Hace tiempo tenía este archivo en mi pc, guardado en un rincón. Pero era algo diferente. De repente el día de hoy se me ocurrió arreglarlo y ver si le gustaba la historia. Aunque el primer capítulo no muestra a Scorpius, les aseguro que cuando aparezca les gustara.
Aclaró que ninguno de ninguno de estos personajes me pertenecen, son parte del mundo fantástico de Harry Potter, creado por J.K.R.
Espero que disfruten la lectura.
Prefacio
No todo podía ser perfecto ¿no?, esa era la pregunta que se hacía constantemente Lily cuando regresaba a un nuevo año en Hogwarts. El típico estrés, los mismos profesores con sus conocidas leyendas, las mismas aulas, todo exactamente igual. Pero existía una diferencia ya no era la misma chiquilla que todos conocían, su comportamiento y actitud había cambiado radicalmente llamado la atención de más de una persona, pero no hubo más de interesante que cierto ojos grises.
CAPÍTULO I
Cuando se toman caminos diferentes
El sonido suave del viento golpeando la ventana era lo único que se sentía en aquella habitación llena de soledad, las cosas estaban completamente regadas, una maqueta que alguna vez debió ser hermosa se encontraba destrozada en el piso de la habitación junto a otras cosas. No siempre fue así, normalmente era una recámara alegre, llena de colores vivos, pero en ese instante tenía un toque de tristeza y melancolía.
Lily Potter, la dueña del cuarto, se encontraba completamente dormida en su cama, apreciándose aquella melena pelirroja esparcida como una tormenta de fuego en la almohada, su respiración estaba tranquila después de una madrugada caótica. Se veía calmada, hasta que abrió esos hermosos ojos marrones hipnotízate y lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.
Superar una ruptura era difícil, pero una humillación de ese calibre le era peor, aún la mente de la joven no podía aceptar lo que había vivido. Su novio ahora ex andaba con lo que considero alguna vez su mejor amiga, lo mejor o más infame es que ha ninguno de los dos les importó hacer todas las cosas que hicieron en su espalda y menos poner todo al público.
-¿En qué momento sucedió? – Pensó la joven mirado el techo con sumo interés, buscado alguna imperfección que no poseían, era la única parte de la habitación que no sufrió ninguna consecuencia por su rabia e ira en el momento que llegó. Estuvo un rato pensado, hasta que se fijó en el reloj de pared que marcaba las 2 de la mañana, tendría que levantarse pronto para ir a la estación, era 1 de septiembre, una fecha bastante agitada en su casa, después de un fin de semana épico.
Se levantó de la cama y encendió la luz, miró todo el alrededor sintiéndose repentinamente mal por el caos que formó. Sabía que no estaba enamorada, pero sí se encontraba frustrada, furiosa, entre otros sentimientos encontrados por la traición vivida hace unas cuantas horas atrás.
Comenzó a arreglar el desastre, la que alguna vez fue una hermosa maqueta de un león, estaba esparcida en el piso en miles de fragmentos y la tiro en la papelera entre muchas otras cosas, se dio un momento de pausa cuando vio un retrato aunque el vidrio se hallaba partido. La foto se encontraba intacta viéndose las sonrisas de las personas, un grupo de 5 personas agrupadas. Su corazón comenzó a acelerarse a ver dos en específico que casualmente hacían muecas a la cámara, pretendió controlar sus emociones, cerró los ojos intentado tranquilizar su pulso, hasta que los abrió y tiro el retrato también en la pila de basura, porque eso sería a partir de ahora, basura.
En ese momento sintió un alivio Lily con la simple acción, ya no se sentía mal, sino extremadamente relajada. Siguió el procedimiento de limpieza hasta que llegó el momento de que solo quedó un montón de basura en un rico de la recámara, lo demás perfectamente limpio y arreglado. Le faltaban algunos objetos, como la lámpara de mesa que le dio contra la pared, hacer una nueva maqueta para ponerla en su escritorio entre otros objetos, sin embargo aprovecho el tiempo y comenzó arreglar el baúl para su próximo año escolar.
