Disclaimer: South Park no me pertenece.

Summary: La vida trae muchas sorpresas, sobre todo cuando la forma de llevar la misma cambia drásticamente. Craig es enviado a un internado en el cual vivirá intensamente su adolescencia intentado conquistar a un pequeño rubio. Creek.

Sorpresas del destino

(Capítulo I)

Poco a poco veía como el paisaje iba cambiando de aspecto, se convertía en algo totalmente nuevo, alejado de la rutina y las costumbres. Tal vez era parte del plan enviarme en autobús a mi nuevo "hogar" como decían mis padres, para que así entendiera cada paso del "cambio". Aunque por otro lado ellos solo deseaban deshacerse del "hijo problema". Por mi parte, también me alegraba largarme lejos. A pesar de que no estaba seguro de que me esperaba en ese lugar ya que me negué a oír cualquier información al respecto, no me preocupaba, soy Craig Tucker y nada ni nadie podría cambiar eso.

Cuando al fin pude bajar del jodido bus después de una considerable cantidad de horas, sentía todo mi cuerpo entumecido, elongué tranquilamente ignorando a todos a mí al rededor. Comencé a mirar el espacio que me rodeada, no estaba seguro hacia dónde dirigirme pero tampoco tenía apuro en averiguarlo, lo único que necesitaba para más tarde llegar al edificio es el pequeño papel con la dirección que guardo en el bolsillo de mi pantalón. Caminé tranquilamente buscando un lugar donde comer y hacer un poco más de tiempo, encontré un pequeño local de comida rápida al cual entre sin pensar. Pedí una hamburguesa grande y una gaseosa. La camarera al entregarme la orden, me dejó su número de teléfono escrito en una servilleta la cual arrugué y lance al piso mientras ella aun observaba. Detesto las personas que creen que soy un chico fácil de conseguir, como ellas. Además no entra en mi rango de interés básico.

Cuando me retiré del local seguí dando unas cuantas vueltas más por los alrededores sin encontrar nada interesante donde pasar el rato por lo que decidí, resignado, dirigirme hacía mi nueva cárcel personal a la cual todos llaman escuela. Detuve un taxi y le recité la dirección que tenía escrita en el pequeño trozo de papel. Pasados unos 15 minutos, al bajar del automóvil, vi unas grandes murallas que encerraban lo que parecía ser un enorme campus. Suspiré agobiado antes de dirigirme hacia la entrada, donde tuve que entregarle mi identificación a un portero para al fin lograr entrar. Una vez dentro de las grandes murallas pude apreciar las vastas áreas verdes, edificios antiguos e imponentes, además de muchos chicos conversando animadamente mientras descansaban en el césped portando el estúpido uniforme del lugar el cuan constaba de un pantalón de vestir gris, camisa blanca, zapatos negros, corbata, y blazer azul, es decir, todo a lo cual no estoy acostumbrado.

Seguí caminando lentamente hacia la entrada del que parecía ser el edificio principal, todo iba bien hasta que sentí un cuerpo chocar fuertemente contra el mío. Un chico castaño se había estrellado contra mí, le dirigí una mirada fría mientras apretaba mis dientes claramente enojado. No tengo paciencia para la estupidez humana.

-Wooow woow lo siento amigo- Se disculpó el castaño con cara de imbécil- Hey ¿eres nuevo?- Preguntó con expresión curiosa.

-Jódete- Respondí mientras le mostraba el dedo medio. El chico soltó una risa en respuesta. ¿Qué mierda le pasa a la gente de por aquí? En mi pueblo todos se irritaban cada vez que les hacia ese gesto.

-Nos vemos en clases viejo- Dijo sonriente a la vez que se despedía agitando la mano derecha para luego continuar corriendo.

-Sí claro- Hablé para mí mismo. Como si quisiera estar cerca de un chico que su sola cara denotaba una gran estupidez. Continúe caminando hasta entrar al recibidor del edificio, era bastante ostentoso, al parecer mis padres no estimaron en gastos con tal de mantenerme alejado y bien encerrado. Me acerqué a un mesón donde se encontraba una mujer uniformada, la secretaria.

