¡Hola a todos/as! Bueno, desde "Un juego peligroso" no he escrito nada sobre R/H, ahora en este fic la historia es una continuación de "Un juego peligroso" aunque casi lo es más (y enlaza mejor, bajo mi punto de vista) con "Volando con Harry" (Título que todavía no me acaba de gustar) el caso es que este fic se desarrolla sobre todo bajo el punto de vista de Ron, lo que empieza a sentir por Hermione, además del amor, y también ciertos problemas de Harry y secretos que se ve obligado a ocultarle.
En un principio no pretendía que tanto este fic de "Navidades en familia versión H/R" como el versión H/G dependieran uno de otro para entender la historia, pero me temo que es posible que sí. Espero que no sea inconveniente. Un beso, y mis agradecimientos por leer. Ya sabeis, cualquier tipo de comentario lo espero con ansias, y es muy importante para mi. Chao J
PD Por sino alguien no conoce la expresión: "Pegar el estirón" (que aparece en el fic) significa crecer repentinamente en la pubertad. (o eso creo yo :P) Besos!
¡Y por cierto! Algo de lo que nunca dejo constancia! TODOS LOS PERSONAJES (salvo los que yo me invente xD) PERTENECEN A JK ROWLING Y NO ESCRIBO CON FINES DE GANAR NADA A PARTE DE REWIEWS (xD) Pues eso.
NAVIDADES EN FAMILIA
Capitulo 1 "Impulsos"
Por la ventana entraba los deslumbrantes rayos de sol del amanecer, alumbrando todo el salón, Ron se retorció en el sofá y los muelles rechinaron, podía jurar que había estado durmiendo sobre una almohada vacía, pero sabía bien donde estaba, en el viejo sofá cama de la sala de estar, aquel sofá tan viejo que dudaba si los almohadones albergaban todavía hago del plumón de antaño, se estiró y su mano paso con agilidad rozando peligrosamente la mejilla de Hermione.
-¡Hermione!- exclamó al instante para sí mismo, la noche anterior se habían recostado sobre ese mismo sofá y se habían besado hasta que... -¿Nos quedamos dormidos?- Se habían quedado profundamente dormidos, Ron volvió a estirarse y su espalda dio un chasquido -¿Cómo he podido permitir que duermas aquí?- Preguntó observando a la muchacha cuyo rostro estaba semicubierto por su ondulado pelo, Ron la besó la mejilla y se sintió algo más orgulloso por haber colocado dos mullidas mantas bajo la joven para que al menos a ella no la dolieran los riñones al amanecer, un dolor muy desagradable sin duda alguna. Ron se levantó con sigilo sorteando el cuerpo de la joven todavía dormida, se inclinó frente a ella y cuidadosamente la cubrió con el edredón, a pesar de que ya estaba bien abrigada, entonces Hermione pestañeó ligeramente, hasta que entreabrió los ojos y sonrió al pelirrojo.
-Buenos días- Le dijo en un susurro y con la voz un poco tomada y alargó los brazos cerrando de nuevo los ojos, mientras se estiraba.
-Buenos días...- contestó Ron, embelesado -¿Cómo has dormido?- Los brazos de Hermione rodearon el cuello de Ron
-Muy bien...- Ron se incorporó de manera que levantó a Hermione que se agarraba a él, hasta que sus pies se posaron en el suelo
-Espera- dijo Ron si soltar su cintura, se agachó y la acerco unas zapatillas –pontelas, el suelo esta helado- Hermione se las puso sin dejar de sonreír
-Debe de ser muy temprano, no?- preguntó la joven mientras se ordenaba el pelo con las manos y buscaba su chaqueta, Ron miró el único reloj de su casa que marcaba la hora, quedaban 20 minutos para las nueve de la mañana, el otro reloj indicaba que el resto de los Wesley se encontraban a salvo pero en paradero desconocido.
