¡Hola a todos!
El día de hoy quiero compartir con ustedes una nueva historia que estoy escribiendo con mucho cariño junto a mi querida amiga Sakuritacardcaptor1.
Este nuevo fic es algo muy diferente a lo que he publicado con anterioridad, pero sin duda espero que se den la oportunidad de leerla ya que habra muchas aventuras, romance y un sin fin de cosas más. ¡Realmente espero que disfruten de el inicio de esta nueva gran aventura!
La Magia Lunar
Por Sakuritacardcaptor1 & Serenity
¨No interesa lo pequeño que parezca un comienzo, cada uno de ellos tiene su propio encanto, y aunque nunca se haya conocido, la esencia y hasta el rumbo de una historia siempre deriva de él… de su nacimiento…¨
Johann Wolfgang Goethe
Prologo
Algunos dicen que la magia no existe, otros creen que la magia solo se encuentra en los cuentos de hadas, pero el Rey Kisho no lo cree así; para él, la magia existe, vive, y esta todas partes.
¿Cómo no podría existir la magia cuando esta presente hasta en los más pequeños detalles? Para Kisho, un ejemplo de ello es la tierna mirada que le regala su esposa, la Reina Serenity, cada vez que sus ojos se encuentran, el melodioso sonido de la risa de Serena, la mayor de sus dos hijas; y los suaves movimientos de Sakura, su hija menor, que siempre parece bailar incluso cuando simplemente camina. Para él, más allá del hecho de que su familia gobierna El Milenio de Plata, uno de los reinos más poderosos de la Vía Láctea, son esos pequeños detalles que nota en su familia los que lo hacen sentirse afortunado y feliz.
La magia siempre corrió por sus venas pero el poder fue algo que adquirió cuando se caso con Serenity, pero en verdad a Kisho nunca le importo más que el amor a su esposa. Al ser hijo de uno de los magos más sabios e importantes de la galaxia desde muy joven aprendió que la magia es una de las cosas más importantes y que vive en todo lo que nos rodea. Su padre le enseño muy bien a usar sus habilidades en busca del bien de los demás, y a controlar el balance de su mente, y así lo hizo al compartir sus conocimientos con Luna, Artemis y Takeshi: sus aprendices y los más fieles guardianes de los reyes de la Luna.
Luna, una bella joven, inteligente y de carácter firme, de largos cabellos negros rizados, siempre se mostro atenta y dispuesta a dar lo necesario con tal de servir a Sus Majestades, su magia siempre fue precisa y delicada. Artemis, con una lealtad indiscutible y una mentalidad tan brillante como su blanca cabellera, siempre se mantenía al frente para cumplir con su deber, al igual que su maestro se dedicaba al control y la meditación para dominar sus poderes. Y Takeshi el aprendiz mas joven, de brillantes cabellos rubios y una presencia que hacía que cualquiera dudara antes de atreverse a enfrentarse a él o al resto de sus compañeros, se caracterizaba por tener habilidades excelentes y fuertes en la magia.
El deber de los tres guardianes se resume en una sola oración: proteger y cuidar a los Reyes de la Luna. Lo cual, siempre realizaron ya que apreciaban y querían enormemente a sus gobernantes. Tal era la confianza que existía entre los guardianes y los reyes, que el Rey Kisho, no solo compartió sus conocimientos de la magia con los tres y los entreno, sino que les otorgo habilidades únicas: como el poder crear los broches de transformación de las Sailors Scouts y brindarles mayor poder, así como cambiar su forma humana por la de un gato; aquellos seres mágicos que los antiguos egipcios consideraban como protectores de las casas de sus amos, creencia que se extendió también en Milenio de Plata.
Las risas de Serena y Sakura regresaron de sus pensamientos al Rey Kisho, y las vio a ambas acercarse a él por el pasillo principal del palacio. Ambas princesas son tan bellas y tienen facciones tan similares a las de su madre a pesar de su corta edad, Serena solo tiene 16 años y Sakura 14, aunque claro, Sakura se parece un poco más a Kisho ya que comparten el mismo color de cabello, un profundo negro azabache.
-¿Sucede algo de lo que aun no me he enterado, mis niñas? –pregunto Kisho
-Mina y sus ocurrencias, papá –respondió Sakura –Dice que sería mejor que la fiesta de mañana fuera una fiesta de disfraces para así coquetear sin problemas con todos los chicos. Pero se le olvida que también vendrán diplomáticos de otros reinos y no podemos hacer eso
-Tal vez, pero va a ser nuestro cumpleaños y debemos divertirnos –dijo Serena –No pienses tanto en los protocolos
-Tu hermana tiene razón, Sakura. Las dos deben divertirse y más si la fiesta es para ustedes. Aunque claro, no me gustaría que los chicos anden tras ustedes, pero sé que tarde o temprano ocurrirá
-Aunque eso pase, sabes que nunca dejaremos de quererte –dijo Serena dándole un pequeño beso en la mejilla a su padre
-Lo sé, y yo jamás dejare de quererlas
-Su Majestad, Sus Altezas…
Kisho, Serena y Sakura voltearon al escuchar la voz de Luna. Ella estaba a pocos pasos de ellos luciendo como una gatita negra y rápidamente cambio su cuerpo a su apariencia normal, luciendo como la hermosa mujer que es con su reluciente cabello alrededor de su rostro.
-¿Pasa algo, Luna?
-La Reina Serenity quiere que se reúna con ella en el Salón del Trono, Su Majestad. Atsuko y Etsuko solicitan hablar con ambos, parece importante
El rostro de Kisho se embargo de preocupación ante esas palabras. Apreciaba a Atsuko y Etsuko, pero siempre le preocupaba cuando los Ángeles de la Luna decían que querían decir algo importante, eso solo significaba una cosa: el anuncio de una nueva profecía.
-¿Papá? –pregunto Sakura preocupada al ver el rostro del Rey
-Nosotras también queremos ir contigo –dijo Serena
-No. Este es un asunto del que su madre y yo nos encargaremos.
-Pero…
-No se preocupen por nada. Las veré más tarde en la cena
Sin decir más, Kisho le dirigió una mirada a Luna para que lo siguiera y ambos se encaminaron al Salón del Trono. Al llegar allí, la Reina Serenity lo esperaba sentada en su asiento, a su lado estaban Takeshi y Artemis. Frente a ellos, se encontraban los ángeles de la Luna: Atsuko y Etsuko. Ambas con unos rostros muy bellos y sencillos vestidos, con unas enormes alas blancas plegadas tras sus espaldas, en donde caían sus finos cabellos: los de Atsuko de un blanco muy brillante mientras que el cabello de Etsuko de un negro profundo.
Tras las reverencias realizadas al Rey al entrar al Salón, Kisho se sentó al lado de su esposa, prestando su total atención a los ángeles frente a ellos
-Sabemos que nuestra presencia los debe de inquietar… -dijo Atsuko
-Pero es nuestro deber informarles del peligro que se aproxima –continuo Etsuko
-Les pido que hablen –dijo la Reina Serenity -¿De qué peligro hablan?
En ese momento la luz de la habitación se volvió muy tenue, los ángeles desplegaron sus alas, juntaron sus manos y de ellas surgió una hermosa luz blanca, como una estrella, ambas cerraron sus ojos y empezaron a hablar.