Volvió a fijarse en el reloj de pared, viendo que ya eran las 9, se fijó en la ventana dándose cuenta que ya había aclarado y ella ni pendiente.
-¡Lily! –Gritó una voz masculina, reconociendo que era su hermano Albus que tocaba la puerta –Mamá dice que comiences a arreglar todo-
- ¡Rayos, rayos y mil veces rayos!. – Expresó enojada sabiendo que tenía poco tiempo para arreglarse como quería. Se fue al baño y se tomó una ducha rápida, comenzó a vestirse de manera rápida, se colocó un jean ajustado que hacía sobresalir su cuerpo esbelto, lleno de múltiples curvas y una franela que le hacía juego de color verde, contratado con su piel pálida, no sé olvido de maquillarse, borrado aquella imagen enfermiza que poseía su rostro, las ojeras fueron eliminadas con corrector, un poco de polvo y color hicieron que su rostro quedara perfecto para resistir el día que esperaba.
Si mucho compromiso, a la final igual ya había perdido mucho tiempo. Bajo las escaleras hacía la plata baja, su hermano Albus se encontraba comiendo de manera apresurada mientras su padres y James se tomaban todo con más calma.
-Creí que ibas a Hogwarts, no a una fiesta – Comentó James, su hermano mayor, viéndola de arriba hacia abajo, levantó una ceja aunque no sabía descifrar muy bien su expresión, si era diversión o enojo.
-James, no comiences- Dijo Ginny, viendo a su hija con una sonrisa simpática, transmitiéndole tranquilidad. Aunque su padre, el fabuloso Harry Potter no se hallaba muy alegre por su vestimenta.
Se sentó tranquila en su lugar habitual y comenzó a comer pensado lo extraño que sería no ver a James en Hogwarts, ya que el año pasado se había graduado y este sería el último de Albus, ella sin embargo apenas iba a cursa su 5 año, esperado que fuera divertido.
Cuando todo el mundo acabo, ya faltaban 30 min para que fuera la hora de salida del tren, ella agarró su baúl y la mano de su padre, para desaparecer directamente en la estación, sus hermanos y madre hicieron lo mismo. Lily ese maldito presentimiento que las cosas serían horribles, el rumor seguro ya estaba regado, detenerlo sería imposible, así que lo quedaba era enfrentarlo de la mejor manera posible, intentado salir lo menos perjudicada posible.
Su mente derivo muchas veces viendo como viejos amigos se reencontraba y abrazaban, sintió un ligero vacío pero lo ignoro. Si alguien le hubiera dicho lo que se estaba cocinado desde hace un tiempo atrás con su amiga y ex, se le hubiera reído en su cara, ahora simplemente era algo completamente distinto que ella no entendía, aún no tenía en claro que era peor si los cuernos o quien había sido; pensado y pensado una y otra vez en el mismo evento, entro al tren y busco un comportamiento vacio donde colocó su baúl, sonrió divertida sabiendo que nadie entraría ahí, ser una Potter tenía sus beneficios.
Sintió como el ambiente cambiaba inmediatamente después que salió para bajar del tren, no era raro ya que la estación se encontraba más llena y con años más avanzados que los niños que vio cuando llegó. Levanto enojada la cabeza viendo como la señalaban ó comenzaban a susurra con cada paso que daba. Supuestamente la sabiduría y la madurez era lo común en los años superiores, pero no sucedía cuando eras extremadamente popular y salías con alguien de la misma categoría.
-¿No lo superan?- Comentó una vez repentina, sintiendo como unos brazos fuertes que rodearon su cintura – Todos son unos chismosos y envidiosos, que no te preocupes esas pirañas, tú eres la peor. –Agregó burlonamente un chico de piel bronceada que tenía una sonrisa encantadora.
Entonces hay que darles un poco de espectáculo, para que hablen más – Los ojos marrones de Lily brillaron emocionados mientras pasaba sus manos por el cuello de su amigo Daniel Montague. Todo el mundo se quedó callado repentinamente por la sorpresa de lo que iba a suceder, pero unos nuevos pasos hicieron que los dos jóvenes pararan, volteando sus cabezas hacía la nueva presencia.
