Hola, ha pasado ya un tiempo desde que termine de publicar mi último fanfic, y ya siento que es el momento de comenzar con esta nueva historia. Ya he tenido esta idea desde hace bastante tiempo pero quería terminar primero con Todo de mi para centrarme en otro fic. Como verán en un momento, quiero jugar con las personalidades de Jurina y Rena, salir del típico Rena la chica introvertida y reservada y de Jurina la extrovertida y alegre 24/7, aún así espero poder construir personajes igual de interesantes. Sin mucho más que decir, espero que lo disfruten.


CAPITULO 1

Sus dedos que sostenían su teléfono celular se cerraban con fuerza alrededor de pequeño aparato, sus ojos repasaban una y otra vez palabra por palabra intentando asegurarse de que estaba leyendo bien, queriendo a su vez creer que había una broma de mal gusto escondida entre las letras. Pero mientras más y más releía aquel mensaje de texto, más se iba dando cuenta de que no había ninguna broma y su agarre se volvía incluso más fuerte.

"Tienes que estar bromeando"

Se apuró a responder en cuanto su mente había dejado de dar vueltas, sus dedos temblaban levemente haciendo un poco difícil el tener que escribir. Su cuerpo que hasta ahora había estado relajado mientras se recostaba en su cama, se erguía para quedar sentada y toda la calma en la que estaba sumergida hasta hace un minuto se había esfumado y sido reemplazada por una tensión que le llegaba hasta la punta de los pies.

"Está lejos de ser una broma, hasta aquí llegue yo. Y para que no digas que al menos no soy respetuoso, te agradezco por estos 6 meses, fue divertido"

Su boca formo una circunferencia perfecta al leer el descaro del último mensaje, la cólera que había estado controlando comenzaba a hervir bajo su piel, ya empezaba a salir de aquel aturdimiento que la sorpresa le había provocado, liberando el enojo que la situación ameritaba.

"Eres un idiota"

Ya se estaba preparando para imprimir toda su furia en palabras, no había manera de que pudiera estar haciéndole esto, y mucho menos por mensaje de texto. Se estaba burlando de ella de la peor forma, como si fuera una cualquiera que puede desechar en cuanto se le antoja, pero en cuanto quiso enviar aquel mensaje que parecía más una especie de maldición, una notificación salto en su pantalla, terminando de desatar toda su rabia

No es posible enviar el mensaje ya que Sakurai Yuji te ha bloqueado

Y eso fue todo, sus ojos se abrían sin poder creerlo, lo último que se escucho fue un grito ahogado en una almohada y un golpe contra el suelo de lo que antes era su celular.


Un pesado suspiro se escuchaba por enésima vez dentro del auto, habían pasado ya unos buenos minutos en los que se estuvo debatiendo seriamente si simplemente debería inventarse cualquier excusa para evitar tener que asistir a clases por ese día, o por lo menos toda la semana, o tal vez simplemente cambiar de universidad, no sería un gran problema. Pero a pesar de que todas sus opciones sonaban tentadoras, ella sabía que de nada servirían y que tarde o temprano tendría que enfrentar la humillación social.

Miro la hora en su reloj, en quince minutos comenzaba su primera clase del día con aquella profesora a la que no le agradaba mucho, en realidad la mujer parecía odiar a todos sus estudiantes; no importaba si era por una fracción de segundo, si llegaba tarde seguramente le esperaba un trabajo extra si es que deseaba que su examen final no fuera especialmente difícil por "razones del destino".

"Señorita Rena, no es como que desee apurarla, pero creo que debería dirigirse a su clase si no desea llegar tarde"

Su conductor hablo después de haber esperado con paciencia a que bajara del auto, cosa que parecía nunca llegaría. En realidad, no necesitaba recordarle que llegaría tarde si no baja de una vez por todas, pero es que justamente en ese momento se preguntaba si realmente necesitaba una carrera universitaria.

Sabía la humillación que le esperaba, y tener que vivir toda la vida dependiendo de la herencia de sus padres y ser llamada la oveja negra de la familia, que a tener que ser el hazme reír de toda la universidad comenzaba a no sonar tan mal. Pero esa claramente no era una opción viable.

Después de un último suspiro y de refunfuñar, termino por abrir la puerta, intentando no pensar mucho más pues sabía que en cuanto comenzara a dudar de nuevo, terminaría por regresar a casa incluso si tenía que ser caminando.