-Hola, ¿eres el chico nuevo verdad?- Preguntó sonriente ante lo cual solo asentí sin cambiar mi estoica expresión- Te estábamos esperando, pensábamos que te había pasado algo- Hizo una pausa al parecer esperando que me excusara por el retraso, lo cual no sucedió- Mmm bien, llamaré algunos de tus compañeros que están a cargo de guiarte- Informó mientras levantaba la bocina del teléfono que se encontraba en su mesón, marcaba unos números y hablaba con la persona al otro lado de la línea- Ya vienen hacia aquí, puedes esperar en la sala de estar…-No esperé a que terminara de hablar para dirigirme a los grandes sillones que se ubicaban a unos pasos de la recepción. Me senté y esperé unos minutos hasta que vi a dos chicos acercarse a mí, uno pelirrojo y otro rubio. El primero llevaba su uniforme perfectamente ordenado en cambio el segundo no llevaba corbata y las mangas de la camisa arremangadas.

-Hey debes ser el nuevo- Saludó con una gran sonrisa el rubio de ojos celestes, ante lo cual su acompañante le dio un fuerte codazo en las costillas.

-Ejem, Hola Craig, mi nombre es Kyle Broflovski y él es Kenneth McCormick, es un placer- Saludó formalmente el pelirrojo al cual le dedique una mirada aburrida y luego le dirigí "la señal". Broflovski ante la acción, reflejó en su rostro la típica expresión de desagrado que recibía en mi pueblo. Al parecer no será tan distinto como creí.

-Jajajaja eres muy gracioso amigo- Agregó el rubio- Sabes, Kyle intenta hacerse el serio pero en realidad esta tan jodido con el resto- Explicó. No podría importarme menos la personalidad de chicos que acabo de conocer, lo cual demostré con mi expresión.

-Como sea, vamos Tucker, te mostraremos tu habitación- Dijo Broflovski ante lo cual me levanté lentamente del sillón dispuesto a seguirlos.

-Vamos- Apresuré.

-Oh así que si tienes voz- Bromeó McCormick. Le dirigí una mirada fría, extrañamente su sonrisa se amplió al recibirla. Anormal.

Salimos en silencio del edificio principal, caminamos por unos 15 minutos hasta llegar a otra estructura un poco menos elaborada que la anterior. Subimos hasta el tercer piso por las viejas escaleras y avanzamos por un largo pasillo hasta posarnos frente a una gran puerta de madera.

-Esta es tu habitación, la 145- Informó el pelirrojo a la vez que me entregaba la llave la cual tomé enseguida- Compartes tu habitación con un chico más, Clyde Donovan, en este momento tiene clases.

Posé y giré la llave en la cerradura para abrir la puerta, entré a la habitación lentamente, era amplia, tenía el doble de cada mueble, camas, escritorio, veladores, etc…lo destacable era la gran televisión y el pequeño refrigerador en una esquina. Mi compañero de habitación evidentemente no era organizado ni limpio, había ropa tirada por el piso al igual que envoltorios de comida, entre otras cosas. Tendrá que aprender, me aseguraré de que así sea. Junto a ese pensamiento hice tronar mis nudillos lo cual no pasó desapercibido por mis acompañantes.

-¿Qué te parece?- Pregunto el de ojos celestes.

-Nada mal- Respondí sin mirarlo- sino contamos el que compartiré con un puto cerdo- Me quejé.

-Hey ¿a quién le dices cerdo?- Preguntó a la vez que salía del baño en suite el mismo chico castaño con el cual choqué hace un rato en la entrada. Genial, compartiré con el cara de imbécil.

-Clyde, tú deberías estar en clases- Acusó serio el pelirrojo ante lo cual Donovan comenzó a mirar hacia los lados evidentemente nervioso.

-Mmmm pues tuve un pequeño inconveniente, verás yo…-Comenzó a excusarse.

-Mejor empieza a caminar Clyde- Sugirió el rubio conteniendo la risa.

-Pero Kyleee déjame ser libre aunque sea una clase- Pidió a la vez que colocaba una ridícula expresión lastimera.

-Camina- Exigió el pelirrojo.

-Pero…-

-Camina- Repitió. Donovan suspiro y comenzó a caminar derrotado fuera de la habitación.

-Tucker mañana a las 8 tienes tu primera clase, espero que nos llevemos bien- Agregó Broflovski con una falsa sonrisa para luego salir de la habitación.

-En serio luego se relajara- Justificó el rubio.

-No me interesa- Respondí aburrido, lanzado mi bolso al piso y sentándome en la cama desocupada.

-Hey deberías venir con nosotros a jugar videojuegos un rato, así te integras- Sugirió. A pesar de que la idea de jugar un rato me tentaba, el cansancio y pocos ánimos de conocer más tipos raros era superior, además me urgía escabullirme a fumar.