-Lo es. ¿Qué te apetece desayunar?- Hermione se rascó los ojos
-Bacón, huevos y zumo de calabaza- Ron sonrió- no te ha costado mucho decidirlo, eh?-, abrió la mano y su varita llegó hasta él como si se tratara de un imán, miró a Hermione y la guiñó un ojo -Un buen truco, ¿Eh?- Hermione abrió su mano con la palma en dirección a la mesilla, donde estaba su varita y esta acudió de igual manera
-Es sencillo- agregó la muchacha
-Aguafiestas- bromeó Ron- ¿No puedes dejar que por un instante...- se acercó a ella –crea saber algo que tu...- se acercó más y la cogió de la cintura –no sepas..?
-Puede que se sepas hacer algo que yo no se, pero que ni tu mismo sepas que lo sabes- Hermione sonrió acercándose a los labios del confundido muchacho, estaba apunto de preguntarla "¿Qué?" cuando ella lo besó suavemente.
Aquel día era el último en el que los chicos pasaban el día solos, o eso creían, cosa que a Ron no le hacía ninguna gracia, Ginny y Harry habían decidido salir a pasear, Ron había mantenido una seria discusión con Harry sobre impulsos, hormonas... en definitiva, para estar seguro de que Harry no sentía hacia Ginny lo que Ron sentía irrefrenablemente hacia Hermione.
-He desarrollado demasiado rápido, eso es- se decía Ron así mismo en la ducha –pero puedo controlarme, son solo... impulsos, si, eso es, impulsos tontos y sin sentido- llevaba frotándose el mismo codo quince minutos cuando escuchó voces fuera.
-¿Ron te queda mucho?- preguntaba Hermione al otro lado de la puerta –No te quiero molestar, es solo que...
-¡N-no!- tartamudeó el muchacho que empezaba a sentir un súbito bochorno apoderarse de él -¡y-ya acabo!- se abalanzó al gel sin saber porque y con un toque de varita el agua comenzó a caer bastante más fría y Ron tiritó, Hermione ya se había alejado de la puerta –Otra vez no, otra vez no...- murmuraba –quizás debería decírselo... quizás ella también... ¿Qué estoy pensando? Soy un degenerado...son solo impulsos... contrólate...
Cuando Hermione salió de la ducha con el pelo perfectamente seco y asombrosa, y atípicamente, liso, Ron todavía estaba estornudando, Hermione desprendía un aroma reconfortante a algo así como vainilla, se sentó juntó a él en el sofá y contempló el hermoso abeto dorado adornado con ángeles que bailaban y jugaban, Ron se atrevió a mirarla, Hermione llevaba una gruesas medias bajo su falda, cruzó las piernas y la falda se subió algo por encima de las rodillas, en ese momento Ron giró bruscamente la cabeza hacia otro lado.
-¿No tienes frío con...eso?- Dijo señalando como quien no quiere la cosa a sus piernas, Hermione se miró así misma.
-No...- le contestó confundida –¿Es que tu tienes frío?- Ron sintió que le daba la risa
-¿Yo? No, no, de hecho tengo calor- la dijo, y no mentía.
-Estas muy raro últimamente- Hermione cogió el rostro del muchacho entre sus manos y le obligó a mirarla
-¿Ra-raro? ¿Por qué?
-Bueno tu obsesión con Harry y Ginny, por ejemplo
-¿Qué obsesión? Yo no tengo ninguna obsesión- Hermione sonrió con suficiencia y dulzura, era una chica tan difícil de engañar...
-Si la tienes Ronnie
-No me llames Ronnie- gruñó Ron con las mejillas coloradas
-Ronnie
-¡Hermione! ¡Por favor!- Hermione sonreía todavía más, se levantó y se acercó al alféizar de uno de los grandes ventanales de la casa, apoyado en el se encontraba un grueso libro y otro de mucho menor calibre –Herms...- decía Ron un poco más calmado –en el pacto número... número...
-¿19?- Preguntó la muchacha dejando caer los libros en el sofá y acercando una mesa redonda y destartalada a ellos con un hechizo
-Si, creo. El caso es que acordamos que no me llamarías Ronnie porque...