-La caída de Milenio de Plata se acerca…- Dijeron al mismo tiempo
-Muchos morirán: incluyendo a guerreros, Sailors y princesas… –dijo Etsuko
-Y el culpable será alguien que conoce a la Familia Real… –continuo Atsuko
-Y cuya gran ambición acabara en una destrucción total…
Los reyes se quedaron tan impresionados como sus guardianes ante lo que escucharon. Los ángeles acababan de anunciar el final del más poderoso de todos los reinos de la Vía Láctea, y lo peor de todo, era que sus profecías siempre se cumplían…
-¿Cuándo? ¿Cuándo sucederá? –pregunto el Rey Kisho tratando de recuperarse de lo que escucho
-Más pronto de lo que se espera –respondió Atsuko
-Es por eso que deben de proteger a la Familia Real antes de que sea tarde
Al terminar esa oración la luz en la habitación volvió a relucir mientras poco a poco se apagaba la luminiscencia que surgió de las manos de los ángeles, seguidamente, y sin decir palabra alguna, los ángeles hicieron una reverencia con sus hermosas alas extendidas y desaparecieron.
OoOoO
Cuando Sakura vio a sus padres después de la reunión que ambos tuvieron con los ángeles de la Luna, le fue imposible no preocuparse ante la ansiosa mirada que ambos tenían grabadas en el rostro, a pesar de asegurarle de que todo se encontraba bien, algo dentro de ella le decía que eso era mentira.
El paradero de Los Ángeles de la Luna es incierto, ellas aparecen cuando consideran que es necesario, y la única persona que podía invocar su presencia era el Rey kisho. Pero, cuando la Reina Serenity dio a luz a su segunda hija Sakura, esta nació dormida, sus ojos siempre se encontraban cerrados, y aunque Kisho y Serenity realizaban todos los conjuros posibles, la pequeña princesa no despertaba, así que en su desesperación el Rey decidió invocar a los Ángeles de la Luna para pedirles ayuda con su hija menor, estas a la luz de la luna, aparecieron y tocaron con sus manos la frente de la pequeña bebe, una luz salió de sus dedos y Sakura abrió sus ojos por primera vez. Desde entonces Sakura ha tenido una conexión con Etsuko y Atsuko, y aunque no pueda invocarlas puede sentir su presencia, y a veces se presentan ante su princesa…
La princesa iba camino a su habitación cuando derrepente sintió una fuerte presencia que se encontraba al final del corredor del palacio, y como si una voz la llamara Sakura siguió caminando hasta entrar en una habitación. Al ver a Atsuko y Etsuko solas, Sakura no dudo en acercarse a ellas con tal de averiguar que estaba sucediendo, fuese lo que fuese…
-Atsuko, Etsuko…
-Princesa Sakura…
-¿A que debemos el honor de tu visita? –pregunto Etsuko
-Se que pasa algo, lo vi en el rostro de mis padres y lo veo en los suyos ¿Qué sucede?
-¡Oh, pequeña princesa! –dijeron ambos ángeles a la vez
-Díganme la verdad… por favor
-Lo único que debes saber es que cuando llegue el momento…
-Debes correr ya que tu vida dependerá de eso –continuo Etsuko
-¿Por qué? No lo entiendo
-Trata de escapar en cuanto tengas oportunidad, Princesa –dijo Atsuko
-No cuestiones lo que te decimos, y solo hazlo…
Al Etsuko terminar de decir eso ambos ángeles empezaron a desvanecerse hasta que Sakura no las pudo ver mas
Definitivamente esas palabras asustaron aun más a Sakura ¿Correr? ¿Escapar? ¿De qué? Nada de eso tenía sentido y más considerando que ambos ángeles dijeron que su vida dependería de eso. ¿Es que acaso iba a suceder algo malo?
Por la noche, Sakura se había retirado a su habitación para alistarse a dormir. Había estado tan emocionada porque mañana cumpliría 14 años, su hermana 16 y se realizaría una gran fiesta en su honor; pero ahora sus pensamientos estaban en comprender las palabras de los ángeles…
-Sakura…
La pelinegra volteo y vio a Serena cerrar la puerta de su habitación, mientras la miraba con una pequeña sonrisa. Tan pérdida estaba en sus pensamientos que no la escucho entrar
-No me había dado cuenta de en qué momento entraste ¿está todo bien?
-Lo mismo te pregunto, hermanita. Te noto preocupada ¿Sucede algo?
-Eso es lo que quisiera saber… -dijo Sakura dando un largo suspiro –Aun no se que les dijeron Atsuko y Etsuko a nuestros padres y a pesar de que se los pregunte lo único que me dijeron es que debía correr para escapar… Tengo miedo, Serena
-No, no tienes por qué tenerlo. ¿No crees que si sucediera algo muy malo alguien nos lo habría dicho ya?
-Supongo que si… pero aun así, no se me quita esta sensación de ansiedad y miedo que tengo
-Pero no hay razón para estar así. Todo estará bien –dijo Serena abrazando a su hermana -Además, tampoco hay razón para preocuparse cuando mañana es nuestro cumpleaños, tendremos una enorme fiesta, muchos regalos, bailaremos, comeremos pastel y…
-Y tú bailaras con todos los chicos guapos, ¿o me equivoco?
-No te equivocas… pero solo hay un chico con el que quiero bailar mañana, Sakura, y es muy probable que venga
-¿Endimión vendrá? –dijo Sakura sorprendida –Pero, Serena, sabes que las cosas entre la Tierra y la Luna no han estado muy bien últimamente y si alguien se da cuenta de que él estará aquí…papá se pondrá furioso si se entera, sabes lo protector que es contigo… y mas siendo la mayor…
-Nadie tiene que darse cuenta de que Endimión estará aquí. Prométeme que no dirás nada
-Sabes que yo no diré nada, pero es muy peligroso
-Cuando te enamores, Sakura, te darás cuenta de que serás capaz de tomar todos los peligros sin importar nada
-Si enamorarse hace que las personas realicen ese tipo de cosas, entonces nunca me enamorare – Dijo Sakura mientras le sacaba la lengua a su hermana
-Eso dices ahora, pero cuando encuentres al chico correcto y te enamores… -dijo la rubia sosteniendo las manos de su hermana y comenzó a dar vueltas por la habitación como si estuviera bailando - Sentirás que puedes volar, brincar edificios de un solo salto, y todo en el mundo se vuelve perfecto
-¡Serena!
Ambas empezaron a reírse mientras seguían moviéndose por la habitación, hablando de que tan perfecto es el mundo cuando una persona está enamorada…
OoOoO
-¿Crees que en verdad sea cierto, Kisho? ¿El final de Milenio de Plata esta cerca?
-Lo único que sé, mi amor, es que ambos haremos lo necesario para proteger este reino y a todos los que habitamos en él. Recuerda que tengo mis poderes, están con nosotros Luna, Artemis y Takeshi; y aunque las Sailors son jóvenes son fuertes y valientes y lucharan sin dudar, además tenemos a un gran ejército. Estaremos bien.
-Y también tengo el Cristal de Plata, lo usare si…
-No- Dijo Kisho interrumpiendo a su esposa - ambos sabemos que si lo usas, podrías morir y ni las niñas, ni yo soportaríamos perderte
-Si mi muerte significa salvar el reino, lo hare. Tu mismo lo dijiste, haremos lo necesario para proteger este reino
-Serenity…
-No está a discusión, querido. Soy la Reina del Milenio de Plata, y debo cumplir con mi deber… ahora, quisiera salir a caminar un poco antes de dormir
La Reina Serenity le dio un pequeño beso a Kisho antes de salir de su habitación y se dirigió hacia los jardines del palacio. Allí, se sentó en un banco y cerró los ojos aspirando el sutil aroma de las rosas. Era lo único que la ayudaba a relajarse ante tanta tensión.
