Bienvenidos a este nuevo fanfic de Loud House. No tienen idea de cuanto batallé creándolo: mi intención inicial era subirlo desde mucho antes, pero tuve la no muy genial idea de experimentar con la narrativa, la que deseaba asimilar a una obra de teatro por la cantidad de personajes. Pero cuando vi el resultado, me pareció más un guión mal trabajado que otra cosa. Así que he tratado de corregirlo lo mejor posible, aunque no por completo, siento que me quitaría demasiado tiempo y me demoraría en subirlo. Si les ha gustado o no esta forma de redacción, o si tienen otro detalle que resaltar, sientanse libres de comentar, que serán bien recibidos.
Antes de comenzar, quisiera agradecer a quienes leyeron mi fic anterior y a quienes comentaron y sugirieron: Fipe2, Julex93, Sam the Stormbringer, mmunocan, J. Nagera, Adriana-Valkirie, Sir Crocodile222 y el guest «pirata». (tambien hubo otro guest, pero parece que también se trata del último mencionado, pueden corregirme si me equivoco.) Lamento no haberles agradecido como corresponde y lamento haberlo hecho con tanto tiempo de retraso.
Por último, si encuentran incoherencias en los procedimientos legales mostrados en la historia, les pido disculpas. No soy un entendido en la materia.
Aún tengo mucho trabajo con este fic, pero por el momento, disfruten este capítulo.
EDIT- Realicé unos cambios que consideré pertinentes, pero el formato script se mantiene para este capítulo.
Desde que tengo memoria, me gustan mucho los animales y no hago diferencias. Cuando encuentro a uno en peligro o desamparado, acudo a ayudarlo y lo llevo a mi habitación. Sé que, a veces, hago enojar a mis padres y hermanos, pero no puedo ver a una pequeña criatura en ese estado, verlos a ellos es como verme a mí misma. Hoy no fue diferente, porque ayudé a este animalito que me acompaña ahora. Es un gato… eso creo, porque tiene manchas como de leopardo y orejas muy alargadas.
Siento que mi pecho me aprieta por haberlo ayudarlo. Sucede que este gato estaba en muy pésimas condiciones, en una especie de cautiverio de animales del señor Flip, un conocido vendedor y estafador de la ciudad. Lo tenía encerrado en una jaula para aves y estaba triste. Así que me atreví a entrar sin permiso a ese sitio, forcé el candado de la jaula con una piedra y lo liberé. Se mostró sumamente contento y se abalanzó hacia mí para lamer mi cara...
¡No me miren así, sé que hice mal en entrar como una ladrona! No soporté más verlo así... y me siento peor cuando recuerdo a los otros animales que pude rescatar... pero no quise. ¡Ustedes no vieron lo que vi en ese lugar! ¡No saben por lo que pasé!...
Eres una linda criatura. ¿Extrañas al viejo Flip? Déjame llevarte a mi casa, le preguntaré a Lisa que especie de gato eres y te buscaré un mejor hogar.
-ΜΛΦΛΜ-
Antes de llegar a su hogar, Lana Loud (una pequeña rubia gemela de 6 años de edad, que le gustaba mucho hacer cosas de niños), acompañada de un exótico «gato» enorme de patas largas y delgadas (pero que se apreciaba desnutrido y descuidado a la vista), notaron una muchedumbre reunida. Unos cuantos vecinos estaban presentes, el señor Grouse, el vecino de al lado, miraba por la ventana de su casa como siempre lo hacía, y gente de medios informativos locales estaban hablando con sus padres, destacando a una reconocida periodista en el estado, de piel trigueña y que habitualmente usaba traje amarillo.
No le costó mucho adivinar el por qué estaban todos reunidos: Flip, el anciano responsable de mantener al felino enjaulado, se encontraba también y cuando la vio, le apuntó escandalosamente con su dedo índice. Ambos trataron de hacerse los desentendidos, dando la media vuelta y alejándose lo más pronto posible. Pero los presentes se acercaron rápido y la rodearon. La periodista le apuntó con un micrófono.
PERIODISTA- Usted es Lana Loud, ¿verdad? ¿Qué hay de cierto de la acusación del señor Flip hacia usted? Dice que le robó el serval que trae consigo.
El nerviosismo invadió a Lana: toda la gente y las cámaras que enfocaban su atención en ella, le generaron más estrés de lo que ya sentía por rescatar al animal. Además, a esto se le sumó un temor por un posible linchamiento de sus padres, quienes se acercaron enfadados junto a Flip y un par de policías.