"Gracias por traerme"

Cerro la puerta a sus espaldas, se colocó sus gafas de sol y se dispuso a caminar tan rápido como sus piernas se lo permitían con la mirada clavada en el suelo.

La atención es algo a lo que Matsui Rena está más que acostumbrada, es más, no se molesta en aceptar que le agrada ser el foco de atención, tener todos los ojos sobre ella, destacar con el simple hecho de caminar, saber que tiene aquella especie de poder sobre las personas le agrada más de lo que debería. Desde que tiene memoria siempre ha sido de esa manera, y probablemente todo se debía a su madre. Matsui Kaede es una de las fotógrafas más importantes y galardonadas de todo Japón, no había una revista o modelo que no deseara trabajar con ella, y desde que apenas y podía hablar, su hija ha sido su modelo preferida.

A pesar de que Rena no persigue una carrera en el modelaje ni mucho menos tiene el deseo de hacerlo, tiene más experiencia en el campo que muchas de otras profesionales. Comerciales de pañales, videos musicales, campañas para marcas reconocidas, pero sobre todo, haber sido uno de los rostros pioneros de la revista en la que su madre es la directora, han sido unos de los trabajos en los que ha participado

Gracias a su madre, a pesar de que desde hace mucho ha dejado de participar en ese tipo de trabajos, Rena había crecido sabiendo que llamaba la atención de las personas, aprendiendo a su vez como usarlo en su beneficio. Sabía de sus encantos y no se molestaba en usarlos cuando era necesario, pero de igual manera y como todo en esta vida, haber crecido en ese tipo de ambiente había traído sus consecuencias, ya que en algún punto el gusto por ser el foco de atención se había convertido en necesidad.

Su paso por la escuela fue lo que en su mundo se puede definir como perfecto. Todos y todas sabían su nombre, las miradas le pertenecían cuando caminaba por cualquier pasillo, la gente añoraba ser cercana a ella y los halagos iban y venían como el pan de cada día. Su ego se mantenía más que alimentado, incluso tal vez demasiado, no había nadie que pudiera negarle algo, Rena se sentía en completo control de su entorno, pero todo esto cambio una vez entro a la universidad.

Gracias al reconocimiento de su madre, pero sobre todo a las influencias de su padre en política, Rena fue aceptada en la universidad que era reconocida por ser el nido de las próximas personas influyentes de Japón. Al igual que ella, los demás admitidos provenían de familias importantes; estrellas de cine, escritores, cantantes, políticos, presentadores y todo tipo de celebridades enviaban a sus hijos a aquella universidad, y para bien o para mal, las oportunidades de ser admitido eran más bien nulas si no se provenía de una familia reconocida o que por lo menos tuviera el dinero suficiente como para conseguir el cupo, o como último recurso, obtener una beca.

No es entonces difícil suponer que el número de estudiantes no era muy alto, llegando incluso al punto en que todos se conocían con todos como si de una escuela de un pequeño pueblo se tratara. Y de igual manera, se deduce con facilidad que destacar dentro de un grupo que de por sí ya se le adjudica como de elite, no es algo que cualquiera con una cara bonita pueda hacer.

Aquella realidad se estrelló con fuerza contra su pequeña burbuja que la había mantenido en un mundo utópico. Rena se sintió lanzada a una realidad para la que no tenía defensas, se había convertido en una más del montón de un día para otro, y para su egocéntrico yo aquello era inaceptable; pasar desapercibida, llegar a ser prácticamente invisible para aquellos que la rodeaban era una situación que nunca llegó a imaginar.

Las primeras semanas de su vida universitaria fueron de pura angustia, probablemente puede sonar más que exagerado para cualquier otra persona, pero para Matsui Rena, quien desde que dijo su primera palabra ha tenido todos los ojos sobre ella volverse una ´chica más que va pasando' le generaba ansiedad, había algo en ella que necesitaba ser reconocido por el otro.

Cuando finalmente no tuvo más opción que aceptar aquella realidad, en la que su simple apariencia y ser reconocida como la hija de Matsui Kaede no era suficiente para destacar, Rena no tuvo más opción que comenzar a actuar al respecto, si la atención no iba a llegar a ella, ella iba a ir a buscarla por sí misma, el único problema en su plan fueron los medios que utilizo, los cuales en ese mismo día, un año después de haber ingresado a la universidad, la tienen deseando por primera vez pasar completamente desapercibida.