Aun no quería creer en las palabras de los ángeles. No quería ni pensar que el final de su querido reino se encontrara cerca, no cuando sería capaz de dar su vida por proteger a todas las personas que habitaban en él y a su familia con tal de evitar una desgracia…
-Su Majestad…
Serenity volteo al reconocer la voz de Takeshi, que estaba a pocos pasos de pie cerca de ella y le hizo una pequeña reverencia al acercarse
-No es necesaria tanta formalidad cuanto estamos solos, Takeshi. Sabes que puedes llamarme Serenity
-Lo sé y por eso es que me sorprende verte aquí. Creí que estarías durmiendo ya
-Debería, pero me es imposible y más al pensar en el peligro en que se encuentra Milenio de Plata –dijo ella suspirando profundamente –No dejo de pensar en las palabras de Atsuko y Etsuko, ellas nunca se equivocan y…
-Pero siempre existe una primera vez para todo. Si actuamos, es probable evitar una tragedia
-¿Y si no? Mañana mis hijas cumplirán 16 y 14 años respectivamente, sus vidas están comenzando y ni siquiera puedo imaginar perderlas…. Sé que las cosas con la Tierra no han estado muy bien últimamente, pero no quiero creer que ellos puedan ser a quienes se referían los ángeles. Ya no se qué pensar de todo esto…
-No te preocupes por nada, Serenity. Jamás permitiré que te ocurra nada, nadie acabara con Milenio de Plata
-Gracias, Takeshi. –dijo ella con una sonrisa -Siempre me alegra enormemente hablar contigo
-Soy capaz de lo que sea con tal de hacerte feliz, Serenity, lo que sea con tal de que correspondas a este gran amor que te tengo- Respondió casi en suspiro, pero la Reina lo escucho muy bien.
-¿Qué? –dijo la Reina Serenity confundida -¿De qué hablas?
- He tratado de fingir que no me pasa nada, que lo que siento desaparecería eventualmente, pero cada vez se vuelve mas fuerte y ya no puedo callarlo…Te amo, Serenity. Siempre te ha amado. Al principio trate de negarlo porque tú eres la Reina y yo soy un guardián, pero ya no puedo ocultarlo más. Por ti hare lo que sea, con tal de que tu y yo estemos juntos
-Yo… no tenía idea de que sentías eso por mí, Takeshi, pero yo te quiero como un amigo. Amo a mi esposo
-Pero él no merece tu amor y yo sí. Kisho pasa el tiempo ocupado con su magia meditando y no te da el lugar que merece tu como mujer
-Eso no es cierto y lo sabes muy bien. No te permito que hables así de él, Kisho es tu amigo, tu maestro
-Y tu eres la mujer a la que amo ¿es que no lo comprendes, Serenity?
-Lo único que comprendo es que lo que quieres es imposible porque amo a Kisho y jamás lo abandonare. Fin de la conversación –dijo ella poniéndose de pie. Dio un par de pasos para alejarse, pero él la tomo del brazo deteniéndola
-Si no eres mía, Serenity, no serás de nadie- Dijo Takeshi sujetándola del brazo con fuerza
-¡Suéltame!
Takeshi no la libero de su agarre, y con la mano que aun tenia libre, la paso sobre su rostro diciendo -Dormitum * (en latín: dormir)
La Reina Serenity al instante cerró sus ojos quedando profundamente dormida. Takeshi la levanto entre sus brazo evitando que cayera al suelo, y al tenerla entre sus brazos, tal como muchas veces imagino, no iba a permitir que nadie se la quitara, se la llevaría muy lejos con tal de que ella fuera solamente suya…
OoOoO
Luna y Artemis estaban realizando su habitual recorrido por el Palacio antes de irse a dormir cuando sin querer habían escucharon la discusión que tuvieron Takeshi y la Reina Serenity; y vieron como su compañero durmió a su Reina…
-¡Deprisa, Artemis! Avisa a nuestro Maestro lo que está ocurriendo –susurro Luna –Mientras tratare de detenerlo
-No te dejare sola
-¡Haz lo que te digo! –dijo ella alzando la voz
-Porque no me sorprende que ustedes se entrometan en lo que no les importa –dijo Takeshi apareciendo de repente tras el árbol donde ellos se encontraban. Luna vio que detrás de él, se encontraba levitando Serenity aun dormida
-Todo lo que esté relacionado con Su Majestad nos importa, Takeshi.
-Hablas igual que Kisho, Luna.
-Deja que nos llevemos a la Reina Serenity y evitemos problemas. –dijo firmemente Artemis
-Ustedes son los que tendrán problemas. No son nadie para detenerme
-Eso ya lo veremos… -Luna extendió su mano levantando una capa de tierra directo al rostro de Takeshi -¡Deprisa, Artemis!
Artemis trato de correr hacia Serenity para llevársela lejos de Takeshi, pero el guardián ataco a ambos con una fuerte ventisca arrojándolos lejos.
-¡Artemis!
-Estoy bien… -dijo él tratando de incorporarse –Ve y avisa a nuestro Maestro
-Pero…
-¡Eso no lo permitiré! –Takeshi saco el agua de la fuente cercana y la arrojo contra ellos. Artemis hizo una barrera de aire tratando de resistir ante el ataque
-No discutas. ¡Vete!
Al saber que no tenia opción y lo mejor sería pedir refuerzos, Luna se transformo en su forma felina y ocultándose entre las sombras de la noche, se dirigió lo más rápido que pudo de regreso al Palacio mientras Artemis impedía que ella fuera detenida por su oponente. En un rápido movimiento, Takeshi dejo malherido a Artemis al golpearlo contra un árbol y encontró a Luna, inmovilizándola con tal de impedir que llegara al Palacio.
-Ustedes siempre han querido ser mejores que yo, pero no son más que un estorbo y eso serán por el resto de sus vidas… unos gatos que solo estorbaran y no servirán de nada
Una resplandeciente luz blanca envolvió a Luna y Artemis, tras lo cual ambos quedaron inconscientes siendo simples gatos, sin poderes y con una enorme media luna dorada sobre sus frentes.
Takeshi regreso por Serenity ya que planeaba llevársela a una Galaxia muy lejana, así, su maestro no podría rastrearlos con sus poderes. Pero antes de emprender el viaje se dio cuenta que la Reina no llevaba consigo el Cristal de Plata, así que decidió llevársela a su habitación y después de recuperar el Cristal de Plata huir con ella en sus brazos. El tercer guardián llego a su habitación y arrodillándose coloco a Serenity sobre su cama, contemplo a su reina detalladamente desde las manos hasta los labios, esos labios que tanto ha anhelado desde que la vio por primera vez, le empezó a acariciar el hermoso cabello color oro mientras poco a poco se acercaba a su rostro y cuando estuvo apunto de besarla se detuvo…
-Siempre te llamo la atención lo que no podías tener… no me sorprende que tu reina, a la que juraste servir y cuidar, no fuera una excepción…
-Siempre hablas como si supieras todo…- Dijo Takeshi mientras se ponía de pie
-Soy tu maestro, Takeshi, llevo ese título por algo
En ese momento el tercer guardián se volteo para mirar a quien se había convertido en su enemigo
-Vienes solo… sin Sailors, ni Guardianes…acaso eres tan confiado que crees poder tu solo conmigo
-No, Takeshi, he venido solo porque tengo la esperanza de poder hacerte entender tu error
-¿Porque hablas como si me estuvieras dando una lección? No me interesan más tus enseñanzas, Kisho. Además ¿porque he de seguir escuchándote? Ya no te necesito…
-Takeshi… desde que te vi por primera vez supe que tenias un talento increíble para la magia, eres brillante… pero ese gran don es lo que no te permite progresar, te has vuelto arrogante y engreído…desiste de tus acciones amigo cuando todavía puedes, se que mi Serenity te personara al igual que tu maestro
-Como te atreves a llamarme amigo cuando eres la única persona que todos los días me quita la única razón que tengo de ser feliz… no eres mi amigo y ella no es tu Serenity
En ese momento Takeshi empezó a mover sus manos y el espejo que colgaba a su derecha se rompió en mil pedazos, poco a poco empezaron a levantarse situándose enfrente del guardián como si fuera un gran escudo de cristal, en ese momento el abrió la palma de su manos y todos los pedazos de vidrio roto se movieron con rapidez hacia donde se encontraba Kisho.
