Disclaimer: El mundo es grande, ne? como una bolsa de papas -_- Yo mis queridos lectores, no cogí la papa que tenía colgando a tantos bishous yaoisables TT_TT, pero hay que agradecerle a nuestras querida Akira Amano por cogerla y engullirsela, para dibujar luego un paraíso para Fujoshis ;_;

Summary: AU. Yamamoto Takeshi era un chico con las mismas expectativas que cualquier otro. Crecer, hacer realidad su sueño, enamorarse y tener una familia e hijos. Pero de repente llegó Gokudera. 8059

A/N: Holaa~ :D Dejiko reportándose, ok, mi primer fic, se que de repente apesta, pero,... espero lo mejor de mi? :D?

Estuve con la idea desde la mañana, y ahora que tenía tiempecito, me puse a escribir, se aceptan sugerencias :D!

Canción recomendada: ninguna! xD, es solo el prólogo, pero planeo poner una para los siguientes :p

Disfruten~


Yamamoto Takeshi era un chico con las mismas expectativas que cualquier otro. Crecer, hacer realidad su sueño, enamorarse y tener una familia e hijos. Desde pequeño había visto a su padre criarlo solo, y el no quería que sus hijos sufrieran lo mismo.

Takeshi era un chico de ensueños, y para nada decir que gracias a esa personalidad tan cariñosa y amigable suya, mas el plus de ser el jugador número uno en baseball de la secundaria Namimori y ser uno de los chicos más populares de la escuela a sus 15 años, le había llenado de un gran club de fans. Pero Takeshi ya tenía su persona especial, que probablemente sería su futura pareja, y porque no madre de sus hijos. Le había pasado como en las películas, la había conocido de chiquito, y ahora la estaba empezando a mirar como algo más que una amiga.

Era el primer día del jardín de infantes Takeshi no sabía porque todos estaban llorando, el había ido al nido "Shinuki no hono" solito, pues su papá tenía que empezar a preparar sushi para vender en el Takesushi -sino fuera por el baseball, que tanto le gustaba al pequeño hombre fuerte, se haría cargo del Takesushi, pero eso lo agregaría a la lista de espera-. Takeshi se había levantado a la seis de la mañana, se había bañado y cambiado para ir a clases ¡el mismito! Para salir de la casa también temprano, con el bento con su comida favorita y su pequeño bate de baseball en la espalda, había caminado dos calles y medio para llegar al pequeño nido, saludar al portero como todo hombre que quería ser y por fin había entrado-muy emocionado- al salón en el que sabía iba a ir todo un año, dejó alegremente sus cosas en un estante y se volteó para ver a sus compañeros, pero en vez de eso vio a un montón de niños llorando porque no quería soltar a sus padres. Pero una pequeña niña llorando en un rincón le llamó la atención más que todos. Era una niña muy linda, tenía el pelo recogido en una coleta que dejaba caer unas hermosas hondas color azabache en cascada hasta su cintura y en frente estaban cubriendo parte de su cara, haciendo contraste con sus ojos azules brillaban como la luna, que pena que ahora estaban perlados de lagrimas, opacaban lo bonitos que eran. Su piel de un color melón pálido que destellaba suavidad, con unas mejillas rosaditas adorables. Takeshi sonrió de esa forma tan característica de él, ella parecía muy buena persona, y le daba coraje que hora solo podía ver las pequeñas manos de la niña luchando contra las lágrimas que seguían saliendo de sus ojos. Así que decidió acercarse. Un paso.. y otro más hasta llegar, el aura de la chica era tranquilizante, le gustaba estar ahí.

- "Nee... ¿Porque lloras?"- Preguntó el pequeño hombre fuerte mientras trataba de dibujar en su cara una sonrisa brillante.

La niña lo vio, y luego se dio la vuelta, algo más ruborizada, Takeshi se preguntó el porqué… ¿Tendría fiebre?

- "Naa, amiga-tan, ¿Te sientes bien?"

- "¡De-déjame sola!" - Takeshi comenzó a reír, también tenía una voz bonita, eran como campanitas.- "N-no... ¡No te rías de mi!" - El niño había logrado su cometido, al parecer la niña había dejado de lloriquear.

- "Mah Mah, amiga-tan, sólo quería saber si estabas bien" - y ahí iba su sonrisa de nuevo.

La niña dudo en responderle, ya había tenido demasiado con que sus papis la hayan dejado en un lugar extraño con gente extraña, ella prefería quedarse en casa ayudando a mami a cocinar, o a leerle algo al señor bigotes.

Pero aquel niño le estaba mejorando el día.

- "S-Sí estoy b-bien" -tartamudeó- "pero n-no quiero e-estar aquí, e-extraño a mis papis."

Takeshi volvió a reír, nunca había conocido a alguien que tartamudeara tanto, era divertido, y algo dulce.

- "Ha ha, amiga-tan es linda cuando tartamudea" - dijo mientras se le acercaba más- "Te prometo algo amiga-tan cuando estés conmigo, no tendrás que llorar" -se señalo así mismo- "Te lo promete Yamamoto Takeshi, y que se te quede ese nombre, porque cuando sea grande, yo..."-se subió a una mesa que nadie sabe de donde salió- ..."¡Voy a ser el mejor jugador de baseball de la historia!" - le comenzaron a brillar los ojos y un fondo del espacio apareció.

La niña comenzó a reír, y luego Takeshi se le unió. Ha, si que era fácil hacer amigos para él.

