, una cabaña de madera explotó un instante después de que el rubio consiguiese poner a sus dos hijas recién nacidas a salvo. Minato bufó con enfado antes de mirar a sus hijas en sus brazos, una lagrima bajó por sus mejillas al saber lo que tendría que hacer, solo esperaba que su hijo mayor cuidase bien de su madre y sus hermanas si lo que pensaba que estaba por ocurrir acababa ocurriendo.
Usando su justu característico, el Namikaze apareció en una habitación donde dejó a sus dos hijas en una cama, arropadas por una sabana. El rubio se permitió una mirada rápida a sus hijas antes de irse, una pequeña sonrisa apareció momentáneamente en su cara antes de desaparecer del lugar en un destello.
Mientras tanto en algún lugar del bosque, la pelirrojo veía sin poder hacer nada como la imponente figura del zorro de nueve colas se alzaba ante ella, pero aun con el dolor y agotamiento que estaba sintiendo en ese momento hubo algo que le llamó demasiado la atención, los ojos del Kyubi por un momento cambiaron a un sharingan de 3 tomes.
El zorro alzó una de sus patas y con ella trató de aplastar a la Uzumaki que en el ultimo instante fue salvada por su esposo.
-Minato...las niñas...¿están bien?-Preguntó la agotada pelirrojo en brazos del rubio.
-Si, están sanas y a salvo en un lugar seguro.-Dijo Minato tranquilizando un poco a su esposa antes de volver a desaparecer en un destello.
El Yondaime volvió a aparecer en aquella habitación donde dejó a su esposa junto a sus hijas en la cama. El Namikaze en ese momento agarró su capa blanca con flamas rojas donde se podía leer en kanjis "Cuarto Hokage", agarró también un par de kunais de 3 puntas y se dispuso a salir a la batalla pero la voz de su mujer lo detuvo.
-Minato...tienes que detener a ese tipo y a Kyubi...pretende ir a la villa.-Dijo la exhausta pelirroja mientras abrazaba a sus hijas.
-No te preocupes, no le permitiré salirse con la suya.-Dijo el rubio antes de desaparecer en un destello.
En la villa todo era calma, pero una calma muy extraña, se sentía algo extraño en el ambiente, el aire frió y enrarecido no anunciaba nada bueno y había bastante gente que lo había notado, Kakashi Hatake y el Sarutobi Hiruzen eran algunos de ellos.
-¡Kuchiyose no Jutsu (Técnica de invocación)!-Fue el fuerte grito que se escuchó en toda la villa antes de que una inmensa nube de humo cubriese una gran parte de esta.
-¡RRRRRRAAAAAAAGGGGGGGGGHHHHHHHHHHHHHHHHH!-Rugió poderoso el zorro de nueve colas haciendo que la nube de humo que lo cubría se disipase y mandase a volar a decenas de civiles y ninjas.
La respuesta de las fuerza de la villa fue inmediata, en menos de 5 minutos Sarutobi ya estaba comandado a las tropas para retener al furioso zorro que arrasaba con todo a su paso. Mientras tanto Minato se enfrentaba al tipo de la mascara en uno de los bosques de la aldea, el combate fue muy reñido pero al final gracias a su Hirashin no jutsu (Jutsu del dios trueno volador) consiguió hacerlo huir y arrebatarle el control sobre Kyubi, pero el sujeto le prometió que volvería en el futuro.
Las fuerzas de la aldea habían echo un gran trabajo, gracias a los ataques conjuntos de todos los ninjas que eran hábilmente comandados por Sarutobi habían conseguido llevar al zorro hasta una zona boscosa lejos de la villa. La sangre de todos se heló cuando vieron como el zorro cargaba en su hocico una esfera de color negro.
Afortunadamente en ese momento el Yondaime apareció sobre su invocación, Gambunta, y cayó con fuerza sobre el zorro impidiendo que este pudiese lanzar la esfera. Todos gritaron de jubilo al ver a su héroe aparecer pero el Sandaime pudo saber con solo mirar la cara de Minato que algo no andaba bien.