El gran mago solo se dedico a mover si mano derecha poniéndola estirada enfrente de el, de su palma empezó a brotar una ligera capa de agua que se situó a un paso de su cuerpo, y al momento de chocar con los vidrios que se aproximaban a toda velocidad estos se convirtieron en nada mas que rocío. Sin decir palabra alguna Kisho bajo su brazo y centro su mirada en el tercer guardián
-¡Acaso te burlas de mi!
En ese momento dos enormes trozos del mural que se encontraba detrás de Kisho empezaron a desprenderse y al instante estos empezaron a dirigirse en su dirección. Takeshi cerró los ojos y unos segundos después aquellas rocas yacían en el suelo a su espalda.
-Eres fuerte Takeshi, pero aun te falta mucho por saber mi joven aprendiz- Dijo Takeshi mientras abría los ojos.
En ese momento a Takeshi sintió un enorme dolor en el cuerpo, tanto sus piernas y sus brazos estaban totalmente tiesos y aunque trataba de moverse le era imposible. Kisho empezó a caminar lentamente hacia el, lo miro y siguió de largo hasta donde estaba su cama, donde se encontraba su adorada Serenity; al verla no pudo evitar sonreír y dijo:
-Arriba…
Seguidamente surgió una ráfaga de viento que se coloco detrás de la espalda de la reina del Milenio de Plata y poco a poco su cuerpo empezó a flotar, hasta que finalmente llego a los brazos de su esposo. Kisho sostuvo a su amada y sin perder tiempo camino hacia la salida de la habitación y al pasar al lado de Takeshi dijo.
-Morts Temporis (en latín muerte temporal)
Inmediatamente, al decir eso, Takeshi cerró los ojos lentamente, y de las ventanas empezaron a entrar chorros de agua que flotaron hasta el cuerpo del guardián, lo rodearon, y al tocar su cuerpo se convirtió en hielo.
OoOoO
-¿Otra vez tiene problemas para dormir princesa?
Sakura volteo la cara al escuchar esa voz tan familiar que con tono de preocupación le hacia esa pregunta.
-Un poco, Etsuko… pero no es por pesadillas ni nada… es que por alguna razón me siento muy mal…- Dijo Sakura al pararse de su cama y caminar hacia el balcón de su habitación.
-Lo sé, princesa, lo sentimos, quieres decirnos…
-por que tu corazón siente tristeza- termino de decir Atsuko mientras aparecía al lado de Sakura, flotando hasta sentarse en el barandal del balcón
-Es extraño… no es que me sienta mal por que algo me haya pasado es que… a veces siento que no cumplo como Serena con lo que se supone es mi deber, ella es tan perfecta a su manera en ser princesa y heredera del Cristal de Plata y del reino que siento como si yo fuera un relleno… no me malinterpreten amo a mi hermana mas que a nada en este mundo, ella es, para mi, como mi alma gemela; no necesito que me diga lo que pasa para yo saber si algo le sucede, de igual manera con solo verme ella sabe si me muero por llorar pero… a veces siento que ella nació para tener todo esto, y yo soy una chica normal atrapada en este disfraz que no me sienta bien…
-¿No eres feliz siendo quien eres?-preguntaron ambos ángeles al mismo tiempo
-Si lo soy… pero me gustaría, algún día, poder ser yo misma sin que me comparen con mi hermana o sobre todo sin que se espere algo de mi por el simple hecho de llevar una tiara en mi cabeza… sin ser juzgada por algo que se supone debería ser… y poder ser simplemente yo… sin fingir…
En ese momento Sakura volteo a ver la Tierra, cerro los ojos y sin tener que revisar sabia que ya los ángeles habían desaparecido.
OoOoO
-¿Qué pasara con Luna y Artemis? Ellos… ¿se quedaran así?
-La magia que uso Takeshi es muy avanzada y es difícil deshacerla, incluso para mí… logre que pudieran hablar y que recuperaran algunos de sus poderes, pero no sé si logren volver a su forma humana.
-Pobre Luna y Artemis… –dijo con tristeza Sailor Venus
-Y todo por culpa de Takeshi... –dijo Sailor Mars molesta
-También fue nuestra, debimos de haber llegado con ellos antes de que ocurriera esto –dijo Sailor Júpiter
-Pero podremos ayudarlos si halláramos la forma regresarlos a la normalidad–dijo Sailor Mercury
-Tal vez. Pero ahora su prioridad es proteger a la Reina Serenity –dijo Kisho -Cierren esa habitación y cuídenla hasta que yo vaya. Se que es difícil asimilar la situación, y mas cuando ha sido ocasionada un ser querido pero… debemos cumplir con nuestro deber
-Sí, Majestad- respondieron las Sailors antes de dejarlo solo en su habitación.
Kisho después de poner a su esposa, aun dormida, en la cama se sentó a su lado y tomo su mano.
-Se que están ahí ángeles, no teman en interrumpir, no lo hacen…
-Perdone su majestad…-Dijo Atsuko haciendo una pequeña reverencia-Pero sentimos que debe saber que, aunque lleve acabo lo que piensa hacer eso no lograra cambiar…
-La predicción que hicimos hace poco, Alteza- término de decir Etsuko
-Lo se… se que esa predicción se llevara acabo- Dijo Takeshi bajando la mirada- pero también se que es mi deber proteger a mi familia en esta vida, y en las próximas…
En ese momento los ángeles desplegaron sus alas y cerraron los ojos, pequeñas luces empezaron a iluminar el cuarto como si este estuviese lleno de pequeñas estrellas que alumbran el lugar, el piso desapareció y como si estuvieran flotando en el cielo se abrió entre los dos ángeles el más hermoso de los espejos de cristal. En ese momento ambos ángeles empezaron a hablar.
- La familia lunar tendrá un próximo fin… pero junto con este llegan nuevos comienzos- En el espejo apareció la imagen de la reina Serenity- nuestra amada reina y su esposa Alteza no volverá a reencarnar en próximas vidas, esta es la ultima que el destino del tiempo le ha otorgado- La imagen de la reina empezó a desvanecerse y a cambio se empezaron a ver los rostros de Serena y Sakura- Pero sus hijas seguirán un camino diferente al de su madre y al suyo… puesto a que a partir de este momento todos tendrán senderos diferentes…
Al terminar de decir esa frase todo fue regresando a la normalidad, hasta que Kisho se encontraba de vuelta en su recamara sosteniendo la mano de su amada con sus dos ángeles en frente.