-Te hace sentir infantil, ¿no? ¿Poco hombre?- Ron volvió a sulfurarse
-¡No digas tonterías! Yo nunca he dicho semejante... ¡Sabes que no me gusta porque mis hermanos me llaman así para burlarse de mí!- Hermione suspiró y se dejo caer a su lado, Ron estaba cada vez más endiablado, y lo peor era que sentía la desagradable sensación de que Hermione, para variar, no se equivocaba. Hermione ignoró la rojez de Ron y acercó su boca a su oído
-Te quiero Ronnie- A Ron el cosquilleo del susurró le recorrió la espina dorsal y todas y cada una de sus extremidades, por un momento sintió la calma y el nerviosismo al mismo tiempo, lo que era desconcertante hasta límites insospechados.
-Yo también a ti...- susurró embelesado –bueno, si quieres el pacto 19 se anula desde este mismo momento- Hermione sonrió nuevamente y asintió, como de costumbre, con su aire de haber conseguido justo lo que se proponía. Ron se dejaba llevar por uno de sus impulsos, en un principio bastante meloso, aunque últimamente sus "impulsos" le hacían jugar malas pasadas, antes de que pudiera besarla un libro se agitaba frente sus narices.
-Historia de Hogwarts, llevas medio libro, ánimo- Ron cogió el libro sutilmente y lo dejo en la mesa inclinándose aún más hacia Hermione, que por su parte cogió el siguiente y lo agitó de nuevo.
-"Selecciones de quiditch del mundo y las tácticas mas útiles" ¿Ves? Me intereso- Ron cogió de nuevo el siguiente libro exactamente de la misma manera que el anterior, lo dejo sobre la mesa, y se inclinó aún más.
-No quiero que sepas nada de quiditch, déjame que pueda enseñarte al menos una cosa, ¿vale?- la dijo bajando cada vez más el tono de voz, Hermione se apoyaba hacia atrás sobre las palmas de sus manos, buscaba con la mirada algo con lo que disuadir a Ron mientras sentía su corazón palpitar con frenes
-"Vamos, no es la primera vez que se te acerca, que te pasa?"- se preguntó así misma, mientras de ella se apoderaba un calor intenso y, sin darse cuenta, no emitía ninguna exhalación. Antes de que pudiera darse percatarse el muchacho había apoyado ambas manos a los lados de sus hombros, y cerraba los ojos para besarla, y de hecho la besó, Hermione pensó una vez más, antes de dejar su mente en blanco, algo que para ella era bastante difícil y solo él lograba, que cuando Ron besaba no parecía tener ningún resquicio de su áspero carácter. Cuando Hermione por fin había conseguido relajarse y lo abrazaba tranquilamente, el pelirrojo hizo algo poco previsible, y es que bajó sus labios y la besó el cuello, en ese mismo momento Hermione dio un respingo, y como, a la vez que la mesa junto a ellos se desplomaba, la dolió el pie, supuso, y acertó, que en aquel respingo la había derribado de un golpe. Por su parte las manos de Ron resbalaron y su pecho chocó con el de la muchacha, a su vez que todo su cuerpo se apoyó en el de ella sin proponérselo, se miraron unos instantes, colorados, ruborizados, y nerviosos, se levantaron como en una exhalación y se pelearon sin tan siquiera cerciorarse, por levantar la mesa, que de tan vieja se había roto una pata, finalmente Ron dejó a Hermione convocando un poco efectivo "reparo!" (que tratándose de Hermione era extraño que no resultara a la primera) y se fue a duchar por segunda vez en el mismo día.
-contrólate Ronald, contrólate...- se decía así mismo mientras se llenaba de tanta espuma que a penas se le distinguía el cabello rojo en la cabeza, en realidad, pensar que Hermione podía empezar a sentir algo similar a lo que a él le asaltaba le daba muy poca fe para conseguir aquel autocontrol de sus propios deseos.