-¿Tal fácil me olvidas? Que lastima, yo sabía que por algo estabas rara… - Dijo en un tono dramático, notándose su toque burlón.
El ambiente se comenzó a sentir tenso, todos los que se hallaban en el lugar miraban de un rostro hacía otro, nadie pasaba desapercibo en momento. No se esperaba menos después de ser el primer encuentro luego de su ruptura, especialmente cuando venía colgado el chico de una Pelirroja con aspecto espectacular que fue en algún momento su mejor amiga sin quitar el hecho que era su prima, aquella con que jugaba con plastilina cuando estaba en la Madriguera o cuando iban creciendo jugaban muñecas.
No era mentira que ella pensaba que desde hace rato iba llevado cuernos de Lorcan, por algo era el prototipo de un jugador estrella de quidditch, pero antes que novios fueron amigos y por una extraña razón, eventos que suceden en la vida terminaron en una relación que fue progresado poco a poco. Pero no todo podía ser perfecto, jamás en la mente de Lily imagino que las cosas hubieran llegaron a ese punto, porque sea como sea siempre pensó que era alguien de su club de fans o tal vez una de esas chicas que tenía la etiqueta de "zorra" en la frente. ¿Su mejor amiga y prima Rose Weasley? ¿Qué había hecho? Se cuestionó una y otra vez hasta que se dio cuenta que el error no era de ella, sino la que se encontraba frente suyo.
Levantó la ceja y Daniel se dio cuenta de cómo se hallaba el cuerpo de su amiga tan tenso, así que la abrazó sin dejar de pensar que las cosas se iban a poner peor en cualquier instante. La pelirroja era vengativa y en su mente no dejaba de pasar cual sería la venganza que le haría a la muy feliz y reciente pareja.
-Querida Rose, espero que esté todo bien y te sientas en el paraíso amiga. No es para nada que te hayas conseguido ligar con capital de Gryffindor, toda una estrella.- Comenzó a hablar Lily en un tono completamente afilado y lleno de veneno, nadie decía nada solo su voz resonaba en todo el lugar, podía apreciar a su familia desde lo lejos sin entender nada, sin embargo nadie intervino. Todo el mundo sabía que la persona que se metiera iba a recibir una humillación mucho peor e igual la gran mayoría tenía curiosidad de que tal al suelo la podría poner.
-¿Cuánto te costó la gran hazaña? Mira, no sabía que eras tan resbalosa, eso explica porque Steven te cortó… ¿Ya sabía lo que le hacías a tu prima? O solo vio tú verdadera imagen de ti en el espejo, pobre de ti no tardara en dejarte ese de ahí – Dijo señalado a su ex con despreció – Cuando eso pase, ¿Sabes que es lo más triste Rose? –Agregó en un tono cargado de falsa lastima – Qué estarás completamente sola, porque yo no estaré ahí para ser tú pañuelo de lágrimas, sino aquella que se burlara de ti y te recordara una y otra vez lo tonta que fuiste, porque ganaste a un hombre, pero perdiste a tú amiga.
La cara de Rose era todo un poema, Lorcan que era su ex que prácticamente la sostenía para que no se cayera era de odio y bueno la de todos los demás. Era algo inexplicable, se dividía en grupo de personas, unos de pura de sorpresa por escuchar palabras tan venenosas, otras como un "ya me lo esperabas" y una en especial sonreían y no era precisamente Daniel.
-Pero que divertido, tanto drama, tanta tragedia, tanto… ¿Romance? –Dijo una voz que no se había escuchado antes, una dulce y suave como el canto de una sirena y la chica no pasaba desapercibida para nadie, se trataba nada más ni menos que Afrodita Malfoy, una de las chicas más bellas de Hogwarts, que siempre tenía la voz cantante y con la popularidad envidiable, una de las personas con carácter más fuerte y para agregar un toque más a la ecuación, la querida mejor amiga de Lily Potter.