-Sarutobi_sama me voy a llevar al Kyubi lejos de la villa para volver a sellarlo,...y Kakashi, hazme el favor de traer a Naruto,...por favor.-Dijo el rubio con la voz quebrada sabiendo que lo que iba a hacer seguramente marcaría la vida de su primogénito pero en estos momentos no le quedaba otra opción.
Tal y como lo dijo el Namikaze se llevó al zorro usando su técnica característica apareciendo junto con su esposa y sus hijas recién nacidas en otra zona del bosque cercano a Konoha. Kushina usó sus cadenas para atar a al zorro pero no sabia cual era la idea de su esposa hasta que de pronto lo supo con solo con mirar la cara de tristeza de este, y la sola idea de que el fuese a hacer eso la horrorizó.
-¿Minato no estarás pensando en...-Dijo la Uzumaki con miedo de continuar la oración.
-Si, no me queda otra, tengo que sellar de nuevo a Kyubi pero para hacerlo tengo que usar el Shiki Fuuin (Sellado del alma de los muertos), dividiré su chakra en dos y lo sellaré en Akari y en Airi y por ultimo el alma lo sellaré en Naruto, al ser solo el alma no tendrá repercusión en su red de chakra y al estar alma y el chakra separados a las chicas les será más fácil controlar el chakra de Kuybi cuando llegue el momento.-Explicó el rubio mientras los ojos de la pelirroja mostraban horror y pánico.
-Pero Minato si haces eso...-Empezó a decir Kushina pero no pudo terminar de hablar al ver el rostro de tristeza de su esposo, el sabia mejor que nadie lo que pasaria pero era única opción que les quedaba.
A continuación Minato convocó un altar con dos cestos donde colocó a sus hijas menores mientras la pelirroja seguía manteniendo con fuerza y tozudez a la feroz bestia que luchaba por escapar de sus ataduras. El rubio realizó una cadena de sellos y a su espalda se formo la espectral figura del Dios de la muerte.
-¡Kaa_chan, Otou_san!-Fue el grito que llamó la atención de la pareja.
Corriendo hacia ellos y traído por Kakashi como el Namikaze había pedido se encontraba un niño de unos 4 años. El chico vestía unos pantalones negros y una camisa azul, tenia el cabello de punta, rubio al igual que su padre y con unos brillantes ojos de color azul zafiro. El chico era Naruto Namikaze Uzumaki, el primogénito de la pareja que veía como el chico se acercaba hasta ellos a toda la velocidad que le permitían sus piernas.
-Naru_chan.-Dijo la Uzumaki abrazando a su hijo cuando este llegó ante ellos.
-Kaa_chan, Otou_san, ¿que es lo que está ocurriendo?-Preguntó el preocupado chico y el ver la triste expresión en el rostro de su padre no ayudó a tranquilizarlo.
-Naruto, hay algo muy importante que necesito que hagas, no estoy seguro del todo de lo que pueda llegar a suceder, pero sino nos damos prisa la villa y todos sus habitantes correrán un gran peligro.-Dijo Minato poniendo sus manos sobre los hombros de su hijo
-¿De que se trata?-Dijo el rubio menor recibiendo de su padre la misma explicación que momentos atrás le había dado a Kushina.-Esta bien, yo contendré el alma de Kyubi Otou_san y cuidaré de Kaa_chan y de mis imoutos cuando tu no estés.-
-Confió en ti Naruto, se que algún día será un gran ninja, y recuerda que aun que no este para verte crecer siempre estaré contigo y tus hermanitas.-Dijo Minato mientras con lagrimas en sus ojos abrazaba a su familia por ultima vez.
Una vez echas las despedidas, el hombre que sería recordados por todos como un héroe se levantó y procedió con su plan. Primero el Shinigami dividió el chakra de Kyubi en dos y lo introdujo dentro de las niñas que empezaron a llorar mientras las dos esferas de color anaranjado eras introducidas en ellas. A continuación el Dios de la muerte transformó la imponente figura del Kyubi en una esfera, esta de color rojizo pero antes de que la introdujese dentro de Naruto algo del chico le llamó la atención
-(Valla así que este es el chico, entonces creo que el es el más apropiado para contenerlo).-Pensó Shinigami antes de que un destello cegase momentáneamente a la pareja y en ese lapso de tiempo la deidad no solo introdujo la esfera roja en el chico, sino también una esfera morada.