- Ustedes me han enseñado que el futuro es cambiante ángeles, y aunque no podre asegurar el camino de la mujer que tanto amo, debo proteger aquel que seguirán mis niñas y después, cuando la energía del universo lo permita, me reuniré nuevamente con mi Serenity en la paz eterna.
El rey después de haber escuchado las palabras de los ángeles se resigno al destino que sabia le esperaba con la decisión que estaba por tomar; Kisho volteo a ver su amada esposa y soltando unas lagrimas la beso tiernamente...
-Nos volveremos a ver amor- Dijo Kisho, mientras ponía su mano estirada encima de la frente de Serenity; después de unos segundos surgió una hermosa luz blanca que floto hasta la palma de la mano del Rey, este la soplo y la pequeña lucecita salió volando por la ventana de la habitación llegando al cielo... El recuerdo que tenia la reina de su esposo era ahora una estrella mas...
Kisho se paro y empezó a caminar hacia la puerta, y al llegar al marco se volteo a ver por ultima vez al amor de su vida que yacía aun dormida en su cama, y con los ojos llenos de lagrimas dijo
-Te amo Serenity... Mas que a mi propia vida... Mi corazón siempre será tuyo- dicho esto el Rey salió de su habitación por ultima vez
OoOoO
-¿Papá?
-¿Serena? ¿Qué haces aquí mi niña? Es muy tarde para estar paseando por los pasillos, y las bellas princesas como tu deberían estar durmiendo - dijo el rey con una gran sonrisa
-Es que estoy inquieta, papi, por alguna razón no logro dormir ¿mamá esta bien?
-Sabes, hija, por mas despistada que puedas ser a veces eres muy sensible con las personas que amas, las sientes... al igual que tu madre siempre logras sorprenderme.
-¿Papá, esta todo bien?
-Si hija... Tu madre duerme y tu deberías hacer lo mismo, ven, te acompañare a tu cuarto
Kisho acompaño a su hija hasta su cuarto, entraron y el Rey abrazo a Serena antes de que ella se acostara
-Sabes que te amo, Serena- dijo Kisho aun teniendo abrazada a su hija
-Y yo a ti, papá
Kisho se separo de su hija para besarle la frente y al hacer esto la princesa cayo en un profundo sueño siendo sostenida por los brazos de su padre. El la acostó en su cama y de la misma forma que hizo con su madre coloco su mano en la frente de Serena y de ahí salió una luz blanca y brillante, que al igual que la primera termino en el cielo...
Kisho se sentía devastado, y mas al saber que debía hacer lo mismo con su pequeña Sakura, llego a la puerta de la habitación de su hija menor y aunque tenia el poder de enfrentarse a un ejercito de soldados no tenia el valor suficiente para terminar lo que ya había empezado, las lagrimas empezaron a correr por su cara y la mano que tenia en la manilla empezó a temblarle de la desesperación.
Respiro profundo y entro en la habitación; ahí estaba, su pequeña princesa durmiendo. Kisho camino hasta llegar al lado de la cama de Sakura y se sentó al borde de ella sin siquiera voltear a ver a su hija, levanto la mirada y sus ojos chocaron con el estante que estaba en la pared contraria a la puerta, sobre el estaba una caja de música con una bailarina de cristal...
-FlashBack-
-Que bello día hace hoy, si tan solo no hiciera tanto calor - Dijo la reina Serenity mientras respiraba profundamente.
En ese momento, una gran ráfaga de viento empezó a refrescar todo el jardín del Palacio y se levanto el roció que se encontraba en la grama de la noche anterior ajustando así la temperatura de ese día tan soleado.
-No tenias que hacerlo amor- Dijo Serenity antes de voltear
-Siempre hare lo que te haga feliz- Respondió Kisho
-Ámame...-le dijo mientras él la abrazaba por la espalda
-¿Amar? Mmm… ¿y que es el amor, Su Majestad?
-Un gran mago debería saber esa respuesta- Dijo Serenity mientras se volteaba para quedar cara a cara con su esposo.
Kisho le acaricio el rostro y la miro a los ojos.
-Amar es lo que hace el espíritu cuando el alma reconoce a su contraparte en otro ser, y se supone que el Amor es algo que solo lograremos entender cuando formemos parte de la energía del universo, pero yo vivo y respiro esa palabra todos los días con solo mirarte a los ojos Serenity... Tu le ganas al Universo amor...
Al decir esto Serenity le tomo la cara a su esposo y lo beso dulcemente, Kisho no dudo en contestarle el beso y ambos permanecieron así hasta que sus pulmones empezaron a pedir aire.
-¡Papá! ¡Mamá!- Grito Serena
-¿Que sucede hija?
-Sakura se cayó a la orilla del estanque. Takeshi la saco pero ahora esta toda mojada y llorando, le dije que no jugara ahí, que al tener 9 años no se tiene mucho equilibrio pero no me escucho, y ahí esta- Dijo la princesa con tono de reclamo
-Vayamos con tu hermana hija-Dijo Kisho.
Los 3 caminaron hacia el estanque hasta que llegaron al lugar donde estaba Sakura con Takeshi, el guardián al verlos hizo una gran reverencia
-Su Majestad, Maestro.
- Gracias, Takeshi. Puedes retirarte- le dijo Serenity.
Kisho se acerco a su hija que no paraba de llorar.
-Sakura, ¿por qué lloras, hija?
-papá, tenia mucho miedo, pensaba que me iba a ahogar- decía la princesa entre llantos- nunca más me acercare al agua...
-que tontería Sakura, ¿y cómo te vas a bañar?-le dijo Serena- antes de que su mama le tomara la mano para que no hablara.
-No debes temerle al agua hija, veras, al no saber como controlarla te puede asustar, pero cuando aprendes a concentrarte veras como el agua puede hacer cosas maravillosas- le dijo Kisho mientras le ponía la mano enfrente, y al hacer esto toda el agua que se encontraba en el cuerpo de su hija empezó a dirigirse a la palma de su mano, dejando a Sakura totalmente seca.
El gran mago hizo un movimiento circular con su muñeca y el agua empezó a tomar una forma particular, hasta convertirse en una caja de música con una bailarina arriba.
-¡wao! ¡Qué hermosa padre! ¿No es así, mama?- dijo la princesa rubia
-Claro, hija- respondió la reina mientras le regalaba una sonrisa a Kisho.
-Ahora, Sakura, quiero que le des un besito a esta bailarina en la nariz- dijo el mago a su hija menor.
-esta bien, papi- le respondió la princesa pelinegra, en ese momento Sakura se acerco y le dio un tierno besito en la nariz a la bailarina, y esta poco a poco se convirtió en cristal.
-¡Es cristal, papa!
-Yo también quiero hacer magia papi- le dijo Serena mientras se aproximaba corriendo hacia donde estaban el y su hermana
-Esta bien hija, porque no soplas un poco.
Serena se acerco a la bailarina y soplo sobre ella hasta que la hermosa estatuilla de cristal empezó moverse.
-¿viste eso mama? ¡Hice que se moviera!- dijo Serena.