-Amiga, te dije que nunca te juntaras con la gente cabeza hueca, pero tú nunca haces caso –Negó con la cabeza y habló en un tono infantil y juguetón –Mira que con Rose era suficiente, pero luego andar de novia de un chico tan poca cosa para ti, menos mal que abriste los ojos de gente tan poco interesante..-
Afrodita era conocida por su cuerpo lleno de curvas, una estudiante de 5 año, conocida por ser parte de la realeza, era de edad contemporánea con Lily y aunque ellas mismas no eran de la misma casa, eran inseparables. No se llevaban mal, el padre de Lily al principio no se encontraba muy feliz, primero se tuvo que acostumbrar a que su hijo Albus quedara en Slytherin y se volviera amigo del hijo lo que fue su archienemigo Draco Malfoy cuando estudiaba, y la misma situación se repitió con su hija menor.
-Ustedes son unas víboras – Gritó Rose llena de odio y rabia, pero en sus ojos azules se leía claramente la tristeza y las ganas de llorar por una humillación de ese grado y no era para menos, todo el mundo había escuchado. –Ojalá paguen…
En ese momento un sonido salió de la plataforma, ese era el anunció de salida. Aunque nadie se quería mover la primera que lo hizo fue Lily, que se fue a despedir de sus padres y hermano mayor, aún impresionados pero aún así no dijeron nada al respecto. Se fue rápidamente junto a Daniel que seguía sin decir nada y detrás se encontraba Afrodita siguiendo sus pasos. Ninguno tenía problema de dejarla hablando sola y que gritara, ya las cosas estaban dichas y no era para menos.
Lily ya no se encontraba triste, sino aliviada de sacar todo lo que sentía. Que Afrodita, su amiga la hubiera ayudado fue el toque perfecto y aunque se acababa de generar una guerra silenciosa, en la cual nadie querría estar involucrado, pudo darle fin de manera pública a su falsa amistad y dar a entender que las cosas para la nueva y feliz pareja no serían fácil, sino todo lo contrario. El cuerpo estudiante tampoco se metería mucho en el asunto tampoco, nadie se quería enfrentar a ese grupo.
El transcurso del viaje fue bastante normal, además de unos cuantos comentarios maliciosos, nada que no se pudiera controlar. La situación mejoraría mientras pasara el tiempo, pero nunca el grupo volvería a estar junto. Anteriormente era conformado por 5 personas; Daniel, un Gryffindor de 5 año, moreno un poco hippie para el gusto de cualquiera de sus amigas, pero sin quintarle su gran corazón y además no se podría negar que tenía su cierto atractivo que podía hipnotizar al cualquier chica, luego venía Afrodita una rubia de hermosos ojos azules, llena de coquetería, seducción, sin olvidar su toque alegre y risueño, la segunda chica más cotizada del lugar, era una Slytherin, conocida por ser la princesa de esa casa y era de 5 año.
De último, pero no menos importante se encontraba Lily Potter una chica que no quedaba atrás de su amiga, tenía una hermosa cabellera roja como el fuego y unos ojos marrones que mostraban siempre una determinación y seguridad que cualquier persona no podía poseer, era conocida por ser la Princesa Gryffindor, incluso la mayoría pensaba que era la chica más popular y no simplemente porque fuera hija del famoso Harry Potter.
Las otras dos personas, eran Rose, una chica que conoció Rose incluso antes de Afrodita, su prima que se encontraba en 6 año, miembro de Gryffidor, era pelirroja y con ojos azules, bastante llamativa y una persona muy segura, de ultimo quedaba Lorcan, el último agregado que logro llevar todo a la quiebra todo. Era el capitán de quidditch de Gryffindor y pertenecía a 7 año, blanco y fornido, bastante simpático y un mujeriego de primera, sin embargo a pensar de todo fue un gran amigo, pero las cosas cambiaban y los caminos se separaban, ahora lo que fue un grupo de 5 personas alegres, se dividió en un grupo d personas respectivamente.
