Hola aquí les dejo un fic algo larguito de KSB, la mayoría de los capitulos van a estar basados en canciones, pero bueno, a ver que sale kesesese. Espero que les guste


Celos Monocromáticos

Era de noche en Nagoya, las calles permanecían iluminadas por las farolas, aunque pocas eran las personas que transitaban aquellas calles a esas horas, no porque fuera tarde, sino porque la gran mayoría estaba enganchada al televisor para poder ver en directo el primer concierto del festival de verano. El estadio de fútbol del distrito había sido acondicionado para acoger ese concierto para el cual miles de personas esperaban haciendo cola a las puertas esperando ver al grupo que actuaba aquella noche. En esa cola muriendose de calor estaba Souichi Tatsumi junto con su hermana Kanako que o no notaba el calor o lo ignoraba por el nivel de excitaciòn que tenía encima. Mientras veía a su hermana hablar con otra niña también fan del grupo por el que esperaban Souichi se preguntaba cómo había podido llegar a esto, con lo agusto que estaba él en su casa con el ventilador y una cerveza bien fría terminando su trabajo pendiente, pero claro, cuando Kanako le pedía algo así no podía negarse, al final Morinaga iba a tener razón y con sus hermanos era bastante blando si le ponían ojitos.

-A todo esto, ¿donde se ha metido?-se preguntó mirando a todos lados hasta que algo frío tocó con la parte de atras de su cuerpo haciendole emitir un suspiro de satisfación, ahí estaba la respuesta a su pregunta.

-¿da gustito eh, sempai?-inquirió Morinaga llegando con una bolsa con latas bien frías de refresco para pasar el rato de la cola.

-Mucho-dijo arrebatándole la lata y pasándosela por el cuello- te has tardado mucho

-Lo siento, la tienda estaba hasta arriba-se disculpó dandole otra lata a Kanako que aceptó gustosa.

-Morinaga-san muchas gracias -dijo la niña muy contenta- de verdad.

-No es nada Kanako-chan, me alegra que estes contenta con esto. -sonrió el de cabellos negros a la niña

Kanako se le lanzó encima y le abrazó, igual que había hecho días atras cuando el chico apareció en la casa de Matsuda-san con las entradas para ese concierto y no solo con eso, sino con pases para el backstage, cosa que extrañó a los Tatsumi, puesto que las entradas se habían agotado a las pocas horas de ser sacadas a la venta.

-Aun me pregunto como las conseguiste-le habló el rubio mientras se empezaban a mover hacia el interior del estadio caminando hacia la primera fila, tras las vallas, que era donde habían logrado las entradas.

-Oh, bueno, tengo mis contactos-rio Morinaga-vamos sempai, o perderemos a Kanako-chan.

El rubio no le dió mas importancia, lo importante es que Kanako estaba feliz y eso él lo agradecía mucho, Kanako era su princesita, su hermana menor y la aodraba, aunque esta insistiera en que entre el y Morinaga había una relación, cosa que así no era, vale que se habían acostado en muchas ocasiones, pero él no era gay como el otro, por lo que no eran novios, sino amigos...que se acostaban.

Llegaron a la priemera fila, justo ante el escenario, Kanako estaba muy emocionada, tanto que no paraba de dar botecitos de excitación mirando a todos lados mordiéndose los labios sentandose en los asientos que les habían tocado, entre Suoichi y Morinaga. Ante esto se dio cuenta de algo Morinaga, parecían una familia, no unos amigos...con derecho a roce que se llevaban a la hermana de uno de ellos, sino una familia que pasaba un rato juntos, este pensamiento le hizo perderse en las nubes de felicidad, suerte que supo contenerse o sino hubiera acabado llamando hija a Kanako en una de las veces que esta le llamó para volver a agradecerle ganandose de seguro un puñetazo que le habría mandado a volar.

Las luces se apagaron entonces, y los gritos se escucharon, sobretodo cuando en el escenario quedó iluminado, mostrando la figura de un chico de cabellos castaños oscuros hasta la cadera con flequillo que vestía una camisa oscura de manga corta con un chaleco negro de botones cual calaveras, pantalones de cuero negro y botas del mismo color, siendo que en su cintura llevaba un pañuelo de cuadros azules anudado.

-¡Kyaaaaaaaa Ika-san!-gritó Kanako poniéndose en pie en la silla con los ojos abiertos juntando las manos en el pecho.

Empezó entonces la música haciendo que Ika alzara la mirada antes de empezar a cantar, mostrando sus hermosos ojos violetas que hicieron gritar a más de uno.

Un encuentro sin color,

es atravesado por el blanco y el negro.

Te entregare cada parte de mi dolor

El dolor de esta cicatriz

me persigue fuertemente,

el otoño llega sin misericordia,

y sigue enredándome entre sus fríos dedos.

Suoichi miraba a su hermana que seguía la canción y los movimientos del cantante que caminaba por el escenario, pronto su vista se fijó en Morinaga que miraba embobado a la persona que tenía delante, susurrando la canción ¿acaso también era un fan de ese grupo? Suoichi no lo sabía.

soy como un molesto

trozo de hielo que se derrite.

Ika se acercó al borde del escenario y clavó su mirada en Kanako que gritó extasiada al notar la mirada en ella sacando una sonrisa del cantante que siguió a lo suyo.

Levantame gentilmente,

y juega conmigo entre tus labios.

La verdad tenía que admitir Suoichi que esa persona cantaba muy bien, su voz era atrayente, al igual que sus rasgos finos, pero sobre todo lo que más atraía eran esos ojos extrañamente violetas, ahora veía porque ni su hermana ni Morinaga podían apartar la mirada del cantante, ciertamente era atrayente...aunque que Morinaga le mirara tanto no le hacía ni pizca de gracia.

Aún así seguiré buscando una unica forma de querer

Donde tu y yo podamos juntos estar

mirandonos de frente

Esta vez la mirada se dirigió a Morinaga mientras se acercaba al borde del escenario y le indicaba con el índice que se acercase, cosa que para sorpresa de Souichi y Kanako Morinaga hizo con una sonrisa pícara en el rostro.

De ser posible, me gustaría acabar

atrapado de esta forma.

Escondidos juntos, tu pálida piel,

y que la luna se esconda también.

La caricia que propinó en el rostro a Morinaga no le gustó ni un pelo, ni la sonrisa que se dedicaron, ni siquiera cuando se separaron y ambos se quedaron mirando unos instantes. No hizo caso alguno al resto del concierto ni de la canción, ni de los comentarios de Kanako sobre la suerte que había tenido Morinaga, no su mente estaba más centrada en otra cosa, en averiguar porqué le había dolido tanto el pecho al pensar que Morinaga nunca le había sonreido así y en porque había querido arrancarle los pelos al cantante por tocar la mejilla de su kohai


Souichi algo celosin del cantante que tontea con Morinaga. kukukuku, ya veremos que pasa más adelante