-Si, pero yo la convertí en cristal- le dijo Sakura mientras le sacaba la lengua a su hermana
-Basta ya niñas -dijo su madre
-Siempre deben trabajar en equipo y con amor hijas, eso siempre será mas poderoso que cualquier magia, ahora, ¿que le falta a esta bailarina?- pregunto Kisho
-¡Música!- dijeron ambas princesas
-Muy bien- dijo Kisho, cargo a su hija menor y le tomo la mano a Serena, los tres caminaron hacia un hermoso árbol que se encontraba a pocos metros de distancia, seguidos por Serenity, y al llegar los 4 se sentaron en la suave grama al pie del árbol, segundos después llego flotando sobre un manojo de hojas la bailarina se cristal...
-porque no le piden a su madre que cante un poco - Dijo el Rey mientras le dedicaba a su amada esposa la mas dulce de las miradas.
-¡mami! ¡Canta!
-Su padre siempre tan gracioso
-Mi vida, a un ruiseñor le daría pena cantar a tu lado -le dijo Kisho mientras le picaba el ojo
Serenity se sonrojo un poco, todavía después de años de casada la mirada de su esposo le daba mariposas en el estomago
-¡mami! Canta para la bailarina
-esta bien mis niñas- les respondió la reina mientras se sentaba al lado de kisho tomándole la mano...
Tarara Tarara, y
recuérdame siempre
Desde aquí, te cuidare un amor para siempre
Los caminos se abrirán, ante tu leve caminar
Bella niña que al bailar un vals inmemorial
Negro Azul y Oro mar mis pedazos de cielo...
-Que bella canción, mami, ¿y ahora siempre esa melodía la tendrá la caja de música papa?- Dijo Sakura
-Así es, pequeña.
-Pero quien tendrá la llave de la caja de música- pregunto Serena- yo la quiero!
- ¡yo también la quiero!
-ambas la tendrán- dijo Serenity- seguro su padre sabrá como
-Claro, cielo -Respondió Kisho, el mago tomo un roca del piso y con ambas manos empezó a comprimirla, una luz azul salió de sus palmas y cuando abrió las manos había una luna llena, Kisho chasqueo los dedos y esa luna llena se partió por la mitad.- Cuando quieran escucharla unirán esta luna llena formando la llave que necesitan...
-¡Gracias, papá!- Dijeron las hermanas...
-Fin del Flashback-
-¡No puedo! ¡simplemente no puedo!, recuérdenme porque debo hacerlo- Dijo el rey en voz alta
-Para proteger a tu familia...
-Del guardián mas poderoso- le respondieron dos voces en su cabeza, voces que el mago conocía muy bien, los ángeles.
-Despídete de tu hija Majestad, nosotras nos encargaremos de ella...- dijeron las voces al mismo tiempo.
-Si así debe ser…- Kisho se paro y se coloco justo enfrente de su hija- mi bella princesita, te amo demasiado para decirte adiós, cuida de tu madre y de tu hermana por mi, prometo que nunca las dejare de cuidar Sakura...- Dicho esto le beso la frente y, sin mirar atrás para no arrepentirse de lo que estaba por hacer, Kisho se dirigió a la puerta de la habitación y se fue.
OoOoOo
-Su Majestad- dijeron las sailors junto con Luna y Artemis, que aun estaban débiles tras la pelea, al ver llegar a Kisho mientras hacían una reverencia.
-¿No entro nadie en mi ausencia?
-No Majestad, dio ordenes de que no fuera así- Respondió Sailor Mercury
-Bien, han sido buenos aprendices y excelentes súbditos, y se que cuidaran de mis niñas y de mi Serenity...Pueden retirarse, que la energía del universo siempre este con ustedes.
-¿Esta todo bien, maestro? Podemos quedarnos hasta que termine con lo que quiere hacer- Dijo Artemis.
-Ustedes han hecho más de lo que podían hacer. Ahora es mi turno… Por favor, retirense
-Si Majestad- Dijeron ambos guardianes mientras hacían una reverencia y se retiraban del lugar.
Los guardianes se fueron y el gran Mago entro a la habitación. Al entrar todavía estaba Takeshi en el mismo lugar totalmente inmóvil. Pero ya despierto.
-Hasta ahora, Takeshi, has sido la mayor decepción... Y aunque te haya tenido mucho cariño, no permitiré que le hagas daño a mi familia...- Dicho esto le puso dos dedos en la frente y Takeshi poco a poco fue cerrando los ojos hasta que cayo en un profundo sueño.
Kisho chasqueo los dedos y ambos desaparecieron volviendo a parecer flotando a varios metros de altura sobre el Palacio del Milenio de Plata.
-Oblivio (en latín olvidar)...
Cuando el Rey dijo esas palabras, pequeñas luces en todo el reino aparecieron y poco a poco se desvanecieron, todo aquel que había conocido al mago ya lo había olvidado.
-Cuiden de ellas...
Dicho esto miro por ultima vez al Milenio de Plata, su reino, su hogar, y tanto él como Takeshi desaparecieron...
OoOoOoOo
-¡Serena! ¡Serena! ¡Despierta! ¡Ya es el día! ¡Feliz cumpleaños!- Gritaba Sakura mientras saltaba sobre la cama de su hermana- ¡Despierta!- Volvió a gritar la princesa mientras tomaba un cojín y le pegaba a Serena
-Sakura... ¿Que haces? Es muy temprano... Para mi sigue siendo de noche- Le respondió Serena mientras bostezaba
-Pero, Serena, es nuestro cumpleaños...
-¡Es verdad! ¡Sakura, feliz cumpleaños! -Grito la princesa rubia mientras brincaba encima de su hermana dándole un gran abrazo
-¡Vayamos a despertar a mamá!-Le dijo Sakura
-Si vayamos.
Ambas princesas se tomaron de la mano y sin siquiera arreglarse empezaron a correr hacia la habitación de su madre, todos los sirvientes que las veían hacían sus respectiva reverencia, pero tanto Sakura como Serena querían llegar lo antes posible a la habitación de su madre.
Al llegar a la habitación Serena se dirigió a la manilla de la puerta para abrirla en un solo movimiento pero al hacerlo se quedo quieta, dejo su mano en la manilla por un momento y después la retiro colocando una cara de tristeza y confusión.
-¿Que sucede Serena?
-No se, siento que falta algo... Me siento extraña, como si algo triste hubiera pasado pero no logro recordar que...
-No seas tonta hermana, es nuestro cumpleaños, nada malo nos va a pasar hoy- Le dijo Sakura con una gran sonrisa
-Tienes razón, hermana- Dicho esto Serena volvió a poner su mano en la manilla y la abrió de un golpe
-¡Mamá! ¡Mamá!-Gritaron ambas princesas mientras saltaban en la cama de la reina-¡Despierta!
-Hijas mías ¡Feliz cumpleaños! - les dijo su madre mientras se despertaba, y al decir eso las 3 se abrazaron.
-Muy bien pequeñas ahora vayan a sus recamaras, tenemos una fiesta esta noche que hay que terminar de planear- Les respondía la reina
-¡Si, mamá!-Dijeron las princesas
Las niñas caminaron en dirección a la puerta mientras la reina se sentaba en su cama.
-¿Todo bien, mamá? -le pregunto Sakura- te veo preocupada
-Es que siento como si olvidara algo muy importante... Me duele mucho la cabeza, de repente no dormí bien, no te preocupes amor ve a tu habitación y alístate para tu día- Dijo Serenity mientras sonreía
-Esta bien mama, te amo.
-Yo también
OoOoOo
Sakura entro a su habitación y empezó a arreglar las cosas que se iba a poner, tiempo después entro su doncella
-Bueno días, Alteza ¡feliz cumpleaños! -Dijo la mujer
-Gracias Helen-Le respondió Sakura mientras terminaba de poner su vestido en una silla. En eso Sakura volteo a ver el estante que estaba enfrente su cama y se quedo mirándolo por un tiempo...