Una vez terminado el ritual, Shinigami se llevó el alma de Minato que con un sonrisa se iba con el Dios de la muerte. Mientras tanto, la gran mayoría de los ninjas habían llegado al lugar junto con Sarutobi solo para ver como su héroe daba su vida por el bien de la villa.
-¡AAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH!-Fue el grito que alarmó a todos que dirigieron sus ojos al joven rubio el cual estaba siendo rodeado de un extraño chakra el cual parecía una mezcla de morado y rojo.
Todos pudieron ver como varios de los rasgos del joven cambiaban, el primero y más notable fue su cabello, su color rubio se fue volviendo cada vez más claro hasta que se volvió blanco como la nieve con las puntas de color ojo. Su ojos de color azul se volvieron morados con un anillo de color rojo alrededor de la iris y en sus mejillas aparecieron unos bigotes.
Todos vieron con asombro el cambio del chico que una vez sufrió los cambio en su apariencia cayó al suelo desmayado. De inmediato se le llevaron a el, a su madre y a sus hermanas al hospital, pero en la cabeza de todos los que habían visto el brusco cambio del chico y sabían lo que Minato había echo acababa de ser sembrada la semilla de la desconfianza.
Flash Back Fin
El destello de un rayo a lo lejos seguido del estruendoso trueno sacó al anciano de los recuerdos de aquel día. Durante las semanas siguientes a aquellos sucesos se les hicieron cientos de pruebas a las pequeñas para comprobar que todo en ellas estaba bien mientras Kushina recibía los cuidados pertinentes, transfusiones de sangre y chakra, todo esto durante dos semanas las cuales el pequeño Naruto pasó en coma.
Una vez el joven Namikaze-Uzumaki despertó también fue sometido a una gran cantidad de pruebas medicas y tal y como dijo Minato al haber sido sellado solo el alma del zorro dentro del chico su red de chakra no había sufrido ningún cambio aparente. Desgraciadamente durante las dos semanas que el chico pasó en coma toda la villa se había enterado de lo sucedido y de lo del sellado.
Los últimos 4 años desde aquel día habían pasado casi en un suspiro, Naruto creció teniendo que aguantar las miradas de odio que muchos aldeanos e incluso ninjas le dedicaban al creer que el no era un niño sino una especie de encarnación del zorro demonio, algo que entristecía mucho a Sarutobi. De los aldeanos lo podía esperar ya que estos no tienen conocimientos sobre el chakra pero que incluso los ninjas lo considerasen de esa forma era muy triste.
Pero Naruto simplemente ignoraba todas esas miradas, a el le daba igual lo que pensasen de el, el era feliz siempre y cuando estuviese con su familia y amigos. El chico había acabado metido en un gran grupo de amigos, tanto de su edad como de la edad de sus hermanas.
Por nombrar algunos de su edad estaban Shisui y Hitomi Uchiha, Anko Mitarashi, Yugao Uzuki o Hana Inuzuka, y de la edad de sus hermanas Shino Aburame, Natsumi Dragnel, Naomi Senju, Sora Uchiha, hermana menor de Hitomi, y otros cuantos, todos o casi todos miembros de clanes ninja de la aldea.
El golpeteo de las gotas de lluvia en la ventana hicieron suspirar al aciano Hokage, por lo visto al final hoy no podría hacerse la celebración por culpa de la lluvia, lo mismo daba, después de todo las "protagonistas" de la celebración no estaban para celebrar nada desde hacia días. Con el ruido de la lluvia aumentado el Sandaime se dio la vuelta hacia su mesa y volvió a suspirar, sobre su mesa se encontraban varias pilas de documentos, todos ellos relacionados con el triste suceso que ocurrió hacia solo un par de semana.