- "Takeshi-kun" - le dijo cuando terminó de reír. Luego corrió a abrazarlo, mientras que el pequeño hombre fuerte se sonrojaba- Seamos mejores amigos Takeshi-kun- Yamamoto se sintió dichoso, ¡ya tenía una amiga el primer día! - "Yo soy, Shiruki Takada" - lo soltó para mirarlo de forma alegre, decidida y divertida, como cuando quieres ganar algo.

- "Taka-chi" - le dijo ofreciéndole su mano para un apretón- "Seremos los mejores amigos."

- "¡Yamamoto Takeshi!" - Sensei dijo mientras estampaba un libro en la carpeta del quinceañero. - "¡Otra vez durmiendo en clases! ¡Y ni siquiera empezamos la primera hora!"

Takeshi sonrió ganándose un suspiro general de sus fans.

- "Haha, gomen sensei" -dijo el japonés, lo que pasa es que hoy la práctica matutina estuvo algo agotadora- "estató mientras llevada una mano detrás de su cuello"- ganándose esta vez un gritito de una de sus fans.

El profesor ya no sabía que hacer con el deportista, bueno, ni tampoco que podía hacer mucho, un profesor de élite como él no debería estar preocupándose por gente inferior en capacidad mental que él.

-"Hehe"- se acomodó los lentes ante el pensamiento- "Bien, como decía antes que el Sr. Yamamoto se quedara dor-mi-tan-do en su sitio"- separo las palabras, en negritas.- Decía, que hoy tenemos a un nuevo estudiante.

Yamamoto aprovechó para ver a Takara, que esta justo dos asientos a la derecha adelante de el, hoy se veía muy bonita, se había dejado el pelo largo, y ella siempre se lo recogía en una media cola atrás, pero hoy se lo había recogido en una cola alta, que hacía que su pelo azabache jugueteara con los reflejos del sol.

Ah.. Taka-chi se ve kawaii con el uniforme del colegio... -pensó Yamamoto mientras se sonrojaba. Takara de por sí, por el rabillo del ojo veía como Takeshi la miraba.. se sentía la mujer más dichosa del mundo.

- "Ejem, ALUMNOS, como decía" - trató de hacer ruido en la carpeta, para tratar de dicipar el ambiente incómodamente kirakiraness que se había formado en su salón de clases- "El alumno que llega hoy día, es un alumno de intercambio, que viene de Italia."

Ante esto, Yamamoto cortó su burbuja con Takara para escuchar al sensei, había visto algo interesante en la mañana...

- "¡Wahhh ¡Take-kun! ¡Bájame!" - Yamamoto había comenzado a darle vueltas a Takara en un gran abrazo_

-"¡No Taka-tan! ¡No hasta que me digas quien te gusta!"

Yamamoto había estado algo preocupado por la respuesta de la chica, aunque sus amigos le hayan dicho una y otra vez que ellos dos hacía la pareja perfecta, y que se notaba OBVIAMENTE a quien le gustaba ella, el tenía que estar cien porciento seguro.

- "Esta bien ¡Pero suéltame Takeshi!"

- "Okey okey" - paró de darle vueltas a la pelinegra y la sentó en el pasto, era la justo el rincón del tiempo justo antes de que toque el timbre, y faltaba muy poco para la hora de entrar a clases.

La pelo azabache se puso colorada.

- "Ta-take-kun, l-a p-persona que me g-gusta e-es"

- "Haha, Taka-chi, estas tartamudeando como cuando nos conocimos" - rió el adolescente, le traía nostalgia. Hasta que sintió un golpe en el brazo.

- "¡Auch Taka-chi, eso me dolió!"

- "¡Take-kun! ¡No me dejas hablar!" - dijo Takara haciendo un puchero, aun con el sonrojo en la cara.

- "Está bien Taka..."

Takeshi no sabe lo que fue, o lo que le dió un impulso a voltear para ver el patio central, pero cuando volteó apenas los ojos, pudo distinguir a un chico volteado, que parecía más o menos de su edad, que caminaba arrastrando los pies, con aire de malo, pero eso no fue lo que distrajo a Takeshi, sino, fue la forma en la que el pelo plateado del chico brillaba a la luz del sol, "que curioso" pensó el ahora crecido, hombre fuerte "me gustaría ver su cara"

- "¡Take-kun! ¡No me estas escuchando!"

Yamamoto parpadeó un par de veces ¿Que había sido eso? Por un momento olvidó que estaba con su querida amiga.

- "Ah... Gomen , lo que pasa es que..."

Y el timbre sonó, llamando a clases.

- "...Su nombre es Gokudera Hayato, y desde hoy será parte de nuestra clase." - Estató el Sensei.

En eso, entró aquel joven peli plateado que había captado la atención del japonés, solo para terminar de robársela completamente.

- "Como ya dije, el viene de Italia, y tiene uno de los promedios mas alto a nivel..."

Yamamoto se desconectó del mundo. Dejó de sentir, pensar, ver, cualquier otra cosa que no sea al italiano, era un nuevo sentimiento, su corazón comenzó a latir muy fuerte cuando lo recorrió con la mirada.

Y al momento en que los orbes verdes de Gokudera se conectaron con los miel de Yamamoto, todas las expectativas de vida que alguna vez se planteó Yamamoto, familia, hijos, Takara... se derrumbaron.


Gracias por leer! :D si les gusta la idea sigo , sino.. bueno, no se, igual? para que salgan en el dios google cuando busquen 8059... mm... el final me sonó mucho a la dimensión desconocida xD, en fin

bueno, nos leemos~