-No- Respondí secamente.

-Como quieras, nos vemos en otro momento- Se despidió sonriendo acto seguido se retiró.

No tardé mucho en abandonar la habitación luego de la salida del McCormick. Caminé por los largos pasillos intentando no desorientarme, una vez fuera del edificio me dirigí a la parte trasera del campus donde esperaba hubiera menos gente. Me adentré en un espacio solitario entre dos edificios, saqué un cigarrillo y lo encendí rápidamente. Al dar la primera calada sentí como una leve sensación de relajo me envolvía. Soy un jodido adicto.

-Demasiada presión- Rompió mi paz el grito de un chico rubio totalmente desarreglado que acababa de llegar al pequeño escondite. Al sentir el olor a cigarrillo volteó su cabeza bruscamente para mirarme, acto seguido se formó una expresión de pánico en su rostro- ¡GAH ¿q-quien eres?, ngh oh dios tal vez eres un asesino serial, no quiero ser la próxima víctima, soy muy joven ngh!- Vociferó para luego salir corriendo del lugar sin darme el tiempo de responder.

Definitivamente la gente de por aquí era "especial". Entre todos los fenómenos, hasta ahora, el pequeño rubio neurótico se llevaba el premio, es decir, ahora soy un asesino serial. Esbocé una pequeña sonrisa ante la loca idea del chico.

Cuando terminé mi cigarrillo volví a recorrer el lugar intentando recodar por donde pasaba. Cada sector nuevo me daba la misma impresión, demasiado ostentoso para mi gusto. Cuando ya eran cerca de las 7 me dirigí hacia la cafetería para comer algo, pedí un emparedado y un café .Me senté en una mesa que se encontraba al fondo del local. Poco a poco conforme pasaban los minutos, la cafetería se fue llenado cada vez más. Algunos chicos me dedicaban miradas curiosas las cuales respondía con una ácida provocando que sus intenciones de acercarse desaparecieran al instante.

-Tanto tiempo- Saludó un chico a mis costado. Le dedique mi típica señal sin siquiera mirarlo- Jaja no has cambiado en nada Tucker- Al ponerse frente a mi reconocí a un chico de mi pueblo, el cual dejó de asistir al colegio de la zona hace un año. Nunca me di la molestia de preguntar sobre su paradero.

-Marsh- Lo nombré mientras abría exageradamente mis ojos, no esperaba encontrarme con nadie conocido en este lugar.

-El mismo ¿Qué haces aquí?- Preguntó sentándose frente a mí.

-Supongo que lo mismo que tú- Respondí recuperando mi actitud neutral.

-Mmmm no lo creo- Contestó con una gran sonrisa. No entendía que lo ponía tan contento. El chico siempre fue así, alegre y popular, exactamente lo contrario a mi huraño y antisocial.

-Mis padres querían deshacerse de mí- Confesé.

-Auch…bueno este lugar no es tan malo como parece, a pesar de tener que usar estos estúpidos uniformes- Dijo mientras se miraba a sí mismo- En general nos divertimos bastante ahora que ya encontramos las formas- Agregó con expresión cómplice.

-Tal vez- Contesté incrédulo. Es verdad que no había vigilancia en exceso, pero tampoco parecía ser un lugar para estar de fiesta cada noche.

-Si quieres puedo presentarte con el resto, algunos son extraños pero te divertirás- Aseguró.

-No- Contesté sin pensar.

-Vamos Tucker, anímate, esta será tu vida de ahora en adelante- Aconsejó el pelinegro frente a mí. Tal vez…solo tal vez tenía razón.

-Solo un rato- Acepté luego de unos segundos de meditar la situación.

-Genial. Nos reuniremos en la azotea en una hora, asegúrate de que nadie te vea al subir-Anunció, acto seguido se levantó de su asiento y se encaminó a otra mesa.

Una vez solo, dirigí mi vista hacia el plato vació y el vaso térmico el cual aún estaba prácticamente lleno, había bebido muy poco y no apetecía más. Lo levanté y me dirigí hacia la salida del lugar.

-¡GAH no, no puede ser, el café no puede haberse acabado!- Escuché gritar frenético un chico, dirigí mi mirada hacia él reconociendo al rubio que encontré hace un rato en el callejón. Su aspecto deplorable generó un pequeño impacto en mí, se veía desesperado.