Sarutobi se sentó en su mesa y empezó a ojear documento tras documento, solo dos minutos después ya no podía continuar. Ligeras lagrimas caían de sus ojos por su anciano rostro, no era justo, no era para nada justo que un chico tan pequeño haya tenido que pasar por algo así. Mientras las lagrimas seguían cayendo de sus ojos, la mente del anciano retrocedió a un par de semanas atrás.
Flash Back Inicia.
El día había comenzado como cualquier otro en la villa oculta entre las hojas, el sol brillaba en lo alto del cielo, los pajarillos cantaban y las gentes se ocupaba de sus asuntos, lo que nadie sabia era el trágico suceso que ese día tendría lugar.
Por las calles de la villa caminaba tranquilo y relajado cierto peliblanco que como siempre recibía miradas de odio de parte de los aldeanos y de varios ninjas pero el simplemente las ignoraba. Naruto iba de camino al complejo Uchiha ya que ese día un miembro de dicho clan le había comunicado que Hitomi estaba enferma y que seria buena idea ir a visitarla para subirle el animo.
Al peliblanco esto no le pareció para nada extraño, Hitomi desde pequeña había sido una niña algo enfermiza que se enfermaba con facilidad, lo que le extrañó bastante fue que el mensaje no venia de parte de la chica sino de su padre con el que Naruto no se llevaba especialmente bien, pero bueno, supuso que hacer que su hija estuviese feliz mientras estaba enferma era más importante.
Lo que Naruto no sabia era que tanto Hitomi como su madre y su hermana junto a Shisui estaban en ese momento de compras y que lo que le esperaba en el barrio Uchiha era algo que cambiaría para siempre su vida.
El Namikaze llegó al barrio del aclamado clan y lo primero que notó es que estaba extrañamente vació y silencioso cuando normalmente la gente que allí vivía estaba siempre muy ocupada. Mientras caminaba en dirección a la casa de la chica el ojimorado se sentía extrañamente observado, y no estaba equivocado ya que ocultos en las sombras varios pares de ojos lo observaban.
Naruto llegó a la casa y ya desde lejos pudo observar que en la puerta de la casa lo estaba esperando Fugaku, lo malo es que desde lejos no fue capaz de ver la sonrisa maligna que tenia en la cara y que hizo desaparecer antes de que el llegase.
-Buenos días Fugakiu_sama, ¿como se encuentra Hitomi_chan?-Preguntó el chico sin recibir ninguna contestación por parte del hombre.
Naruto iba a repetir la pregunta cuando de pronto sintió un pinchazo en su cuello, cuando llevó su mano al lugar donde había sentido el pinchazo y pudo notar como en su cuello había una aguja clavada que se quitó con facilidad. De golpe sintió como su cara chocaba contra el duro cemento de la calle, no podía mover ni un solo musculo o articular alguna palabra.
-Ahora te aremos pagar maldito demonio.-Dijo Fugaku mientras se acercaba al pobre peliblanco.
De entre los callejones del barrio Uchiha empezaron a salir miembros de dicho clan, de todas las edades y de todos los géneros, todos ellos con miradas de odio y sonrisa malignas en sus rostros.
-Por tu culpa maldito demonio la reputación y el honor del clan Uchiha se ha visto disminuida durante estos últimos 4 años, pero ahora te mataremos y con ello los Uchihas volveremos a ser el prestigioso clan que eramos antes.-Dijo el líder del clan Uchiha mientras de sus ropas sacaba un kunai bastante afilado y de los ojos de Naruto caían lagrimas sin parar.
El peliblanco sintió una potente patada en sus costillas que lo lanzo varios metros y le hizo escupir saliva y algo de sangre. A esa patada le siguió otra y luego otra y luego otra, patadas, puñetazos de todo. Una vez que se cansaron de golpearlo empezaron a lanzarle kunais y jutsus de fuego que habrían acabado con el de no ser por la prodigiosa sanción que le proporcionaba Kyubi.