"¿Acaso estás jugando a los espías?"

Su cuerpo dio un pequeño respingo al escuchar una voz muy cerca de su oído, logrando calmarse una vez estuvo frente a la otra persona que de igual manera se había exaltado levemente ante su reacción.

"Yukirin" Finalmente la persona que había estado esperando a que llegara "Porque tardaste tanto, creí que no vendrías" Rena tomo a su amiga por los hombros, en su rostro se podía ver la intranquilidad por la que estuvo pasando mientras esperaba por su mejor amiga, suficiente era con tener que ir a clases como para que también tuviera que pasar el día sin la persona en la que más confía.

"¿Por eso es que no has entrado y estas parada en la puerta mirando hacia adentro como si fueras una especie de acosadora?" Dijo su amiga mientras la miraba de pies a cabeza, haciendo que una de sus cejas se arqueara al ver cómo iba vestida "Te he visto vestir de muchas maneras y varias de ellas son cuestionables, pero esto es bastante extraño"

Inmediatamente Rena se deshizo de las gafas, sombrero, y su bufanda "Intentaba pasar desapercibida" Dijo una vez tomaron asiento en la parte trasera del salón.

"Pues creo que más bien hiciste todo lo contrario" Respondió Yuki entre dientes "Y bien, tengo una idea de porque estás haciendo todo esto, pero aun así quiero escucharlo de tu boca"

Rena dejo que su rostro cayera sobre el escritorio y se escondiera entre sus brazos, a pesar de estar en horas de la mañana su amiga ya se había enterado, y a juzgar por los susurros y las miradas que intentaban ser sutiles, más de la mitad de la clase también estaba enterada.

"Yuji termino conmigo anoche" Dijo aún sin poder levantar su rostro "…por mensaje de texto" Añadió como si lo primero no hubiera sido de por si suficiente.

"No quiero decir que te lo dije, pero te lo dije" No es como que estuviera esperando algún tipo de consolación por parte de su amiga, pero su sinceridad a veces golpea en los momentos menos adecuados "Desde un inicio esa relación se veía que no iba a ningún lugar, te advertí mucho que ese plan tuyo era ridículo y que el tipo era un idiota" Y aquí comenzaba el sermón.

Kashiwagi Yuki era su primera y hasta el momento única mejor amiga, y de hecho la única razón para esto es que ambas habían asistido a la misma escuela, pero no fue sino hasta que entraron a la universidad que cruzaron palabra. Para la Rena adolecente, Yuki no era más que su directa rival por el pedestal de la escuela; el padre de la última es el productor de una banda de chicos que ha estado dando de qué hablar desde su debut, eso más su elegante belleza, se añadían a la ecuación perfecta para hacer de Kashiwagi Yuki el foco de las miradas.

A pesar de esto, era fácil saber que todas las personas que se le acercaban solo lo hacían con los bellos chicos en mente, al igual que a Rena, aquellos que la rodeaban solo lo hacían por segundas intenciones, no es como que no se dieran cuenta de ello, pero en algún punto Rena dejo de darle importancia, tampoco era como que ella se interesara realmente en conocer a todo aquel que se le acercaba, lo único que de verdad importaba era mantener su imagen.

Pero como se mencionó antes, las cosas cambiaron mucho al entrar a la universidad. Aquellas segundas intenciones que las hacían un imán de miradas pasaban a un segundo plano, y a diferencia de Rena, a Yuki no le podía importar menos pasar desapercibida.

Para ser honesta, hoy en día Rena se siente avergonzada por las razones por las que se acercó a Yuki. Ella había sido su primer paso de aquel plan que había ideado para retomar la atención que tanto quería, plan que funcionaba bajo una sola premisa, si estando sola es insuficiente entonces necesitaba sumar la influencia de más personas para así formarse una escalera que la llevara devuelta a su mundo ideal. En palabras más simples, formar relaciones de interés.

Siendo así, fue obvio para ella que Yuki era la primera persona a la que podía acercarse, era más fácil entablar una conversación con ella sobre sus días de escuela y demás. El único problema fue que Yuki vio atreves de ella y supo inmediatamente sus razones escondidas, pero para su suerte, esto no pareció importarle mucho y con un simpe 'Lo que sea, igual pareces divertida' por parte de Yuki, pudieron comenzar una amistad de verdad.

"Sabes que mi intención era terminar con la relación lo más pronto posible" Rena intento defender sus acciones, pero su amiga no tenía la intención de dejarla tranquila.

