Disclaimer: Nada me pertenece, excepto ideas.

2 de diciembre:

Miro a mí alrededor, pero no hay nada más aquí. Estoy acariciándome el vientre, por que me duele un poco. Ya va a suceder. El momento más preciado, va a suceder. Miro al alfeizar. La nieve no deja de caer. Sonrío y ya sé, como se llamará.

Suspirando, lágrimas sobre el papel, manchado en sangre. Con su sangre. Sonrisa vacía que desde adentro, suelta el más deprimente gemido de dolor. ¿Qué hizo? ¿A dónde se fue?

Su sonrisa no era suficiente para calmar su ira. Ella tenía que irse, tenía que morir. Ella, tenía que irse para siempre.

- Hola, Draco- suspiraba aquella joven, una vez más, frente a su puerta. Una vez más, con aquel cuento, que él jamás creyó- ¿Puedo pasar?

- ¿Quieres mi fortuna? ¿El dinero?

- ¡Pero tengo la razón!

- ¡No es cierto!

31 de octubre:

Miro y miro al cielo, pero no te encuentro. No quieres abrir los ojos y mirarme. Me tienes miedo, rencor y odio. ¿Por qué? Dímelo por amor a dios. Dime, qué he hecho para hacer de tu vida, una miseria. ¡Dímelo!

Su mirada se pierde en esos pedazos de papel, en ese dolor constante que emerge cada vez que el calendario recuerda.

- Draco, tienes que creerme- Suspiraba con lágrimas en los ojos- ¡Tienes que creerme que esto, es tuyo!

- No voy a creerte. Fuiste un pasado, una diversión. Y ahora ¿Quieres que me apiade de ti, ahora?

- ¡Es la verdad!

- No, Granger. Ya no más, ya no más juegos.

Ella lo engañó, jugó con él en algún momento. De todas formas, eso no se comparaba en lo más mínimo, con lo que él, le había hecho. Todo lo que le había hecho sufrir, era mucho más complicado y doloroso.

- Acéptalo aunque sea, te lo ruego- decía ella, en el suelo, de rodillas. Draco estaba allí, con su varita en mano. Justicia también.

- No lo aceptaré jamás.

- ¡Es tuyo! ¡Lo juro!

- Lo siento, pero no lo permitiré jamás. Nunca aceptaré algo, que no me pertenece. ¡Levántate!- Le gritó, sosteniéndola del brazo.

4 de febrero:

Me muero. Acá sola, me muero y ya él no se enterará jamás. Suspiro, cuando mis piernas presionas y de una forma indescriptible, me torturas. ¿Qué hago? ¿A dónde voy? No puedo hacer otra que estar en mi cama, que tenerte allí.

- Se ha muerto...

- ¿Murió?- preguntaba el joven.

- Sí, se desgarró el útero. No sobrevivieron, ni la madre, ni la bebé. Pero, hay algo que es para usted, en su mano.

15 de Agosto:

Sé que él va a regresar, en cuanto vea lo que he hecho. Espero, que esto llegue a su corazón de león o a su sangre de serpiente. Ella fue una vez mi amor, mi sentimiento más preciado. Ahora, siempre quise que él la amara, que lo supiera. Pero ahora sé, que ella se ha ido y sólo falto yo. Adiós amor, que me robaste toda esperanza. Espero, que te sientas muy feliz por todo esto. Tu hija y tu amada, se van a un mismo lugar. Descuida, estaremos bien. Yo con mi cuchillo en mi vientre, ella en su pequeña cunita. Adiós, Draco.

Cartas que atesoraba, sueños que había dejado perder. Se sentía tan inútil, tan triste y estúpido. Mirando aquellas gotas de sangre. Aquella mujer que en vida intentó explicárselo. Él creía que le engañaba con Weasley. Pero aquella bebé, era todo su amor, su cariño y él, se la arrebató. Mirando al cielo, mirando a su delgado cuerpo ya blanco e inerte. Le decía adiós para siempre.

- Adiós Hermione y Samantha. A donde quiera que vayan, mi espíritu va con ustedes. Voy a ser tu padre, Sam.