Mientras tanto en la zona comercial de la villa, Mikoto junto a sus dos hijas y Shisui compraban animadamente. Mikoto era una mujer muy hermosa y no había nadie en la villa que lo pudiese negar, por eso sus hijas habían salido a ella.
Las dos hermanas eran muy parecidas en apariencia, amabas pelinegras como todos lo Uchiha, de piel algo pálida y ojos negros. Hitomi tenia su cabello recogido en una cola de caballo baja mientras el cabello de Sora tenia un par de mechones a los lados de la cara que enmarcaba su rostro. Shisui también tenia algunas características en común con ambas chicas, después de todo eran sus primas aun que su cabello era igual de desordenado que el de Naruto.
Mientras los Uchiha compraban una alegre voz les llamó la atención y al girarse para ver de quien se trataba pudieron ver a Kushina junto a sus dos hijas. La pelirroja mayor aun era muy hermosa y más de un hombre en la aldea la miraba con lujuriara en sus ojos. Las pequeñas Akari y Airi eran muy parecidas a su madre, sobretodo en el color del cabello y en su actitud siempre alegre.
Akari llevaba el pelo suelto hasta la mitad de su espalda y curiosamente sobre su cabeza su cabello parecía imitar las orejas de un zorro pero debía de ser solo una coincidencia. Airi al contrario de su hermana gemela llevaba el pelo recogido en una cola de caballo alta dejando que su rojo cabello fluyese hasta su espalda.
-Buenos días Kushina.-Saludó la Uchiha a la Uzumaki cuando esta llegó donde ella estaba.
-Buenos días Mikoto_chan, veo que has salido a comprar y bastante por lo que veo.-Dijo la pelirroja con una sonrisa.
-Así es, por lo visto esta noche se ha decido que se va a hacer una gran fiesta y Fugaku me ha mandado a comprar los últimos ingredientes.-Contestó la pelinegra mientras a un lado de ambas mujeres los niños se saludaban también.
-Hitomi_nee, ¿tu no estabas enferma?-Preguntó inocentemente Akari a la peliengra inclinando un poco la cabeza aun lado.
-¿Yo? que va.-Contestó la Uchiha simplemente.
-Que raro, esta mañana un tipo de tu clan ha venido a casa de parte de tu padre y le ha dicho a Onii_chan que estabas mala y que querías verlo.-Contestó la pelirroja Airi y la conversación de los niños llamó la atención de ambas mujeres.
-Ahora que recuerdo es verdad, esta mañana vino un chico de parte de tu marido y le dijo a Naru_chan que Hitomi_chan estaba enferma.-Dijo la Uzumaki mayor extrañando a la Uchiha.
-Que raro, Hitomi_chan lleva sin enferma mucho tiempo.-Contestó la pelinegra y esto les estaba empezando a dar mala espina a ambas mujeres.
Introducir "Naruto OST 2 Evil" para la ambientación.
Antes de que alguna de las dos mujeres pudiese pronunciar alguna palabra más "eso" se sintió en toda la aldea. Era poderoso y muy siniestro y hacía que a la mayor parte de las personas les costase respirar, incluso mantenerse en pie. Kushina abrió grandes los ojos al sentirlo al igual que Mikoto, esto era chakra demoníaco y ambas lo sabían a la perfección, una por haber sido la recipiente del más poderoso de los bijus y la otras por haber visto varias veces a su amiga usar dicho chakra en misiones cuando eran más jóvenes.
De vuelta en el barrio Uchiha más de 5 hombres yacían muertos en el suelo, entre ellos el mismísimo Fugaku y las demás personas miraban con miedo lo que ocurría delante suya. Las manos del rubio ahora transformadas en garras estaban cubiertas de la sangre de los que acababa de matar con ellas, al rededor de su cuerpo un extraño, poderoso y demoníaco chakra morado giraba con violencia mientras poco a poco iba cerrándose entorno al chico el cual por alguna razón tenia el kanji de "uno" en la mano derecha.