-¿Helen, has movido algo de este estante?-Dijo Sakura mientras se paraba y caminaba hasta el.
-No, Alteza.
-Es que siento que aquí había algo importante, pero no logro recordar que- En eso Sakura toco el estante y sintió como un calor en el corazón- ¿Estas Segura?
-Si princesa, pero le preguntare al resto de sus sirvientas a ver si ellas vieron algo en su estante en estos días.
-Gracias - Dijo Sakura sonriendo- puedes retirarte
-Su Alteza -Respondió Helen haciendo una pequeña reverencia y saliendo de la habitación.
Sakura se puso la mano en la cabeza y respiro profundo, sacudió su cabello y se sentó a verse en el espejo. Se quedo ahí un rato viéndose y empezó a jugar con su pelo haciéndose peinados, pero todo lo que hacia no le gustaba...
-¿Por qué tan seria?
-Me asustaste Serena-Dijo Sakura mientras volteaba
-No te pares hermana quédate ahí-Serena se coloco detrás de Sakura y saco de una gaveta un hermoso cepillo blanco, le termino de soltar el pelo a su hermana y la empezó a cepillar.
-Sabes Sakura se que a veces no te presto mucha atención o me la paso por la vida despistada pensando en Endimion o en lo que sea… y se que hoy al cumplir 16 tengo que asumir muchas responsabilidades, ya paso de ser niña a mujer y hoy me sentare por primera vez en uno de los tronos al lado de mama, y, aunque no lo diga quiero que sepas que todo lo que logro es gracias a ti. Eres como una columna que siempre me sostiene y con la que siempre puedo contar. Te amo hermana y aunque yo sea la mayor se que durante mi reinado ambas gobernaremos y el reino tendrá paz y alegría...- le termino de cepillar el pelo y le dio un tierno besito en la mejilla- Ven, y deja de llorar bobita...
Sakura sin poder controlar sus lagrimas empezó a llorar por las hermosas palabras que su hermana le había dicho con tanta sinceridad, se limpio las lagrimas y se fue a sentar junto a Serena en la cama.
-Toma, feliz cumpleaños Sakura- Le dijo Serena mientras le daba una bella caja blanca con un listón rojo encima.
Sakura la abrió y al ver lo que había dentro no pudo evitar llorar de nuevo, eran unas hermosas zapatillas rosadas cocidas con seda e hilo de oro...
-Sakura no llores, ¡se supone que yo soy la sentimental... - Le dijo Serena mientras le limpiaba las lagrimas
-Es lo mas hermoso que alguien me ha dado, no se que decir
- Bueno me costo hacerlas- En eso Serena extendió sus manos y tenia como 7 banditas en cada una- pero quiero que las tengas por que se que serás una excelente bailarina, y quiero que cumplas tu sueño.
-¡Serena, mira tus manos!
-Tranquila, cada herida vale la pena con tal de verte feliz.
-Gracias hermana te amo - le Dijo Sakura mientras la abrazaba- pero no creas que te vas sin nada, yo también te tengo algo.
-jaja Muy bien, a ver.
Sakura fue hasta el estante y de él saco una caja mas pequeña de color azul con listones rosa, la tomo y se la llevo a su hermana.
-Espero que te guste.
Serena tomo la caja y la abrió, al ver lo que tenia adentro se quedo muda y al igual que su hermana antes de ella empezó a soltar unas lágrimas de alegría. Serena tomo lo que había dentro de la caja con ambas manos y lo contemplo por un rato.
-Se que no es exactamente igual al que te había dado Endimión, pero desde que las cosas empezaron a ir mal con la Tierra y tuviste que desacerté del Locker de estrella que te había dado he querido reponerte esa perdida. Lo hice yo con los pocos poderes que tengo- Le Decía Sakura mientras Serena seguía contemplando el Locker de Estrella que su hermana le había creado- pero aun así pienso que se parece mucho y le puedes decir a Endimión que te grabe en el una melodía, así como el que tenias antes…
Serena no dejo que su hermana terminada de hablar y la abrazo desesperadamente.
-Gracias, Sakura, no sabes lo que significa esto para mi, te amo hermanita
-Yo también, Sere- Le respondió Sakura mientras permanecían abrazadas
OoOoO
-¿Estas nerviosa?
-Un poco, solo espero que haya venido. Tengo tantas ganas de verlo…
-Serena, es muy peligroso que venga
-Lo sé, Sakura, pero quiero que la persona que amo me vea sentarme en el trono por primera vez
-¿Y cómo lo vas a reconocer?
-Con el corazón-Le dijo Serena mientras le guiñaba el ojo a su hermana
-Ya nos toca, Sere, nos van a anunciar, suerte- Dijo Sakura entre risas
-Igual, Sakura, nos vemos al final del pasillo…-Le respondió Serena mientras se alejaba.
En eso empezaron a sonar trompetas, y todos voltearon a ver a las dos escaleras contrarias del salón principal del palacio, las cuales daban al camino que se dirigía a los tres tronos, en el del centro se encontraba la reina Serenity que traía un largo vestido blanco con detalles en plateado y una hermosa corona de diamantes que le sostenía su bella cabellera.
-Presentando a Sus Altezas Reales: la Princesa, Serena y a la Pequeña Dama, Sakura- Dijo un vocero
Ambas princesas salieron del marco de sus respectivas puertas aguardando un segundo antes de empezar a bajar las escaleras. Serena llevaba un vestido strapless color rosado pálido con detalles en dorado, venia pegado al cuerpo hasta la cintura donde abría con un corte en A y en la parte de atrás tenia una bella cola. Sakura llevaba un vestido plateado, la parte de arriba era un corset y en la cadera la tela caía a forma de tutu hasta el piso. Ambas tenían sus respectivas tiaras con sus cabellos bien arreglados.
Las princesas se miraron por un momento, Serena le guiño el ojo a su hermana y ambas se voltearon hacia la multitud, empezaron a bajar por las escaleras y al llegar al salón ambas caminaron por el mismo camino hasta llegar a los tronos que se encontraban al final del hermoso salón. Al llegar al final la reina se paro del trono, las princesas realizaron una reverencia y después de eso Sakura se dirigió a un lado del altar dejando sola a Serena con su madre. Serenity tomo de la mano a su hija mayor le beso la mejilla y la llevo a lo que ya era su nuevo trono, cuando ambas se sentaron todo el salón hizo una gran reverencia.
-Damas y caballeros, quisiera agradecer su presencia esta noche. Hoy es un día muy especial para la familia real, ya que celebramos los cumpleaños de nuestras princesas; y no solo eso, mi primogénita, la princesa Serena cumple 16 años y, como siempre ha sido tradición en este reino, ella hoy se sentara por primera vez en su vida a mi lado en su propio trono- En ese momento Serenity se dirigió a su hija- Se que serás una gran reina, hija.
-¡Por las princesas y por la reina Serenity!- empezaron a gritar todos los invitados
-¡Que el baile comience!- Declaro la reina
Y así fue, la banda empezó a tocar un hermoso vals, la melodía invadía todo el lugar y todo el mundo aguardaba mientras veía como ambas princesas se dirigían al centro del salón
-¿Ya lo viste?