MADRE LOUD- ¡Jovencita, el señor Flip te está acusando de robar un animal exotico y llamó a la policia y a la televisión por eso! ¡Nos debes una explicación!
FLIP- Esta niña se metió al patio de mi tienda y sacó al felino que estoy cuidando, en mi centro de animales exóticos Flip´s Fellowships, tengo cámaras que grabaron el momento en que se lo lleva, y la reconocí en un santiamén. Habitualmente, la veo comprando en mi tienda junto a su familia.
El padre se dirigió muy airado a su hija, quien estaba angustiada y con la cabeza gacha. Estaba cerrando sus ojos con fuerza, sintiendo como sus manos se debilitaban por el sentimiento de culpa.
PADRE LOUD- Lana, ¿qué tienes que decir a ello?
LANA- Yo… yo…
MADRE LOUD- Estamos esperando tu respuesta, Lana.
FLIP- La niña no tiene nada que decir. Está todo claro: ese animal, el que tiene a su lado, es el que estoy buscando. Todos lo están viendo ahora, tengo grabaciones, testigos… ella es la culpable.
Flip, maquiavelicamente, buscaba la complicidad de la gente, para hacer quedar mal a Lana y le devolvieran al felino. Él solo tenía razón en algo: Lana no sabía qué otra cosa decir. La pequeña, al no encontrar una manera de salir de la situación, tomó un profundo respiro para poder confesar. mientras tanto, el animal mostraba una pose de ataque y signos de enojo hacia ese anciano robusto de enorme nariz.
LANA- Es cierto… entré a la tienda del señor Flip… y liberé a este... gato, supongo... de la jaula en la que estaba. No lo soporté, hace 5 días que lo veía triste cuando pasaba por fuera, en el día y en la tarde… Sé que merezco un castigo, pero por favor, no devuelvan a este pobre gatito allá otra vez.
Uno de los policías habló. Era un oficia gordito y bajo, con un peinado ondulado de estilo ochentero. su actitud relajada lo hacia ver como una persona accesible al diálogo, lo que era muy acertado, porque siempre tenía algo que contar.
OF. COLUMBO- Es una pena, niña. El vandalismo infantil se hace cada vez más frecuente en este país, ¿te sientes orgullosa de ello?
Lana solo lo ignoró mirando al suelo.
FLIP- Agradezco su labor, señores oficiales. Nada me preocupa más que este serval encuentre a su verdadero dueño, no me imagino qué hubiese pasado si no lo hubiésemos encontrado a tiempo.
Lana miró con un evidente enfado a Flip, tanto por haber dicho que no era precisamente su gato, como por la frase en sí, la cual hacía sonar muy falsa e hipócrita hasta para una niña.
La periodista se dirigió hacia el policía canoso a cargo de la brigada, un oficial de poca paciencia, con mirada seria pero de rostro chistoso.
PERIODISTA- Oficial Nielsen, ahora que la pequeña ha confesado, ¿cuáles serían los procedimientos a seguir?
OF. NIELSEN- Disculpe un momento, señorita… señor Flip, ¿cómo es eso de una jaula?
Flip puso una repentina mirada de preocupación, no esperó en ningún momento que lo cuestionaran por las condiciones del animal.
»Vimos su expediente, y cuando presentó la constancia por aquél animal, nos dijo que tenía una guardería de animales exóticos y reunía las condiciones para su perfecto cuidado. Y es por ello, que usted insistió tanto en no llevarlo a otro centro especializado. Esa especie necesita un amplio espacio para sentirse a gusto, y esta niña dice que se ha mantenido encerrado más de lo debido. ¿Tiene algo que decir al respecto?
La gente miró con curiosidad a Flip, estaban expectantes a una nueva arista de la historia.
FLIP- Eh… ¿No lo ve, oficial? ¡La niña está mintiendo! ¡Recuerde que tengo mis certificados en regla!
LANA- ¡No soy ninguna mentirosa!
OF. NIELSEN- Entonces debemos ver quién miente. ¿Qué piensas tú, Columbo?
OF. COLUMBO- Hagamos lo usual: vamos ahora mismo al lugar de los hechos. Veamos el centro del señor Flip y comprobemos las condiciones en las que estaba viviendo. ¿Quién sabe? Hasta podríamos llevarnos sorpresas con la comida que tiene.