El chakra se apretó con fuerza sobre el Uzumaki y algo que nunca habían visto esos Uchihas empezó a ocurrir. El chakra morado empezó formar una especie de armadura sobre el chico, una muy simple que parecía casi una segunda piel pero lo más escalofriante eran sus ojos. La esclerótica de estos se había vuelto de un color azul oscuro, el anillo rojo que tenia alrededor del iris brillaba con fuerza y sus ojos morados mostraban una sed de sangre increíble pero que no se comparaba al dolor y tristeza que mostraban esos extraños ojos.
-¡GROOOOOOOOAAAAAAAAWWWW!-Gritó con fuerza el chico antes de lanzarse contra los aterrorizados Uchihas.
El chico se movió tan rápido que solo fue un borrón para todos, no fueron capaces de verlo ni siquiera con sus sharingans. De un solo zarpazo arrancó sin problema alguna la cabeza de un Uchiha que no tuvo siquiera tiempo de pestañear. Los pies del chico solo rozaron el suelo antes de volver a desaparecer en un borrón de velocidad. Los cuerpos de los Uchiha seguían cayendo al suelo sin vida mientras el peliblanco seguía matando uno tras otros a la vez que las lagrimas caían de sus ojos sin parar.
De vuelta con las dos mujeres, Kushina y Mikoto corrían a toda prisa al barrio Uchiha con sus pequeñas y Shisui siguiéndolas como podían. Mientras corrían a toda velocidad la pelirroja mayor solo podía implorar al cielo pidiendo que por favor el sello en su hijo mayor no se hubiese roto y que aun pudiese salvarlo. Cuando la Uzumaki y la Uchiha llegaron al lugar el denso instinto asesino ya se estaba apagando pero sus ojos se abrieron con sorpresa y terror con lo que encontraron.
El chakra morado alrededor del chico se estaba disipando dejando atrás esa extraña armadura, Naruto estaba empapado con la sangre de todos los Uchihas a los que acababa de matar. Sus ojos aun no habían cambiado, sus respiración era algo acelerada y la sangre caía por su rostro desde su cabello manchado completamente de sangre.
La Uchiha se llevó las manos a la boca cuando vio todo aquello, todo su clan, toda su familia estaba asesinada a los pies de Naruto el cual poco a poco parecía volver a la normalidad. Lo ultimo que los ojos del joven Uzumaki vieron antes de caer inconsciente quedaría para siempre grabado en su mente. Al mirar a sus hermanas y a sus amigos, lo único que reflejaban los ojos de estos era miedo y terror e incluso odio en los ojos de los Uchiha, unas miradas que nunca espero tener que ver en las personas que amaba.
Flash Back Fin.
Sarutobi se secó las lagrimas al terminar de recordar lo que ocurrió ese día, el no pudo estar allí pero era más que capaz de saber lo que pasó con las cosas que se revelaron más tarde. Por lo visto los Uchiha llevaban ya varios años planeando aquello, la misma Mikoto no pudo creérselo, que su propia familia planeara algo como eso era horrible.
Por desgracia ya nada de esto importaba, el daño ya estaba echo, hacia unos pocos días Naruto había huido de la villa y eso era algo que al viejo Hokage no le sorprendía, el chico había vivido los últimos 4 años de edad recibiendo miradas de odio de casi todo el mundo, miradas de odio por algo que el ni siquiera había echo, y la única cosa que tenia como apoyo emocional, la única cosa que le permitía mantenerse cuerdo era su familia y sus amigos, pero en cuanto este factor falto empezaron los problemas.
Para empezar Kushina no había tenido nada de tiempo para estar con su hijo ya que estaba teniendo que ir a un motón de reuniones del consejo para aclarar lo sucedido y defender con uñas y dientes a su pequeño. Los días siguientes a cuando recuperó la consciencia fueron un infierno para Naruto, con solo salir de su cuarto tenia que ver el terror reflejado en dos de las mujeres más importante de su vida, sus hermanas.
