Disclaimer: Naruto pertenece a Masashi Kishimoto.

Nota: situado después de los últimos acontecimientos del manga.

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'…y otro estratega es emboscado'

Ricardo Arjona

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Todos lo conocían por ser uno de los ninjas más inteligentes del país del fuego, pertenecía a uno de los clanes más importantes de Konoha, había sido el primero de su generación en pasar el examen chunnin y su fama de vago era conocida en toda la aldea.

A pesar de su gran inteligencia, seguía sin entender en qué momento había sucedido aquello, cómo no se había percatado antes de lo lejos que estaba yendo.

El humo del cigarro voló sobre su cabeza mientras se esparcía gracias a la brisa. Siempre le había ayudado a pensar y a resolver problemas, pero en este caso, las suaves y esponjosas figuras blancas no eran de mucha ayuda. El seguía sin encontrar el porqué o el cómo.

Era increíblemente irónico que terminara enamorándose, si así podía llamársele a lo que sentía, de la rival de su mejor amiga, eso era demasiado problemático y más para una persona como él.

No era tonto y el hecho de que le gustara no lo hacía caer en ninguna ilusión, sabía que tenía pocas, por no decir ninguna, posibilidades con ella. No era ningún secreto el que la joven estaba enamorada del heredero Uchiha desde prácticamente toda la vida y que había sido, por mucho tiempo, el centro de su universo. A eso debía sumársele lo que sentía por Naruto, lo cual crecía día a día, aunque ella no lo admitiese.

No había una persona más problemática, en esos momentos, que Sakura Haruno y sin embargo, se pasaba horas intentando desentrañar el porqué de su atracción.

No era la más bonita de la aldea, ni tampoco la más encantadora, tenía un carácter de los mil demonios y gritaba demasiado, sabía que no tendría paz con esa mujer a su lado y aún así prefería mil veces el cabello corto de Sakura a la elegante y larga cabellera de Ino.

Quizás fuese el hecho de haberla visto crecer, no sólo física, si no psicológicamente. Cómo uno de los shinobis más querido por la Hokage pasaba mucho tiempo con esta y con sus ayudantes, entre los cuales se encontraba la joven Haruno, aprendiz de la Gondaime. El había sido testigo de los grandes esfuerzos de Sakura por superarse. Aún recordaba aquél tiempo en el que el equipo siete se disolvió, cuando Sasuke se fue con Orochimaru y Naruto con Jiraya-sama, Kakashi estaba de misión en misión dejando a la pequeña Sakura hundiéndose en un gran y negro abismo. Fue gracias a Tsunade-sama que no terminó ahogándose en su soledad, la quinta le enseño a confiar en ella misma y la ayudó a explotar su potencial. Poco a poco el brillo de sus ojos se fue intensificando hasta llegar a lo que era hoy en día.

Seguía entrenándose y superándose. Era esa tenacidad lo que Shikamaru admiraba. En estos momentos en los cuales la guerra se acercaba cada vez más, ella seguía sin bajar los brazos.

A pesar de los golpes que le había dado la vida seguía en pie, dañada, con cicatrices que jamás desaparecerían, que siempre estaría ahí para recordarle lo que alguna vez pasó, al igual que él.

Quizás fuese ése el porqué…

Los dos estaban rotos pero, a pesar de eso, seguían mirando hacia adelante. Trataban de seguir superándose para alcanzar sus metas.

—Demasiado problemático.