FLIP- ¡¿Qué?! ¡No!... -La gente lo miró, y el anciano se dio cuenta de ello- ¡No… no es necesario!
La periodista miró rápidamente a la cámara.
PERIODISTA- Acaba de ocurrir un interesante giro de eventos: Flip, el denunciante, se ha convertido en el inculpado en un solo instante. Las razones de la niña para actuar son distintas a lo que se informó en un principio: la pequeña Lana afirma que ingresó para rescatar a este animalito, de las pésimas condiciones en la que permanecía. De ser cierta su versión, en la opinión de esta servidora, ese ha sido un gigantesco acto de bondad.
OF. NIELSEN- Tengo una decisión para proceder con el caso, pero antes debo hablar con la pequeña y sus padres en privado. Te puedes encargar, Columbo.
OF. COLUMBO- Por supuesto, Nielsen… -El policía miró a la multitud, incluidos a Flip y los medios de televisión- ¡Ok, no hay nada que oír de ellos!... porqué yo tengo una interesante anécdota, acerca de un ladrón de estatuas de desnudos. Resulta que…
Luego de estar alejados de la multitud, el policía canoso se puso en frente de Lana, quién lo miró fijamente, tratando de recuperar la calma. Sus padres y el felino permanecieron detrás de ella.
OF. NIELSEN- Primero que todo, Lana, no hay motivo alguno que justifique el entrar a una propiedad ajena y apoderarte de algo que esté ahí. Eso es considerado un delito, y sé que tus padres te han dicho que cometer un delito es malo, ¿verdad?
LANA- Sí, señor.
OF. NIELSEN- Si hay algo que consideres que está mal, debes avisar a las autoridades y ellos se harán cargo. Si lo haces tú sola, puedes incluso correr un riesgo, ¿entendido?
LANA- Sí, señor.
El oficial mostró una mueca como intento de sonrisa.
OF. NIELSEN- Bien... ahora dicho todo esto, si no hubieses liberado al gato, no estaríamos siquiera pensando en saber cómo ha vivido todo este tiempo. Esta rareza es sumamente única…
LANA- Por favor, señor, no le diga «rareza». No me gusta que traten a los animales como cosas.
OF. NIELSEN- Ok, ok. Pero dime, ¿tu intención era cuidarlo por tu cuenta?
LANA- ¡Claro que sí, señor! ¡Lo cuidaría mejor de lo que ese viejo ha hecho!
La madre regaño a la pequeña.
MADRE LOUD- Lana, recuerda respetar a la gente mayor, aunque no se lo merezcan.
LANA- Perdón, mamá.
OF. NIELSEN- Siento decir esto, Lana, señores Loud, y esto también se lo mencioné al señor Flip: no cualquiera está capacitado para cuidar a una mascota como ésta. Este felino debe ir a un centro especializado.
PADRE LOUD- Con todo respeto, señor oficial, nuestra hija es capaz de cuidar a toda clase de animales que lleve a la casa. Eso es algo que puedo destacar de Lana, sin duda alguna.
El oficial levantó una ceja, mientras fijaba su mirada en la pequeña, siendo acariciada en la cabeza por su madre.
MADRE LOUD- Sí, tiene un talento único. A veces, la regañamos cuando los trae, pero sabemos lo responsable que es con ellos. Siempre trae animales que no imaginamos de dónde los encuentra, como reptiles, cerdos, un mono…
PADRE LOUD- ¿Recuerdas, querida, esa vez que trajo ese buitre a la casa?
MADRE LOUD- ¡Ja ja ja! ¡Claro, por supuesto!
OF. NIELSEN- ¿Buitre? ¿No es ella la pequeña que salió hace un mes en una noticia, donde encontró a un buitre desamparado y lo entregó a un centro de cuidados, en perfectas condiciones?
MADRE LOUD- Sí, es ella. Nuestra hija cuida tan bien a los animales que jamás se han visto infelices, luego los devuelve a su hábitat o los lleva a hogares de crianza.
OF. NIELSEN- ¡Vaya, no esperaba encontrarme con una celebridad local!
Al saber de lo que la pequeña era capaz, el oficial pensó en un nuevo destino para el animal, pesando que, tal vez, sería lo correcto.
»Entonces, pequeña Lana… si te dijera… que pienso dejar esté gato a tu cuidado, ¿te sentirías preparada para asumir tal responsabilidad?
Lana abrió los ojos por la pregunta, seguido de una enorme sonrisa. Cuando miro al animal, que parecía igualmente feliz, lo tomó con alegría.