Las dos pequeñas siempre habían estado muy unidas a su hermano mayor, pero desde ese día no eran capaz siquiera de verlo. El recuerdo de ver a quien siempre había estado con ellas machando completamente de sangre y con una pila de cadáveres a sus pies era muy fuerte para unas niñas de solo 4 años, ellas no eran capaces de mirar a su hermano sin que el miedo se reflejase en sus ojos, haciendo que el corazón del joven peliblanco de rompiese en mil pedazos.
Pero es que ahí no terminaba la cosa, eso era solo con salir de su cuarto, si estar simplemente en su casa era un infierno el salir a la calle era algo cientos de veces peor. Los aldeanos y los ninjas ya no se conformaban solo con mirarle con odio, ahora lo insultaban a gritos, le llamaban demonio, monstruo y cosas muchos peores mientras muchos de ellos le lanzaban piedras y botellas viejas. Pero lo peor era sin duda el intentar hablar con sus amigos, era igual que con sus hermanas, todos ellos lo miraban con miedo y terror y de inmediato se alejaban corriendo de el.
Todo esto fue lo que provocó que Naruto se fuera de la villa varios días más tarde después de haber estado encerrado en su cuarto por varios días. Kushina acudió corriendo al cuarto de su hijo después de finalizar al fin la ultima maldita reunión con el consejo para aclarar lo sucedido, ella lo único que quería era abrazar a su hijo y decirle que todo estaba bien, pero nunca se espero aquello. El cuarto de Naruto estaba completamente desordenado pero lo que más alarmó a la pelirroja fueron los cristales rotos en el suelo manchados con sangre, clara señal de lo que ese niño de solo 8 años había intentado hacer pero que el chakra curativo de Kyubi no le había permitido.
Kushina calló al suelo entre sollozos, su hijo, su querido Naru_chan había tratando de suicidarse y al no lograrlo había huido de la villa. Las lagrimas caían por el rostro de la mujer Uzumaki que no dejaba de pedirle perdón no solo a su hijo por no haber podido estar con el, sino también a Minato por no haber podido proteger a Naruto.
En estos momentos, bastante lejos de la villa de la hoja, un joven peliblanco vistiendo unos pantalones negros, una sudadera gris con capucha la cual llevaba puesta y unas sandalias ninjas, caminaba a paso tranquilo alejándose cada vez más del que alguna vez fue su hogar. En sus muñecas y ocultas por las mangas de la sudadera aun estaban las cicatrices de lo que fallidamente había intentado hacer días atrás, ahora solo eran unas cicatrices que con el tiempo desaparecerían pero el ojimorado esas marcas le seguirían toda la vida.
Mientras el chico seguía caminando alejándose de la villa, en un lugar oscuro varios hombres los cuales vestían atuendos negros y mascaras lisas con el kanji de raiz en ellas estaban reunidos en un gran salón ante su tuerto líder, las ordenes era muy claras, atrapar al jinchuriki a toda costa.
-Pueeees hasta aquí el inició de esta nueva historia que espero que les haya gustado tanto como a mi me ha gustado escribir este prologo.-
-Nii_sama dese prisa en terminar que los invitados están esperando.-Dice Harumi desde el salón.
-Es verdad, es verdad, bueno las aclaraciones que aré hasta ahora son solo dos, la primera es que en esta historia no va estar Sakura. Se que por esto muchas personas ya no vais a interesaros por el fic pero de verdad os piro que os esperéis unos pocos caps para tomar la decisión de ya no volver a saber nada de esta historia ya que de verdad creo que os puede llegar a gustar si le dais la oportunidad.-
-La segunda cosas que quiero aclarar es que en este fic habrá varios fems y también algunos personajes OC, aun que bueno creo que de esto ya se habrán dado cuenta con solo leer este prologo. Bueno solo me queda dos cosas más que decir, que con un poco de suerte hoy en un par de horas tendréis el primer cap y que sino lo subo hoy lo subiré mañana y que si tenéis alguna duda o queréis hacerme alguna recomendación para mejorar el fic, espero vuestros reviews con ilusión.-
-Un día más Akuma no Ryu, cuídense mucho, no se olviden de pasarse por mis otros fics y hasta el próximo cap.-