-Tranquilo Tweek mañana ya habrá más- Tranquilizó un chico de color a su lado.

-Ngh no puedo vivir sin café tendré que escapar de la escuela para ngh conseguirlo- Siguió mientras comenzaba a tironear su cabello. Mi adicción por el cigarro no era nada en comparación al aparente problema con el café del chico de ojos verdes.

Sentí un poco de pena por él, estaba tan alterado al punto de auto dañarse, además el resto parecía no inmutarse al respecto ¿qué no les afecta ver como el chico se lastima? No soy nadie para quejarme de la antipatía de las personas ya que, en general, me importa un carajo lo que le pueda suceder al resto. No obstante ese tipo estaba al límite y simplemente no podía ignorarlo. Me acerqué a él sin pensarlo más y le tendí el vaso que traía en la mano derecha.

-Esta frío pero puede ayudarte-Ofrecí mirándolo seriamente. El chico tardo unos segundos en reaccionar pero apenas lo hizo me arrebató el vaso y bebió el contenido frenéticamente, dejando que algunas gotitas se deslizaran por la comisura de sus labios hasta llegar a su cuello. Apenas terminó una expresión de relajo se formó en su rostro.

-Ngh gracias- Habló mientras parecía aun saborear el líquido amargo. Me dedicó una delicada sonrisa.

-Solo no hagas eso- Reprendí desviando mi mirada de su pálido rostro. Me retiré del lugar sin esperar respuesta, caminé hasta volver a mi habitación la cual, afortunadamente, se encontraba vacía. Comencé a desempacar mis pertenencias, haciendo tiempo antes de subir a la reunión de Marsh. Cuando llegó a la hora acordada, comencé a caminar por los pasillos buscando una manera de llegar a la azotea, tardé un rato hasta encontrar una pequeña puerta que daba acceso a una escalera con escasa iluminación. Asumí que ese era el camino correcto. Comencé a subir lentamente intentando no tropezar con los escalones producto de la poca visión. De repente escuché como la puerta del pasillo se abría y cerraba bruscamente y que alguien subía apresuradamente las escaleras. Voltee para intentar ver de quien se trataba.

-Ngh no quiero mor…-Escuché decir antes de sentir un fuerte impacto contra mi cuerpo, Genial, era el día de los choques inesperados. No obstante reaccioné rápidamente sujetando el brazo del chico para que no cayera, era evidente de quien se trataba. A pesar de llevar poco tiempo en el campus ya podía reconocer unas cuantas voces, siempre he sido bueno para eso.

-¡GAH un fantasma!- Gritó intentado librarse de mi agarre, lo cual no logró.

-No soy un jodido fantasma, tranquilízate- Respondí neutral. Pude apreciar la expresión de horror de mi acompañante gracias a que la puerta de la azotea fue abierta dejando entrar luz a la lúgubre escalera.

-Hey ¡Tweek trajo al chico nuevo!- Escuché decir a una voz a mis espaldas.

-¿Tweek?- Pregunté por reflejo aun mirando al rubio.

-Ngh T-Tweekers- Completó nervioso, tiritando y con sus mejillas levemente sonrojas. Su aspecto en general era un fiel reflejo a su personalidad neurótica; su cabello alborotado, grandes ojeras, camisa mal abotonada, corbata desecha, mangas mal arremangadas. El chico tenía realmente un aspecto único. Además de las excentricidades de su vestir poseía unos grandes y brillantes ojos verdes inigualables. Para rematar, su extraña forma de ser me provocaba un extraño deseo de protegerlo.

Tal vez el plan de mis padres resultó ser una excelente idea después de todo.

Ese pequeño rubio definitivamente era mi tipo y Craig Tucker siempre consigue lo que desea.

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Hola! Nuevamente no me resistí y decidí comenzar otra idea loca que me atacó un día por la mañana jajaj aunque no puedo negar que me da un poquito de miedo tener 3 fics en proceso, pero bueno, es verano, que mejor momento para hacer explotar la imaginación –corazón-. Esta vez decidí darle un enfoqué diferente a la orientación sexual de Craig como imagino habrán notado en las últimas palabras jaja no pasaré por tantos rodeos en ese aspecto. En fin, espero les haya agradado la idea, siempre la temática de internado me ha llamado la atención aunque la considero lenta en algunos aspectos intentaré sacarle buen provecho c: Espero saber que les pareció :D pronto se viene más acción uwu. Muchos saludos para todos.

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