LANA- ¡Claro que sí, señor! ¡Haré todo lo posible para que tenga el mejor cuidado!
PADRE LOUD- Oficial, ¿no habrá inconvenientes porque nosotros tengamos a esta mascota? Ya sabe, el señor Flip acaba de denunciar a nuestra hija.
OF. NIELSEN- Para nada. Ya estaba pensando revocar la tenencia del animal al señor Flip hasta aclarar todo. Como oficial, podemos solicitar a nuestros superiores que nos faculte la decisión de designar al cuidador del gato, y nadie puede contradecirla… Por desgracia…
El oficial Nielsen recordó un detalle nada alentador, en el momento que vio el expediente de Flip.
»No será por siempre. Verán: el señor Flip dejó una constancia por extravío desde mucho antes, ya que este gatito lo encontró deambulando en Detroit. Cuando vimos que su versión era a todas luces cierta y contaba con un centro de cuidado de animales certificado, se le otorgó la condición que si su dueño no aparecía antes de 60 días, se puede quedar con el animal exótico y decidir qué haría con él.
MADRE LOUD- ¿Y no hay manera de cambiar aquello, a raíz de lo ocurrido?
OF. NIELSEN- Por más que queramos, no podemos revertir esa decisión, a menos que encontremos a su dueño o algunas falencias en Flip y su centro. Trataremos de agilizar el proceso, faltan solo 2 semanas para cumplir el periodo de gracia.
LANA- Entonces buscaré como sea a su dueño. Eres muy bonito para que traten así, gatito. Te pondré un nombre.
La pequeña miró fijamente al felino. Cada vez que encontraba un animal, le ponía un nombre que se adecuara a lo que pudiese ver en él. Ésta no sería la excepción, aunque era evidente que ya tuviese otro nombre y, por ello, sería provisorio.
»Tengo pensado llamarte… te llamaré…
La imagen que le vino a la pequeña niña, fue de alguien que ha luchado con toda su energía, contra toda adversidad, contra todo pronóstico. Eso le hizo recordar a un luchador que tuvo una infinidad de obstáculos durante mucho tiempo, pero que gracias a su determinación, fue capaz de superarlos y terminó volviendose un ídolo de masas. Cuando su hermana Lynn, fanática de los deportes y las luchas, le contó la fascinante historia de su persona favorita, la amante de los animales también agarró una cierta admiración hacia ese señor, del que tomaría su nombre para llamar al felino en sus brazos...
»... Danielson... ¡Sí! ¡Tu nombre será Danielson!
OF. NIELSEN- ¿Y por qué Danielson, si se puede saber?
PADRE LOUD- ¿Danielson? ¿No es ese el nombre de aquel luchador famoso?
LANA- Así es, papá. Sé que este gato es un gran luchador por aguantar tanto maltrato, así que pienso recompensar su esfuerzo.
-ΜΛΦΛΜ-
Esa misma noche en la casa, todos los hermanos Loud, compuesto de 10 hermanas y un único hermano, estaban reunidos junto a Danielson en la habitación de las hermanas mayores, Lori y Leni. Luego de recibir la autorización del juez, Lana recibió al gato para su cuidado, aunque tuvieron que pasar por la escandalosa oposición de Flip, que durante mucho tiempo protestó en contra de los oficiales. Éstos solo tuvieron que mencionar la palabra «allanamiento» para apaciguar al viejo ruin, aunque luego se mantuvo en contra de la idea, con el pretexto de presentar una autorización del juez para dejarlos ingresar.
Todos admiraban a la nueva mascota, sobre todo Lily, la bebé de la familia, que se acercó a acariciarlo.
LENI- ¿Le pusiste Danielson? ¿Y cómo sabes que es hombre?
LANA- Leni, sabes muy bien en dónde mirar para saber si es macho o hembra.
Los demás pusieron un gesto escrupuloso al imaginarse tal acción.
LORI- ¡Lana! ¡Eso es, literalmente, muy repugnante!
Danielson puso su mirada en un par de cristales, los cuales su refracción le hacian ver unos enormes ojos a la niña que los ocupaba.
LISA- Fascinante espécimen, jamás esperé ver a un Leptailurus Serval en esta casa.
Lana miró confundida a su inteligente hermana menor (una niña de 4 años con enormes lentes y un elevado coeficiente intelectual), al igual que el resto de sus hermanos. Muchas veces, Lisa tendía a usar términos técnicos inentendibles para la familia.