"Pues eso claramente no termino muy bien" Se podía notar en la voz de Yuki un leve deje de enojo, pero que fue reemplazado por uno de preocupación en su siguiente frase "Deberías abandonar ese deseo enfermo tuyo de ser el foco de la atención, solo te creas problemas innecesarios"

Tal vez fue porque no quería aceptarlo o porque sabía que Yuki tenía la razón, pero no logro darle una respuesta, al menos fue salvada por la llegada de la profesora.

Probablemente su relación con Sakurai Yuji fue la cúspide de su estupidez o su subyugación por la atención; el chico provenía de una familia de deportistas y él mismo ya venía formándose una carrera en el fútbol, teniendo su mejor momento al ser convocado por la selección sub 20 de Japón. Rena tenía que aceptar que el físico del chico llamaba fácil la atención y junto con su personalidad extrovertida lograba robaba varios suspiros, ambos estuvieron juntos en un par de clases en la segunda mitad de su primer año. Todo era perfecto, y rápidamente el futbolista se volvió el objetivo de Rena; las cosas marcharon bien y una cosa llevo a la otra y Rena obtuvo lo que deseaba.

Pero no paso mucho hasta que aquello que parecía perfecto comenzó a mostrar sus defectos. Para empezar, las razones por las que Rena se acercó a él comenzaban jugarle una mala pasada; Rena no soportaba pasar más de dos horas con el chico, quien no podía aburrirla más con sus conversaciones de fútbol porque eso era lo único que parecía tener en la cabeza, eso más todas las hormonas de diez adolescentes juntos. Rena quería acabar con la relación lo más pronto posible, pero su plan estaba dando frutos y ahora comenzaba a estar en el punto que quería; tan solo tenía que aguantar un poco más, pero después de no más de 5 meses, Sakurai termino con ella de la manera más vergonzosa.

Rena no es tonta, y sabe que la razón de todo esto es probablemente que encontró una chica más 'salvaje' por así decirlo, pero eso no es realmente lo que le importa a Rena, sino el hecho de que ahora quedo como una tonta más de la lista de Sakurai Yuji.


"Definitivamente se tienen que estar riendo de mi" Dijo por enésima vez con sus ojos aún clavados en el grupo de amigos, obteniendo un suspiro de irritación de Yuki quien había estado intentando ignorarla para terminar con su almuerzo.

"Deja de ser tan paranoica y mejor come algo" Refunfuño entre dientes mientras metía a su boca una papa frita.

"No estoy siendo paranoica, solo mira como Matsuoka Rika no deja de mirar hacía nosotras cada vez que se ríen, ella me odia siempre lo supe pues déjame decirte que yo también la odio"

"Y no has pensado que talvez no puede dejar de mirar hacía nosotras porque no has ni siquiera parpadeado desde que llegaron" Inmediatamente recibió una mirada llena de confusión de Rena, como si ni siquiera hubiera notado que lleva mirando al grupo fijamente durante los últimos diez minutos. Para este punto Yuki ya había perdido el apetito, realmente sentía como si tuviera que cuidar de una niña "Tan solo digo que deberías dejar de mirar con tanta intensidad a tu ex y su grupo de amigos"

Rena no dijo nada más, pero su ceño fruncido delataba su disgusto. Odiaba tener que ser vista como un personaje secundario, como a otra chica más a la que Sakurai le rompía el corazón, porque justo como se lo había esperado, era eso lo que más se escuchaba salir de las bocas de los estudiantes, quienes ni siquiera intentaban ser discretos con sus tonos de voz cuando pasaban al lado de ellas. Y no es como si apenas lo hubiera conocido ayer, incluso si no le agradaba, tuvo que pasar bastantes horas junto al deportista, escuchando sus interminables historias sobre las chicas que ha tenido en su cama, ha visto en primera mano lo mal que habla de ellas cuando le negaban algo, lo único lindo del chico era su apariencia; y al igual que todos aquellos que lo están rodeando en este momento, Rena también fingía reír de cualquier cosa salida de la boca de él.

Es justamente por eso que sabe que tienen que estar hablando de ella, riéndose de lo tonta que fue y de lo fácil que cayó en las manos del deportista, de lo fácil que fue para él deshacerse de ella una vez se aburrió, creyendo que la tenía en la palma de la mano cuando se suponía que debía ser al revés, pero claramente la que había perdido era ella.