-Aun no… -susurro Serena buscando a Endimión con la mirada, fue entonces que lo reconoció, ocultando su rostro tras una mascara, entre la multitud y él se acercó a ella
-Princesa, ¿me concede esta pieza?
Serena extendió su mano y él la tomo –Desde luego, Endimión
Endimión hizo una reverencia a Serena, tras lo que ambos empezaron a bailar.
Sakura sonrió al ver a su hermana junto a su príncipe mientras ella decidía a que joven elegir para bailar, pero antes de que lo hiciera, se escucho un fuerte estruendo no muy lejos del Salón de Baile.
-¿Qué es eso?
Todo el salón comenzó a temblar y todos los invitados empezaron a gritar mientras corrían en todas direcciones tratando de salir del gran salón. En eso, los vitrales del salón se empezaron a romper y las lámparas de cristal que colgaban en el techo comenzaron a caer
-¡Cuidado, Sakura!- grito Serena mientras la empujaba cayendo sobre ella.
-¡Luna! ¡Artemis! Mis hijas!-Grito la reina desde el otro lado del salón
Inmediatamente los gatos que se encontraban en una esquina del salón y corrieron en dirección a las princesas para poder protegerlas
-¡Sailors, vengan conmigo!
-Si Alteza- Dijeron todas las Sailors Scauts ya transformadas y listas para defender su reino
Serenity salió del salón acompañada de varios guardias y las Sailor Sacauts mientras que Luna y Artemis trataban de llegar al centro del salón.
-¿Que está pasando?
-Nos atacan, Sakura, al reino... ¡Mantén tu cabeza abajo!
-¡Que! ¿Te refieras a guerra?
-¡Si, Sakura! ¡Cuidado!
En ese momento un enorme estallido surgió del techo, y poco a poco empezaron a caer pedazos de concreto dentro del salón de fiesta, Serena protegía con su cuerpo a Sakura pero cuando una enorme roca se dirigía hacia ellas alguien las empujo y empezaron a rodar por el piso hasta que chocaron con una mesa, en eso Sakura volteo a ver quien se encontraba encima de su hermana...
-¡Endimión!- Dijo Serena
-Tenemos que salir de aquí, princesas
Sakura estaba por pararse cuando empezaron a atacar directamente el palacio y los bombardeos ya entraban a la estructura del lugar, hubo una enorme explosión del lado izquierdo de Sakura y la princesa pelinegra salió volando junto con las cosas que se encontraban detrás de ella
-¡Sakura!
-¡Serena!
Debido a la explosión Sakura se estrello con una pared cayendo al suelo completamente adolorida y aturdida por los golpes...
-¡Sakura, levántate! ¡debes correr!
-¡Llego el momento! ¡Escapa, princesa!- termino de decir Etsuko
Sakura escuchaba esas voces en su cabeza y sabia que tenia que hacerles caso, pero no estaba dispuesta a irse sin Serena. Así que la princesa se puso de pie rompió la parte inferior de su vestido y trato de acercarse a Serena, que también buscaba la forma de reunirse con ella mientras Endimión la protegía...
-¡Serena! ¡Serena! –grito con desesperación Sakura tratando de esquivar los escombros del techo que caían sobre el salón
-¡Sakura! –grito Serena aproximándose a su hermana junto con Endimión
-¡Debemos de irnos! –dijo Endimión corriendo hacia la salida del salón junto con las princesas
-Ve al jardín, princesa - Dijeron Atsuko y Etsuko al mismo tiempo
-Debemos ir hacia el jardín, Serena –grito Sakura mientras seguían corriendo
Se escuchaban ataques, llantos y gritos de horror por todos lados. Sakura, Serena y Darién doblaron por el pasillo y vieron como varios soldados se acercaban desde el otro extremo del pasillo. Regresaron por donde venían tratando de encontrar otra salida, pero pronto se empezaron a ver acorralados.
Serena, al recordar que había un pasaje secreto a través del cual podrían llegar al jardín, lo abrió e hizo entrar primero a Sakura para correr tras ella; pero al notar que Endimión se había quedado atrás para luchar contra sus perseguidores, se detuvo sin saber que hacer: escapar junto a su hermana o regresar al lado de Endimión
-¿Serena?
-No puedo dejarlo, tengo que regresar por él
-Si vuelves te mataran
-Es un riesgo que debo tomar. Además debo volver a buscar a mamá, pero tú debes escapar
-¡No! ¡No me iré sin ti!
-Tienes que hacerlo, Sakura. No te preocupes por mí, estaré bien. Nos reuniremos dentro de poco
-Serena… -Sakura empezó a llorar, algo dentro de ella le decía que las palabras de su hermana no eran cierto.
-Te amo, hermanita –dijo Serena abrazándola
-Yo también te amo, Sere
-Ahora corre lo más rápido que puedas ¡Corre!
-¡Corre! –gritaron los ángeles en la cabeza de Sakura
Sakura siguió llorando mientras corría, no hacia más que pensar en su hermana pero sabía que tenia que hacer lo que le estaban decíendo. Siguió corriendo con todas sus fuerzas hasta que salió del pasadizo, llegando al jardín y se dio cuenta que ese lugar no había sido atacado y estaba intacto, mientras no muy lejos se seguían escuchando las explosiones y los desgarradores gritos de pánico que se seguían extendiendo por todas partes.
Una nueva explosión se escucho muy cerca de donde estaba Sakura. Las columnas del jardín se fracturaron y una a una empezó a caer. Sakura intento esquivarlas, pero no vio una que caía sobre ella; trato de esquivarla lo más rápido que pudo, pero se tropezó y parte de los fragmentos cayeron sobre su pierna. Un dolor desgarrador la invadió y con todas sus fuerzas trato de quitarse de encima, lo cual logro solo para ver que había mucha sangre y que se había roto su pierna. Fue en ese momento que vio frente a ella a Etsuko y Atsuko
-Vayan por mamá, por Serena… Luna, Artemis… las Sailors… díganles que estoy aquí
-Lo sentimos, Princesa
-¿Es esta su profecía, verdad? ¿Es este el final de Milenio de Plata?
Los ángeles no respondieron, pero no necesitaban decir nada, Sakura supo que era cierto al ver sus miradas. En ese momento, se escucho una enorme explosión y todo el lugar empezó a temblar, a lo lejos se vio una gran luz rosada que salía de algún lugar del otro lado del palacio y Sakura reconoció la energía del Cristal de Plata que estaba siendo usado por la Reina Serenity
-¡Mamá!- Grito con todas sus fuerzas
-Ya es muy tarde, princesa- Dijeron los ángeles mientras abrían sus alas.
-Se acabo… Todo se termino para Milenio de Plata, para nosotras –grito Sakura mientras seguía llorando
-Querida, con cada final...
-Hay un nuevo comienzo -Termino de decir Etsuko
-Y todo algún día...
-Volverá a tomar su curso- Termino de decir Atsuko.
En eso la luz rosada que se encontraba a lo lejos empezó a crecer, los ángeles desaparecieron y poco a poco esa luz alcanzo a Sakura...
Todo lo que se conocía había sido destruido, y ambas princesas viviría un destino muy diferente al que ya conocían...
Y ahi esta esa parte de la historia de Milenio de Plata que no habia sido revelada hasta ahora.
Esperamos que hayan disfrutado del prologo, en unos días más subiremos el primer capitulo. No olviden dejar sus comentarios, dudas o sugerencias que tengam, con mucho gusto tanto Sakurita como su servidora se las aclararemos.
XOXO
Sakuritacardcaptor1 & Serenity