»También llamados Felis Serval… o serval africano.
LANA- ¿Serval? Me acuerdo que la periodista dijo algo así…
LISA- Claro que sí. Es un animal mayoritariamente salvaje y solitario, aunque se ha visto gente con servales domesticados desde jóvenes. Aun así, los especialistas no recomiendan tener a este tipo de animal como mascota.
Lola, la hermana gemela de Lana y la «princesa» de la casa, se acercó a Danielson para acariciarlo en su cabeza.
LOLA- Al parecer, Danielson está muy acostumbrado a la gente.
LISA- Por lo visto, Lola. Tener una mascota como ésta es un lujo que solo gente millonaria puede darse, porque un solo ejemplar puede valer miles de dólares.
Una voz asustó a Danielson.
LUCY- ¡Por eso es que el viejo Flip lo quería a toda costa!
La inesperada aparición de la tenebrosa niña emo, hizo que el serval diera un respingo y fuera hacia los brazos de Lana. Ésta última no miró con buenos ojos a su rara hermana.
LORI- Quizás pensaba en ofrecerlo en alguna subasta o peor, en el mercado negro.
LANA- Y si no encontramos a quién le pertenezca, Danielson será devuelto a Flip. No quiero pensar qué hará ese estafador con él.
LYNN- Si hubiese estado ahí, le habría golpeado en su enorme narizota.
Lynn movía energicamente sus puños, simulando jabs de boxeo.
LINCOLN- Pero nuestros padres no nos dejaron intervenir, por eso solo observamos desde el interior de la casa.
Lana acarició el lomo de Danielson. Éste se sentía muy contento y ronroneó con suavidad.
LANA- Necesito encontrar a su dueño como sea. Por favor, ayúdenme.
LINCOLN- Claro que te ayudaré, debe ser pronto si no queremos un conflicto acá. ¿Han visto cómo lo mira Cliff?
Éste y sus hermanas miraron a la ventana cerrada de la habitación, donde se encontraba posicionado Cliff, el gato negro mascota, mirando con envidia a Danielson por volverse el felino con mayor atención de la casa. Cliff le apuntó con un dedo de su pata y luego lo pasó por su garganta, simulando un corte. Danielson le entrecerró los ojos con recelo. Leni fue a la ventana y cerró desconsideradamente la cortina, para ignorar al gato negro y continuar la conversación.
LUAN- ¡No te preocupes, Lana! ¡Pondré toda miau-dacia para ayudarte! ¡Ja ja ja ja! ¿Entienden?
Luego que el resto suspirara por el mal chiste de Luan (sobre todo, Lucy), Lori se levantó repentinamente.
LORI- ¡Ya escucharon, hermanos! ¡A SUS POSICIONES! ¡DE FRENTE! ¡MARCHEN!
LUAN- Lori, ¿qué haces?
LORI- ¿No lo ves, Luan? ¡Estoy imponiendo miau-toridad aquí!
Lori mostró lentamente una sonrisa, lo que hizo que los demás se alegraran y soltaran carcajadas.
LUAN- ¡Ja ja ja ja! ¡Vaya, esa no me la esperaba, hermana!
LISA- Sí, es gracioso porque los servales no maullan. En el aspecto más lógico, el nombre dado para identificar su sonido bucal es...
El resto de los presentes miraba a la pequeña niña genio en forma desdeñosa y ésta, al notarlo, abrió sus ojos notoriamente.
»¿he vuelto hablar innecesariamente?
Todos le asintieron al mismo tiempo. Luego, Lana dijo sonriente:
LANA- ¡Gracias, hermanos! Se los agradeceré por siempre. Mañana comenzaré la búsqueda, no quiero que Danielson regrese a esa jaula, no confío en el viejo Flip.
LUNA- Si no hubiese nada legal en esto, te podrías haber quedado con Danielson, hermana. Es una lindura, quisiera tenerlo para siempre en esta casa.
¿Yo? ¿Quedarme con Danielson?...
Desde que lo saqué de ese horrible lugar, lo he pensado en más de una ocasión. Cuando lo miro, parecemos conectados de alguna forma, pero no quiero hacerme ilusiones. A veces, me ha pasado lo mismo con otros animales y termino por sentirme mal cuando los devuelvo. Paso días, incluso meses, tratando de olvidar que me encariñe más de lo debido.
Lo siento, Luna, pero no puedo pensar de esa manera. Esto es por el bien de Danielson… y de aquel al que le pertenezca.