Última clase del día, de alguna manera había soportado los murmuros, las miradas que se reían de ella y otras que la compadecían. Sentía toda su energía drenada, la cantidad de frustración e irritación que había sentido durante todo el día mientras hacía uso de toda su fuerza de voluntad para aguantar cada vez que escuchaba su nombre en los pasillos, la habían dejado totalmente agotada.

"Tengo que admitir que lo has hecho mejor de lo que esperaba" Comento Yuki una vez tomaron asiento dentro del salón, el profesor de su última clase no tiene la palabra puntualidad dentro de su vocabulario, así que aún falta algo de tiempo para que empiece la clase

"¿De verdad eso te parece?" Miro a su amiga con su rostro completamente moribundo, y sus ojos gritando que a la primera provocación podía iniciar una pelea

"Está bien ya entendí" Yuki tuvo que poner sus manos al aire para evitar recibir un golpe de Rena "Míralo por el lado bueno, tan solo tienes que soportar otras dos horas y al menos quedaras como alguien decente que no va por ahí hablando de su ex como cierto personaje" Yuki intento subirle los ánimos, pero incluso ella sabía que poco y nada le podía importar a Rena ser vista como alguien decente.

"Si, pero esta es probablemente la peor clase de todas" Señalo Rena en cuanto el mismo grupo de amigos – o más bien de sequitos – que ha intentado desaparecer con la mirada durante todo el día, entraba al auditorio siguiendo los pasos de Sakurai

Yuki siguió lo mismo que los ojos de Rena, la verdad y a pesar de que quería hacerlo, no podía ignorar por lo que su amiga estaba pasando. Sabía que la necesidad de Rena de tener la atención la habían llevado a ese punto, no es como que sea una pobre víctima, ella misma se lo había buscado, pero simplemente no puede ignorar como Sakurai Yuji y su sequito se burlaban de su mejor amiga y la hacían ver como una idiota.

"Supongo que finalmente te llego el momento de querer ser una chica más que no llama la atención" Tal vez gracias a todo esto podía lograr que Rena dejara su obsesión y que dejara de hacer estupideces

"Ni en un millón de años" Ya se esperaba esa respuesta, pero fue más inmediata de lo que se esperaba.

"Pues entonces tienes que hacer algo, ni siquiera yo soporto ver como se burlan de ti y Yuji nunca me ha agradado" A pesar de que su plan A no había funcionado, Yuki no se iba a quedar de brazos cruzados, Rena seguía siendo su mejor amiga a pesar de ser una idiota obsesionada con las apariencias, y no iba a permitir que un idiota con aire en el cerebro la tratara como una cualquiera más.

"¿Y que se supone que haga?"

Yuki tuvo que suspirar frustrada, a pesar de todo Rena no parecía tener el más mínimo deseo de hacer algo al respecto, era como si hubiera sucumbido ante la situación y aceptado ser el objetivo de burla de Sakurai y sus amigos.

"No lo sé, pero estoy segura de que insultarlos mentalmente y mirarlos mal desde lejos no hace mucho" Y nuevamente recibía aquella mirada mortal "Es la verdad" Contraataco y esta vez Rena no pudo hacer más que aceptar su derrota.

"No hay mucho que pueda hacer con él, es el futuro del deporte japonés" Dijo intentando imitar las voces chillonas de aquellas que rodean al deportista "Ya no estamos en la escuela, no tengo como ganarle"

Yuki no tuvo como contradecirla, Sakurai está pasando por su mejor momento, entrevistas para noticieros, programas especiales de televisión lo tenían como protagonista, básicamente ya no necesitaba del apellido de sus padres para ser reconocido, por si solo ya se había labrado un nombre, destacando incluso en una universidad de elite.

Y ahora era ambas quienes parecían haberse rendido, la apariencia y el renombre es todo lo que importaba en el mundo en el que vivían, y en eso Sakurai les llevaba bastante ventaja, tal vez dentro de unos años las cosas podían ser diferente, pero en ese momento no tienen con que defenderse.

O por lo menos eso creyó hasta que sus ojos encontraron su llave de oro. Con tan solo ver como el aire que rodeaba a la figura de quien acababa de entrar por la puerta cambiaba con su simple presencia, Yuki supo que a través de ella tenían la posibilidad de por lo menos molestar a Sakurai.

"¿Qué piensas de Matsui Jurina?"